DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO
Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González
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Este es uno de los aspectos más importantes de la economía del futuro, pues todos llegaremos a ser viejos y desocupados y vamos a requerir de un ingreso en puntos, que nos permita vivir decentemente, entonces surge la pregunta ¿como se puede crear un fondo de pensiones si este, no esta sujeto a crecer en el tiempo?
Bueno pensemos que si el sistema de puntos evita la inflación, los valores serán constantes en el tiempo y solo se requiere que el Resguardo Central Regional cree este fondo basado en las siguientes premisas o supuestos:
La gran mayoría de los habitantes tendrán una actividad sea esta personal o a través de prestar sus servicios a una empresa por la que recibirán una retribución en puntos, de la cual como ya habíamos expresado contribuirán con el 25% de la misma; de este porcentaje, se utilizara un 2% para la creación del fondo de pensiones; del porcentaje señalado un 50% será utilizado en la construcción de vivienda, las rentas por este concepto regresaran al fondo incrementándolo y el 50% restante en puntos será utilizado para cubrir las pensiones mas recientes.
Se considera una vida activa de 45 años de colaboración, durante este periodo salvo algún accidente o enfermedad que les impida trabajar, todos los habitantes de la tierra en edad de colaborar con las empresas o sus propios negocios, estarán creando con sus aportaciones un gigantesco fondo en el respectivo Resguardo Central Regional que permitirá a todas las generaciones al llegar a la edad de 70 años, edad probable de jubilación dados los avances en la medicina, contar con una pensión decorosa que les permitirá pagar una renta, adquirir alimentos, vestir y gozar del esparcimiento necesario para vivir sin sobresaltos y sin limitaciones.
El Régimen de puntos se base en que sus procesos son transparentes, y todas las operaciones que efectué cualquier persona o institución sean estos pagos o cobros deberán estar sujetos a su posible verificación, ser nominativos porque sólo serán válidos si consta el nombre de las dos personas que hacen la transacción e informativos, porque además de la función de la operación efectuada, también constarán los bienes o servicios motivo de transacción, con los correspondientes precios y características. Este sistema por sus características será muy ágil y fiable
• Creación de precios
{Historia}
La inflación que se define como el crecimiento del nivel general de precios, no es un rasgo que haya surgido en las economías capitalistas modernas. Algunos ejemplos nos revelaran la antigüedad de este fenómeno.
Allá lejos y hace tiempo:
En el siglo VI antes de Cristo, en Lidia (hoy territorio de Turquía) bajo el reinado de Creso (el acaudalado monarca por el que surgió la expresión “Rico como un Creso”, se acuñó el “Stratero”. Esta fue la primera moneda de la historia que llevó un sello real y se difundió rápidamente como medio de cambio. Casi tan antigua como la moneda acuñada es el problema de la variación de los precios que desvalorizaba al dinero, pero los casos más conocidos se verificaron en el Imperio Romano.
Ya en la era cristiana, tres emperadores romanos de la dinastía de los Claudios (Calígula, Claudio y Nerón) enfrentaron los problemas derivados de pérdida de valor de sus monedas por la inflación.
Años después, en el 301 d. C., el emperador Diocleciano fue quizás el primer gobernante de la historia que aplicó un plan antiinflacionario; plan que no fue otra cosa que el antecedente mas remoto de las estrategias de control de precios tantas veces utilizadas siglos después.
El Edicto de Precios de Diocleciano (“Edictum de maximis pretiis rerum venalium”) fijaba precios máximos para más de mil trescientos productos y también establecía el costo de la mano de obra para producir esos artículos. A pesar de que la pena para quienes violaran el edicto era bastante más dura que una multa o una clausura del comercio (“si alguno tiene la osadía de actuar contra lo dispuesto en esta norma, sea condenado a pena capital”), el edicto fracasó. Mercado negro, desaparición de productos de los mercados y persistencia en los incrementos de precios fueron los resultados obtenidos.
Posteriormente, ya en el siglo XVI, la llamada “revolución de los precios” vinculada al descubrimiento y extracción de metales preciosos del “nuevo mundo” generaron un abundante debate sobre cuales eran las causas de aquella inflación.
