ECONOMÍA DEL ARROZ: VARIEDADES Y MEJORA
Josep Maria Franquet Bernis
Cinta Borràs Pàmies
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Objetivos de la mejora
2.1. Introducción
El agricultor que se disponga a la elección de la variedad a cultivar tiene que proceder al examen de aquellas que se encuentran en el mercado, basándose en las exigencias de carácter agronómico, a las que se añaden otras que pueden adquirir incluso mayor importancia según el ambiente particular agronómico en el que el agricultor trabaja, o bien según condiciones de tipo económico-comercial concretas.
Las investigaciones relacionadas con la genética básica, pero que mediante la mejora vegetal tratan de conseguir mejores resultados prácticos, pueden ser realizadas sobre los siguientes caracteres, expresados a continuación de forma resumida en los epígrafes siguientes.
2.2. Aumento de la capacidad productiva
La consecución de este objetivo primario es factible mediante la mejora de los caracteres siguientes:
- Capacidad fotosintética: ligada a la selección de fenotipos que tengan un crecimiento inicial bastante rápido, de forma que la actividad fotosintética sea máxima bastante pronto. En este sentido, veamos que la hoja de porte erecto mejora y alimenta el potencial fotosintético de la planta.
- Máximo número de cariópsides: la selección de genotipos que tengan la panícula con un elevado número de cariópsides y una gran capacidad de ahijamiento para obtener el mayor número de panículas por unidad de superficie cultivada -compatible con la facultad de resistir, en tales condiciones, a las situaciones desfavorables que podrían reducirlas- es la meta perseguida por el seleccionador. La intervención del agricultor mediante la fertilización en el inicio de la formación embrional de la panícula puede contribuir a exaltar esta facultad en el genotipo idóneo.
- Reducido índice de respiración: la respiración destruye substancias plásticas de reserva acumuladas en la planta, lo que se traduce casi automáticamente en una pérdida energética y en la reducción consiguiente de la producción. No es posible eliminar completamente esta actividad, pero se tiende a que el genotipo ideal la realice en su más mínima expresión. No se conocen hasta la fecha, desgraciadamente, parámetros morfológicos o de otro tipo que estén correlacionados con este índice y que hagan posible la obtención y selección del genotipo buscado.
- Talla baja de la planta: prescindiendo de la resistencia al encamado, con la que está positivamente correlacionada, la menor altura de la planta permite una buena respuesta productiva al incremento del abonado; además, la panícula situada en una posición baja posee mayor resistencia a la esterilidad, producida por ocasionales bajas temperaturas del aire, durante la formación de los gametos polínicos a nivel de microspora.
- Peso medio de 1.000 semillas: es un valor o parámetro de una gran importancia, ya que constituye un factor esencial de productividad o rendimiento del arroz. Para el grano con cáscara, este valor puede oscilar entre 22 y 36 gramos. Cada variedad puede presentar intervalos de hasta el 25% (Tinarelli,1973). Son numerosos los factores que afectan este carácter, a saber: climáticos, edafológicos, agronómicos, etc.
- Capacidad germinativa: el número de semillas germinadas nos indica la capacidad genética de una determinada variedad para iniciar y completar la germinación. Este proceso tiene lugar a una temperatura mínima variable, entre 14 y 18ºC. Según esto, se puede comprender que las circunstancias climatológicas de cada campaña son las que marcarán la capacidad de germinación de cada variedad.
- Ciclo vegetativo: se inicia con la siembra y finaliza en el horizonte temporal definido por el 80% de espigas maduras. Para realizar el control de este parámetro se tienen en cuenta los días naturales y los grados acumulados o integral térmica sobre el cero vegetativo. También se puede dividir el ciclo en dos partes: la primera desde la siembra hasta la floración, y la segunda, desde la floración hasta la maduración de la espiga. Las condiciones de abonado, temperaturas, fotoperíodo, etc., pueden hacer cambiar el ciclo vegetativo del arroz.
