BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Econom�a y Ciencias Sociales


EL T�NEL M�GICO DE LOS PARADIGMAS �.LA CIENCIA REGIONAL AL ALCANCE DE LOS J�VENES

Andr�s E. Miguel Velasco y otros



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CAP�TULO 22. LA REGI�N DEL ARCO IRIS M�GICO

El Esp�ritu del Arco Iris se acerc� a los ni�os, y lanzando polvos sobre las brazas de la hoguera que alumbraba el altar dedicado a Jade Sin Luz, aviv� una gran luz de colores, permitiendo a los presentes contemplar c�mo las regiones adquirieron vida y comenzaron a dialogar entre ellas. La regi�n tradicional fue la primera que intervino:

--Saludos hermanas. Reciban mi aprecio, dijo ante los presentes.

--Nosotros tambi�n te apreciamos, respondieron las regiones productiva y jer�rquica.

--Pues no se nota tanto hermanas, reclam� la regi�n sustentable.

--�C�mo qu� no se nota tanto?, preguntaron las dem�s regiones.

--Porque me tratan como si fuera su principal enemigo. Ustedes viven extrayendo mis recursos naturales, humanos y culturales para crecer a costa m�a, se dirigi� la regi�n tradicional a las regiones productiva y jer�rquica.

--�No es verdad!, fue el comentario de las aludidas.

--�No es verdad?, preg�ntenmelo a mi tambi�n, que �ltimamente me pasa lo mismo que a mi hermana la regi�n tradicional, intervino la regi�n sustentable.

--�Se atreven a acusarnos de esta manera?, �no ser� que nos tienen envidia porque hemos progresado m�s r�pido que ustedes?. Nosotras somos m�s h�biles para acumular riqueza, en cambio ustedes son expertas para empobrecerse, expresaron ir�nicas las regiones productiva y jer�rquica.

--Pues si, porque con su proceder se ha impuesto una relaci�n de dominaci�n en la cual aparentemente ustedes ganan a costa de nosotras, pero a la larga todas perdemos, pues la situaci�n que ustedes han establecido entre nosotras es de una guerra no declarada, pero guerra al fin.

--As� es, intervino nuevamente la regi�n tradicional, pero recuerden que tarde o temprano esta guerra parece �silenciosa� porque en ella solamente se est�n usando armas de tipo cultural o econ�mico. Y esta guerra ha iniciado con la extracci�n de mis recursos para su beneficio comercial, pero por la forma tan salvaje como lo est�n haciendo, ustedes est�n a punto de crear una situaci�n de guerra abierta entre nosotras...

--Y en la cual ser�an f�cilmente derrotadas, pues nosotras tenemos un mayor poder�o militar, recalc� con iron�a la regi�n jer�rquica.

--Yo les recuerdo que en el corto plazo ustedes ganar�an, pero a la larga todas perder�amos, insisti� la regi�n sustentable.

--�Y qui�n es el culpable?, pregunt� la regi�n tradicional.

--Pues... las regiones productiva y jer�rquica trataron de responder sin lograrlo.

--Nuestras conciencias, coment� la regi�n compleja rompiendo el silencio mientras mostraba su vestimenta que ten�a estampada m�ltiples paisajes.

--Mira a nuestra hermana la regi�n compleja...Pobrecita, aun est� en formaci�n, murmur� la regi�n productiva al o�do de la regi�n sustentable.

--�Pobre?, afortunada dir�a yo, pues todav�a tiene toda una vida por delante, en cambio algunas regiones que estoy mirando ya est�n cercanas a su ocaso, fue la respuesta ir�nica que recibi� de la regi�n sustentable.

--Y nuestras conciencias son los seres pensantes que albergamos, respondi� la regi�n productiva.

--�Entonces los culpables son...?, call� la regi�n jer�rquica.

--Si, los binigulazas y rubicundos que cobijamos, intervino la regi�n jer�rquica.

Entre todas se hizo un gran silencio, como si quisieran comentar m�s cosas, pero sin atreverse.

