DINERO - LA AUTODESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO
Antonio Morales Berruecos y Edmundo Galindo González
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Los paraísos fiscales son algo más que islas exóticas, antiguos refugios de piratas, enclaves históricos arcaicos o minúsculos países que incentivan la domiciliación de corporaciones transnacionales y los servicios financieros para no residentes. La realidad es que los paraísos bancarios y fiscales son creaciones ficticias de los países más desarrollados asentadas sobre todo en figuras jurídicas sofisticadas y en complejas estructuras de gestión, tales como sociedades fiduciarias y testaferros, secreto bancario, exenciones fiscales y laxitud legislativa. Estos enclaves financieros privilegiados se benefician directamente del amparo político de respetables Estados de Derecho, como los EEUU, Francia, Reino Unido y España, que ante todo les aseguran la estabilidad política que necesitan, máxima garantía para la estabilidad financiera local, cuando no son por sí mismos paradigmas de la democracia como Luxemburgo o Suiza.
De acuerdo a como lo expresa Luís Ordóñez Gonçalves, el concepto de "paraíso fiscal" hace referencia en un sentido usual, a aquellos territorios o Estados que se caracterizan por la escasa o nula tributación a que someten a determinadas personas o entidades que, en dichas jurisdicciones, encuentran su cobertura o amparo. Junto a esta definición que se considera en algunos aspectos peyorativos, han aparecido términos análogos tales como "países de baja tributación", "países de tributación privilegiada", etc., que suponen una evolución y adaptación del concepto original a la realidad económica actual.
También existen empresas cuya especialidad es la de crear y gestionar empresas radicadas en paraísos fiscales. No extrañe a nadie encontrar en medios de comunicación tales como Expansión en España o, internacionalmente, como The Financial Times y The Wall Street Journal anuncios como los de la empresa inglesa International Company Services que, por la módica cantidad de 600 libras esterlinas ofrece el registro, a su nombre, de su empresa en las Islas Bahamas o, si no quiere "irse" tan lejos en Gibraltar o en las Islas Jersey, las islas del Canal de la Mancha, por tan solo 250 y 450 libras esterlinas respectivamente.
Lógicamente ofrecen otro tipo de servicios altamente interesantes como son "los nombres de accionistas y consejeros", para poder cubrir al verdadero propietario y, otros tales como asistencia para abrir cuentas bancarias, y facilitan firmas de terceras personas para que los movimientos se registren a su nombre.
Incluso en Estados Unidos se puede aprovechar para ahorrar impuestos. Por 285 dólares, la empresa Delawere Registry instala a cualquier cliente una compañía con todas las de la ley en el estado de Delawere, famoso por sus bajos impuestos y "sus veredictos razonables y justos" de sus tribunales en asuntos mercantiles; es decir, una interpretación favorable a los intereses de las empresas. Por 49 dólares adicionales se facilita al cliente una especie de equipo completo "Comanche" de la nueva empresa: Sellos con el nombre de la empresa, certificados de acciones, actas de constitución, etc.
Otras como Scope International ofrecen manuales con el apetitoso título de cómo "Salvar su fortuna de impuestos injustos" o cosas más comunes como tarjetas de crédito que no dejan rastro, (no se especifica a quiénes beneficiarán esas tarjetas fantasmas ¿se intuye?), o "cómo hacer desaparecer su nombre de todos los ordenadores y bases de datos" y, por si esto fuera poco, facilita pasaportes, según parece, para evitar "terroristas, secuestradores, multitudes exaltadas o fanáticos que atacan a ricos" y que aseguran que "un pasaporte de camuflaje podría salvarle la vida". Además pueden elegir entre 120 nacionalidades, incluidos países como el Reino Unido o España y, su costo oscila entre los $10.000 y $100.000 dólares.
Ante estos anuncios, los responsables de estas secciones, en los medios de comunicación, aseguran que "rechazamos los anuncios que puedan ser engañosos o inmorales. Hay muchos que no aceptamos", así mismo, afirman que todos los anuncios pasan un registro previo y que la publicación comprueba que todos los anunciantes son empresas registradas y, que realizan un informe sobre la calidad de su crédito, es decir, que pueden pagar la publicidad contratada. ¡Todo un alarde de seriedad y responsabilidad profesional
Solo citaremos los paraísos fiscales mas renombrados:
Gibraltar.
