Miguel-Héctor Fernández-Carrión
Centro Internacional de Estudios e Investigaciones Científicas
Universidad Nacional de Educación a Distancia
fdezcarrion@actforum.net
Resumen
Se puede establecer una distinción entre historia de las opiniones, de las
doctrinas, del análisis, e ideas o cuestiones generales sobre temas económicos.
Pues es especialmente importante distinguir entre la historia del pensamiento
económico en general y los diferentes enfoques o aproximaciones que sobre la
misma se puede expresar, y además, tiene un exclusivo interés nacional o por el
contrario internacional.
Con un breve análisis historiográfico y metodológico sobre el tema, y en
especial sobre los criterios elaborados por Luigi Cossa, Ewald Schamps, Oskar
Morgenstern, Oreste Popescu, Joseph Schumpeter, Mark Blaug..., se clasifica los
diferentes enfoques de análisis y metodologías implícitas en la comprensión de
las ciencias económicas, y en particular sobre la historia del pensamiento
económico, definiendo las tipologías existentes y destacando sus peculiaridades
y características. Y, por último, tras un análisis comparativo entre la historia
del pensamiento, de la teoría y de las doctrinas económicas presento una
propuesta personal de síntesis.
Palabras claves
Historia, Historiografía y Metodología del Pensamiento Económico, Historia de
la Teoría, Doctrinas e Ideas Económicas
Este texto fue presentado como ponencia al
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1 Historia de los pensamientos, de las teorías y de las doctrinas económicas
El pensamiento económico se puede considerar desde tres posiciones distintas:
Una primera, desde el plano del análisis teórico, en el que se alude a los
autores que tratan sobre los mecanismos de la actividad económica, explicando
los fenómenos económicos, estableciendo las relaciones existentes entre ellos,
descubriendo sus causas y exponiendo sus consecuencias, y al mismo tiempo
elaborando los conceptos generales que conforma la realidad económica.
Una segunda, desde una perspectiva doctrinal, en la que se indican las
corrientes de pensamiento económico que especialmente analizan y explican los
fenómenos económicos, preconizando sus características y en algunos casos
incluso resaltan las diferencia con otras teorías.
Y, en tercer lugar, desde un plano institucional se estudian las aplicaciones de
las diversas políticas económicas, cuyas conclusiones se obtienen por el
razonamiento empírico o la observación deductiva, y por medio de la legislación
positiva se ultiman en los programas propuestos.
A pesar de que estos tres aspectos se muestran por lo general inconexos, en la
Tesis se impondrá el criterio doctrinal de las corrientes del pensamiento
económico, y en especial su historia, por lo que las teorías y la historia de
las doctrinas, serán consideradas en la medida en que las teorías sirvan de base
para su normal desarrollo.
La historia del pensamiento económico permite destacar la intencionalidad y el
alcance propiamente histórico de las diferentes teorías, y asimismo
interrelacionan las escuelas o grupos a que pertenecen sus autores y establece
las diferencias existentes entre ellos.
Algunos analistas hacen depender las ideas de los hechos, mientras que otros al
contrario indican que las ideas revierten sobre los hechos, y existen unos
terceros que tienden a la conjunción de ambas teorías, pues consideran que por
ejemplo Aristóteles, santo Tomás de Aquino, Adam Smith o Karl Marx han ejercido
una especial influencia en la historia económica del mundo, equiparable en
algunos casos a la que ejerciera las innovaciones tecnológicas en el tiempo:
molino de agua, máquina de vapor, internet.
El desarrollo de la ideas no es lineal, sino que es contradictorio, de ida y
vuelta, da unos pasos adelante y otros para atrás, o transcurre en espiral...
pues a veces conceptos abandonados por tesis opuestas, vuelven a ser
referenciados o asimilados en estudios posteriores, y de esta forma sucesiva
progresa la ciencia, pues no existe verdad absoluta, y menos en la ciencia.
Además la verdad no es del color blanco y la mentira negra, sino que ambas
adquieren múltiples cromatismos que pervive a través de los tiempos. A nivel
teórico se comenzó con un cierto igualitarismo presente en los filósofos de la
antigüedad pasando al individualismo liberal de los autores clásicos
decimonónico para ultimar en el siglo XX con un eclecticismo de movimientos.
Mientras que desde la perspectiva exclusiva del pensamiento económico en torno a
la teoría del empresario y la empresa ha evolucionado groso modo de un período
preclásico (de mercantilistas, fisiócratas...), a los pensadores clásicos (Adam
Smith...) y ultima en diversas teorías y movimientos del pensamiento económico
contemporáneos.
Por todo esto, se puede establecer una distinción entre historia de las
opiniones económicas, de las doctrinas económicas, del análisis económico,
historia de las ideas o cuestiones generales sobre temas económicos, así como la
historia nacional de las doctrinas e ideas sobre economía . Pues es importante
apreciar las diferencias que existe entre opiniones o ideas sobre economía en
general de la estricta doctrina o pensamiento económico, del que además, puede
tener un exclusivo interés nacional o en cambio presenta una repercusión
internacional.
Sin pretender ser exhaustivo, se mostrará una selección bibliográfica del
pensamiento económico, en la que se da preponderancia a la metodología implícita
en ella para la comprensión de las ciencias económicas, elaborada por Luigi
Cossa en Guida allo studio dell’economia politica (1876), por Ewald en “Die
Afange Lehrgeschichtlicher...” (1931), por Schams y Oskar Morgenstern en “Eine
Bibliographie der allgemeinen Lehrgeschichten...” (1933) y por Oreste Opescu en
“Historia de la historia del pensamiento económico” (1964), además de A History
of Economic..., de Eric Roll (1939); Historia de las doctrinas económicas..., de
Heimann (1945); Teoría económica en retrospección (1962) y “On the
historiography of economics”, de Mark Blaug (1990) y Les doctrines économiques,
de Lajugie (1972), y seguidamente se atenderá a la clasificación del pensamiento
económico establecida por Joseph Schumpeter en History of Economic Analysis
(1914/1954), por Hutchison en Historia del pensamiento económico (1953), por
Spiegel en The Growth of Economic Thought (1996), por Schwartz en “Teaching the
history of economic...” (1975) y por Perdices de Blas en “Los historiadores...”
(1999), por Hollander en Classical Economics (1987) y por Ekelund y Hébert en A
History of Economic... ([1990]), y al final, se añadirá varios trabajos sobre la
teoría del empresario en el pensamiento económico, elaborados por Santos Redondo
en Los economistas y la empresa... (1997) y por Rafael Castejón en “El papel del
empresario en la economía” (2002), y se completará, a modo de colofón, con una
síntesis de todos ellos, matizándose, completándose o agregándose algunos
aspectos clarificadores a su contenido.
1.1 Luigi Cossa, Schwartz, Morgesntern y Popescu
Una de las primeras clasificaciones de la disciplina histórica del pensamiento
económico fue elaborada por Luigi Cossa en Guida allo studio dell’economia
politica (Milán, 1876) . Siendo, posteriormente, reelaborada (“perfeccionada”,
según Perdices), por Ewald Schams en “Die Afange Lehrgeschichtlicher
Betrachtungsewise in der Nationalökonomie” (1931, 47-61) junto a Oskar
Morgenstern en “Eine Bibliographie der allgemeinen Lehrgeschichten der
Nationalokönomie” (1933, 387-389) y “completada” por Oreste Popescu en “Historia
de la historia del pensamiento económico” (1964) . Los tres primeros autores
distinguían tres periodos en los estudios de la historia de las ideas
económicas:
1 De 1768 a 1837, caracterizado por los “ensayos bibliográficos”, en la que la
historia se reduce a una crónica de libros sobre economía,
2 De 1837 a 1871, con “obras sistemáticas”, en el que se presenta conjuntamente
la historia de las ideas con la historia de los hechos económicos.
3 A partir de 1871, “obras críticas” se distancian de las obras del pasado, y se
centran en la evolución del pensamiento económico.