En 1568 Jean Bodin, un autor mercantilista francés, formuló por primera vez en la historia del pensamiento económico una “teoría” de la inflación. Bodin adjudicaba el fenómeno, fundamentalmente, a la “expansión monetaria” que se había producido por la disponibilidad de cantidades extraordinarias de oro y plata provenientes de la explotación de las minas de las colonias de América.
Época actual.
Al constituirse la Unión Mundial y eliminar el dinero, se hace indispensable la creación de un sistema de precios que reemplace a los diversos sistemas en uso en el mundo de hoy que se caracterizan por su complejidad, e inexactitud y que al no tener control hacen del comprador lo que les viene en gana, al vendedor y fabricante los hacen extremadamente ricos y a los pobres más pobres y simples espectadores.
Entenderemos por Precio: la cantidad de dinero pedida o dada a cambio de algo y Creación de precios: el establecer o fijar un precio.
Antes de entrar al tema de cómo se fijarán los precios en la “era de los puntos”, es muy importante y necesario conocer los sistemas actualmente usados en la “era del dólar”, en pleno siglo 21, los que serán reemplazados con un solo sistema. Es decir, siendo la finalidad el cambiar de unos sistemas no satisfactorios por muchas razones a otro satisfactorio es por tanto indispensable conocer a los imperfectos y para ese propósito iremos de plano a un solo lugar del mundo en donde esta disciplina de fijar precios, casi religiosa, se practica desde hace siglos con un éxito colosal para este país y para los países que lo han imitado, entendiéndose este éxito como ostentoso para los vendedores-fabricantes a costo de los compradores de cuanta cosa pueda uno imaginarse y muchísimo más, en los renglones de servicios, bienes , tierra, seres del reino animal y hasta personas.
Todo tiene un precio; los seres humanos estamos materialmente inmersos en precios desde que nacemos y hasta que morimos, los hay de todos tamaños, colores, impresos, en mantas, pequeñitos, enormes, dentro y fuera de los establecimientos, llámense mercados callejeros, supermercados, magno-tiendas, mercados públicos, tiendas de lujo y no lujo, casas habitación, residencias, palacios, castillos, restaurantes, librerías, funerarias, casas de bolsa, casas de cambio, en los estadios deportivos, en los deportistas mismos, en las estaciones de radio y televisión, en Internet, en las casas de cambio, en las casas de bolsa, en los bancos, en las financieras, en las compañías de seguros en los periódicos, revistas, cines, en las carreteras, grandes avenidas, en los museos, en los hoteles, en las iglesias, es decir, en todas partes. El escribir los precios —más no crearlos – imprimirlos y colocarlos en los sitios más inverosímiles y totalmente visibles es una industria por derecho propio (escribir y colocar los precios tiene un precio) cuyos dueños participan de la ilimitada riqueza que estos anuncios crean. El mundo entero está lleno de precios.
Si los precios desaparecieran y ya no los vieran los individuos, estos tendrían reacciones de asombro, sorpresa y hasta miedo pues “algo está pasando”. ¿Que será lo que pasa? , ¿Que será lo que va a pasar?..... ¡¡Podría haber pánico!!
O tal vez alegría generalizada al desaparecer tan atroz acoso que invade el espíritu de los individuos para comprar y comprar aunque sean cosas o servicios que no necesitan ni les gustan, aunque sea sin tener dinero pues para eso se inventaron los bancos que con sus onerosos intereses hacen aún más costoso el vicio de las compras. Y ni hablar del llamado “dinero de plástico” crédito portátil vergonzantemente oneroso que sepulta a los individuos en impagables deudas y en innumerables problemas familiares.