Prácticamente no aparecía en el mapa hasta que a sus costas afluyeron negocios de miles de expatriados que vivían a lo largo de la Costa del Sol.
Los bancos dominan la comunidad de negocios. Incluso entidades como el Jyke Bank y Banesto (Banco Español de Crédito), que carecen de oficinas centrales en el Reino Unido, ofrecen talonarios británicos, al igual que los viejos del lugar, como NatWest y Hambros.
Royal Bank of Scotland tiene el privilegio de ofrecer productos más ajustados a las necesidades de los expatriados británicos que viven en la Península Ibérica. Los clientes del producto Premium Account pueden acceder a efectivo en pesetas o escudos directamente a través de cajeros automáticos del Banco de Santander o Multibanco en España y Portugal, así como en libras en el Reino Unido.
Los bancos ofrecen cuentas corrientes o de depósito casi en cualquier divisa. En Banesto incluso es posible tener todo tipo de cuentas en Euros.
El central-hispano y el CommerzBank aceptan depósitos de diez mil libras o más, aunque la gestión discrecional de cartera sólo es una opción para los depósitos que superen las 200.000 libras esterlinas.
La creación de fondos y empresas no va a la zaga del negocio bancario. Muchos expatriados utilizan empresas gibraltareñas -que están exentas de impuestos y permiten el anonimato- para comprar y mantener propiedades inmobiliarias en España. Sin embargo, el fisco español impone un impuesto del 5% del valor del suelo a cualquiera que se niegue a declarar que posee una propiedad a través de una empresa del Peñón. Esta medida ha hecho que una gran parte de los españoles que habían adquirido inmuebles a través del Peñón se hayan dado a la fuga hacia lugares más ventajosos.
Gran Ducado de Luxemburgo
Alberga más de doscientos bancos y más de 1.800 fondos de inversión. Su principal ventaja es la favorable fiscalidad para inversores y sociedades. Aunque esté en pleno corazón de la Unión Europea, los no residentes de Luxemburgo no pagan impuestos sobre la renta, ganancias de capital ni transmisiones patrimoniales.
La ley impide a las autoridades de otros países investigar a sus clientes a menos que existan pruebas de actividad criminal. Para acceder a servicios bancarios especiales hay que partir de sumas considerables.
Holanda.
En 1993 casi la cuarta parte de las inversiones extranjeras directas, (el 22,3%), procedían de Holanda. Sin embargo este dato es engañoso, ya que la inversión procede de terceros países/inversores que canalizan su inversión a través de dicho país.
Los Países Bajos son el paraíso de todo tipo de Holdings, financieras y grandes multinacionales que quieren tomar posiciones en el mercado europeo, porque su peculiar legislación permite todo tipo de inversiones y, a la vez ahorrar impuestos, esto es así por: el régimen fiscal favorable para las empresas allí instaladas, su privilegiada situación geográfica, en el centro de Europa y, la mentalidad comercial e internacional de sus gentes.
Holanda cuenta con el llamado privilegio de filiación. Dicha ventaja fiscal para las sociedades holding consiste, simplemente, en que no tributan nada, no pagan un florín por los dividendos y ganancias que les reporten sus filiales.
Para montar un holding basta con registrarla y tener una sede. El otro atractivo fiscal que aprovechan las multinacionales es muy similar al privilegio de filiación, pero se aplica a cualquier tipo de empresas, sin necesidad de que sea un holding. Además, Holanda es el país con mayor número de tratados para evitar la doble imposición fiscal de los beneficios empresariales. En virtud de un tratado de esta clase, las empresas con operaciones en un país extranjero eluden pagar dos veces los impuestos (cuando declaran por los beneficios de su filial, y al consolidar dicha ganancia en las cuentas de la matriz), como ocurre en la mayoría de los países.
