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DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO

Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González



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• Guerras.

“Decía Napoleón, la guerra es “dinero, dinero y dinero”.

Las guerras dicen que ocurren por nobles razones: la seguridad internacional, el orden, la dignidad nacional, la democracia, la libertad, el mandato de la civilización o la voluntad de Dios.

Ninguna tiene la honestidad de confesar: “Yo mato para robar”.

Si existe una demostración de la estupidez humana en su máxima expresión, es hacer guerras entre los seres humanos, lo que conlleva a la destrucción de ciudades, la muerte de soldados por ambos lados, heridos en los campos de batalla, prisioneros de guerra o su desaparición, así como la desolación y la muerte de pueblos y ciudades habitadas por civiles.

Las guerras, son una de las formas mas crueles de corromper a los habitantes de un país por minúsculos grupos de poder y dinero, que desean poseer mas poder y mas riqueza mediante la promoción y la planeación casi científica, para crear conflictos entre dos o mas países, a efecto de llevarlos a solucionarlos mediante declaraciones de guerra enrolando a hombres muy jóvenes de edad incitándolos o forzándolos a abandonar sus hogares, trabajos, universidades, y hacerlos marchar a la guerra por convicción o por obligación [la Patria es primero] por un camino mortal por necesidad. Esto conduce a lavarles previamente el cerebro, dando después un entrenamiento en el manejo eficaz de sofisticados instrumentos de muerte para ser usados por mar, tierra y aire en matar al adversario. Para muchos que marcharán a la guerra, será un viaje sin retorno o un retorno marcado por la invalidez, enfermedad o locura.

El vencedor alcanza objetivos o botines cuidadosamente planeados con alarde de tecnología, sobre mapas, planos y estrategias, consistentes en: territorios, bienes no renovables, mercado, fuerza de trabajo barata, bases estratégicas par ser usadas en nuevas guerras. Hay sin embargo un botín muy especial para los promotores de las guerras representado por las enormes ganancias obtenidas en la producción y venta de armamentos de destrucción masiva que se requieren para hacer la guerra.

Hoy en día con la alta tecnología disponible, usada para hacer guerras o invasiones minimizando las bajas de los soldados de quien la posee y emplea, pero si causando al enemigo muchas bajas humanas y la destrucción de sus ciudades; sin que los vencedores sufran ninguna destrucción.

Ahora bien se supone que en las guerras solamente participan soldados y por lo tanto la población civil no debería ser el blanco de las fuerzas en conflicto. Esta es una verdad a medias pues en la vida real ciudades enteras han sido destrozadas matando a millones de niños, mujeres y ancianos convirtiendo una guerra en una dualidad de guerra /genocidio, muy difícil de identificar una cosa de la otra, dado que en muchos escenarios las batallas se realizan en las calles de las ciudades y de casa por casa. Cuantos muertos son causa natural de la guerra - si se le puede llamar así- y cuantos son por genocidios.

Sobre las guerras del siglo XX se han escrito millares de libros de historia, novelas, obras de teatro, comentarios, revistas, se han filmado centenares de películas y documentales, dando cada cual la versión que más conviene a sus intereses, aunque destacando siempre la parte escalofriante de los campos de concentración y de exterminio al igual que las cámaras de tortura y las prisiones horrendas. Nosotros nos concretaremos a comentar los efectos de estas barbaries ocurridas en el siglo mencionado en el que se registraron 61 guerras incluyendo dos guerras mundiales y seis guerras entre judíos y árabes. Hemos diferenciado estas catástrofes en cuatro categorías:

Guerras civiles 30, Guerras entre países 22, Revoluciones 3, Guerras Árabe – Israelí 6, Total 61

El numero de bajas o muertos considerando las 61 guerras suman la escalofriante cifra de 124 millones de soldados y civiles, excluyendo los muertos por efectos de actos de genocidios.

Siendo el resumen de muertos por categoría

• Guerras civiles 45 millones

• Guerras entre países 71 “

• Revoluciones 8 “

• Guerra Árabe – Israelí 70 mil

Este total de muertos es equivalente a la población actual de Alemania [82 millones] mas el 70% de la población actual de Francia [42 millones] dos de los principales beligerantes de las dos guerras mundiales.

Ahora mostraremos un resumen que incluye solo aquellas guerras con más de un millón de muertos:

• Bélgica Vs. Congo 3,000.000

• Revolución China 2,400.000

• Primera Guerra Mundial 8,000,000

• Revolución Rusa 5,000,000

• Guerras civiles Chinas [2] 3,200.000

• Japón Vs. Manchuria 1,100.000

• Segunda Guerra Mundial 49,000,000

• India Vs. Pakistán 1,000.000

• Marcha de Mao – China 30,000,000

• EU. Vs. Vietnam 3,000,000

• Guerra Civil Etiopía 1,000,000

• Invasión Rusa – Afganistán 1,300,000

• Irán Vs. Irak 1,000.000

• Guerra Civil Sudan 1,000,000

• Guerra del Congo 3,000,000

Total 113, 000,000

Estas 16 guerras registraron el 91% de todas las muertes ocurridas en las 61 guerras del siglo XX.

Las “CAUSAS” oficiales de tanto dolor y miseria son muy variadas, la patria, el honor, la defensa de las agresiones y otras que aunque verdaderas no se hace mención, son siempre los intereses mezquinos y/o de índole económica que utilizan en la aplicación del poder hegemónico, grupos de verdaderos verdugos del ser humano.