- Resistencia al desgrane: la causa de la caída del grano no es más que un proceso de suberificación y lignificación de las células que forman la base de la unión de la cariópside o el pedúnculo. Como regla práctica para determinar este carácter, se adopta la prueba de someter la espiga a una ligera presión manual, de manera que, cerrándola con la mano, se pueden desprender aquellos granos menos adheridos y que constituyen el número de referencia al desgranado.
Resistencia a las bajas temperaturas
Debe ser considerada en el período de la germinación y desde la formación embrional de la panícula hasta el término de la floración. Esta resistencia durante la primera fase, además de garantizar una mayor germinación o vigor germinativo, permite la siembra anticipada respecto a la época normal. Esto puede resultar conveniente con el fin de escalonar la operación durante un período de tiempo más amplio y, por consiguiente, para disminuir la necesidad punta de agua para la inundación. La resistencia a los bajos niveles térmicos durante la segunda fase mencionada garantiza el logro de mayores producciones, como consecuencia de la menor esterilidad y aborto floral.
La resistencia al frío, junto con una rápida germinación, constituyen la mejor defensa o garantía frente a los agentes criptogámicos, ya sean obligados u ocasionales o facultativos.
2.4. Rápida y adecuada recolección mecanizada
Talla baja, hojas erectas, tallo no demasiado frágil, glumillas múticas (sin aristas) y absolutamente glabras (sin pelillos en el grano), resistencia media al desgrane. Todos estos caracteres, aparentemente poco relacionados entre sí, tienen, conjuntamente, una gran importancia para el logro de una buena producción y para una rápida y adecuada recolección mecanizada. Concretamente, en el delta del Ebro convendría no rebasar el 15 de septiembre para no tenerse que enfrentar a circunstancias climatológicas desfavorables (lluvias y viento).
La estatura baja de la planta disminuye, generalmente, el riesgo del encamado y permite que la máquina cosechadora trabaje con menor cantidad de paja y, consecuentemente, con mayor rendimiento superficial y menor riesgo de averías.
Las hojas con porte erecto permiten, a su vez: mayor resistencia al encamado, por la mayor incidencia de la luz sobre las plantas, particularmente sobre la base del tallo, y el consiguiente aumento de su diámetro; mayor capacidad de producción como consecuencia de una síntesis clorofílica más activa incluso de las hojas con una posición más baja; mayor resistencia a las enfermedades, derivada de la menor humedad, como consecuencia de que el agua meteórica escurre mejor hacia el suelo (o el agua).
La menor fragilidad del tallo impide la rotura excesiva de la paja, permitiendo, consiguientemente, una mayor y más rápida separación del grano en las cribas o tamices y en los sacudidores de la trilla de la cosechadora.
Las glumillas múticas y absolutamente glabras retienen menor cantidad de agua, de rocío y lluvia, sobre el grano; de tal suerte, bajo la acción de fenómenos meteóricos favorables (sol, viento) pierden la humedad con mayor rapidez. De esa manera se puede anticipar la recolección en el comienzo de la jornada y atrasar su término durante la tarde: se consigue, con ello, un aumento de las horas útiles para realizar los trabajos de recolección, con el pertinente aumento de rendimiento de esta tarea, así como un menor riesgo de infecciones criptogámicas.
La ausencia de pelos y otros restos vegetales favorece la separación en las cribas de la cosechadora y en las limpias; permite, además, un secado más fácil y rápido del producto.
La escasa resistencia al desgrane aumenta las pérdidas de grano antes de la recolección, con el consiguiente quebranto económico. La resistencia excesiva, por el contrario, impide el desgrane absoluto de la panícula y favorece la rotura de las raquillas más que la separación del grano; dificulta, por lo tanto, la separación o trilla y retrasa el secado del arroz-cáscara.