El 40% de las 500 mayores empresas de USA que aparecen en el ranking de la revista Fortune tienen su sede europea en Holanda, al igual que 245 multinacionales japonesas y 2.485 europeas. A los norteamericanos se les permite establecerse con la misma legislación fiscal y laboral que tienen en su país, por un tiempo de cinco años y, por lo tanto, podrían tener sus filiales o fábricas trabajando 24 horas al día o aplicar el despido libre a sus trabajadores.
Además, Holanda, no exige ningún tipo de licencia para vender o comprar productos en el país y, el 77% de la población domina un idioma aparte del propio, y el 44% habla tres lenguas.
Islas Caimán.
Ni una peseta tienen que pagar quienes escogen estas islas como base de sus negocios e inversiones. Por eso no es de extrañar que las tres islas acojan a 544 bancos con unos 420 billones de dólares en depósitos, de los que unos 380.000 están en dólares americanos y, el resto, en otras divisas, como marcos alemanes, libras esterlinas, francos franceses y, ¡como no!, pesetas y euros. Además no tiene tratado de doble imposición con ningún país.
Allí están registradas más de 30.000 empresas, y su amable legislación permite que los consejeros no sean residentes y que las cuentas no sean auditadas, lo que garantiza una completa confidencialidad. El depósito bancario mínimo exigido ronda los 10.000 dólares americanos y, cinco veces más, si está denominado en otro tipo de divisa. Para constituir un fondo en fideicomiso que valga la pena se requieren 250.000 dólares americanos.
Principado de Liechtenstein
Es el único país del mundo que tiene prácticamente el doble de empresas que de habitantes. Las compañías extranjeras pueden operar casi libres de impuesto: sólo el 0,1 por ciento. Una ley de fondos en fideicomiso, también única, permite la formación de estructuras que son mezcla de sociedades de responsabilidad limitadas y de fondos, se registran en uno o dos días con un costo de 350 francos suizos.
En este pequeño país los bancos no están obligados a informar a las autoridades de quiénes son los titulares de sus cuentas. Este factor está desviando inversiones que antes iban a Suiza.
Republica de Panamá
Es un paraíso fiscal en el que el inversor español se puede mover sin necesidad de traductor.
Panamá sólo aplica impuestos a los ingresos generados en el país. Los depósitos de los bancos extranjeros están libres no sólo de fiscalidad, sino de cualquier tipo de control. Las compañías disfrutan del anonimato y no tiene obligación alguna de informar sobre sus transacciones exteriores. Pueden hacer toda actividad que no esté expresamente prohibida por la ley. Se pueden usar testaferros en la propiedad de las compañías e incluso en sus órganos de administración.
Suiza
Desde el punto de vista fiscal Suiza no está bien dotada. En primer lugar, hace falta tener en cuenta que el impuesto se percibe a tres niveles (confederación, cantón y comuna) de tal forma que el tipo global efectivo sobre los beneficios en los cantones más favorables (Zug, por ejemplo) es superior al 20%.
Su status de país favorable para las operaciones financieras parte de su hermetismo bancario y la total ausencia en el control de cambios. Sin embargo, últimamente ha perdido terreno en el campo debido a la fuerte presión internacional y la puesta en entredicho de la credibilidad del país helvético ha animado al gobierno suizo a adoptar una serie de medidas para armonizar las leyes con las prácticas de la Unión Europea en la medida de lo posible. A pesar de ello evadir impuesto sigue siendo una falta administrativa y, vulnerar el secreto bancario un delito penal.
Los pasos seguidos por Suiza en este sentido pueden resumirse en: 1986: El gobierno suizo congela los activos del dictador filipino Ferdinad Marcos y del haitiano Jean Claude Duvalier (Después de incontables presiones internacionales).
1988: El manejo de información privilegiada se convierte en delito.
1990: El blanqueo de dinero se considera delito. Los bancos deben exigir a los clientes un certificado de que sus depósitos no proceden de actividades criminales.
1991: El gobierno elimina las cuentas bancarias secretas. Las comúnmente conocidas con el a través del cual los clientes hacían ingresos en sus formulario B, cuentas numeradas sin necesidad de identificarse. Esta nueva ley obligó a los casi 30.000 titulares de estas cuentas a revelar su identidad o retirar su depósito.
