BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González



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PROLOGO

• La línea de la vida

El problema consiste en empezar. Una vez nacidos los seres humanos, se les asigna sin que ellos se enteren una línea horizontal.

Esta especie única en el planeta tierra, capaz de emplear inteligencia propia e individual para lograr alcanzar niveles de creatividad casi ilimitados, es a su vez, un ser extremadamente débil, sumamente vulnerable, victima de incontables obstáculos, retos y peligros, lleno de limitaciones propias o impuestas, manipulaciones, y desalmados crímenes, absurdamente todo organizado por sus congéneres; quienes poco favor le hacen al término “humano”, cuyo significado es: “ser solidarios en la desgracia con sus semejantes”.

Afirmando con su comportamiento aquella frase señalada en la Biblia que dice: “El peor enemigo del hombre es el hombre mismo”

También la naturaleza del medio ambiente del planeta, hace su parte, ya que ésta, ajena a la endeble constitución de estos seres, les provoca males de salud o enfermedades que merman su condición física y mental.

La línea de la vida de estos desvalidos humanos, es una recta cuyos extremos izquierdo y derecho, señalan respectivamente dos acontecimientos conocidos con los nombres de nacer y morir, mismos eventos sobre los que este ser no tiene ningún control, aun cuando en el primero de los casos se pudiera programar su advenimiento. Sobre el segundo o sea el final de la línea de vida, la muerte, nadie vivo tiene en su poder esa información, salvo que estas sean provocadas por los mismos individuos o por propia mano.

Cada minuto que marcan los relojes del mundo nacen 245 seres humanos y mueren 106; Asumiendo que los 245 bebes estén sanos, su línea de vida podría llegar a medir cien años que en un tiempo real serian 66.6, pues una tercera parte de su vida la pasaran durmiendo o al menos eso se supone. A su nacimiento, asisten como invitados obligados todo tipo de procuradores de bienes que le serán prodigados en aras de su bienestar, el rey del biberón, del pañal, del cobertor, de la cuna, de los ungüentos y las cremas, de los juguetes que hablan, de la comida comprimida, de la leche que no les da la madre, de los medicamentos preventivos de males reales o inventados, etc., todo ello previo el pago de los mismos, con ¡dinero!, incluidos: los hospitales y médicos que atendieron el parto, pues esto ultimo, se podría hacer como antes, simplemente en forma natural, o como ocurre en poblaciones de indígenas o en las calles de las grandes ciudades carentes de medios económicos, donde nacen como conejos y sin ninguna protección como las señaladas.

Sin embargo esto no es más que el inicio. Durante el transcurso de la línea de vida, estos recién nacidos vivirán lo que comúnmente se denomina “su destino”.

Este destino será marcado por circunstancias impuestas: Como ser involuntariamente incorporados a una familia, una religión, a escuelas y universidades en donde sus vírgenes mentes serán llenadas de una buena cantidad de educación sana o basura, obligados a morir en guerras estúpidas, ir a prisión, sufrir enfermedades ocasionales o permanentes, ser asesinados por hampas callejeras, dedicarse al narcotráfico o bien ser celebres artistas, pintores, académicos, médicos, arquitectos, abogados, presidentes, maestros, religiosos, padres de familia, en fin todas las actividades existentes en este planeta.

Conforme avanza el tiempo en su línea de vida, los seres humanos se verán inmersos en una sociedad viciada, que esta a la espera de nuevos “clientes” que adquieran verdaderas montañas de bienes fabricados por auténticos genios del marketing, quienes por “dinero”, venden cosas que no son necesarias para vivir, alineándose ante los recién llegados: el rey del auto, la ropa de marca, el jet set, la comida, el vestuario, espectáculos, casas de bolsa, equipos de radio y computo, viajes a paraísos, o a la luna, etc., la lista es inmensa. Ante esta oferta los recién llegados van siendo presionados a obtener “dinero” cada vez en mayor cantidad, engrosando las masas de un consumismo irreflexivo. Desde luego los que nacieron en pobres cunas no participaran para nada en lo señalado, si acaso serán mudos testigos durante su pobre línea de vida.

Sin embargo lo más grave empieza cuando estos seres alcanzan una edad avanzada o vejez, para entonces las enfermedades han hecho presa de ellos y se enfrentaran a otra distinguida y fría serie de reyes del marketing que explotan el dolor, como son: el rey de los medicamentos, de los hospitales, de las cirugías, de las quimioterapias, de las drogas, del cáncer, del sida, de la demencia senil, de la muerte asistida, etc.

Finalmente cuando se llega a alcanzar el extremo derecho de la línea de vida, ocurre la muerte, la única que no hace diferencias entre ricos y pobres y aun entonces hacen su aparición los últimos reyes, de las funerarias, de los ataúdes, y de los cementerios, a los cuales no se enfrentan quienes ya están fallecidos, sino los que los sobreviven aun cuando el difunto pudo haber sido cliente de los reyes del marketing hasta el final de sus días.

Cabe señalar que de los 245 bebes nacidos durante el primer minuto de escribir estas líneas, en el transcurso de su vida estarán obligados a transitar por ella obligados a trabajar en lo que sea como el medio para ganar “dinero” y pagar todo lo que les ofrecerá el frío, insaciable y corrupto reino del marketing global, sin embargo muchos no vivirán los 100 años marcados, debido a que perderán de un 30% a un 40% de su tiempo de vida, pues se enfrentaran a situaciones que les provocaran: ansiedad, nerviosismo crónico, conflictos familiares, depresión palpitaciones insomnio, severas jornadas de trabajo, presión y amenazas de acreedores y enfermedades graves que acabarán matándolos. Todo debido a que no lograran tener suficiente “dinero”, o porque tendrán mucho dinero, o por convertirse en nuevos ricos, o porque perderán todo su dinero; Es decir, sacrificaran su vida en aras de poseer “dinero” que en si mismo no vale nada.

Es verdaderamente lamentable que durante toda la línea de vida de los seres humanos, estén sometidos a su real enemigo en la forma del “dinero”, el más pernicioso invento del hombre.

Pero resulta que no hay nada nuevo bajo el sol, ya que el dinero anda causando estragos desde hace más de 4500 años. Pero conciente o inconscientemente nos ponemos o nos ponen, una venda en los ojos que nos impide ver sus efectos. ¡No tenemos perdón!

“El oro es la prostituta que siembra la discordia entre los hombres y los divide”. W. Shakespeare


 

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