ECONOMÍA DEL ARROZ: VARIEDADES Y MEJORA
Josep Maria Franquet Bernis
Cinta Borràs Pàmies
Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP
(445 páginas, 5.17 Mb) pulsando aquí
Importancia económica del arroz en el estado español
3.1. Localización del cultivo de arroz en el estado español
En España existen tres zonas productoras principales con características diferentes. A saber:
- Zona Sur: hay en ella dos subzonas claramente diferenciadas, la situada sobre el estuario (“las marismas”) del río Guadalquivir en Sevilla y la de Don Benito en Extremadura (latitud media 37° 30' N). Sevilla es la primera provincia productora española, que junto con Extremadura alcanzan casi un 60% de la producción estatal.
- Cataluña: se encuentran dos subzonas. Una la situada en el término de Pals (Gerona) con latitud media 42º 20’ N y donde la producción es muy baja; la otra en el delta del río Ebro, en Tarragona (latitud media 40° 40' N) y su producción, que convive con un importante parque natural, representa un 15% de la total obtenida en el Estado.
- Comunidad Valenciana: comprende los terrenos próximos a la Albufera de Valencia y a la desembocadura del río Júcar (latitud media 39° 25' N). Su producción constituye, igualmente, el 15% de la española, en condiciones y circunstancias bastante parecidas a las del área geográfica anterior.
También se cultiva el arroz en zonas concretas de Murcia, Aragón (Albalate de Cinca, Grañén), ambas Castillas, Islas Baleares y en Navarra.
Se estima, en definitiva, que en España la producción alcanza casi el medio millón de toneladas, de los cuales el 60% se produce en las zonas arroceras del Guadalquivir y Extremadura, el 15% en el delta del Ebro, el 15% en la Albufera valenciana y el restante 10% entre, Murcia, Aragón, las dos Castillas, Baleares y Navarra, aunque estos datos pueden variar ligeramente en función de las diversas fuentes empleadas.
3.2. Importancia económica en el estado español
El arroz es un cultivo que a lo largo de estos últimos años ha alcanzado, gracias al avance tecnológico y a la mejora de los medios de producción, un sólido desarrollo y una estable situación de las explotaciones. Desde 1986 y tras la liberalización de su cultivo, el arroz dejó de sufrir persecuciones de carácter legislativo y, con el paso de los años, le ha llevado a una cierta estabilización de la superficie. Este camino, sin embargo, se ha visto perjudicado por otra barrera legislativa, la reforma de la OCM del año 1995, que ha llevado al sector del arroz a sufrir una injusta penalización progresiva, que además reviste el carácter de única entre las existentes en las OCM.
A pesar de los amenazantes cambios legislativos, este sector, con una gran implantación cooperativa -quizás la más importante existente en España- mira con expectación el futuro. A pesar de esta justificada inquietud, las cooperativas mantienen la producción y, con ello, valores añadidos en las comarcas arroceras. Esas iniciativas que en las zonas productoras se están llevando a cabo necesitan, no sólo de la ilusión de quienes al frente de las cooperativas tranquilizan a sus socios e infunden serenidad, sino además, de un reconocimiento de este esfuerzo a realizar por parte de la administración agrícola de la UE, para transmitir confianza en estas zonas rurales por el mantenimiento de humedales, del medio ambiente, del tejido productivo y de la economía local.
En el quinquenio 1980-84, el arroz representó alrededor del 0,28% de la Producción Final Agraria (P.F.A.) de la entonces C.E.E. Dicho porcentaje fue del 1,1% en Italia, el 0,4% en Grecia y prácticamente insignificante en Francia(1).
Pues bien, la comparación de estos datos con los españoles indica la mayor importancia económica del arroz en España que en esos otros países productores europeos. En concreto, la participación en la P.F.A. es el doble en España que en la C.E.E. y resulta el triple en el caso de la Comunidad Valenciana.
En 1989 las ventas en España fueron de 262.357 millones de kilogramos, con un descenso respecto al año anterior del 31%. Los industriales del sector tuvieron que exportar del 10 al 15% de su producto para descongestionar el mercado nacional.
La producción de arroz durante el año 1988 fue de 500.000 kilogramos y en el año 1989 de 319.000. Este descenso tan espectacular fue debido a la gran sequía en Sevilla y al temporal acaecido en la zona levantina. El descenso de la producción fue paliado, no obstante, con importaciones (194.213 Tm), frente a las exportaciones de 170.000 Tm.