Si al hombre le es concedido el poder de conquistar otros planetas en el universo, entraría de una vez por todas al negocio de compra venta o alquiler de planetas por entero o en partes; y así podrían observarse de un planeta a otro vía telescopios los precios corrientes en el planeta tierra a donde el océano atlántico, el océano pacífico, el mediterráneo etc. tendrían precios en US Dlls así como países enteros como la bella Italia o la fría Noruega y por supuesto todo el planeta tierra completo con desperdicios incluidos tendría su precio bien colocado en la parte más alta de la estratosfera a la vista de todo el Mundo espacial
¿Pero, quienes serían los o él dueño que vende y compra y alquila lo que no le o les pertenece? Porque sucede que la tierra hoy en día es un producto que se vende, se compra y se alquila todos los días sin que se sepa con autorización de quien puesto que el planeta entero ( agua + tierra ) es propiedad de todos y, de nadie
El imperio de los precios.
En el imperio, es decir en los “Estados Unidos de América” U.S.A con sus famosos, populares y poderosos dólares, moneda no solo respetada, codiciada, deseada, ahorrada, acumulada, sino hasta venerada desde que los americanos nacen, si no es que desde antes de nacer, y hasta su muerte, constituyen el motivo y razón de vivir de los casi trescientos millones de habitantes de U.S.A., que aunque su población total es menor al 5% de la población total del mundo, su dinero ha invadido y controlado todo lo material y espiritual que existe en el planeta, adonde quiera que se use el dinero.
¡¡Pero veamos como se manejan las cosas de los precios en el imperio!!
Responsabilidad de los precios.
Muchos expertos americanos sobre la materia de fijación de precios, están de acuerdo en que esta función que directamente afecta las utilidades corporativas merece atención de la gerencia a sus más altos niveles. Ciertamente, la política de precios es una parte tan vital de la filosofía general de la empresa americana, de su posición ética, de su modo de vida que se convierte en una responsabilidad del más alto nivel en la empresa. Más aún, los innumerables factores que deben ser tomados en cuenta en el Imperio, más la cantidad de información esencial de la diaria administración de los precios, demanda que los responsables de tomar decisiones tengan el status suficiente en la organización para ser capaces de tomar en cuenta todos los factores, económicos y no económicos. Sus decisiones afectarán a la compañía sin importar sus habilidades, no importando cuan honestos sean sus motivos o que tan grande sea su reverencia por la libre empresa en la fijación de precios como en cualquier fase del mercadeo de un producto o servicio.
Es la tesis de que con una planeación sólida, técnicas flexibles, y soporte adecuado, la fijación de los precios puede tener un positivo, productivo impacto en las utilidades de la compañía; en suma, de que los precios pueden ser creativos.
La responsabilidad de fijar los precios, en la práctica, se asigna a un ejecutivo muy preparado quien no es conocido fuera de las compañías pero que en sus manos está el crear precios que generen el máximo de ganancias para sus amos.
La tesis mencionada es brutal, está vigente en el siglo 21 que está corriendo, tanto en los mercados locales, regionales, como en los globalizados. Los precios así concebidos son la llaves que abiertas inician el flujo de dinero que corre directamente de los bolsillos de todos los compradores de bienes y servicios en una corriente imparable de dinero a las cuentas bancarias de los voraces fabricantes y proveedores que se denominan “ingresos por ventas o cobranzas “ ya sea por ventas al contado o a crédito en cuyo caso los bancos que otorgan los créditos obtienen su tajada del pastel vía intereses sobre préstamos tanto al comprador como al vendedor pues muchos precios incluyen en su estructura los intereses que los vendedores pagan a los bancos sobre sus propios préstamos.
Precios creativos.
La noción de que los precios pueden ser creativos es en si misma una creación aunque no nueva.
Por siglos, los fijadores de precios consideraban unas cuantas alternativas muy obvias; mantener los precios donde están, aumentarlos o bajarlos, o vender ahora o esperar por futuras ventas.
Los ejecutivos de negocios tienen hoy muchas opciones para escoger. Por ejemplo, ellos pueden combinar cambios de precios con ajustes en publicidad, realizar esfuerzos de ventas personales, actividades de promoción, esfuerzos especiales con los canales de mercadeo, ajustes en el servicio, cambios en los términos de crédito, y muchas opciones más. También pueden cambiar ciertos precios mientras mantienen otros constantes, aumentar algunos mientras reducen otros- o cambiando algunos con altas sumas y otros con muy poquito.
