OCIO Y VIAJES EN LA HISTORIA: ANTIGÜEDAD Y MEDIOEVO
Mauro Beltrami
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Si el señorío y el imperio fueron las formas sociales de convivencia que aparecieron dadas durante la Alta Edad Media, el reino y la comuna son las propias creaciones que aparecen durante la Baja Edad Media. Ambas se relacionan con el progresivo desarrollo del comercio y la vida urbana, y de la alianza que van tejiendo la monarquía con la burguesía, ésta última con el fin de escapar de la opresión de los grandes señores. La Europa de la Baja Edad Media es un escenario de conflicto permanente entre las fuerzas antiguas, representadas por el feudalismo y la jerarquía eclesiástica, y las nuevas, personificadas en la monarquía centralizada y la burguesía. Se trata, también, de un período de conflicto entre estados europeos, como lo da el hecho de la Guerra de los Cien Años, o las guerras que se llevaban a cabo dentro de la península ibérica. La cruzada pierde importancia en el siglo XIII y ya no despierta el entusiasmo ni de las monarquías, ni de los feudales ni, menos aún, del campesinado. Por el contrario, el comercio con el Levante continúa, del mismo modo que progresa la vida cívica.
La Universidad es una de las instituciones fundamentales a mencionar en el período. Las universidades de París y de Bologna, adquirieron gran importancia durante el siglo XIII. Pronto, otras universidades sugirieron como evolución de las escuelas episcopales, municipales y monásticas. Del mismo modo, aparecieron universidades por privilegio real o pontificio (ex privilegio). “Del éxito del nuevo movimiento escolar puede dar una idea el hecho de que, a mediados del siglo XIV, la Universidad de París reunía unos 10.000 individuos, entre estudiantes, profesores y auxiliares varios” .
No debe olvidarse el desarrollo y el auge que experimentaron las ferias. Ya han sido mencionadas las características principales que presentaban estas, por lo que nos limitaremos aquí a mencionar que por esta época surgirán nuevas ferias de importancia, como la de Prato, que se remonta al siglo XVI ; mientras otras alcanzarán su apogeo. Este último es el caso de las ferias de Champagne, durante la segunda mitad del siglo XIII, aunque declinarán durante el siglo XIV, a partir de 1320.
La peste negra o bubónica procedente de Asia produjo cambios profundos en la demografía y en la economía europea. Asoló a los países europeos desde 1348 a 1353, provocando la reducción de hasta un tercio de la población en algunas zonas y la despoblación de otras. La peste representa un hito nefasto en lo que hace a la trasmisión de enfermedades a partir de los viajes y los contactos con otros territorios; pues fueron contraídas y trasmitidas por causa de los viajes comerciales hacia otras tierras. Boccaccio, por ejemplo, narra las consecuencias nefastas que tuvo la peste de 1348 para Florencia, afirmando que “(…) tanta fue la crueldad del cielo, y en parte de los hombres, que entre el mes de mayo y el siguiente mes de junio, por la virulencia de la enfermedad tanto como por la poca diligencia que cerca de los enfermos se tenía, se cree y afirma que dentro de los muros de la ciudad de Florencia más de cien mil criaturas humanas fueron arrebatadas de esta vida presente (…)”. Existieron luego de 1353 otras epidemias que también produjeron impacto (1361, 1383, 1392, 1406, 1411, 1414, 1420), sumados a otro tipo de hechos como el hambre en 1375. Según algunos historiadores, Europa para 1360 vio reducida su población en un 35 o 40 %, y que si se le suman calamidades subsiguientes, hacia el año 1385, quedó en un 40 o 50 %. Esto genera inicialmente una disminución en los viajes por la emergencia social y sanitaria en que se encontraba Europa por aquellos años. La posterior recuperación económica y los inicios del renacimiento en el siglo XV tuvieron por consecuencia un aumento de los desplazamientos, hecho que se manifiesta en las primeras expediciones a tierras más lejanas, lo cuál que es observable plenamente ya durante los inicios de la Edad Moderna.
La Edad Media terminó con violentos contrastes, pues durante el siglo XIV se conocieron terribles pestes que asolaron el Occidente europeo, pero no se interrumpió el comercio a larga distancia. Del mismo modo, en el ámbito político, las guerras fueron numerosas, pero fue disminuyendo el belicismo ligado a la precedente y minúscula fragmentación señorial. Hay recomposiciones políticas con nuevos estados, tanto de carácter regional como nacional. “Estas recomposiciones implican, en el plano de los grandes equilibrios, que el paso de la edad medieval a la edad moderna es como el paso de la “microconflictividad” entre los hombres a la “macroconflictividad” entre los estados”. Así fue acabándose, con el Renacimiento y la llegada a América por parte de los europeos, aquel milenio de la historia de la humanidad que comúnmente es denominado bajo el nombre de Medioevo.