1995: Se regula la cooperación entre banca suiza y bancos extranjeros en materia administrativa, y se permite que los bancos extranjeros obtengan información sobre riesgos. Los banqueros tienen el deber de denunciar a los clientes sospechosos de actividades ilícitas.
En realidad la banca suiza sólo colabora con las autoridades extranjeras cuando exista una orden judicial o pruebas claras de delito masivo y organizado. Normalmente colabora en casos de tráfico de armas, narcotráfico e incluso en casos de divorcio.
A pesar de ello en suiza siguen depositados cerca de 120.000 millones de dólares.
Otros paraísos de interés.
Además de los anteriores paraísos, también cabe reseñar a Hong-Kong, como centro financiero internacional para la compra-venta de divisas, sin ningún tipo de control, Liberia, para el abanderamiento de buques. Andorra, es un ideal para deportistas, sobre todo españoles o Mónaco, donde los residentes están exentos de cualquier gravamen, eso sí se necesita una residencia, en principio sirve un apartado de correos, aunque se recomienda una villa lujosa y, sobre todo, tener mucho dinero y ser avalado por dos personas lugareñas y de intachable reputación y dinero, ideal para la jet.
También para la jet es Montserrat, que es el tercer centro financiero del Caribe. Es una isla especialmente conocida por haber alojado a cantantes de la jet internacional como Elton John, Paul McCartney, Eric Clapton o Stevie Wonder.
Hace unos años la isla limpió su imagen tras descubrirse que el fraude campaba a sus anchas: En 1990 se cancelaron 150 de las 270 licencias bancarias tras las investigaciones realizadas por el FBI y de Scotland Yard.
La tragedia del Prestige
Los voluntarios limpiaron el chapopote, provocado por el hundimiento del barco “Prestige”, pero desde la catástrofe del petrolero, los jueces siguen indagando sobre quienes eran los responsables del buque y la carga, escondidos en la maraña de los centros financieros offshore.
En Noviembre de 2002, el hundimiento de este barco, generó tanto chapopote en las costas que hizo visible la amenaza de un transporte marítimo desregulado que ignora las normas internacionales de seguridad y laborales en beneficio de un mayor margen de acción para el capital financiero transnacional. A tal catástrofe contribuyeron, al menos, cuatro paraísos fiscales de la lista de la OCDE (Suiza, Liechtenstein, Liberia, las Bahamas) que protegen al negocio naviero de los riesgos económicos; sin contar los fallos de las reparaciones en los Emiratos Árabes Unidos.
Hoy el desgobierno de la globalización financiera genera catástrofes cuya autoría nunca logra ser depurada por jueces como los de Corcubión (Coruña), que dos años después siguen atascados buscando responsables.
Primero, Suiza “régimen fiscal potencialmente dañino” según la OCDE) era la sede del dueño del petróleo, Crown Ressources AG, una sociedad del holding de oligarcas rusos Alfa Group registrada en Liechtenstein, paraíso fiscal especializado en blanqueo de dinero sucio; un Grupo con negocios de banca, seguros, bebidas telecomunicaciones, (vodka Smirnoff), etc., que a los dos meses de la catástrofe, disolvió a Crown Ressources, tras cobrar el seguro. Segundo, siguiendo la regla de “one ship, one company” (un buque, una sociedad), la única propietaria del vetusto petrolero era Mare Shipping Inc. (y del Mar Egeo hundido en 1992 frente a Galicia también), una sociedad tapadera de Liberia, potencia mundial en flota mercante, micro país sin inspectores de buques y cuyo registro lo lleva una compañía norteamericana en Nueva York. Tercero, el Prestige enarbolaba la bandera de las Bahamas, de conveniencia por ser de un país distinto al del propietario del buque; y el armador, Universe Maritime Limited, sociedad griega vinculada al mismo grupo financiero que la propietaria, a la cual había fletado el buque.