Aparte de tales alternativas, más aún, los fijadores de precios disfrutan de amplio repertorio con respecto al contenido de acciones relacionadas con los mismos. En su propaganda, pueden capitalizar sobre cambios de precios en una gran variedad de formas. Pueden asociar cambios de precios con muchas posibles variaciones del producto, aunque estos sean solo de apariencia o de empaque. Las numerosas variables controlables por el que fija los precios le ofrecen una oportunidad de crear una gran cantidad de combinaciones de acciones de marketing, de las cuales los cambios de precios son una parte.
Se observa que el concepto de “crear” no es más que la búsqueda de la mayor utilidad posible fijando el mayor precio posible y así el comprador es seducido para gastar dinero en algunas de las variaciones que se le ocurran al fijador de precios.
El precio en una economía industrial moderna.
Existen en Estados Unidos, desde hace algún tiempo los llamados sistemas de precios que tienen cuatro nociones: primera, que los compradores y vendedores están siempre en directa y activa competencia entre ellos; segunda, que debe existir una condición de libre empresa ( esto es, que los individuos posean el derecho de emprender negocios en cualquier actividad), tercera, personas metidas en los negocios deben ser motivadas principalmente con ganancias en dinero; y, cuarta, debe existir un libre sistema de precios para mano de obra, tierra, instrumentos de producción, fondos líquidos etc. para la creación de empresas. El término sistema de precios es frecuentemente mencionado solo para referirse a la cuarta de estas nociones. Sin embargo, los precios son empleados como una herramienta económica por economías centralmente planeadas así como por las llamadas economías capitalistas, pero estas usualmente no dan lugar a una competencia vigorosa, a la libre empresa y a la utilidad como motivo.
Es importante observar que aquí a los precios se les llaman “herramientas económicas”, que en realidad, son la llave del dinero al servicio de la economía del imperio, en otras palabras la llave que llena los bolsillos sin fondo de los grandes conglomerados. También se confirma el ideal de tener como meta de los precios, o como motivo básico “la utilidad “.
Considerando la conexión entre los cuatro elementos, como características de un sistema de precios vemos que la vigorosa competencia no es un inevitable resultado de la libre empresa ni del sistema de utilidad. En parte la vigorosa competencia requiere de una voluntad de –en verdad, gozar del placer de herir a los rivales-. Sorprendía a muchos empresarios americanos saber que otros países, restringieran el lado destructivo del comportamiento hacia la competencia.
La costumbre muy americana de “herir” a los competidores es muy vieja y realmente mortal pues es implacable en los métodos empleados para eliminarlos, y no solo herirlos, y si no pueden eliminarlos acaban comprándolos a buen precio. Es una batalla permanente, pues existe mucha competencia en ese mercado interno tan enorme. La mentalidad del empresario americano en estos asuntos está formada como la de un general frente a enemigos mortales. Cuando hay victorias, o sea vendiendo más y a un mejor precio que el competidor se premian con jugosos aumentos en los sueldos de ejecutivos, en fijación de precios y hasta del presidente de la compañía misma. Es la máxima victoria empresarial de los americanos en su mundo capitalista o de libre empresa, que traducido quiere decir “libertinaje empresarial” sin escrúpulos.
Donde un sistema de precios es combinado con competencia vigorosa, libre empresa, y la utilidad como motivo, debe esperarse encontrar un sistema económico altamente eficiente por las siguientes razones: Primera, en tal economía, los individuos -como vendedores de sus servicios y como compradores de productos- toman decisiones económicas que les afecta a ellos en forma directa e inmediata. Se argumenta que un sistema de precios (combinado con libre empresa, competencia vigorosa, y un sistema de utilidades) conforma un sistema delicadamente calibrado de castigos y recompensas. Tal sistema de precios recoge las preferencias de los individuos con respecto a ambos empleo y productos.
El sistema de precios aquí ilustrado, tiene una fuerza equivalente a la de un locomotora o a un tanque “panzer” que bien conducido materialmente arrasa con los compradores dentro de EEUU y en todo el mundo que compra sus productos. Esta fuerza es la que hace al imperio tan aparentemente indestructible y que mantenga la economía más poderosa del mundo. Cabe señalar que aunque la inflación en EEUU la han controlado baja, existe de cualquier manera e influye en los precios por fuerza, así como al valor del dólar.
