OCIO Y VIAJES EN LA HISTORIA: ANTIGÜEDAD Y MEDIOEVO
Mauro Beltrami
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GRECIA Y EL VIAJE. INTRODUCCIÓN
La parte oriental del mar Mediterráneo es el escenario donde tiene sus orígenes y su desarrollo la civilización griega, la cual se expandiría hacia oriente, hacia el Mar Negro y, posteriormente, hacia occidente, fundando colonias en aquellas costas apartadas de su núcleo original. Pero su corazón se encontraba en el Oriente, en la península egea y en el Asia Menor. Aún así, la Grecia continental era tan sólo una pequeña parte del antiguo mundo griego. Las islas del Egeo fueron las que ejercieron atracción en los individuos que engendrarían Grecia; y desde las cuales los griegos desarrollaron el arte y la ciencia de la navegación. En éste escenario particular, de continente, islas y mares, poco a poco -y pese a los piratas y otros inconvenientes-, las rutas marítimas fueron volviéndose más propicias y baratas para viajar que las grandes rutas terrestres, difíciles y peligrosas, y por las cuales se había realizado buena parte del comercio del Egipto y el Cercano Oriente.
En Grecia se pone de manifiesto una evolución notable con respecto al desarrollo histórico de los viajes, pues el comercio encontró y engendró nuevas vías, poblaciones y riquezas. Pero el avance que se cuenta en ésta historia, no es tanto el relacionado con el desarrollo de los viajes comerciales, las expediciones militares o las grandes empresas de exploración; dado que, obviamente, antes de que la civilización griega alcanzara su auge, en el Mediterráneo ya existían -independientemente de las dimensiones- viajes que mantuviesen en contacto a distintas sociedades de la antigüedad. Se dice que en Grecia se produjo una evolución en lo referido al viaje preturístico porque los viajes cobraron otra dimensión tanto cuantitativamente –número y forma- como desde el punto de vista cualitativo –función y significado-. Las razones hay que encontrarlas en una serie de factores, inseparables unos de otros. En primer lugar, el desarrollo de la idea de hospitalidad. Miguel Khatchikian afirma que los griegos “favorecieron los viajes por el respeto con que se trataba a los viajeros”. Evidentemente, a la hospitalidad se la encuentra como lugar –como medio- y, a su vez, como causa inmediata de los cambios en las posibilidades del viaje circular. Pero, además de causa y de lugar, la hospitalidad en Grecia también es una consecuencia y, por lo tanto, una señal, la señal de una intensificación de los viajes. La hospitalidad no sólo es un aspecto de la vida civil, sino que su raíz es religiosa, remontándose a la creencia griega de que Zeus protegía al forastero. Este hecho se presenta como una característica en la mayor parte de los pueblos que aparecen en la Odisea. En un pasaje de la obra homérica, el porquerizo Eumeo pronuncia las siguientes palabras: “¡Oh, forastero! No me es lícito despreciar al huésped que se presente, aunque sea más miserable que tú, pues son de Zeus todos los forasteros y todos los pobres” .
Pero entre las causas de aquel avance hay también que hacer hincapié en cuestiones subjetivas, en el espíritu naturalmente viajero del griego y su vocación por la aventura. Es así que Miguel Ángel Acerenza, entre otros autores, menciona que “en la Odisea se pone de manifiesto la gran vocación que tenían los griegos por viajar” Es factible pensar que los griegos han sido influidos por la Creta minoica en aquello que hace a la búsqueda de aventuras, utilizando el viaje como medio para alcanzarlas. En éste sentido, el historiador Jean Tulard observa que “tal vez la presión demográfica creciente, imposible de evaluar, y el gusto de los cretenses por la aventura, influyeron también en el nacimiento de aquella actividad comercial que la situación de Creta favorecía”. La curiosidad fue el factor que impulse a la aventura a muchos griegos: “(…) si se considera al pueblo griego en su conjunto, hay que reconocerle un atrevimiento espiritual, una curiosidad siempre despierta y una aptitud para buscar y crear cosas nuevas, rehusando a la tradición todo respeto supersticioso”.
En la civilización griega, de a poco, se fue desarrollando esta nueva necesidad de desplazamiento en el seno de la sociedad, motivada por distintos aspectos de la vida civil y religiosa. El entretenimiento y la utilización del tiempo libre, conjuntamente con las competencias deportivas, acabaron por alcanzar una gran importancia social, desarrollándose, así, tanto certámenes de combates atléticos como de flautistas y recitadores.
Para concluir, se dirá que antes de pasar concretamente al estudio de los griegos en relación al viaje, se desarrollará antes un pequeño apartado dedicado a los precursores de los griegos en el arte del viaje en el Egeo: los cretenses.