Clasificación que es matizada, por Popescu, al considerar que estas etapas son
excesivamente amplias, por lo que las subdivide, cada una de ellas, en dos:
1 En la etapa de 1768-1837, toma como referencia, 1824, con la publicación de A
Discourse on the Rise, Progress, Peculiar Objects and Importance of Political
Economy de McCulloch, subdividiéndola, en
A “Ensayos bibliográficos” (1768-1824).
B “Ensayos sistemáticos” (1824-1837).
2 1837-1871, la divide (en Die geschichtliche Entwicklung der Nationalökonomie
und ihrer Literatur), en
A “Obras rudimentarias” (1837-1860).
B “Obras documentales” (1860-1871).
3 “Obras críticas”, a partir de 1871, utiliza 1914 como frontera entre dos
subpartes, con la publicación de la obra de Schumpeter Síntesis de la evolución
de la ciencia económica y sus métodos, en
A “Obras doctrinales” (1871-1914).
B “Obras teóricas” (a partir de 1914).
1.2 Eric Roll
Eric Roll en A History of Economic Thought (Historia de las doctrinas
económicas) (1939), propone una historia de las doctrinas económicas entendida
como historia de las ideas económicas, y en la que presenta tres líneas de
análisis:
1. [Actitud moderna], por la que algunos economistas interesados por los
adelantos modernos, han considerado las teorías del pasado como imperfecciones
teóricas continuamente superadas.
2. [Actitud apologética], por la que algunos autores hacen apología de las ideas
expuestas por otros anteriormente, reiterando su “verdad” a lo largo del tiempo.
3. [Actitud concluyente], en la que no sólo se señala las analogías precisas,
sino que se comparan y examinan las circunstancias contemporáneas completando su
significación, por lo que el autor dirá de su libro “no creo haber hecho otra
cosa que proporcionar una primera guía para tratar así las ideas económicas” (Roll:
1974, 11).
Como resultado de esta última actitud analítica la historia de las ideas puede
ser definida, en los siguientes términos
(...) Por naturaleza, [es] obra de selección y de interpretación; [en la que] el
autor expresa sus propios intereses, predilecciones y prejuicios por lo que
omite y por la manera de presentar lo que incluye. Con demasiada frecuencia, sin
embargo, el principio subyacente en el tratamiento del autor queda implícito.
Los supuestos implícitos son particularmente desorientadores cuando las ideas
expuestas se relacionan con instituciones y políticas sociales y repercuten en
el bienestar humano. Sólo una declaración expresa de los supuestos del escritor
puede permitir al lector formarse opiniones propias (…) [aunque] el principio
que sirve de base al punto de vista de este libro se basa en la opinión de que
el proceso por el cual se forman las ideas es susceptible de análisis
científico. En lo esencial, la aparición de las grandes corrientes de
pensamiento no es fortuita, sino que depende de causas que pueden ser
descubiertas. Frecuentemente, no conocemos con suficiente amplitud las
circunstancias de la vida y la época de ciertos pensadores para poder obtener
una demostración exhaustiva de las causas que ha producido ciertas ideas; pero
solemos saber lo suficiente para poder formamos una opinión general de la forma
en que nacieron las teorías económicas [y repercuten en la sociedad] (Roll:
1974, 13).
[Pues] las teorías económicas siempre se relacionan con la práctica económica,
aunque a menudo de un modo tortuoso. El estudio de las relaciones entre las
condiciones de vida y el teorizar del hombre, puede ser una guía muy útil para
los conflictos de ideas (…) [Asimismo] este libro se apoya también en la
convicción de que la estructura económica de una época dada y los cambios que
sufre son los factores que ejercen influencia más poderosa sobre ideas
económicas (…) Debemos insistir, por lo tanto, en que el factor económico es
factor preponderante sólo en un sentido muy general que no siempre es posible
demostrar con precisión. En la historia de las ideas económicas, una multitud de
otros factores causales ha estado operando para producir una teoría o una
actitud determinada en una época dada; muchos de ellos de una influencia más
directa que el económico, al cual están eslabonados finalmente (…). [Aunque]
tampoco puede negarse que las ideas, a su vez, influyen en el desarrollo de la
práctica económica (…) [y por último] la falta de una secuencia cronológica
clara en la evolución de la doctrina económica es más perceptible cuando se
comparan países diferentes (Roll: 1974, 11-16).
Asimismo, Roll en su Historia propone la exposición cronológica del desarrollo
de las doctrinas o ideas económicas, manteniendo el siguiente orden: 1. “Los
principios” seguido de 2. “El capitalismo comercial y su teoría. 3. “Los
fundadores de la economía política. 4. “El sistema clásico. 5. “Reacción y
revolución. 6. “Marx. 7. “La transición. 8. “La economía moderna. 9. “Evolución
del pensamiento económico norteamericano. 10. “El período entre las dos guerras.
11. ¡La economía política actual”.
1.3 Eduard Heimann
Eduard Heimann en su Historia de las doctrinas económicas. Una introducción a la
teoría económica (1945), reconoce la existencia de varios métodos para la
historia de la economía:
1 Método ecléctico, “sin ningún principio unitario y dominante de presentación.
[Y en el que] diferentes periodos en la historia de la economía son tratados
desde diferentes puntos de vista, conforme a apreciaciones ocasionales” (Heimann:
1954, 13). Ejemplo, la Historia de las doctrinas económicas, de Charles Gide y
Charles Rist (1909).
2 Método [evolutivo], en el que describe la “evolución de la teoría económica
como progreso del pensamiento analítico” y las “sucesivas doctrinas son
consideradas como expansiones progresivas, como recíprocas clasificaciones y
refinamientos, en una evolución hacia el ideal de una ciencia de la economía
completamente adecuada” (Heimann: 1954, 14). Ejemplo, Síntesis de la evolución
de la ciencia económica y sus métodos, de Schumpeter.
3 Método de aproximación [política] en el que se tiende a “reducir la variedad
de teorías en conflicto a los intereses de clase de aquellos que las formulan o
las defienden. Cada doctrina es interpretada, entonces, como una racionalización
de los intereses de la clase económica a la que se supone servir, y el conflicto
de doctrinas se supone que refleja el correspondiente conflicto de clases”.
Ejemplos: Teorías sobre la plusvalía de Marx (1905-1910)... e Historia de las
doctrinas económicas de Eric Roll (1937).
4 [Método totalizador] . Trata de “presentar la historia de la economía como una
serie de métodos empleados en la solución de los problemas económicos”, y en
concreto Heimann en su Historia...
Versará sobre la metodología de la teoría económica, tal como ella ha sido
históricamente concebida, ya sea implícita o explícitamente. Tal enfoque tiene
la ventaja de incluir, apropiadamente, los dos métodos descritos anteriormente y
al mismo tiempo, ser más comprensivo que cualquiera de ellos (Heimann: 1954,
16).
De esta forma Heimann pretende atender al progreso técnico que puede haberse
operado en la transición de un método a otro y al mismo tiempo considera el
progreso total que puede estar presente por la herencia del pasado, pues en
relación a este último aspecto, señala que muchos cambios tecnológicos ocurridos
se han originado por conveniencia analítica, al entender que el método empleado
hasta entonces era inadecuado. Ejemplo, este método consiste en
La transición desde el método de la escuela clásica hacia el de la escuela
neoclásica, transición que puede ser explicada por medio de una demostración de
la lógica interna de la propia teoría sin recurrir para nada a los motivos o
intereses de sus proponentes ni tampoco a hechos ajenos al propio análisis” (Heimann:
1954, 16).
Mientras la existencia de una amplia variedad de teorías divergentes en la
historia de la economía no pueden ser consideradas como etapas de un simple
progreso técnico en el pensamiento analítico, sino que, más bien, son
consecuencia -piensa Heimann- de factores extrateóricos como los motivos más o
menos subconscientes de los propios economistas, por criterios o intereses
particulares o por motivos ideológicos, propios de su época.