Los individuos que buscan empleo, indican como les desagradan las alternativas de empleo y desempleo según la cantidad que demandan por compensación. Las demandas de sueldos y salarios de empleados prospectos, reflejan lo que pueden ganar con empleos alternativos y su evaluación de los beneficios no monetarios de cada posibilidad. El sistema de precios entonces permite a los individuos expresar delicados esquemas de deseo y de rechazo.
Esto significa, que aunque la mayoría de los americanos tienen empleos bien pagados, que pueden darse el lujo de escoger, (aunque tienen ya problemas de desempleo para los menos preparados) sus ingresos son asediados por los “precios” o sea por el consumismo latente, por deudas hipotecarias, universidades para sus hijos con altos “precios”, disminuyendo así el tradicional ahorro de ese país, otro de los valores del sueño americano.
Funciones atribuidas a los precios
Existen dos funciones principales que son atribuidas al gran poder que ejercen los precios: Primera, proveer “señales” a los participantes en los negocios; segunda, “motivar a los participantes en la economía”.
Tal vez la función más importante “las señales” que llaman la atención sobre la “necesidad” de cambio y por lo tanto disparan acciones económicas deseadas, para hacerlas mas destacadas. Sin embargo quedan muchas dudas o preguntas al respecto: ¿Que clase de señales de acciones dentro de la economía se envían al través de los precios? ¿A quienes se envían estas señales? ¿Que tan claras y oportunas son indicadas? ¿Producen los efectos deseados?
¿Los precios son un elemento motivador? ¿Los precios son mucho más públicos que las utilidades o márgenes de utilidad? ¿Los precios cambian mucho más rápidamente que las utilidades que responden después de un tiempo dado? Como consecuencia, los precios si ayudan a informar que un cambio en potenciales utilidades está ocurriendo. Es el caso de mercados de acciones, de granos y otros muy especiales.
La mayoría de los economistas americanos en el imperio, no se han puesto de acuerdo sobre cual es la función preponderante y lo que es más preocupante es el hecho de que ya inventaron nuevas funciones que ni ellos mismos se explican.
De hecho, uno de los grandes de la economía estadounidense, John K. Galbraith en 1967 dijo: “Para ellos (refiriéndose a los economistas clásicos) el mercado es más que una institución. Es una aura, un regalo sobrenatural el cual evoca actitudes no técnicas pero si religiosas.”
Cualesquiera que sean las funciones reconocidas de los precios es evidente que las actitudes casi religiosas que manifiestan los economistas americanos sobre el mercado, los hace considerar a los compradores como los fieles de una religión adonde el dios es el precio y ellos los sacerdotes.
El rol de los precios en el éxito de las empresas
Aparte de una apropiada discreción que debe tener la persona que fija los precios, la importancia de la habilidad para fijarlos depende del tamaño que tenga en la compañía la utilidad neta sobre las ventas. Si por ejemplo, estas son muy bajas, entonces un pequeño aumento en precios puede resultar en un espectacular aumento en las utilidades netas. Pero cuando las utilidades sobre ventas son ya grandes, un aumento pequeño en los precios no producirá un aumento substancial en las utilidades.
¿Cuales son los ingredientes acerca de las habilidades para fijar precios? ¿Será que la persona requiere una maestría en teoría económica? ¿O demanda técnicas en pronósticos? ¿O teoría del juego? Aunque es imposible contestar estas preguntas en una sola frase, los principales requerimientos para tener excelencia en precios parecen ser el tener habilidad en la aplicación de la teoría de decisiones y conceptos de mercadotecnia.
Aquí se confirma en forma muy clara la dependencia que tiene el éxito o fracaso de las empresas del buen o mal desempeño del fijador de precios, el hombre creador de llaves mágicas, de llaves de oro o de barro.
Objetivos de los precios
Es posible identificar una lista de objetivos de los precios en una variedad de niveles.