Esas banderas de conveniencia son un escándalo y un peligro denunciado por la ITF, Federación Sindical Internacional del Transporte Marítimo, porque hacen posible la explotación de marineros, baratos y sin horarios; y de buques basura. El problema de fondo es que la gestión marítima y los buques como patrimonios son móviles y ante la competencia por la desregulación, los Estados eliminan normativas y controles para que los armadores no se trasladen a otros países. Como en la competencia fiscal entre Estados, en la desregulación del sector naviero los paraísos fiscales offshore ofrecen siempre mucho más al capital financiero transnacional, que busca legislaciones más ventajosas para la máxima rentabilidad con empresas ficticias, no importa los costes humanos, económicos y ecológicos desparramados por doquier.
Delincuencia financiera y paraísos fiscales: cooperación jurídica internacional
La mera enunciación de los paraísos fiscales está asociada al fraude fiscal y al blanqueo de capitales, es decir, a la delincuencia financiera. Pero, además, a la actividad bancaria, instrumento a través del cual se producen aquellas conductas. Esta realidad es una constante en los últimos años. Y es particularmente relevante en cuanto ha sido reconocida por los Organismos internacionales controlados por los centros del poder económico mundial.
Ya el Comité de supervisión bancaria de Basilea (diciembre 1988), publicó un acuerdo sobre la utilización del sistema bancario por la criminalidad, en el que apelaba a un mayor compromiso y diligencia para impedir que el sistema financiero fuese utilizado con fines ilícitos, apelación que por otra parte, no iba más allá de plantear la verificación de la identidad de todos los clientes, de los titulares de cuentas, y de las transferencias transnacionales.
La OCDE es mucho más explícita. En 1998 publica un amplio Informe sobre "La competencia fiscal nociva". En la introducción se dice lo siguiente: "La intención del informe es desarrollar un mejor entendimiento de cómo los paraísos fiscales y los regímenes fiscales preferenciales nocivos, conocidos como “prácticas fiscales nocivas”, afectan a la ubicación de actividades fiscales y otros servicios, erosionan las bases impositivas de otros países, distorsionan los patrones de comercio e inversión y minan la justicia, neutralidad y amplia aceptación social de los sistemas fiscales en general.
Tal competencia fiscal nociva disminuye el bienestar global y vulnera la confianza de los contribuyentes en la integridad de los sistemas fiscales. Planteamiento, desde luego compatible, con el reconocimiento de que la globalización y "la liberalización progresiva del comercio y la inversión ha sido el único y más poderoso impulsor del crecimiento económico y del aumento de los estándares de vida".
Sin embargo, la realidad no ha cambiado. El Foro de prácticas fiscales nocivas ha ido publicando informes sucesivos sobre los progresos realizados en la identificación y eliminación de dichas prácticas.
En el Informe de junio de 2000 se citan 35 territorios como paraísos fiscales, alguno de ellos asociado a miembros de la OCDE como el Reino Unido, Países Bajos, Estados Unidos y Nueva Zelanda. En esa lista ya no aparecen, entre otros, Bermudas y las Islas Caimanes porque, según dice, han asumido "el compromiso de modificar sus sistemas fiscales con el fin de dejar de ser paraísos fiscales antes del 31.12.2005".
Paralelamente, otro organismo vinculado a la OCDE, el GAFI, está llegando a conclusiones semejantes, es decir, a suavizar el trato de la comunidad internacional con los paraísos fiscales favoreciendo su mantenimiento bajo la indiscutible presión del poder financiero mundial.
Puede advertirse, pues, una tendencia global a la tolerancia formal y real, cuando no a la integración de los paraísos fiscales en la comunidad internacional. Las razones son económicas pero sobre todo políticas. Como ya dijo el famoso penalista Tiedemamn, en 1977, en el Palacio Federal de Berna: "La criminalidad económica es un problema político." Y un problema político de tal alcance que solo puede abordarse con medidas concertadas de los Estados y de los Organismos internacionales.
"La delincuencia se está organizando día a día a través de las fronteras nacionales aprovechando la libre circulación de mercancías, capitales, servicios y personas. Las innovaciones tecnológicas como Internet y las operaciones bancarias electrónicas están resultando ser vehículos muy bien adaptados tanto para cometer delitos como para transferir los beneficios resultantes de los mismos en actividades de apariencia lícita. El fraude y la corrupción adquieren grandes proporciones masivas, defraudando tanto a los ciudadanos como a las instituciones cívicas por igual".