En relación a este último método, Heimann redunda en señalar que algunas
innovaciones metodológicas no pueden explicarse por medio de un análisis de la
lógica interna de las propias teorías, pues “las innovaciones metodológicas no
reflejan simplemente intereses de clase ni están destinadas exclusivamente a
servirlos”, sino que se trata de un hecho más complicado, en el que “el hombre
mismo cambia en la historia, su manera de pensar y de actuar de forma
equivalente, y su pensamiento ayuda a remodelar la acción, en la misma forma en
que las experiencias acerca de sus nuevas acciones influyen su pensamiento”, en
suma, establece una correlación “no entre intereses económicos y teorías
económicas, sino entre formas cambiantes de la comprensión del hombre acerca de
sí mismo, en su mutable existencia, por una parte, y entre métodos cambiantes,
empleados en el pensamiento económico, por otra” (Heimann: 1954, 18), pero esto
también es debido a “que no hay certeza absoluta en la ciencia, de la misma
forma en que no hay seguridad en la vida” (Heimann: 1954, 23) .
1.4 Joseph Schumpeter
La History of Economic Analysis de Joseph Schumpeter fue publicada póstumamente
por su mujer Elizabeth Boody Schumpeter, en 1954, y en la que trabajó su autor
los últimos años de su vida, revisando y poniendo al día el “breve esbozo de
doctrinas y métodos” (Epochen der Dogmen-und Methodengeschichte) publicado en
Grundriss de Max Weber, en 1914 .
Las dos primeras partes de este último ensayo, la dedicaba –según apreciación de
Elizabeth Schumpeter en la “Nota Introductoria” (1982, 11-21), a
1 El desarrollo de la economía bajo la inspiración de los filósofos y a la
discusión vulgar.
2 Los descubrimientos económicos atribuidos a los fisiócratas, Turgot y Adam
Smith, que coincide con la segunda parte del libro “Desde los comienzos hasta la
primera situación clásica”, 1790.
3 Y, en la tercera y cuarta parte presenta los siguientes apartados:
A El desarrollo de la economía social hasta convertirse en ciencia.
B El descubrimiento de la circulación económica.
C El sistema clásico y sus derivaciones.
D La escuela histórica y la teoría de la utilidad marginal.
La Historia la divide Schumpeter en cinco partes: 1. Introducción.. 2. “Desde
los comienzos hasta la primera situación clásica”, 1790. 3.•De 1790 a 1870. 4.
“De 1870 a 1914” en adelante. 5. Conclusión sobre el “Esquema de los desarrollos
modernos” .
Y, Schumpeter en su Historia, distingue tres enfoques de análisis:
1 La historia del análisis económico, es según Schumpeter “la historia de los
esfuerzos intelectuales realizados por los hombres para entender los fenómenos
económicos, o bien –redundando en lo mismo- la historia de los aspectos
analíticos o científicos del pensamiento económico” (Schumpeter: 1982, 37), y
que ha configurado el proceso científico de los economistas.
2 Historia de los sistemas de economía política (o “historia de las doctrinas
económicas”, según Perdices de Blas), que sería una
exposición de un amplio conjunto de procedimientos económicos que su autor
propone sobre la base de ciertos principios (normativos) unificadores, tales
como los principios del liberalismo económico, el socialismo, etc. [Y] esos
sistemas entran en nuestra consideración en la medida en que contienen trabajo
genuinamente analítico (Schumpeter: 1982, 74) [y califica la historia de las
doctrinas, como] “las referencias históricas a puntos particulares de doctrina”
(Schumpeter: 1982, 435, n. 4).
3 Historia del pensamiento económico consistente en
la suma total de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas
económicos, sobre todo a la política pública que afecta a las cuestiones que en
un determinado tiempo y un determinado lugar ocupan la atención del público.
Ahora bien: la atención y la inteligencia del público no son nunca una cosa
indiferenciada u homogénea, sino resultado de la división de la comunidad
correspondiente en grupos y clases de naturalezas varias. Dicho de otro modo: la
mentalidad pública refleja más o menos deformadamente, y en algunas épocas más
infielmente que en otras, la estructura clasista de la sociedad correspondiente
y las mentalidades o actitudes de grupo que la constituyen (...). Y la
mentalidad pública puede ser introducida en sistemas de economía política por
obra de autores que pertenecen o se adhieren a secciones particulares. Y puede
también, en el otro lado, limitar o coincidir parcialmente con trabajo
analítico, como ha ocurrido frecuentemente en tratados escritos por miembros de
la burguesía comercial o industrial. En la medida en que esto ocurre, será,
ciertamente, tarea nuestra entresacar lo mejor que podamos esos logros
analíticos, aislándolos del común flujo de verbalizaciones de los humores de la
época, sin relación con ningún esfuerzo por perfeccionar nuestro aparato
conceptual y, por lo tanto, sin interés para nosotros” (Schumpeter: 1982, 75).
[Y, como también indica el propio autor] “sería posible escribir paralelamente
una historia del análisis económico y otra de las opiniones populares acerca de
temas económicos. Con eso queda dicho que es posible escribir una historia del
pensamiento económico que explicite el cambio histórico de actitudes citando al
mismo tiempo los logros analíticos. Una historia así expondría la estrecha
vinculación que existe entre las actitudes de la mentalidad pública en el
sentido dicho y la clase de los problemas que en un momento dado interesan a los
analistas y forman la actitud de espíritu general con la cual se plantean esos
problemas. [y, concluye] nuestro plan es exactamente lo contrario” [es historia
del análisis económico] (Schumpeter: 1982, 75-76) .
1.5 T. W. Hutchison
T. W. Hutchison autor de A Review of Economic Doctrines 1870-1929 (Historia del
pensamiento económico), la subtítula cronológicamente 1870-1929, (1953), y la
divide en tres partes, que subdivide a su vez en otras muchas siguiendo
diferentes criterios de clasificación: cronológicos, localización geográfica,
temas... y autores, sin atender a un aparente criterio de ordenación, pues como
dirá el propio autor al principio del “Prefacio” “la elaboración de este libro
ha planteado problemas bastantes serios de selección y ordenación”, que
intentará aclarar (Hutchison: 1967, 7-12), y asimismo defenderá Enrique Fuentes
Quintana en “Una introducción” a este libro de Hutchison.
La historia del pensamiento económico de Hutchison, comprende un amplio y único
tiempo histórico de 1870 a 1929, desde la crisis de la teoría clásica por el
marginalismo hasta la depresión económica del 29, y que subdivide en tres
grandes apartados, con las siguientes peculiaridades :
1 Se caracteriza por el análisis individual, principalmente, abarca desde la
crisis del clasicismo a la aparición del análisis marginal; y que
significativamente titula “los arquitectos de la economía del equilibrio y sus
principales críticos”.
2 Da preponderancia a las diferentes ramas de la teoría económica (“Del análisis
estático al dinámico”).
3 Trata de la “heterodoxia” sobre la inestabilidad de la actividad económica y
la aparición de las crisis generales ( o “La economía de la inestabilidad y el
desequilibrio”) (Fuentes Quintana: 1967, I-XVI):
En A Review... Hutchison resalta los Sistemas de pensamiento
con sus orígenes y subsiguientes desarrollos [en los que] la mayoría y los más
destacados de estos economistas [personalmente o formando parte de escuelas]
construyeron, con criterio unitario, extensos Sistemas de principios económicos,
que, en muchos casos, elaboraron a través de numerosos escritos y a lo largo de
dilatadas carreras de trabajo intelectual (Hutchison: 1967, 7)
y le matiza Schumpeter, al señalar que “en gran parte financiada por los
investigadores mismos” (Schumpeter: 1982, 436).
1.6 Mark Blaug
Como continuación de los planteamientos teóricos elaborados por Schumpeter y
Heimann, Mark Blaug publica su Teoría económica en retrospección (1962), en el
que se propone realizar “un estudio crítico de las teorías del pasado”, a la luz
de la teoría económica actual, y en el que distingue dos enfoques sobre estas
ideas mantenidas por economistas del pasado, y sigue los criterios establecidos
por la filosofía alemana (Hill: 1986):
1. La corriente absolutista, que es proseguida por los autores de la historia
del pensamiento económico que mantienen la pretensión de analizar las teorías
del pasado en sus propios términos,
2. O la contraria, que tienen en cuenta el contexto en que se descubrieron,
corriente relativista.