Por ejemplo, los fijadores de precios estarán tentados a fijar precios que induzcan a los compradores a preferir su marca sobre otras marcas o para pagar un premio por su marca. Otro objetivo más avanzado es el de enviar el mensaje de alta calidad y que conlleva una imagen de marca. Otra meta es el establecer precios en tal forma que los haga aparecer como “justos” y que hacen aparecer a la compañía como justa en sus tratos. Hay también considerable evidencia de que algunos precios son sicológicamente atractivos por razones que son obscuras.
También pueden arreglarse los objetivos de los precios en orden jerárquico, como sigue:
1.-Obtener el máximo de ingreso arriba del costo total que los clientes pagarán.
2.-Hacer eso creando la impresión de que la marca ofrece mayor valor que marcas rivales.
3-Transmitir la impresión de que los precios de la compañía son casi los mismos que cargan otras compañías cuando en realidad son más altos.
Aquí sobresaltan las intenciones malignas del sistema o sistemas usados para fijar los precios en el mercado de EEUU y de todo el mundo donde se practica el nefasto libre mercado. La utilidad máxima es el objetivo principal tanto al menudeo como al mayoreo.
La importancia de los costos en la fijación de precios.
El fijar precios es un arte complicado que involucra muchas consideraciones: elasticidad de la demanda, nivel de operaciones, inventarios a la mano, condiciones financieras de la compañía , competencia dentro y fuera de la industria, liderazgo del producto, restricciones gubernamentales, importaciones del producto, etc. Sin embargo el costo es solo un factor en la formación de precios.
En general, la influencia de los costos en los precios es más directa cuando los productos de una compañía son suficientemente diferentes de los competidores para permitir discrecionalidad en los precios. Esto aplica no solo a productos con características identificables pero también a productos que se les han creado imágenes en las mentes de los clientes a través de la publicidad.
Los costos también son importantes en situaciones monopolistas. Los monopolios, por supuesto, por lo general están sujetos a reglamentaciones y a tarifas; y a la justificación de costos, como las bases para aumentos en las tarifas.
La importancia de los costos en los precios es en la vida real dramática, pues a mayor costo, mayor precio y esta es una regla que en EEUU se sigue fielmente, en otras palabras con o sin una competencia dura, esta regla es dura a su vez, pues el sistema de libre mercado persigue las mayores ganancias sobre sus ventas que además deben ser las mayores posibles sobre las inversiones de capital propio o prestado, hechas en las empresas, incluidos gastos tales como publicidad y propaganda que no son mencionados suficientemente, pero que son exorbitantes y que marcan otra ecuación; a mayores gastos publicitarios mayores precios.
Relevancia de los costos.
Sobre el entendido de que los costos son usados para fijar los precios, ¿que clase de costos son necesitados? Los costos deben tener un propósito; deben seleccionarse en base al problema a solucionar. Existen algunas preguntas:
¿Como son determinados los costos? ¿Que está incluido en los costos? ¿Están incluidos costos pasados, presentes y futuros? ¿Como se determina el punto de equilibrio? ¿Que periodo de tiempo es considerado? ¿Que se hace si el competidor tiene un mayor o menor precio por unidad?
Todas las decisiones están relacionadas con el futuro. Los costos para tomar decisiones deben ser prospectivos y no retrospectivos. Los precios deben recuperar los costos esperados por hacerse durante el tiempo de duración del precio. ¿Como puede lograrse esto?
Sobre todo esto hay una gran controversia, incluso sobre el hecho de que se considere como un elemento del costo la depreciación basada en el costo de adquisición de los activos en uso, en base a que los precios proveen los fondos no solo para la distribución de utilidades y crecimiento sino también para el reemplazo de activos. Se discute también el cargar a los costos gastos generales de planta que nacen de prorrateos contables que no segregan los gastos fijos de los variables.
Además, los contadores no le dan consideración formal el incluir los intereses (intereses no incurridos realmente) en los cálculos de costos del producto. Muchos gastos incurridos en la producción, venta y distribución son indirectos y deben ser cargados a los productos en una forma más o menos arbitraria.
