¿QUÉ ESPERAMOS DEL MUNDO DE AQUÍ A 10 AÑOS?

Acorde a los Objetivos del Milenio, en 10 años “mejoraremos”.

Se reducirá la tasa de destrucción de los ecosistemas en los que opera el hombre. No aumentaremos la destrucción a mayor ritmo que lo hecho en el siglo XX.

En 10 años, esperamos que ya se hable públicamente, en los diarios y en las calles, de una cruzada para dejar los combustibles fósiles, pero no por la presión ecologista sino por las alzas de precios de la OPEP.

En 10 años el planeta estará más interconectado. Los espacios nacionales serán menos autónomos. Las fusiones y adquisiciones habrán llevado a una concentración inimaginable del poder económico.

En 10 años los Kosovo se habrán reproducido. Esta forma diferente de guerra de todos contra uno, para alinearlo a los dictados del mundo. A lo mejor Colombia estará en la lista de estas típicas guerras de la post perestroika, del término de la soberanía ideológica del Estado-Nación. Ya no será uno contra otro, tipo Vietnam. Ahora será como en "Fuenteovejuna: Todos a una".

En 10 años habrá aumentado la soledad personal al haber aumentado las metrópolis y las megalópolis. Habrá aumentado la inseguridad ciudadana. Y esperamos que aumente el ocio, en forma más rápida que el desempleo.

Pero, en 10 años, nos sentiremos mejor. Nos conoceremos más. Nos sentiremos más demócratas por ver que se podrán llegar a usar los referéndum domiciliarios vía Internet, en los gobiernos locales

La participación en los gobiernos locales no será declarativa sino se verá que, vía Internet, puede crecientemente llegar a ser real.

Nos sentiremos más tranquilos ante el problema del hambre, al ver que se avanza en lo que hoy, teóricamente, es fácil de resolver. Se usarán y usufructuarán muchas más tecnologías.

Sí. Y también nos concebiremos superiores a las generaciones pasadas. En esto no cambiaremos. Seguiremos siendo tan tontos, como lo somos hoy.

*****

Su enfoque es una interesante extrapolación de las tendencias actuales. Pero es difícil decir si una mera extrapolación puede servir como predicción, ante coyunturas tan turbulentas, donde la linealidad puede no funcionar.

La Escuela de Stanford informa que el ser humano se apropia del 25 % de la energía disponible para todo ser viviente no capaz de fotosíntesis.

Esto significa que sólo podemos hacer dos duplicaciones más de nuestro consumo de recursos; lo cual, al ritmo actual, es cosa de pocas décadas. Pero mucho antes que esto, el ecosistema planetario colapsará.

Por otra parte, miles de ONGs y otras formas de asociación civil se expanden por el mundo. Reflejan un nuevo espíritu participativo y una progresiva conciencia de ciudadanía mundial. Conciben el desarrollo ya no como algo bajado desde las élites dominantes, sino como un proceso de abajo hacia arriba, sostenido por todas las comunidades del planeta, en su inmensa diversidad.

De ambos procesos, el de destrucción ecosistémica (y progresiva exclusión social) por un lado y de la emergencia de la sociedad humana desde una perspectiva planetaria, por el otro, pueden surgir las discontinuidades, los saltos cualitativos; y, como la historia lo ha mostrado tantas veces, lo menos probable puede acontecer.

*****

Margot imprimió lo que tenía, sin dejar de pensar en que todo esto podía ser cierto, pero que había sido escrito por personas que no se sentían ubicadas en su entorno.

Lo había visto en su cabina. Muchos adultos buscan Internet para ocultar su soledad.

Quizá estos querían encontrar sentido a lo que hacían pero les faltaba integrarse en una relación personal directa y no a través de una pantalla, para organizarse, para ser líderes, para actuar. ¿No sería este un problema también para una Escuela Virtual?