OCIO Y VIAJES EN LA HISTORIA: ANTIGÜEDAD Y MEDIOEVO
Mauro Beltrami
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (250 páginas, 730 kb) pulsando aquí
INTRODUCCIÓN
En unas colinas del centro de la península itálica, en los alrededores del Tíber, las aldeas surgían mediocres. Pobres y perdidas, aquellas aparentaban no tener ningún futuro promisorio. Unos siglos después, aquellos humildes se transformaron en una civilización que realizó en provecho propio la unidad italiana y que, a partir de la conquista mediterránea, fundaron el Imperio más poderoso de la antigüedad.
La civilización romana parece ser el lugar donde confluyen una buena parte de los historiadores del turismo al intentar rastrear los orígenes del fenómeno. Hay quiénes consideran que ya en la Roma clásica puede hablarse de la existencia de turismo; mientras que otros la consideran como un antecedente de importancia. Prácticamente ninguno de los historiadores en turismo niega la relevancia de la civilización romana en el desarrollo histórico del fenómeno. Más aún, Roma es ineludible no sólo en lo que a lo que hace al viaje preturístico; es ineludible en cualquier historia de la civilización occidental.
Si se hace referencia a los viajes, debe decirse que otras civilizaciones antiguas –tanto anteriores como contemporáneas a la romana- presentan similitudes desde el punto motivacional; pero ninguna la iguala en organización y representatividad. La vinculación al ocio de masas, a los viajes estacionales y placenteros, junto al desarrollo de las comunicaciones que facilitan los desplazamientos, es íntimo. Ninguna sociedad preturística enlazará tan estrechamente viaje y ocio como Roma.
El desarrollo del viaje en Roma no surge como algo aislado, sino que forma parte de las condiciones globales que se llevaban a cabo dentro de la sociedad de la época. Cuando se habla de condiciones globales, se hace referencia tanto al aspecto político, como al económico y al ambiental. Puede, rápidamente, mencionarse a los siguientes como aportes romanos que tuvieron impacto en el desarrollo de los viajes:
Pax romana: en la época de la Roma Imperial, el mundo mediterráneo gozaba de una estabilidad nunca antes experimentada. Gracias a la vigilancia de los ejércitos romanos en las fronteras se mantuvo a distancia a los pueblos bárbaros fronterizos. Internamente, los pueblos que habían sido tradicionalmente enemigos, vivían juntos y en paz. El historiador León Homo afirmará que “por todo el Imperio brilla la majestuosidad de la paz romana, la inmensa pacis romanae majestas, reverenciada por 80 millones de seres humanos, y cuya desaparición eventual, con sólo pensar en ella, les causa pavor”.
Infraestructura: No sólo pueden mencionarse las grandes obras de comunicación vial terrestre (que serán tratadas más adelante). También debe hacerse hincapié en los acueductos, los puentes, las canalizaciones, la derivación o regularización de ríos, construcción de puertos, etc.
Unidad de lengua: la multiplicidad de lenguas, había conspirado contra el desarrollo económico en el Mediterráneo. La unidad idiomática que se logra en occidente a partir de la adopción del latín, generalizado como lengua oficial, facilitó el desarrollo de los negocios.
Unidad legislativa: Aportó al desarrollo económico en la misma medida que la unidad de lengua.
Unidad monetaria: la moneda romana, bajo la Roma imperial, toma valor legal en todos los estados sometidos, mientras que las monedas locales de plata o bronce (que se encontraban limitadas a la circulación provincial o loca) van a hundirse en la crisis económica del siglo III.
Pero antes de pasar exclusivamente al tema del viaje en Roma, es válido observar qué sucedió políticamente en Roma, puesto que obviamente también los cambios institucionales impactan en aquel.
La civilización romana presenta una evolución digna de ser mencionada respecto a las formas del estado. Desde los comienzos de la organización social, desde el clan primitivo hasta el Estado rudimentario. Y, desde ese Estado rudimentario o primitivo, al Imperio. Siendo la diferencia fundamental que marca esta evolución la extensión de la agrupación humana. Es decir, la extensión del territorio en el cuál se aplica el poder del jefe y en la sistematización de ese poder.
Podría decirse que la agrupación política romana se desenvuelve desde la gens –célula social- hasta la tribu –agrupación de gentes-. La tribu evoluciona hasta la ciudad, y la ciudad se transforma en las diversas formas del Imperio.
Desde temprano, los hombres del Lacio explotaron las riquezas naturales que brindaba el mar. Especialmente, la sal. Toda la región de Ostia fue una zona de salinas; así, es probable que originariamente Roma haya sido un mercado en la Ruta de la Sal. Para el pueblo llano, la sal siempre fue apreciada como moneda de cambio; para los pastores, también era un bien importante. A partir aquellos humildes comienzos, el poder de Roma fue acrecentándose por etapas, constituyéndose en dominadora de Italia en el lapso de tres o cuatro siglos, y logrando establecer un imperio –independientemente de los ropajes institucionales- que perdurará durante siglos, y cuyas influencias en el Mediterráneo, y aún en la Europa continental, se manifestarán notoriamente.
Las instituciones que se han sucedido durante la evolución política romana han sido:
• Régimen mixto de aldea
• Realeza etrusca
• República patricia
• República plebeyo-patricia
• Oligarquía
• Principado
Puede decirse que existe un paso más en la evolución institucional romana, y que es la transfiguración del princeps en dominus –hecho propio de las influencias orientales que se introdujeron en el Imperio-. Aun así, el hecho que es de destacar es que Roma crea una civilización cuyas influencias llegará hasta las sociedades occidentales modernas, particularmente con lo que interesa a efectos de este trabajo: el viaje circular. Pero el viaje no existe en sí mismo como algo aislado, por lo que debe observárselo conjuntamente con el desarrollo de la infraestructura y las comunicaciones, y con el entretenimiento y el ocio como un todo, unido a aspectos como la pax romana, la unidad monetaria y la unidad legislativa y de lengua.
Es así, que se comenzará el estudio haciendo mención a la infraestructura y las comunicaciones romanas, para ingresar luego en el tema del ocio y el entretenimiento, y pasar, finalmente, al tema específico de los viajes. Por último, se analizarán aquellos elementos fundamentales que permiten que el viaje finalmente se materialice: la hospitalidad -y las formas de hospedaje- en Roma.