Existen grandes sumas de costos como gastos generales de planta, investigación y desarrollo, y gastos centrales de administración y ventas asociadas indirectamente a productos específicos. Por ejemplo, en la industria farmacéutica es extremadamente difícil el asignar gastos de investigación a productos discretos. Mucho de este esfuerzo abarca a una línea entera de productos; otra investigación es de naturaleza general antes que especifica; y lo más importante de todo es que el trabajo de investigación no es siempre exitoso. En consecuencia, la aplicación de los gastos de investigación a los productos demanda una gran capacidad de juicio.
A pesar de estas limitaciones, es difícil visualizar como la fijación de precios puede ser inteligente en ausencia de información sobre el costo de los productos. El ejecutivo capacitado, a cargo de los precios, usa los costos como una guía en las decisiones de precios en lugar de una fórmula rígida. Después modifica su objetivo costo-precio-utilidad midiendo subjetivamente las condiciones del mercado.
Aquí nace otro tema muy delicado, muy teórico, muy complejo y muy basto, en otras palabras se han creado muchos sistemas y subsistemas para “estimar” más o menos con exactitud el “costo” de las cosas que fabrican los humanos y aún de las cosas que consumen los humanos que no son hechas por ellos como son todos los productos derivados de la naturaleza y del reino animal Está al libre albedrío de los vendedores el imponer a los compradores precios basados en costos manipulados por los primeros que nunca son dados a conocer a los segundos ni siquiera al través de la información que miles de empresas presentan por ley a las autoridades del mercado de valores. Por lo tanto si los costos son la base para fijar los precios el comprador está siempre en una posición de total oscuridad sobre lo que está pagando por algo que al él lo hacen creer que es un precio justo incluyendo las llamadas “baratas” que abruman al comprador varias veces al año. Aquí se le esconde al comprador otro gasto que él paga en el precio asignado y este es el enorme gasto de “promoción, publicidad y propaganda”. Esta es otra monstruosa industria cuyos dueños medran lavando el cerebro de millones de compradores para convencerlos de las bondades de los productos que fabrican sus clientes, las mentiras, exageraciones, falsedades y engaños están a su disposición como armas para atacar a los compradores.
Métodos para fijar costos/precios
Son cuatro los métodos más refinados de costos-precios. Ellos son (1) Costos totales, (2) Costos marginales (3) Retorno sobre la inversión y (4) Costos flexibles. Comentamos el primero por ser el más usado.
Costos totales - Bajo costeo total, los precios de venta son computados añadiendo a los gastos totales de fabricación una cantidad para cubrir gastos de venta de administración y la utilidad. El objetivo de esta compañía es recuperar todos sus costos más un 6% de utilidad sobre dichos costos. Los gastos generales de planta se presume que cambian con el número de horas de trabajo. Los gastos de venta y administración son asignados a los productos con un 30% de los gastos de fábrica.
Este método es comúnmente usado para fijar los precios; la segunda guerra mundial le dio un gran ímpetu. Durante la guerra, había solamente el sistema de costo muy rígido. Durante las hostilidades y durante el periodo de posguerra inmediato, una demanda sin precedentes existió de productos de consumo. Esto permitió a las empresas la recuperación de los costos al poner precios a sus productos.
La ventaja obvia de este método es que asegura la total recuperación de los costos. Esto es particularmente importante en la fijación de precios a largo plazo. A pesar de su gran popularidad, sin embargo, tiene limitaciones definitivas el costeo total para la fijación de precios.
-Primero, ignora la elasticidad de la demanda.
-Segundo, falla al no tomar en cuenta a la competencia.
-Tercero, no distingue los “desembolsos en efectivo” de los “costos “fijos”.
-Cuarto, aplica un porcentaje fijo al costo total de cada producto por concepto de utilidad.
-Quinto, El método de costos totales no considera el capital específico requerido para producir, financiar y distribuir productos individuales o líneas de productos.
El establecimiento de un método para fijar precios-costos en la era de los puntos resulta ser una cosa más bien sencilla pues en un ambiente depurado, al eliminarse obstáculos reales que corrompen los cálculos y que además son utilizados en contra de los compradores y a favor de los vendedores, se abre el camino para lograr una total claridad y consistencia en la información y en los ingredientes que se empleen en la o las fórmulas del proceso relacionado con el método que se elija para determinar los costos y los precios.
