TEORÍA ECONÓMICA Y
ALGUNAS EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS RELATIVAS A LA AGROINDUSTRIA.
Francisco Javier López Macías
Pepe Castrillón
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En relación con la transformación y articulación de pequeños productores y campesinos con la agroindustria, se han conocido diferentes experiencias en América Latina, en donde se involucran el mejoramiento tecnológico y productivo; especialmente, en los caso en que la materia prima de origen agrícola, que supone una alta intensidad del uso de la mano de obra por hectárea (en productos, en los cuales por diferentes razones no se han mecanizado los procesos, o la mecanización alcanzada es muy incipiente).
Este procedimiento siempre se inicia con una articulación con los mercados y un aumento de la capacidad socioeconómica de la producción familiar, que incide en un aumento de los ingresos y un mejoramiento de los patrones de alimentación y nutrición, contribuyendo al aumento de la calidad de vida de las comunidades involucradas, pero cuyos resultados, generalmente, no son incluidos en las estadísticas o en las cuentas nacionales de los respectivos países.
Las AIR tradicionales, para su normal desarrollo, a juicio de expertos latinoamericanos, requieren de la instrumentación de programas de: crédito, organización, reducción de costos de transacción, tecnología, transferencia, investigación, comercialización, valorización de la producción y contactos de mercado con empresas agro exportadoras.
Algunos de los casos más estudiados y considerados como más competitivos en la región Latinoamericana, son: las unidades familiares del Brasil, que manejan entre 12.000 y 13.000 aves en promedio, para cadenas avícolas de grandes volúmenes , la producción hortofrutícola en Chile, Guatemala, Nicaragua y la República Dominicana, la elaboración de concentrados de tomate en el Ecuador, la producción de yuca y panela (chancaca o papelón) en la Subregión Andina y en fin, la fabricación de derivados lácteos en la mayoría de los países de América Latina, entre muchos otros .
En algunos de estos renglones, se presentan tendencias claras hacia la modernización de la tecnología, como en los casos descritos de la producción de derivados lácteos, en el procesamiento de la yuca (para almidón y fabricación de alimentos balanceados para animales) y en la elaboración de panela. Esta modernización, se aduce, es el resultado de las actividades de investigación y transferencia de tecnología en estos rubros agroindustriales en la región.
El programa PRODAR ha tratado mediante muchos estudios, de establecer cual es el nivel necesario de recursos locales, el grado de interrelaciones sistémicas requeridas para aumentar el valor agregado de la producción y determinar las relaciones existentes entre la cultura alimentaria y las agroindustrias rurales, en el contexto de mercados más abiertos y globalizados, con el fin de contribuir a la seguridad alimentaria en estos países del continente.
De este proceso ha surgido una nueva conceptualización, la denominada SIAL (Sistemas Agroalimentarios locales) que se fundamenta con base en las dimensiones locales y territoriales y en el concepto socio político denominado “ nueva ruralidad “, estando en el centro de una red compleja de relaciones entre los hombres, los productos y los territorios involucrados. Según Muchnick y Sautier (1998), los SIAL, son: “Sistemas constituidos por organizaciones de producción y de servicio (unidades agrícolas, empresas agroalimentarias, empresas comerciales y restaurantes) asociadas, mediante sus características y su funcionamiento a un territorio específico. El medio, los productos, las personas, sus instituciones, su saber hacer, sus comportamientos alimentarios, sus redes de relaciones; se combinan en un territorio para producir una forma de organización agro-alimentaria en una escala espacial dada”
En este mismo año, en América Latina se encontraban laborando alrededor de 60 millones de personas de la población campesina, que manejaban 145 millones de hectáreas (60 millones de buena calidad), con un total de 10 millones de pequeñas unidades productivas, que aportaban el 40% del consumo interno de alimentos y representaban a nivel de procesamiento un 20% del valor bruto manufacturero agropecuario; en total generaba alrededor de US 125 millones (de dólares) y una cuarta parte del empleo del sector industrial en la región. Las SIAL; serían las concentraciones de AIR, típicas de la región.
Las concentraciones de AIR son sistemas agroalimentarios locales. Para PRODAR (2001), “Los diagnósticos de AIR realizados por PRODAR demuestran la existencia de concentraciones de AIR alrededor de productos como panela, quesos artesanales, bocadillos de fruta o almidón agrio de yuca, en regiones cuyas características específicas, de clima, suelos, de entorno socioeconómico y cultural, son favorables a la producción”:
Es así como, el programa PRODAR, considera que con el desarrollo de las agroindustrias rurales AIR se lograría generar nuevos empleos e ingresos, inducir cambios tecnológicos productivos y transformar las estructuras productivas, si simultáneamente se da la integración a la producción de bienes y servicios conexos, se establecen dinámicas locales de acumulación, que posibilitan el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes rurales.
Por otra parte, se enuncia la Estrategia de Desarrollo Rural Sostenible; la cual adicional al criterio de sostenibilidad intrínseco en su denominación, contempla también, la inclusión de los criterios de competitividad y equidad.
Las Agroindustrias Rurales-AIR están en capacidad de promover un ambiente sano, preservando los Recursos Naturales y el Medio Ambiente y permitiendo una convivencia amable con la naturaleza. Por tal razón, es conveniente que las AIR, involucren prácticas tales como: La Agro forestación, la Producción agrosilvopastoril, la Agricultura Orgánica, Biológica o biodinámica (Brasil) y otras formas de producción basadas en un profundo conocimiento de los agro ecosistemas y de la Industria Sostenible.