En ambos casos, unos por exceso y otros por defecto, se puede “ver sólo sus
errores sin apreciar las limitaciones del análisis que heredaron ni las
circunstancias históricas en que escribieron”, aunque se puede “exagerar sus
méritos por el interés de descubrir alguna idea adelantada a sus propias épocas,
y con frecuencia a sus propias intenciones”, y a esta última Samuelson la define
como “pecado antropomórfico” .
La corriente absolutista contempla la historia de la teoría económica “como una
progresión incesante desde el error hasta la verdad”, mientras que el
relativista “considera todas las teorías formuladas en el pasado como un reflejo
más o menos fiel de las condiciones” en las que se desarrollan las mismas. Cada
teoría se justifica en su propio contexto histórico, mientras que en este caso
al evaluar la validez de una teoría económica los relativistas tienden a olvidar
siempre las consideraciones de la coherencia interna y el alcance explicativo de
las mismas para concentrar la atención solamente en la congruencia con el
ambiente histórico y político. Y, aunque no siempre se da estos dos extremos en
el análisis histórico, si es constatable ambas tendencias (Blaug: 1985, 26).
La existencia de matices, posibilita subdivisiones del relativismo: en la
Doctrina de la “ideología” o de la “falsa conciencia”, que equipara “sesgo
ideológico con la intención apologética”, lo que implica que “las ideas de los
economistas no son más que la racionalización de los intereses de clases o de
grupos o bien las argumentaciones interesadas de gente con aspiraciones
políticas”, como por ejemplo el posicionamiento marxista (Blaug: 1985, 26),
(Historia de la economía en su relación con el desarrollo social de W. Stark,
1944) y que puede hacerse extensible al historicismo alemán y al
institucionalismo americano (Ejemplo, Tipes of Economy Tehory from Mercatilism
to Institutionalism de Wesley C. Mitchell, 1949). El predominio relativista
perduró hasta la publicación de la Historia del análisis económico de Schumpeter,
mientras que a partir de entonces avanza progresivamente la corriente
absolutista.
El enfoque absolutista surge a finales del siglo XIX, con libros como la
Historia de las teorías de la producción y distribución en la economía inglesa
de 1776 a 1848 de Edwin Cannan (1893), que fomenta la equiparación de la
economía con las disciplinas que pueden acumular conocimientos y que la
consolida el avance del análisis económico con la generalización del
marginalismo.
Posteriormente, Blaug en “On the historiography of economics” (1990), se
cuestiona las diferentes formas que hay de elaborar historia del pensamiento
económico, a partir de las cuatro maneras que existen de escribir historia de la
filosofía, aplicadas por Richard Rorty en “The historiography of philosophy”
(1984):
1. Geistesgeschicht (“historia del espíritu”), en la que se intenta identificar
las principales cuestiones de los pensadores que han marcado un sistema de
pensamiento. Ejemplo, More Heat than Light de Philip Mirowsky (1989), en el que
se postula que la economía neoclásica está construida a semejanza del sistema de
ecuaciones de la mecánica newtoniana.
2 Reconstrucciones históricas (se corresponde a la corriente relativista de
Blaug), considera los sistemas de pensamiento del pasado “en sus propios
términos” o con la supuesta interpretación que los propios autores hubiesen dado
a sus escritos.
3 Reconstrucciones racionales (se corresponde a la corriente absolutista de
Blaug) , al contrario que la reconstrucción histórica, trata a los economistas
del pasado desde un posicionamiento contemporáneo, o se analiza sus teorías en
“nuestros términos” actuales, para verificar el progreso habido en el transcurso
del tiempo y localizar los errores, por la misma óptica de contemporaneidad.
4 “Apología doctrinal”(equiparable al enfoque absolutista elevado a la categoría
de dogma), que denota los textos de determinados clásicos, en los que se
analizaran aspectos concretos de determinadas doctrinas que el historiador
considera especialmente relevantes o verdaderas.
Recientemente Elias L. Khalil en “Has economics progressed? rectilinear,
historicist, universalis, and evolutionary historiographies” (1995) se cuestiona
esta clasificación, estableciendo las siguientes apreciaciones:
1 La Geistesgeschicht se puede realizar desde una reconstrucción racional o
histórica, y al no necesitar un tratamiento separado, resume las tres primeras
maneras de elaborar historia del pensamiento económico propuestas por Rorty, con
una matización alternativa. Para ello clasifica la historiografía relativa, en
cuatro alternativas, “the global change of core” (el cambio global de la
esencia) de un paradigma de investigación:
A Primeros progresos de la teoría económica, según normas científicas, como
diferencias "rectilíneas" y diferencias generales historiográficas.
B La teoría económica cambia en respuesta a acontecimientos económicos, esquemas
culturales del pensamiento, y diferencias biográficas , de “historicist”
(historicistas) a postulados ampliamente economistas.
C La teoría económica simplemente cambia su aspecto conservando un núcleo
permanente o lo esencial, como lo estipulan los historiadores “universalist”
(historiadores universalistas), como Karl Pribram (1983).
D La teoría económica se transforma, según las mismas leyes que gobiernan la
evolución de las especies.
2 La “apología doctrinal” de una reconstrucción racional puede degenerar en
“omnisciencia”.
Entre ambas publicaciones Blaug elabora La metodología de la economía (1980), en
la que se muestra más generalista, trata sobre la evolución de la nueva
filosofía de la ciencia, centrándose en el análisis y la comprensión de las
“ideas recibidas” de Popper hasta llegar a la nueva heterodoxia: los paradigmas
de Kuhn, el anarquismo de Feyerabend, el monismo metodológico enunciado por
Popper , y en especial menciona la historia de la metodología económica,
resaltando:
1 Los verificacionistas, determinan el campo de aplicación de las teorías
económicas, y no evalúan su validez.
2 Los falsacionistas, se caracterizan por la introducción explícita del criterio
metodológico de falsabilidad de Popper en los debates de economía, por Terence
Hutchison en The Significance and Basic Postulates of Economic Theory
(Significación y postulados básicos de la Teoría Económica) (1938).
3 Distingue entre economía positiva y economía normativa, o la economía que se
refiere a los hechos y la que se ocupa de los valores. Tras 1930, con la
aparición de la nueva economía del bienestar, trató de proporcionar una economía
normativa libre de juicios de valor. Y, en lo sucesivo parecía que las
diferencias entre ambas economías iban a centrarse en torno a la separación de
los hechos de los valores no controvertidos, por un lado, y de los valores
controvertidos, por otro, pero en cambio la consecuencia fue la ampliación de la
economía positiva tradicional hasta incluirse en ella la totalidad de la
economía pura del bienestar y dejar a la economía normativa el tratamiento
específico de los problemas de política; pero al final, su crítica generalizada
ultimó en la demanda de una “economía positiva libre de juicio de valor”.
Y, en la tercera parte de La metodología... analiza la evolución metodológica
del programa de investigación neoclásico, a partir de la llamada
“situación-problema” de Popper, en la que la teoría se supone va a dar solución
al problema estudiado. Por tanto, indica que “tendremos que decidir qué es lo
que la teoría predice, pero en el punto a que hemos llegado convendrá que
intentemos evaluar la evidencia empírica referente a las predicciones de la
teoría, sin olvidar, sin embargo, las características de la ‘explicación’ que
subyace a la misma” (Blaug: 1985, 183), sobre la teoría del comportamiento del
consumidor, teoría de la empresa, teoría del equilibrio general, teoría de la
productividad marginal, teoría de Heckscher-Ohlin del comercio internacional,
teoría del capital humano... y la teoría de la nueva economía de la familia.
Aunque, como indica Wassily Leontief a causa de la crisis de la economía
moderna, en la década de los setenta
La continua preocupación por lo imaginario e hipotético, en vez de con la
realidad observable, ha conducido gradualmente a una distorsión de las normas
informales de evaluación utilizadas en nuestra comunidad académica para valorar
y clasificar los logros científicos de sus miembros. El análisis empírico, según
dichas normas de evaluación, obtiene un rango más bajo que el razonamiento
matemático formal (Leontief: 1971, 3),
pues además los economistas no se preocupan lo suficiente de la calidad de los
datos con los que trabajaban (literalmente “caídos del cielo” dirá Henry Phelps-Brown:
1972, 3), debido según insiste en señalar Leontief: a la perniciosa influencia
de la metodología del instrumetalismo o teorización del tipo como-si (Leontief:
1971, 5). Pero también existe la posibilidad de terminar con el problema de la
medición sin teoría, pues como señala Blaug, los economistas en sus
investigaciones en vez de tratar de refutar las predicciones contrastables de su
disciplina, se contentan con frecuencia con demostrar que el mundo real se
conforma a sus predicciones, sustituyendo así la falsación, por ejemplo, que es
tarea difícil, por la verificación, que no lo es tanto (Blaug: 1985, 285-288).