La diferencia entre el mundo actual y el mundo de los puntos es que se usará un solo método y no varios para fijar los precios-costos en todo el mundo. Habrá variantes al método cuando así lo requieran algunos sectores industriales los cuales serán previamente autorizados. Estas medidas eliminarán el caos actual que conlleva diversidad de métodos empleados, competencias desleales, confusión con las diferentes monedas, temporalidad, diversidad de calidades y precios de los mismos productos fabricados en varios países y sobre todo manipulación de la información, exceso de intermediarios, publicidad demencial y otros vicios que hacen que los compradores paguen precios usureros además de ser victimas del acoso permanente para comprar.
¡Morirá el reino de los vendedores y nacerá el reino de los compradores!
¡Los vendedores estarán al servicio de los compradores y no al revés!
¡Idénticos productos fabricados en distintos países tendrán el mismo precio para el comprador!
Los principales obstáculos que afectan los costos-precios que desaparecen en la era de los puntos son: Inflación deflación, competencia, intermediación, intereses especulación, publicidad subliminal sugerente, y manipulación.
Cabe señalar que los cuatro métodos para fijar costos-precios mencionados anteriormente son técnicamente excelentes; dependiendo de los ingredientes que se utilicen en las fórmulas correspondientes a cada método serán los resultados que se obtengan.
En el supuesto de que como resultado de la desaparición de la inflación, del intermediarismo y de los intereses los insumos y demás gastos tuviesen una reducción magna de al menos el 40% en el mundo entero (% estimado al azar) los costos de hacer y de vender y los precios disminuirían en la misma proporción repercutiéndose en beneficio directo de los compradores. Esto tendría el efecto adicional de incrementar la producción y venta de más productos a un mayor número de compradores o clientes ¡Todos se benefician ¡
Esta reducción del 40% podrá parecer alta o baja sin embargo, cuando los puntos ocupen el lugar del dinero se podrán observar dramáticas reducciones pues la maraña de costos e impuestos ocultos que aquejan a los fabricantes de cualquier cosa en cualquier país aunado al hecho de la manipulación de los costos-precios y todas las calamidades aquí enunciadas son de una magnitud aterradora. No es de dudarse que aparezcan reducciones del 50% o más. Las reducciones serán permanentes al no existir ya la inflación, principal cáncer de la economía actual.
Un ejemplo espectacular son los autos, producto que tanto gusta a los humanos, esos muebles rodantes en los que sueñan millones de personas y que les son vendidos a precios que nadie sabe de donde salen, que les cuesta mucho trabajo pagar y que enriquece sin límite a sus fabricantes; se estima que existen 500 millones de autos en las carreteras del mundo y que se fabrican un promedio de 200,000 autos cada día del año. Cualquier ahorro en este solo renglón sería avasallador, digno de un sueño de verano.
Conclusiones:
El método de Costos Totales para calcular costos y precios será el único que se usará salvo cuando se autorice algún otro método que sea solicitado y que sea justificado.
El libertinaje actual en el uso de métodos para fijar costos-precios ha favorecido al fabricante/vendedor e intermediario y perjudicado al comprador desde tiempo inmemorial. Esta práctica inmoral desaparecerá en la Unión Mundial.
Todo ahorro en costos deberá repercutirse íntegramente en los precios de venta fijados a los compradores de cualquiera que sean los productos involucrados, salvo aquellos productos señalados expresamente por las autoridades de la UM.
Aparecerán “aumentos” en los costos-precios de muchos productos que en la actualidad son subsidiados, es decir se venden al público a un precio inferior a su costo lo cual será prohibido en la nueva era tomando en cuenta que los llamados subsidios son pagados por los mismos compradores vía impuestos.
El “costo de vivir” dejará de ser una pesadilla para toda la población del mundo que durante siglos ha sido exprimida sin piedad vía precios, en nombre del lucro sin control prevaleciente hasta nuestros días.