Como ya se ha tratado, el cultivo del arroz en España se realiza fundamentalmente en las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Cataluña, Extremadura, Murcia, Navarra y Valencia. De manera testimonial, también en Castilla-La Mancha, Castilla-León, Baleares y La Rioja. En Andalucía, Cataluña y Valencia se produce el arroz en zonas en las que la composición e impermeabilidad del terreno dificultan la posibilidad de otros cultivos, añadiendo a este condicionante el entorno medioambiental próximo en el que se desarrolla la producción, cuyos valores naturales y paisajísticos merecen una conservación y protección especial, tanto a nivel nacional (parques nacionales y naturales) como internacional (Convenio Ramsar, Directivas marco europeas, etc.).
En todas las zonas reseñadas el arroz se desarrolla en régimen de regadío, resultando expuesto el cultivo a los condicionantes que las restricciones de agua pueden imponerse en los ciclos de escasez de lluvias. Puede apreciarse lo importante que resultó esta situación en los años 1993, 94 y 95, que supuso un freno importante en el cultivo en las comunidades autónomas de Extremadura y Andalucía.
Desde entonces, las superficies cultivadas de arroz en nuestro país han ido manteniéndose en los mismos o parecidos niveles, tal como puede comprobarse en el cuadro de la página siguiente. Por lo que se refiere al reparto geográfico de los tipos de arroz, se observa que Extremadura y Andalucía producen la práctica totalidad del arroz “Índica” que en España alcanza, según datos del año 2003, las 484.524 toneladas (55’7%), siendo la producción de arroces del tipo “Japónica”, más solicitado por el mercado interior, de 386.076 toneladas (44’3%), que se distribuyen por las restantes zonas productoras de nuestro país.
Como puede observarse en la tabla anterior la superficie declarada para la campaña de comercialización 2003/2004 ha resultado ser de 115.897’26 Ha, lo que significa un sobrepasamiento del 10’41% en relación con la superficie de base asignada a España, que es de 104.973’00 Ha. El reglamento comunitario estipula que la penalización a aplicar es el porcentaje de superación multiplicado por 6 cuando sea superior al 5%, como resulta ser en el caso que nos ocupa, por lo que la penalización definitiva será del 62’46% y el importe definitivo del pago compensatorio resultará de sólo 125’51 €/Ha. La ayuda completa, sin penalización, hubiera sido de 334’33 €/Ha.
En la campaña siguiente 2004/2005 desaparece por fin este extraño mecanismo que ocasionaba que las penalizaciones fueran 6 veces superiores al sobrepasamiento de la superficie de base, cuestión ésta que ha sido siempre muy criticada por todo el sector. A partir de entonces, las penalizaciones lo serán en el mismo porcentaje que se produzca el rebasamiento y además se aplicará la regionalización de la ayuda en subsuperficies, que serán las siguientes, para cada comunidad autónoma productora:
El importe de la ayuda será, a partir de ahora, y hasta tanto se aplique el desacoplamiento previsto en la reforma de la PAC, de 1.123’95 €/Ha y año. A partir de la aplicación de dicha reforma, la ayuda específica para el arroz será de 476’25 €/Ha y año. Estos importes se verán complementados con el cobro de las ayudas derivadas de los denominados “derechos de explotación” generados en el periodo 2000-2001-2002 en el marco del “Régimen de Pago Único” previsto en la reforma de la PAC.
La Confederación de Cooperativas Agrarias de España (C.C.A.E.) estimó en 839.000 Tm la producción total de arroz para la campaña 2001, lo que supone una estabilización de la producción en todo el Estado. De esta cantidad, 367.000 Tm son del tipo Japónica destinado, básicamente, al consumo interno, estimado en 244.000 Tm de equivalente blanco que, en arroz cáscara o “paddy”, representa aproximadamente 475.000 Tm. Además del arroz tipo Japónica, se prevé la producción de alrededor de 472.000 Tm de las variedades tipo Índica que, en su gran mayoría, se destinarán a paliar el déficit de este tipo de arroz en la UE, tal como ya hemos puesto de manifiesto.
También se observa una estabilización de la superficie dedicada al arroz durante la campaña 2001, pasando de las 112.655 Ha (PAC) de la anterior a las 114.818 Ha. reales.
Otro aspecto importante a considerar es el de las cifras del consumo, que contemplaremos a continuación.
3.3. Consumo de arroz en el estado español
La evolución del consumo de arroz en nuestro país, es la siguiente:
El consumo de arroz por cápita en España, a lo largo de los años, ha sido el que se indica en la siguiente tabla.