Entonces el Esp�ritu del Arco Iris m�gico intervino. Lo hizo mostr�ndoles en que pod�a consistir el futuro de Monte Alb�n. As� que primero les mostr� que pasar�a si los binigulazas continuaban manejando sus regiones como lo hac�an hasta la fecha. En este caso la regi�n tradicional de los Ni�os Venado Cola Blanca continuaba siendo la m�s acosada de todas. Tambi�n le suced�a lo mismo a la regi�n sustentable de los Ni�os Halc�n. En esta relaci�n de dominaci�n, las regiones productiva de los Ni�os Gavil�n y �guila, as� como la regi�n jer�rquica de los Ni�os Jaguar, continuaban extrayendo los recursos de sus regiones hermanas para favorecer su acumulaci�n. Esta interacci�n desequilibrada culminaba en una confrontaci�n b�lica donde todas las regiones se enfrentaban entre s�, ocasionando la destrucci�n de la diversidad cultural, social y ecol�gica de las mismas. Aparentemente, la guerra la ganaba una de ellas, pero a la larga todas perd�an debido a la destrucci�n, para siempre, del ambiente, la ecolog�a y la cultura, pero sobre todo de la confianza entre ellas.

Al contemplar lo anterior, los binigulazas comprendieron que eran la conciencia y pensamiento de sus regiones, y que a trav�s de ellos se llevaba a cabo la confrontaci�n, y por eso all� mismo prometieron recrear sus regiones de tal manera que �stas convivieran en paz, donde nunca m�s existiera ni la guerra abierta ni la guerra silenciosa entre ellas. Decidieron volver a tratar sus regiones con mucho cari�o, cuidando siempre de no hacerles da�o, pues volvieron a reconocer que �stas son la manera como la �Madre Tierra� se les manifestaba cotidianamente. Para ellos su regi�n, la que fuere, deb�a volver a ser el �gran hogar� de su vida cotidiana: un da�o a la regi�n era un da�o a la Madre Tierra, y m�s temprano que tarde a ellos mismos.

Cuando esto sucedi�, el Esp�ritu del Arco Iris les revel� lo que pod�a derivar de este deseo. Les mostr� como sus regiones nuevamente se encontraban rodeadas por la Laguna Encantada, llena de bosques de �rboles frutales y de flores de todos los colores. Hermosos r�os y arroyos las atravesaban, regulados por represas y canales que proporcionaban riego a las tierras de cultivo.

Las ciudades construidas ten�an una dimensi�n humana, y cuando se llegaba al l�mite de esta dimensi�n se creaba una nueva ciudad. Estaban comunicadas por caminos, y en ellas se reciclaban sus desechos y el agua que a diario se utilizaba.

Todas las familias contaban con parcelas de cultivo, pero quienes no eran agricultores u hortelanos pod�an emplearse en las empresas que exist�an en las ciudades. Las industrias m�s importantes de entonces utilizaban tecnolog�as no contaminantes, preferentemente biotecnolog�a, pues los binigulazas del futuro deseaban crear ciudades integradas a la naturaleza que las rodeaba.

No exist�a la delincuencia, y contaban con grandes universidades y centros culturales que permit�an a los ciudadanos expresar sus ideas y seguir incrementando su conocimiento cient�fico, filos�fico, art�stico y religioso. Por doquier se ve�a a ni�os jugando y aprendiendo. Sus ciudades contaban con hermosos y funcionales edificios p�blicos y privados, eran coloridas por sus jardines, su gente y sus tradiciones, realzado por sus mercados que tanto gustaban a los binigulazas.

Adem�s conviv�an en Monte Alb�n todos los pueblos, incluidos los rubicundos, quienes hab�an regresado, pero ahora en plan de amistad, para realizar tratados comerciales, o bien fundando sus familias en el propio Monte Alb�n.

Al ver lo anterior la regi�n jer�rquica dijo:

--Hermanas, yo les prometo que cambiar� mi actitud, mi manera de ser. Dejar� el paradigma de la competencia y dominaci�n, pues es �ste el que nos conduce a la confrontaci�n.

--Todas haremos lo mismo, pues de una u otra manera todas utilizamos este paradigma, recalc� la regi�n tradicional.

--Esto no significa que no aprovechemos muchas cosas, sobre todo lo mejor que cada forma de organizaci�n ha generado entre nosotras, reflexion� la regi�n productiva.

--As� es, reafirm� la regi�n sustentable.

