Josep Maria Franquet Bernis
Cinta Borràs Pàmies
jfbernis@iies.es
De todos los cereales existentes o conocidos, el arroz (Oryza sativa L.) es, sin duda alguna, el que ofrece la posibilidad de llenar más rápidamente un déficit de producción agrícola para la alimentación del hombre y, junto con el trigo y la carne o el pescado, constituye la base de la alimentación humana. La historia nos ha demostrado, en efecto, cuánta consideración los hombres han tenido siempre por el arroz y por sus preciosas cualidades nutritivas.
El arroz es uno de los cultivos más antiguos. Se domesticó hace miles de años en Asia (aunque no hay unanimidad respecto el lugar ni el periodo, pero se han encontrado restos de unos 8.000 años de antigüedad en la China) y en África. Se extendió por China y por toda Asia 3.000 años antes de nuestra era. Europa oyó hablar del arroz a los escritores que acompañaron a Alejandro Magno (“el Grande”) en la conquista de la India. A partir del siglo VIII se cultivó en España y Portugal y entre los siglos IX y X también en el sur de Italia.
Durante el último milenio se ha introducido progresivamente en el resto de los continentes. En los Estados Unidos se desarrolló a partir del trabajo de los esclavos negros venidos del oeste de África, que ya lo conocían. Esta circunstancia se produjo alrededor del año 1718. En el New South Wales (Australia) las primeras tentativas de cultivo de arroz se efectuaron en el año 1891.
Lo cierto es que cualquiera que fuese su tierra de origen, el arroz conquistó, en poco tiempo, a los hombres y mujeres de casi todos los países del mundo. De hecho, si el trigo se conocía como el alimento básico de la civilización occidental, el arroz se ha considerado del mismo modo de la oriental, aunque hoy en día este calificativo lo podemos extender también a escala mundial.
Como su propio nombre indica, el presente trabajo pretende la presentación razonada de la metodología precisa para la mejora y obtención de nuevas variedades de arroz cuyo cultivo sea de interés, primordialmente, en el espacio geográfico de las zonas arroceras españolas, aunque también resulte aplicable a otras áreas de características edafoclimáticas similares. Como ejemplo de ellas, nos referiremos al delta del Ebro, lugar donde se han llevado a cabo buena parte de las experiencias que iremos desgranando a lo largo del presente libro. Pese a ello, también se presenta la problemática del arroz en diversas partes del mundo.
Pero ahora mismo se está abriendo todo un gran abanico de posibilidades para el futuro. Sin duda, el descubrimiento del secreto que encierran los genes es uno de los más importantes de la humanidad. Conociendo la secuencia completa del ADN se puede comenzar a estudiar la influencia que tienen los genes y modificar las expresiones génicas indeseables. La obtención del genoma del arroz ha conllevado descifrar toda la información genética de los doce cromosomas de la planta de arroz a principios del año 2001; se trata de un excelente trabajo si se tiene en cuenta que el genoma del arroz cuenta con unos 430 millones de códigos genéticos. Esto significa que, después del genoma humano, el arroz es el siguiente en tamaño que se ha podido descifrar hasta la fecha.
También en el marco limitado de estas reflexiones, queremos rendir tributo sincero de admiración y agradecimiento a los excelentes libros de texto, investigaciones y artículos técnicos, citados en la bibliografía y en los fondos documentales, sobre diversos temas relacionados con la mejora genética y otros aspectos referentes al comercio nacional y mundial del arroz, habiendo sido influidos notablemente, en nuestros estudios, por el brillante trabajo de sus autores.
Llegados, por fin, al ineludible capítulo de agradecimientos, debemos señalar que no olvidamos la formidable deuda de gratitud contraída con los que fueron nuestros guías y maestros, algunos de ellos ya desaparecidos. Nuestro reconocimiento, en fin, a la Universidad Internacional de Cataluña, a la Asociación de Ingenieros agrónomos de Cataluña, al impresor Copy-rapid, a la empresa obtentora y seleccionadora Semillas Certificadas Castells, S.L. y, en general, a todos cuantos se han interesado por la publicación del presente libro, aportando sugerencias y valiosos consejos dirigidos a la mejor consecución de nuestro empeño.