Constituye otro grave obstáculo para la eficacia de dicha cooperación la permanencia de estructuras jurídicas como el trust, las fiduciarias y las fundaciones que, por razón de la opacidad propia de todas ellas, no permite conocer el accionariado de las sociedades y por tanto la titularidad real de los participantes en las operaciones que se investigan.
En la comunidad internacional las expectativas no son mejores. Ante un "espacio financiero mundial", donde la criminalidad cuenta con mecanismos bancarios aptos para servir de cauce a la evasión fiscal o al blanqueo de capitales, la capacidad de reacción, como hemos visto, está fuertemente condicionada por los centros de poder político y financiero.
En todo caso, continúa sin hacerse mención de los paraísos fiscales, pese a ser el mayor obstáculo en la cooperación internacional. Todo ello favorece que dichos territorios se mantengan fuera del marco legal internacional con absoluta impunidad. Por tanto, debería continuarse en el empeño de denuncia y de exigencia a las organizaciones económicas internacionales de respuestas efectivas frente a una realidad tan opaca como lesiva a los intereses de todos.
La delincuencia financiera continúa aprovechándose de las deficiencias de un ordenamiento internacional y nacional contemporizador con los paraísos fiscales que lleva a los ciudadanos a perder la confianza en la Administración de Justicia de sus países y en las Instituciones internacionales.
Los paraísos fiscales han conocido un desarrollo espectacular a partir de los años setenta, formándose en la periferia de los países industrializados de América del Norte, de Europa y de Asia. Aproximadamente, la mitad de ellos bajo bandera británica. Casi todos los países de Europa tienen su propio paraíso fiscal y a veces dentro de propio territorio.
La tecnología también ayuda a la corrupción.
Las transferencias electrónicas son el principal instrumento para activar los depósitos de grandes sumas de dinero lícito o ilícito, debido a la rapidez con que se transfiere el dinero a través de diversas jurisdicciones.
Una de las características del uso de Internet es dificultar la asociación de una actividad "on line" con una situación física definida. Ello genera problemas para determinar el sistema tributario aplicable a una transacción, o a un negocio totalmente virtual y favorece la utilización de paraísos fiscales, como sede virtual de empresas y de ofertas comerciales que tienen su verdadero origen en otro país cuyo sistema tributario se trata de eludir. Quienes utilizan los paraísos fiscales no necesitan trasladarse hasta allí.
Conclusión:
Los denominados paraísos fiscales son consecuencia hasta la fecha, del fenómeno de blanqueo de capitales de origen ilícito: droga, corrupción política, economía criminal, etc., contribuyendo así con el pernicioso avance de la pobreza en los países del Sur, al facilitar la corrupción de sus elites y de sus débiles administraciones públicas.
El desarrollo de los países más empobrecidos se ve amenazado por las enormes rebajas fiscales ofrecidas para atraer a las grandes corporaciones, y por el enorme flujo de fondos desde los países en desarrollo hacia los paraísos fiscales”. “Alrededor de la mitad del comercio mundial pasa por las jurisdicciones de los paraísos fiscales, ya que las grandes empresas desvían sus beneficios hacia donde pueden evadir el pago de impuestos. Tal comportamiento es económicamente ineficiente, socialmente destructivo y profundamente no ético.
Ante tanta pasividad y complicidad institucional, la Unión Mundial está decidida a terminar esta lacerante y cínica situación y transparentar la imposición fiscal a las todas las corporaciones transnacionales, suprimiendo la posibilidad de fraude fiscal y controlando estas grandes corporaciones y a los individuos acaudalados.
Las medidas estarán encaminadas al establecimiento de autoridades fiscales de carácter regional y global que representen los intereses de los ciudadanos.
El mote de paraísos fiscales será eliminado y estos países serán apoyados por la Unión Mundial en el desarrollo de otro tipo de infraestructura que sea productiva para sus ciudadanos.