2.5. Maduración simultánea de todas las panículas y uniforme de las cariópsides en cada una de ellas
En algunas variedades -principalmente las de panícula densa y de capacidad productiva superior- los granos situados en la base de la panícula maduran hasta 10-15 días después que los de la parte superior.
Otras variedades -especialmente bajo determinadas condiciones agronómicas- forman los hijuelos lenta y excesivamente distanciados en el tiempo: las distintas panículas maduran las cariópsides de forma escalonada entre sí. Este tipo de situaciones dificultan la elección del momento adecuado para el corte y disminuyen el valor comercial del producto: hay un menor rendimiento de arroz elaborado por exceso de roturas y de granos inmaduros; el producto es menos uniforme. Por otra parte, aumenta también la humedad del grano, con el quebranto económico que suponen los mayores costes de secado del grano (que generalmente debe dejarse a una humedad media del 14%, para su posterior ensilado e industrialización).
2.6. Mejora de las características tecnológicas y comerciales
Entre los factores que aumentan el rendimiento industrial del arroz, podemos citar los siguientes:
1) maduración perfecta y uniforme de todas las cariópsides;
2) resistencia intrínseca de la variedad a la rotura durante la elaboración industrial;
3) menor presencia porcentual en peso de algunos subproductos.
En las variedades con cariópsides múticas y glabras, generalmente, el peso de las envolturas florales es menor: el peso en porcentaje del arroz descortezado (“cargo”) puede alcanzar valores iguales al 82-86%.
Desde el punto de vista económico-comercial, se prefieren -especialmente para el comercio exterior- las variedades con cariópsides translúcidas y entre éstas los tipos de grano largo y estrecho, que, como hemos visto, poseen una relación longitud/anchura superior a 3,0 y una longitud media superior a 6’0 mm. En el comercio interior italiano se prefieren todavía los tipos de arroz más o menos ampliamente perlados.
2.7. Aumento del valor biológico
Este aspecto novedoso de las características cualitativas del arroz es objeto de atención, desde el punto de vista de la investigación genética, sólo recientemente. El aumento del contenido proteico, principalmente de algunas fracciones de aminoácidos esenciales, puede estar correlacionado positivamente con una respuesta superior a las cantidades elevadas de fertilizantes.
A estos objetivos se añaden otros más específicos, como son: la adaptación a los terrenos turbosos, salinos, arenosos o la adaptabilidad al cultivo sin inundación y a la siembra más tardía.
Hay que hacer constar que todos estos objetivos se suman a aquellos que siempre han sido objeto de atención y que, junto con la mayor capacidad productiva de las variedades tempranas, son los siguientes: resistencia a las enfermedades parasitarias, a la podredumbre basal del tallo, a la Pyricularia oryzae en la hoja y en el cuello de la espiga y la resistencia al encamado.
La elevada capacidad productiva, junto con una satisfactoria regularidad de las producciones, es el objetivo final principal que lo engloba y resume todo; las producciones altas y constantes, año tras año, junto con unas características cualitativas excelentes, forman parte de un próximo objetivo, todavía más difícil de conseguir.
Estas afirmaciones se pueden ilustrar con unos ejemplos de variedades de arroz, como pueden ser la variedad Bahía y la Senia, de gran uso en la zona del delta del Ebro y en Valencia, debido al cumplimiento satisfactorio de dos condiciones importantes: la regularidad productiva y su adaptabilidad a las distintas condiciones climatológicas o de cultivo. Del mismo modo, se ha observado el fracaso de la variedad Italpatna debido a sus problemas de producción que, gracias a posteriores selecciones, se han paliado en buena parte. En los aspectos puramente agrícolas, se busca una mayor productividad, como en el caso de la variedad Balilla, aunque se ha desestimado modernamente su cultivo por su baja calidad comercial. Pero, de manera simultánea, se investiga la resistencia a distintas enfermedades y muy especialmente al temible encamado.