VENEZUELA, CAPITALISMO DE ESTADO, REFORMA Y
REVOLUCIÓN
Edgardo González Medina
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Al arribar a 1979 se tiene evidencia de graves desequilibrios en la política
económica. El modelo keynesiano se encuentra en crisis debido a que su
aplicación preferente ha sido lo que tiene que ver con la expansión de la
demanda efectiva por medio de la promoción de una clase de empleo secundario de
la fuerza laboral, sin llenarse los espacios productivos necesarios para un
crecimiento autosostenido, postulado en el V Plan de la Nación. Durante el
quinquenio 1974 1979 se usaron cuantiosos recursos monetarios para expandir la
demanda, en programas disímiles, subsidios a la economía, inyecciones de capital
a sectores ya encumbrados, etc. Algunos programas fueron francamente positivos,
como el de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, que permitió a numerosos
universitarios formarse en los mejores centros de enseñanza mundial. Fue una
época de bonanza petrolera, debido al alza de precios del barril, generado
inicialmente por el embargo petrolero de los países del Medio Oriente que afectó
al mundo capitalista. En 1975 el ahorro había crecido alrededor de un 60% con
respecto al año 1974, en términos reales, colocando en ese año el multiplicador
de la inversión, es decir, la tasa marginal de crecimiento del ahorro respecto
al producto (multiplicador de la inversión), alrededor del 15%, observación
excepcional en el análisis de la larga serie 1950-2005, donde dicha tasa
presenta un nivel histórico de 1,1% promedio interanual, a precios constantes.
Si bien el alto volumen de ahorro podía inducir a expectativas favorables
respecto la inversión, no es menos cierto que el ingreso en general no viene
estimulando las expectativas de negocios. Al analizar en 1985 el origen del
endeudamiento externo acumulado, el economista Miguel Rodríguez, quien sería
cinco años después el autor del paquete económico que enterró a Carlos Andrés
Pérez, decía en un brillante artículo publicado por el Colegio de Economistas:
...Lo primero que hay que aclarar en el caso venezolano, aún cuando parezca lo
contrario si caemos en una falacia de composición, es que nuestra deuda externa
no sirvió en el agregado para cubrir insuficiencias de ahorro nacional. A pesar
de todos los proyectos gigantescos de inversión pública en la década pasada y
del enorme incremento de la inversión privada entre 1975 y 1977, el ahorro
interno venezolano superó en más de 5.000 millones de dólares al total de la
inversión de 1972 a 1982...136 Rodríguez califica acertadamente al Estado como gran ahorrista financiero y al
sector privado como desahorrista neto, y demuestra con cifras la forma cómo el
sector privado despilfarró los recursos financieros obtenidos a partir del
ahorro del sector público, y denuncia como una de las causas de la exportación
de ahorros, lo que llama: ...el obstinado mantenimiento de una paridad
abiertamente sobrevaluada para el bolívar hasta febrero de 1983, que propiciaron
salidas masivas de capital privado al exterior.... 137. Ello coincide con lo
que demostramos en capítulos precedentes, cuando se explicó que excepto el
período de Pérez Jiménez, cuando la inversión supera el ahorro interno en razón
de las garantías políticas de la dictadura militar a los EE.UU., y el de
Betancourt, cuando se da un equilibrio entre ahorro e inversión, ésta ha
figurado por debajo del ahorro constantemente, llegando a significar en el
período del segundo gobierno de Caldera la menor proporción, y en ese orden el
gobierno de Hugo Chavez (ver cuadro C. 20 y el capítulo La asignación del ahorro
como indicador de explotación imperial ). Miguel Rodríguez Fandeo en su artículo
demuestra que el endeudamiento incurrido durante el primer quinquenio de Carlos
Andrés Pérez, tuvo una contrapartida en el incremento de activos públicos, en
forma tal que el endeudamiento neto fue casi nulo, aunque esta observación hoy