1.7 Henry William Spiegel
En The Growth of Economic Thought (El desarrollo del pensamiento económico)
Henry William Spiegel propone una historia del pensamiento de la economía
política como Historia cultural (o humanista) del pensamiento económico, pues
como indica el propio autor
Mi objetivo al escribir el presente libro ha sido fortalecer los vínculos entre
la economía política y las humanidades y relacionar la historia del pensamiento
económico con las tendencias intelectuales de las distintas épocas. Por ello, he
preferido un enfoque cultural a un enfoque técnico que hubiera convertido las
ideas anteriores en modelos matemáticos (Spiegel: 1996, 7).
En su exposición cronológica del desarrollo del pensamiento económico, ha
intentado tratar los distintos periodos existentes con una cierta unidad de
criterio, en la que predomina la “orientación humanística”, y también ha
matizado los elementos diferenciales existentes en ellas, por ejemplo, sobre los
pensadores “primitivos”, se cuestiona “¿en qué forma un autor o su escuela
intentaron luchar contra el problema económico fundamental de la escasez?”;
seguidamente, trata sobre la historia de la economía política preclásica hasta
el siglo XX, al tratar sobre los temas específicos sobre la competencia
monopolítica, la economía del bienestar y la introducción de la renta en la
teoría monetaria, y por último se refiere a la transformación de la economía
política en econometría .
1.8 Joseph Lajugie
Joseph Lajugie en Les doctrines économiques (Las doctrinas económicas) (1972),
al referirse a la evolución del pensamiento económico, distingue “tres puntos de
vista”:
1. Historia de las teorías, doctrinas o sistemas económicos:
A Desde un posicionamiento de análisis teórico, estudia a los autores que tratan
sobre los mecanismos de la actividad económica, explica los fenómenos
económicos, revela sus relaciones, descubre sus causas y consecuencias,
elaborando para ello los conceptos que constituyen los instrumentos del
conocimiento teórico de la realidad económica en cuestión.
B Desde un punto de vista doctrinal, las corrientes del pensamiento no sólo
comprueban y explican los fenómenos analizados, sino que además los tratan en
función de ciertas concepciones éticas, preconizando unas medidas y prohibiendo
o criticando otras.
C Desde un plan institucional, los programas propuestos por las diversas
políticas económicas transforman la realidad, consagrando las conclusiones por
la legislación positiva, y deduciéndolas por el razonamiento o la observación
directa.
Pero como la ciencia económica es sólo una, se produce obviamente una
interdependencia entre estos tres factores, aunque pueda mantenerse a su vez la
consideración individualizada, complementándose sus conclusiones. Y, por esto su
autor dirá que
Esta obra estará centrada esencialmente sobre el aspecto doctrinal de las
grandes corrientes del pensamiento económico. Los aspectos históricos de las
teorías e historia de las doctrinas, serán abordados tan sólo en la medida en
que las primeras sirvan de base necesaria a las doctrinas y en que las segundas
constituyan su prolongación normal (Lajugie: 1972, 5).
2. Historia de las doctrinas e historia de los hechos económicos. La historia
del pensamiento económico no puede disociarse tampoco de los mismos hechos
económicos, “ya que ideas y hechos reaccionan mutuamente entre sí”, pues los
hechos se impone sobre las ideas y a su vez las ideas reinvierten sobre los
hechos.
3. El Encadenamiento del pensamiento económico, posibilita destacar no sólo el
sentido y el alcance de las tesis de los diversos autores, sino además
evidenciar el desarrollo progresivo del pensamiento económico, apreciándose la
filiación de los diversos autores y escuelas, por influencia o por reacción,
contradicciones o mezcolanzas, por lo que en suma presenta un carácter de
continuidad más profundo que sus aparentes antagonismos (Lajugie: 1972, 5-7).
Lajugie en su Doctrinas propone cuatro pasos en el desarrollo político de las
doctrinas económicas: 1. “Del comunismo aristocrático al individualismo liberal.
2. “Del individualismo liberal al comunismo sin clases. 3. “Hacia un humanismo
económico y 4. “La renovación de la teoría económica”.
1.9 Jacob Oser y William C. Blanchfield
En la Historia del pensamiento económico (The Evolution of Economic Thought),
publicada por Jacob Oser y William C. Blanchfield en 1975, se propone la
realización de una propia Historia del pensamiento económico a partir de las
diferentes escuelas existentes, desde el siglo XVI hasta la actualidad, con una
especial implicación del pensamiento económico con la sociedad de su época, y
por otra parte la comprensión del tema abierto en el tiempo, por lo que en este
último sentido añade y elimina economistas en las sucesivas ediciones del libro,
como efectúa por ejemplo en la tercera edición, al incluir a Friedman, Samuelson
y Arrow y excluir a Gossen, Cournot, Walker y Rostow. Y, cuyo planteamiento
general es el siguiente:
El pensamiento económico se entrelaza con la compleja trama de la sociedad y no
podemos separarlo de su contexto social. Debe ser analizado y juzgado a partir
de los esquemas establecidos en la sociedad de donde brota, aunque esto no
excluye que adoptemos una prudente visión retrospectiva para juzgarlo en
relación con su época (...). En nuestro caso se tratará de grupos de personas
que desarrollan ideas económicas comunes, basadas en parte en la propia
conveniencia y en parte en otras consideraciones, que permiten concebir cómo se
podría organizar una economía y en qué dirección debería moverse. Trataremos de
descubrir los grupos que apoyaron a cada escuela y los grupos a los cuales cada
escuela solicitó su apoyo, con o sin éxito (Oser, Blanchfield: 1980, 4 y 7).
En el mismo prólogo Oser y Blancfield ponen en evidencia, como se ha señalado,
la implicación social de los autores, así como su relación en torno a escuelas
del pensamiento, y la interrelación de las ideas comunes de los diferentes
economistas con el pensamiento económico común a una escuela.
1.10 Luis Perdices de Blas
Luis Perdices de Blas en “Los historiadores y sus aproximaciones a la historia
del pensamiento económico” (1999), expone el criterio iniciado por Pedro
Schwartz en su memoria de cátedra y en el trabajo “Teaching the history of
economic thought” (1975), que en cierta forma está inspirado en el pensamiento
de Schumpeter y es ampliado a su vez por el grupo de profesores de historia del
pensamiento económico de la Universidad Complutense de Madrid. Asimismo tiene en
cuenta el ensayo “¿Importan los conocimientos biográficos? Una aproximación
metodológica a la historia del pensamiento económico” de Manuel Jesús González
(1977), en la que se expresa una clasificación similar a la expuesta por
Schwartz y Perdices, aunque se evidencia un escepticismo en cuanto a la
posibilidad de contar con un contenido diferenciador. Así como el trabajo de
Victoriano Martín “Las reflexiones críticas sobre la historia del pensamiento
económico a propósito de un libro” (1984) y “Los enfoques metodológicos
recientes en los manuales de historia del pensamiento económico” de Fernando
Méndez (1989), principalmente. En su clasificación distingue seis
“aproximaciones” a la historia del pensamiento económico, con las siguientes
peculiaridades:
La clasificación no intenta ser exhaustiva, pero se ha llevado a cabo sobre un
número considerable de manuales cuya selección obedece a un doble criterio: el
primero, la importancia de las obras en cuanto a la influencia que hayan podido
ejercer en la formación de generaciones de estudiantes; el segundo, se refiere a
las publicaciones que han tenido lugar aproximadamente en los últimos
veinticinco años. Con este fin me ha sido de mucha utilidad las reseñas que
aparecen en las siguientes revistas: History of Polital Economy, Journal of the
History of Economic Thought, History of Economic Thought, Newsletter, European
Journal of the History of Economy Thought, Storia del Penssiero Economico,
Bolletino di Informazioane e Documentazione, American Economic Review y Journal
of Economic Literature. Por supuesto, me ha sido de mucha utilidad la base de
datos ECONLIT (1969-1996), realizada por la American Economic Association sobre
la base del Journal of Economic Literature, que nos permite tener una buena
información sobre los principales libros de historia del pensamiento económico
aparecidos desde 1969 (Perdices: 1999, I, 579-580).