Finalmente todas las regiones se abrazaron, demostrando con ello que iniciaban un pacto de armon�a. En los presentes qued� gravada esta imagen, con la cual gradualmente comenz� a diluirse la magia del Esp�ritu del Arco Iris que entonces retorn� al cielo, mientras los presentes aplaud�an manifestando su contento.

--A mi me gustar�a vivir en una regi�n como la que se mostr� al final, donde se puede caminar libremente, donde todos son amables, todo es tan bonito y abundante, donde todos conviven sin problemas, y donde se aprecia a la naturaleza, suspir� Donaj�.

--�Te fijaste que los rubicundos volver�n pero como amigos?. A mi tambi�n me gustar�a vivir en una regi�n as�, coment� Jos� Pablo.

--Los binigulazas lo van a lograr, pues son expertos constructores, recalc� Quetzalc�tl, quien agreg�:

--Con su concepci�n de regi�n arm�nica, los binigulazas del futuro van a romper con el "reduccionismo", la "reversibilidad" y el �antropocentrismo� con que han manejado sus regiones hasta ahora. Por primera vez los espacios no son solamente para producir, dominar, explotar la tierra o al hombre, sino que por fin se conciben las regiones como espacios para convivir, pues se estructurar�n como una extensa red compleja de sistemas territoriales en equilibrio, pues la regi�n que el Esp�ritu del Arco Iris m�gico les sugiere cimentar se comportar� como un sistema adaptativo que puede reaccionar a trav�s e independientemente del ser humano, con la intenci�n de generar y auto-organizar su propia diversidad econ�mica, social y natural.

Quetzalc�atl complet� su descripci�n se�alando:

--La "regi�n compleja" que los binigulazas est�n dispuestos a crear es la regi�n de la diversidad generada por la conjunci�n del aprovechamiento econ�mico de los recursos, el equilibrio que deriva de la sustentabilidad, de la creaci�n de una red mundial de capitales, pero tambi�n de la revaloraci�n de la unidad de su diversidad natural con otros aspectos como la cultura, la historia, los idiomas, etc�tera, lo cual les permitir� dar un tratamiento particular a cada tipo de regi�n. Su mensaje es que cada regi�n es un espacio �nico. En su mundo lo universal, lo regional y lo local se encontrar�n amalgamados en una sola unidad.

Tan emocionados se encontraban todos con la magia del Esp�ritu del Arco Iris, que nadie se dio cuenta que Jade Sin Luz nuevamente regres� integr�ndose al grupo que contemplaba la futura regi�n de los binigulazas. Notaron su presencia cuando se puso a aplaudir. Sorprendidos los ni�os voltearon a ver a la muerte, quien explic� su proceder:

--Esto me llena de emoci�n pues al fin veo una regi�n llena de ciudades y lugares donde podr� planear mi trabajo, pues quienes la habiten viajar�n al M�s All� cuando realmente lo requiera su naturaleza, y no cuando lo decida ni el vicio, ni la esclavitud, ni la envidia, ni el odio o el rencor...Ni la enfermedad podr� actuar impunemente en una regi�n as�, por eso al fin podr� planificar mi actividad.

Todos los ni�os aplaudieron la intervenci�n de Jade Sin Luz, quien finalmente se despidi� de Monte Alb�n. Lo mismo decidieron hacer Donaj�, Jos� Pablo y Quetzalc�atl, pues el Arco Iris m�gico que luc�a en el horizonte parec�a llamarlos. Cuando iniciaban su caminar, Jos� Pablo pregunt� intrigado:

--Quetzalc�atl, �por qu� la muerte se expres� de esa manera?.

Quetzalc�atl volte� hacia los ni�os, y sonri�ndoles dijo:

--Porque en una regi�n como la de los binigulazas del futuro el objetivo m�s importante para la gente ser� que �stas tengan una mejor calidad de vida: alimentaci�n de calidad, educaci�n de calidad, vivienda y vestido de calidad, descanso y esparcimiento de calidad, todo lleno de salud y armon�a con la dem�s gente y con la naturaleza, �qu� m�s se puede pedir para vivir bien en la tierra?..

Los ni�os respondieron:

--�Qu� interesante ser�a poner en pr�ctica esto en nuestro mundo!, y los tres viajeros se acercaron al Arco Iris m�gico, el cual les infund�a una sensaci�n de felicidad.


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