día sea válida solamente si se consideran las cifras de capital, sin considerar
los intereses de la deuda que largamente han desangrado al país.138 En términos
de capital, el endeudamiento acumulado hasta 1978, alrededor de 13.500 millones
de dólares al tipo de cambio ventajoso de la época, fue diferente al
endeudamiento operado bajo el quinquenio de Luis Herrera Campins, aproximado a
16.800 millones de dólares, que produjo una salida de capitales, vía compras
externas y exportación de ahorro del sector privado, cercano a los 26.000
millones de dólares.139 C.24. EVOLUCION DE DEUDA EXTERNA 1973-82. Según Miguel Rodriguez Fandeo (loc.cit)
(miles de millones $ USA) PERIODO Saldo Consol. Balanza Cta Cte Deuda total
Incremento deuda total Incremento deuda pública Incremento total de activos
externos Incremento de reservas+FIV Incremento activos públicos Incremento
activos privados 1973 2 1974-78 0,05 15,2 13,2 10 13,25 5,8 4 3 1979-82 4,8 32
16,8 12 21,6 1 -1,5 22 A finales de 1978, como se ha demostrado, el incremento de activos del Estado
atestiguaba una vez más la concentración del Estado. Al final del quinquenio y
comienzo del siguiente, cuya elección ganó el socialcristiano Luis Herrera
Campins, nos llegó diseñado un modelo de política a corto plazo de carácter
deflacionista, inspirada en una serie de trabajos producidos en la Universidad
de Chicago bajo la inspiración del economista Milton Friedman. El fondo del
planteamiento estaba dirigido a las economías desarrolladas, y hasta pudo haber
sido previsible que en los países de la periferia los efectos tendieran a ser
contrarios, al menos en cuanto al fortalecimiento de la libertad económica, que
es su base filosófica. Al comienzo del gobierno de Luis Herrera se postula una sinceración de la
economía que aparejó la salida del mercado de numerosas unidades económicas, que
venían sosteniéndose, a duras penas, con el auxilio del Estado. El sector
empresarial venezolano fue imbuido de la consigna de libertad económica y creyó
que al ponerle la mano a cuantiosos recursos financieros estaba alcanzado el
éxito. El Ministerio de Hacienda, a cuya cabeza se colocó a un graduado de la
Universidad de Chicago, el economista Luis Ugueto, por política económica tuvo
no hacer política económica, dejar que comenzaran a funcionar las fuerzas de los
mercados de productos y de trabajo. Es así como se liberan, efectivamente, de
precios, una centena de bienes y servicios, dejando controlados solo dieciocho
productos esenciales, y se incita a los sindicatos a la discusión directa de sus
contratos de trabajo sin intervención de las autoridades, intentándose cerrar el
ciclo de los tradicionales decretos gubernamentales de aumentos generales de
salarios. Se mantiene, sin embargo, durante excesivo tiempo, el subsidio a la
divisa, vale decir, la sobre valuación de la moneda nacional, lo cual va
redundar, en febrero de 1983, en una devaluación mucho más violenta que aumentó
la magnitud del choque ya planteado a la economía en los textos de los chicago´s
boys. Suprimir el auxilio de la economía significaba en primer lugar incrementar las
posibilidades de dirigir el Estado sus excedentes financieros para cubrir sus
propias unidades deficitarias, contrario a lo establecido en el V Plan de la
Nación, que estableció el objetivo de dirigir los excedentes de las unidades
superavitarias del Estado, de alta rentabilidad y lento proceso de retorno de
capital, a cubrir las unidades deficitarias de la economía, de baja
rentabilidad y retorno mas rápido de capital, lo cual según Gumersindo
Rodríguez era una de las causas que había conducido al endeudamiento de las
empresas públicas. Los efectos en el corto plazo, de la liberación de
precios y de contratación del trabajo, son devastadores para la clase
trabajadora, pero en el mediano plazo lo serían para el sector productivo en
general, como lo veremos.Política deflacionista para la sinceración de la economía
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