Los “EFECTOS”, son incalculables aunque cuantificables en numero de muertes que al final de cuentas es lo que realmente vale la pena contar, más aún si se considera que en todas estas guerras la mayoría de los muertes corresponden a hombres muy jóvenes.

Lo grave es que al paso que va el siglo XXI no habría que eliminar la posibilidad de superar con mucho esa cifra, pues los conflictos mundiales y armamentos cada vez mas sofisticados hacen que las bombas nucleares usadas por los EU, en contra de Japón en la segunda guerra mundial arrojadas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, parezcan solo un juego de niños.

Mientras tanto las guerras continúan siendo el pan nuestro de cada día en este mundo, así como el floreciente mercado de armamentos modernos con el agravante de la aparición en escena de un enemigo formidable, el terrorismo global manejado por verdaderos suicidas imposibles de detectar y de perseguir. El 11/9 en Nueva York y el 11/3 en Madrid son muestras magnas de lo que esta organización es capaz de planear y ejecutar.

Para muestra basta un botón:

Costo de la II Guerra Mundial {mmm dls}.

Aliados

. Estados Unidos 84.500.000.000

Unión Soviética 48.000.000.000

Gran Bretaña 28.000.000.000

Canadá 4.000.000.000

Francia 3.750.000.000

Países Latinos 1.250.000.000

Bélgica 750.000.000

Polonia 250.000.000

Holanda 250.000.000

Checoslovaquia 250.000.000

Otros Aliados 250.000.000

Países del Eje

Alemania 68.000.000.000

Italia 23.500.000.000

Japón 14.000.000.000

Gran Total 276.750.000.000

Vale la pena tener en mente el costo de esta II guerra mundial, pues solo si el gasto realizado por los Estados Unidos se hubiera invertido en el desarrollo de negocios productivos, todos los habitantes del planeta hubieran tenido, trabajo, casa, comida, y servicios sociales gratuitos de por vida.

Además de la injusticia social que resulta de la cada vez mayor distancia entre los ricos y pobres en las naciones industrializadas y en desarrollo, existen dos problemas más, asociados; la carrera entre quien vende más armamento y quien explota más a la naturaleza.

No menos de tres millones de civiles han muerto en el Congo a lo largo de la guerra de cuatro años que está en suspenso desde fines de 2002.

Murieron por el coltan, pero ni ellos lo sabían. El coltan es un mineral raro, y su raro nombre designa la mezcla de dos raros minerales llamados columbita y tantalita. Poco o nada valía el coltan, hasta que se descubrió que era imprescindible para la fabricación de teléfonos celulares, naves espaciales, computadoras y misiles; y entonces pasó a ser más caro que el oro.

Casi todas las reservas conocidas de coltan están en las arenas del Congo. Hace más de cuarenta años, Patricio Lumumba fue sacrificado en un altar de oro y diamantes. Su país vuelve a matarlo cada día. El Congo, país pobrísimo, es riquísimo en minerales, y ese regalo de la naturaleza se sigue convirtiendo en maldición de la historia.

Desde un punto de vista económico, el comportamiento políticamente contradictorio de los Estados Unidos y Europa, instalando por una parte armas cada vez mejores contra sus enemigos, y enviando por otra mantequilla, trigo y tecnología, parecieran perfectamente compatibles: la producción militar era un área en la que el “punto de saturación” se podía posponer indefinidamente mientras el “enemigo” no fuera capaz de desarrollar armas tan buenas y en un tiempo tan rápido como ellos. Por eso “crear guerras”, hace tan interesante invertir en el sector militar, pues se obtienen beneficios mucho mayores que los que se conseguirían en otros sectores de la economía. Mientras que las inversiones en economía civil ofrecen rendimientos del 2-5%, el sector militar da a menudo rendimientos del 50%.

Las guerras se han justificado siempre como el medio de conseguir la paz y la seguridad. Los factores “armas, ejército y guerra”, se piensa, son necesarios para obtener el producto “paz” pero se ha visto que son muy ineficaces para conseguirla. Creemos que la paz que se consigue mediante la guerra, es de muy baja calidad. Creemos que la producción de paz, usando tecnología bélica, tiene costos muy altos, económicos y humanos. Creemos que hay formas de producir paz y seguridad de mayor calidad y a costos más bajos.

“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La Paz." - Albert Einstein.

Conclusión:

El segundo jinete cabalga un corcel rojo sangre y empuña una gran espada; es el jefe de los ejércitos. En el Apocalipsis, se le-da poder para “quitar la paz a la tierra y hacer que se degüellen unos a otros” ¿Quiénes son los que se degollarán entre sí? A lo largo de la mayor parte de la historia, los soldados han combatido en la guerra y han perecido en ella. En su forma moderna, especialmente en nuestro turbulento siglo, la guerra aniquila a muchos más civiles que soldados.

Junto con la enfermedad y el hambre, las guerras de destrucción recíproca constituyen, también en el mundo moderno una estrategia de reducción de la población muy prometedora.

Los párrafos anteriores son parte del libro de Susan George “Informe Lugano”

Nosotros creemos que el hombre no fue creado para destruirse mutuamente ni que las guerras deban promoverse para reducir la población del mundo. En este contexto, creemos como Napoleón que la guerra es dinero, dinero y dinero; por lo tanto si se elimina la causa, el dinero, se eliminara el efecto, o sea acabar con las guerras y recobrar la dignidad del ser humano.


 

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