Aunque como igualmente indica Perdices de Blas la “mayoría de las distintas
formas de aproximarse a nuestra disciplina”, y que se recogen en su
clasificación, “caben bien bajo el enfoque absolutista (...) o (...)
relativista” propuesto por Blaug (Perdices: 1999, I, 579). Por otra parte, mucha
de la bibliografía aludida por él puede y de hecho integra varios grupos
clasificatorios a la vez, como por ejemplo la Historia del análisis económico de
Schumpeter (2, 3 y 6).
En esta línea, Schwartz establece tres posicionamientos distintos: Historia del
análisis, Historia de las doctrinas e Historia de las opiniones, que coincide
con los tres primeros de Perdices:
1. La Historia de las opiniones económicas, “es aquella aproximación que recoge
la colección de ideas con algún contenido económico compartidas por no
profesionales” (Perdices) y que “flotan en la mente pública” (Schumpeter).
Ejemplo, Histoire de l’économique en Europe despuis les anciens jusqu’à nos
jours de Adolphe Blanqui (1837).
2. La Historia de las doctrinas económicas “es un enfoque relativista que
concede menos importancia a los avances analíticos, y es el que, salgo algunas
excepciones importantes, ha predominado en la profesión” hasta la publicación en
1954 de la Historia del análisis económico de Schumpeter.. Aunque
La preponderancia de ingredientes filosóficos, políticos y sociales en este
enfoque implica la imposibilidad de definir criterios objetivos de progreso. Los
historiadores de las doctrinas económicas consideran todas las teorías
formuladas en el pasado como un reflejo más o menos fiel de las condiciones en
que surgieron. No obstante, la connotación de esta aproximación es la importante
carga ideológica que conlleva, así como las referencias históricas a puntos
particulares de doctrina (Perdices: 1999, 581)
Y, que subdivide en dos grupos:
A Los que proponen una defensa explícita de determinadas escuelas, o autores que
estudiaron aspectos parciales de la doctrinas acordes con la concepción
dominante del historiador. Ejemplo, L’ordre natural et essential des sociétes
politiques de Paul Mercier de la Riviere (1767).
B Los que recopilan los escritos de los autores del pasado. Ejemplo, Literature
of Political Economy de John Ramsay McCulloch (1845).
3. Historia del análisis económico. Los autores que elaboran una historia del
análisis económico realizan un aproximación “absolutista” (Blaug), a partir del
supuesto de que la teoría económica ha progresado, y que sus proposiciones son
universales, y por tanto la validez de éstas no están sometida a criterios de
espacio y de tiempo, aunque admiten que en el tiempo y en el espacio se pueden
producir desviaciones teóricas sobre el posible progreso lineal del pensamiento
económico, y asimismo admiten la existencia de criterios suficientes para
aplicar el falsacionismo de las teorías.
Mientras, que Schumpeter define la historia del análisis económico como “la
historia de los esfuerzos intelectuales realizados por los hombres para entender
los fenómenos económicos o bien-redundando en los mismo la historia de los
aspectos analíticos o científicos del pensamiento económico” (Schumpeter: 1982,
37).
Aunque, teóricamente, como se cuestiona Perdices frente al relativismo propio de
la historia de las doctrinas económicas, el trabajo analítico es “neutral”
porque tiende a obedecer reglas lógicas “objetivas”, y es lo que hará
especialmente Schumpeter para indicar que existe un progreso económico,
independientemente de nuestras ideologías, o del prejuicio ideológico del
crítico. Igualmente, Schumpeter considera que la teoría económica no es lo que
se denomina hipótesis, sino la “caja de herramientas” del análisis [el método],
junto a algunos supuestos de comportamiento practico aplicables a la teoría. Por
lo que más que la biografía de los economistas y el contexto histórico en que se
desarrollan su actividad, debe interesar las aportaciones que realizaron al
perfeccionamiento del análisis. Ejemplo, Historia del análisis económico de
Schumpeter.
4. La historia de la teoría económica, al igual que la historia del análisis
económico, consta de dos aproximaciones absolutistas, que parten de unos
supuestos comunes, piensa que la teoría económica ha progresado, y que sus
proposiciones son universales. La historia de la teoría económica se centra en
el estudio crítico de las teorías del pasado a partir de análisis para la
comprensión del presente, esta declaración que realizara Blaug en su teoría
económica en retrospección (y a la que alude Perdices) no implica necesariamente
una creencia en el valor absoluto de la teoría económica contemporánea, sino la
regla heurística por la que se puede comprender las ideas del pasado a partir de
las consideraciones de veracidad de las actuales, a pesar de que esta postura es
necesario corregirla con el criterio de evolución teórica que afecta incluso a
las presentes teorías aceptadas. Ejemplo, Teoría económica en retrospección de
Blaug (1968).
5. La Historia nacional de las doctrinas económicas, frente a la globalización,
en la que augura Manuel Castells y otros pensadores la desaparición paulatina
del Estado-nación, al menos como se ha venido desarrollando a lo largo de la
Edad Moderna y Contemporánea hasta la actualidad, otros autores se ha propuesto
una aproximación nacional a la historia del pensamiento económico, que se puede
definir como una aproximación al estudio de las teorías de los economistas del
pasado en un país determinado, como expone Ernest Lluch en “Sobre la historia
nacional del pensamiento económico” (1980) o a nivel regional lo hace Louis
Baeck en The Mediterranean Trdition in Economic Thoyght (1995). Dentro de esta
tendencia, se crea en 1993, bajo la dirección de José Luis Cardoso la European
Journal of the History of Economic Thought, a partir de la iniciativa conjunta
de dos grupos de investigación, uno francés, el Centre Alexandre Vandermonde
pour l’Histoire de la Pensée Economique y otro grupo portugués del Centro de
Investigaçáo sobre Economia Portuguesa (CISEP), del Instituto Superior de
Economía e Gestáo da Universidade Técnica de Lisboa. Y, los criterios de esta
tendencia, lo expone Cardoso, con la siguiente defensa:
A Mediante el estudio de la asimilación de las doctrinas o herramientas
analíticas extranjeras en un país determinado, se puede entender que dichas
doctrinas y “herramientas” (no indica el término métodos) pueden adaptarse a una
realidad concreta con cierta peculiaridad nacional.
B Con esa doctrina o “herramienta” se logra un conocimiento más profundo de la
propia realidad nacional analizada, que termina “pensada, construida y
proyectada” (Cardoso: 1989, 19). Aunque posteriormente el propio Cardoso matiza
que la transmisión de un determinado pensamiento foráneo es importante para
conocer la aceptabilidad o no de ciertas ideas en un país en concreto.
C Un país (como una ciudad, según mi criterio), puede constituir o favorecer un
estilo determinado de pensamiento económico, debido a que a un problema o
problemas específicos se pueden estudiar con una aproximación metodológica
propia, como lo lleva a la practica la Escuela de Salamanca, Escuela Austricaca,
Escuela de Chicago... Pero, al mismo tiempo, este posicionamiento de defensa de
una teoría nacional del pensamiento económico, puede motivar la idea equivocada
de que una obra general se conforma con la suma de las partes, y no es así, sino
que al contrario se necesita la anuencia, complementariedad o confrontación de
unas teorías frente a otras, y no es por tanto una casualidad, que hasta la
fecha, se ha impuesto el mundo aglosajón (Inglaterra, Estados Unidos...) y
Alemania y Austria sobre el resto del mundo, y esto no se puede cambiar como
aparentemente se intenta hacer en la Economía y economistas españoles, en cuya
obra para subsanar la ausencia de casi la totalidad de los pensadores económicos
españoles en los libros de referencia internacionales, se presenta una lista
casi al infinitum de autores -novelistas –Clarín...-, políticos- Cánovas...-...
hasta los economistas que han pensado, dicho, escrito o han referenciado algún
aspecto económico, y en cambio en dicho libro se hecha en falta sobre todo
economistas que de forma metodológica o histórica hayan elaborado o analizado
teóricamente la economía.
Acorde al criterio establecido en la Economía y economistas españoles y en
defensa de este tipo de enfoque nacional, Perdices añade, que
D “Esta aproximación nacional al pensamiento económico incluso puede descubrir
algunas aportaciones analíticas sobresalientes de los autores estudiados”
(Perdices: 1999, I, 605-606) .
6. Paradigmas alternativos y distintos programas de investigación. A partir de
la clasificación convencional que han efectuado los autores de la historia del
pensamiento económico, historia del análisis, o de las doctrinas económicas...,
así como atendiendo a la orientación metodológica e incluso método implícito
aplicado, y en relación a las corrientes metodológicas de la filosofía de la
ciencia, se puede indicar que la mayoría de las obras de la corriente
absolutista se insertan en el deductivismo o en el método hipotético-deductivo o
falsacionismo (Popper), mientras que las relativistas se introducen en el
inductivismo de los historicistas o en el propio relativismo. En este sentido,
Perdices propone añadir a estas “aproximaciones”, la concepción de la historia
del pensamiento económico como una sucesión de cambios de paradigma, como idea
Kuhn en La estructura de las revolucione científicas o programas de
investigación, según el criterio de Lakatos.
Lakatos critica la postura ahistórica de Popper y el relativismo de Kuhn, pues
cree que las teorías individuales no son las unidades de evaluación apropiadas,
sino que en cambio lo que debe evaluarse son las agrupaciones de teorías
interconectadas o “programas de investigación científicos” (PIC). Mientras, que
Kuhn Guy Routh en The Origin of Economic Ideas (1975), concibe el desarrollo del
pensamiento económico como una sucesión de paradigmas alternativos que responden
a los cambios experimentados en los diferentes problemas o cuestiones que
analizan los economistas. Entre Kuhn y Lakatos se puede mencionar la obra de T.
W. Hutchison Sobre las revoluciones y progresos en el crecimiento económico
(1978), en la que la comprensión del método implícito daría lugar a otro trabajo
sobre la historia de la historia del pensamiento económico o análisis explícito
de la metodología de la teoría económica, o filosofía de la ciencia.
Unos años más tarde Luis Perdices en un “Breve ensayo bibliográfico sobre
manuales de Historia del Pensamiento Económico” (2004), remodela su anterior
propuesta historiográfica, de la siguiente forma:
1. Historias de las doctrinas económicas. El enfoque de esta historia de las
doctrinas económicas entiende todas las teorías formuladas en el pasado como “un
reflejo más o menos fiel de las condiciones en que surgieron”, por el que
concede menos importancia a los avances analíticos, y en cambio, resalta el
contexto histórico en el que se encuentran insertas, o bien los aspectos
filosóficos, políticos y sociales, lo que implica –según Perdices- “la
imposibilidad de definir criterios objetivos de progreso del conocimiento
económico” (Perdices: 2004, 504-506). Por ejemplo: Hanna R. Sewal en The theory
of before Adam Smith (1901, reeditada por Augustus M. Kelly Publishers, Nueva
York, 1968).
2. Historias de las doctrinas económicas desde la perspectiva de una escuela de
pensamiento. Dentro del enfoque de la historia de las doctrinas económicas
algunas publicaciones se especializan en algunas tendencias explícitas de
determinadas escuelas, o estudian aspectos parciales de la doctrina, acordes con
la concepción dominante del autor. Ejemplo, Karl Marx en Teorías sobre la
plusvalía (1905, México, FCE, 1981).
3. Las Historias de las ideologías económicas, se fundamenta en la “creencia de
que las ideas de los economistas no son más que la racionalización de los
intereses de clase o de grupo y es típica de la variante marxista del
relativismo” (Perdices: 2004, 507-508). Ejemplo, Eric Roll, Historia de las
doctrinas económicas (1937. México, FCE, 1942).
4. Las Historias nacionales de las doctrinas económicas, son una “aproximación
que se detiene en el estudio de los economistas del pasado en un país o región
determinada” (Perdices: 2004, 508-510). Es la tendencia que propone, en su
conjunto, la Escuela Histórica Alemana, aunque parte de su contenido y
metodología trasciende las fronteras. Individualmente, por ejemplo, la realiza
G.H. Bousquet en Esquisse d’une histoire de la science économique en Italie. Des
origines ‘a Francesco Ferrara (París, Marcel Rivière, 1960).
5. Las Historias del análisis económico parten del criterio de que la teoría
económica ha progresado, y que sus proposiciones son universales, aunque admiten
que en estas coordenadas de espacio y tiempo pueden producirse algunas
desviaciones en el progreso lineal del pensamiento económico, y asimismo piensan
que existen criterios para detectar la falsedad de ciertas teorías. Ejemplo más
representantito de esta tendencia es la Historia del análisis económico de
Joseph A. Schumpeter (1954, Barcelona, Ariel, 1971).
6. Las Historias de la teoría económica se centran en el estudio crítico de las
teorías del pasado a partir del criterio de la teoría económica actual. Ejemplo
Teoría económica en retrospectiva de Blaug (1962, Barcelona, Miracle, 1968).
7. Las Historias de los paradigmas alternativos y de los distintos programas de
investigación. A partir del criterio de que algunos libros se han escrito bajo
la influencia metodológica de Kuhn o Lakatos, se concibe la historia del
pensamiento económico como una sucesión de cambios de paradigma o de programas
de investigación, respectivamente. Para Kuhn, en La estructura de las
revoluciones científicas (1962), la “ciencia normal”, o la actividad de
resolución de problemas en el contexto de un marco teórico aceptado, constituye
la regla, mientras que la “ciencia revolucionaria” o la crítica de un paradigma
por otro a consecuencia de las refutaciones reiteradas y la acumulación de las
anomalías, constituye la excepción en la historia de la ciencia. Por ello, para
Kuhn la historia de la ciencia está determinada por largos períodos de
refinamiento continuo, interrumpidos a veces por saltos discontinuos de un
“paradigma” a otro sin ningún punto de comunicación. Mientras, para Lakatos en
La metodología de los programas de investigación científica (1978), considera
que las teorías individuales no son las unidades de evaluación apropiadas. Sino
que en cambio, lo que debe evaluarse son agrupaciones de teorías interconectadas
o, “programas de investigación científicos” (PIC). Pues, en el avance de la
ciencia se puede establecer una distinción entre los cambios de problemas
progresivos y degenerativos. Y, en el que un PIC es teóricamente progresivo si
las formulaciones sucesivas del programa tienen un mayor contenido empírico que
sus predecesoras, o que pronostican algún hecho novedoso, hasta el momento
inesperado, y es “empíricamente” progresivo si corrobora este contenido empírico
excedente. En cambio, si un PIC se caracteriza por adiciones interminables de
hipótesis ad hoc que sólo acomodan los hechos nuevos que aparezcan, es llamado
“degenerativo”.
1.11 Samuel Hollander
Samuel Hollander en Classical Economics (1987), distingue tres tipos de
aproximaciones a la historia del pensamiento económico :
1 La Historia del análisis económico, la define como la
Historia de la economía que nos suministra una descripción de la marcha gradual
hacia la verdad y el sucesivo desprendimiento de errores, que impiden una
acumulación más rápida de la verdad”. Ejemplo, la Historia del análisis
económico de Schumpeter., que “niega cualquier papel a las preferencias e
ideológics en el desarrollo del análisis económico, así como a las inclinaciones
filosóficas personales, creencias religisosas e ideológicas ” (Hollander: 1987,
7-8).
2 En un posicionamiento distinto al análisis económico menciona la existencia
del Pensamiento económico (o “historia de las opiniones”, según Perdices de
Blas), que engloba las opiniones referentes a la política pública relativa a
asuntos económicos, y que se originan con criterios públicos.
3 Los Sistemas de economía política (o “Historia de las doctrinas económicas
–Perdices de Blas-), están conformados por un “conjunto completo de políticas
económicas basadas en algún principio unificador de carácter normativo, tales
como el socialismo o el marxismo” (Hollander: 1987, 7-8).
1.12 Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert
Robert B. Ekelund y Robert F. Hébert en A History of Economic Theory and Method
(Historia de la teoría económica y de su método) (1990), identifican la historia
de la teoría económica como una Historia de las ideas económicas. Pues, los
historiadores del pensamiento económico
Han estado trabajando en el descubrimiento de nuevas contribuciones y
anticipaciones, reinterpretando aportaciones pasadas y evaluando las nuevas
ideas que informan y amplían el flujo de la literatura económica contemporánea
(...) [y en particular su libro] presenta, en forma inteligible y amena, las
principales ideas teóricas y metodológicas que han formado y continúan formando
la economía contemporánea (...) [atendiendo a] las contribuciones analíticas del
pasado, tanto las que han conseguido incorporarse a la corriente principal de la
economía como las que no lo han hecho, han configurado la teoría económica
contemporánea (...) (Ekelund, Hébert: 1997, XVII-XIX).
Asimismo, unen el análisis económico y la historia de la economía, aunque esta
última, presenta tres ventajas:
es una mejor comprensión del proceso creativo (...) una segunda ventaja que
proporciona un estudio de la historia de la economía es una sensibilidad ante la
clase de ideas que muestran ‘resistencia’ en una disciplina científica [y]
también constituye otra ventaja la mejor comprensión de la teoría económica
contemporánea, a través de una estimación de las deficiencias de las teorías del
pasado y de los obstáculos superados por los principios que sobreviven (...) (Ekelund,
Hébert: 1997, 3-8).
Mientras que la historia del pensamiento económico, cuenta con tres problemas
en toda su diversidad cultural e intelectual plantea varios problemas. El
primero y más importante consiste en identificar las hebras comunes que trenzan
el amplio tapiz de la economía en un todo coherente (...) el segundo problema
consiste en definir los límites de la investigación económica (...) el tercer
problema consiste en elegir un adecuado ‘estilo’ o planteamiento del tema (...)
[Por todo ello] este libro se titula Historia de la teoría económica y de su
método porque intenta presentar no sólo una revisión histórica de las
contribuciones teóricas del pasado, sino también algo de la gestalt de cada
pensador, es decir, del sistema de ideas que pasa de un pensador al siguiente
(...) [y por último] la dirección principal de este libro es el desarrollo de
las abstracciones económicas per se, aunque los temas sociales y metodológicos
se consideran con frecuencia como partes integrales del panorama intelectual” (Ekelund,
Hébert: 1997, 3-8).
Ekelund y Hébert divide su Historia de la teoría económica..., en cinco partes,
siguiendo un criterio cronológico sobre el desarrollo de la teoría e ideas
económicas: En el primero trata sobre los orígenes, le sigue el periodo clásico,
después las “reacciones y alternativas a la teoría clásica en el siglo XIX, “la
microeconomía en la Europa continental y en Inglaterra” y por último “los
paradigmas del siglo XX” .
1.13 Joseph E. Stiglitz
Stiglitz en su Economía (1993) señala que la economía es una ciencia social,
pues “estudia el problema social de la elección desde un punto de vista
científico [y por ello es ciencia económica], lo que significa que se basa en
una exploración sistemática del problema de elección, que implica tanto la
formulación de teorías como el examen de datos”, en el que la teoría económica
consiste “en un conjunto de supuestos (o hipótesis) y de conclusiones extraídas
a partir de esos supuestos” y los modelos aplicados igualmente por los
economistas “-con palabras o ecuaciones- para describir las características de
la economía a la que se refieren” (Stiglitz: 1993, 37-38).
En las ciencias económicas o “sociales” establece tres aspectos importantes:
1 Descubrimientos e interpretaciones de las relaciones económicas, por la que
una variable es
Cualquier elemento que puede medirse y que varía” [los precios, los salarios,
los tipos de interés, las cantidades compradas y vendidas y] lo que le interesa
a los economistas es la relación entre las variables. Cuando ven lo que parece
ser una relación sistemática entre variables, se preguntan si surgió por
casualidad o si existe, de hecho, una relación. Ésta es la cuestión de la
correlación (Stiglitz: 1993, 37-41).
2 Causación frente a correlación, porque
A los economistas les gustaría hacer algo más que afirmar simplemente que
diferentes variables están, de hecho, correlacionadas. Les gustaría llegar a la
conclusión de que los cambios de una variable son la causa de los cambios de la
otra. Esta distinción entre correlación y causación es importante. Si una
variable ‘causa’ la otra, el cambio de una altera necesariamente la otra. Si la
relación es una mera correlación, puede no alterarla, [aunque] a veces hay
relaciones sistemáticas entre las variables en las que es difícil decir cuál el
efecto (Stiglitz: 1993, 37-41).
3 Experimentos en economía, por el que
Muchas ciencias realizan experimentos para contrastar distintas explicaciones,
ya que éstos permiten al científico alterar un factor cada vez y ver qué
ocurre(...) Los economistas buscan situaciones en las que sólo varíe un factor y
estudian las consecuencias de esa variación (...). En algunos casos, los
economistas han realizado experimentos sociales (...). Pero incluso utilizando
todos los instrumentos existentes, es muy difícil encontrar diferentes
correlaciones entre varios tipos distintos de datos y tener que distinguir entre
las que son reales y las que sólo son aparentes (Stinglitz: 1993, 37-41).
Por todo ello “las lecciones” importantes que deben recordarse las siguientes:
1 El hecho de que exista una correlación no demuestra que exista una causación.
2. El modo de contrastar diferentes explicaciones causales es mantener
constantes todos los factores, excepto uno y dejar que este varíe.
3. Los datos no siempre son definitivos y a veces no permiten extraer conclusión
alguna” (Stinglitz: 1993, 37-41).
1.14 Manuel Castells
Castells fundamenta la nueva economía en el “informacionalismo”, la
globalización e interconexión en red. Se desarrolla en el último tercio del
siglo XX, y se fundamenta en la tecnología (nuevas tecnologías de la información
o revolución de la tecnología de la información), que incide sobre la sociedad
produciendo un peculiar cambio histórico. En su trilogía sobre La era de la
información (1996), y especialmente en el primer volumen sobre “La sociedad
red”, exponiendo las características del método aplicado por su autor, al
señalar que
La metodología seguida (...), cuyas implicaciones específicas (...), está al
servicio del propósito de este empeño intelectual [consiste en] proponer algunos
elementos de una teoría transcultural y exploratoria sobre la economía y la
sociedad en la era de la información, que hace referencia específica al
surgimiento de una nueva estructura social” (Castells: 2000, I, 56).
1.15 Manuel Santos Redondo
Santos Redondo es autor de Los economistas y la empresa. Empresa y empresario en
la historia del pensamiento económico (1997), resultado de una tesis doctoral
dirigida por Pedro Schwartz, y cuyo trabajo comenzó
Con la pretensión de desarrollar las ideas austriacas y schumpeterianas sobre el
empresario. Defendía la necesidad de construir una teoría económica basada en el
empresario, frente a los modelos de equilibrio general [siguiendo los criterios
establecidos por Schwartz en su libro Empresa y libertad, pero al considerarlo
“un callejón sin salida”, por ello Santos prosigue] la línea neoinstitucioalista
que presento al final del libro como camino a seguir, basada en Coase y
Williamson (...) Prueba de que el trabajo de los autores que intentaron una
teoría del empresario ha sido fructífero –porque el problema que pretendían
resolver, la incapacidad de la economía necoclásica para decir algo sobre la
organización, era real- es que hoy la llamada “organización industrial” tiene
cada vez más peso dentro de la economía (...) Este trabajo queda, por tanto,
abierto: el neoinstitucionalismo de la economía de los costes de transacción es
el camino a seguir para responder a esas cuestiones. