TEORÍA ECONÓMICA Y
ALGUNAS EXPERIENCIAS LATINOAMERICANAS RELATIVAS A LA AGROINDUSTRIA.
Francisco Javier López Macías
Pepe Castrillón
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Para efectuar el análisis de los capítulos siguientes en la subregión Andina, nos fundamentaremos en buena parte en las investigaciones del programa PRODAR (Programa Cooperativo de Desarrollo Agroindustrial) y para el caso Colombiano, nos basaremos principalmente en las investigaciones y publicaciones del profesor Absalón Machado Cartagena, que es el autor que más profundamente ha evaluado todos los aspectos relacionados con la caracterización, la evolución y realidad de la agroindustria en Colombia, en sus diferentes facetas y perspectivas.
El programa PRODAR fue creado en 1989, por el IICA (Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura de la OEA), tiene como objetivos: promover, apoyar y contribuir al fortalecimiento de la agroindustria rural de la región Latinoamericana, así como el entorno institucional y político relacionado con ella; opera con base en las redes nacionales de la agroindustria rural (REDAR). Los programas que apoya están relacionados con la gestión de la calidad, tecnología, comercialización, financiamiento y desarrollo rural.
En el año de 1904, ya existían algunas empresas artesanales de alimentos y bebidas en Colombia, técnicamente se escribía sobre la transformación de materias primas de origen agropecuario. A pesar de ello, se contaba también con procesamiento del algodón, la madera, el tabaco, los alcoholes y los artículos de cuero, entre otros. Durante la primera guerra mundial, el sector creció rápidamente y la denominación cambio hacia industria de alimentos.
El análisis de la inclusión de la industria de alimentos en la planificación, se inicia en 1936, desde ahí se empezaron a consignar en normas y leyes los elementos iniciales del proceso.
La segunda guerra mundial con la interferencia de mercados que produjo, dio origen a la generación de un desarrollo tecnológico en el campo de la industrialización de los alimentos y al fortalecimiento de un sector productivo de tipo capitalista, a través de la demanda creciente de suministros provenientes del sector rural.
Posteriormente, se consideró, por primera vez, en la reforma constitucional de 1945 que la planeación económica estimula la economía, incluidos los diferentes subsectores. En este año, la industria de alimentos y bebidas representaba el 47% del valor de la producción de todo el sector industrial y empleaba el 27,2% del proletariado industrial. A pesar de contarse con 2020 establecimientos, muchos de ellos eran artesanales y pocos podían considerarse como industrias que se vinculaban con la agricultura por intermedio del procesamiento de sus materias primas.
En la década de los cincuentas se crean el comité de desarrollo económico y la oficina de planeación, el consejo de planificación económica, la dirección nacional de planeación económica y fiscal y el consejo nacional de política económica y planeación.
Según Machado (1986), en su artículo “La Industria Agroalimentaria”, en 1956, la Industria de alimentos, estaba compuesta por un total de 248 establecimientos y ocupaba 34.399 personas.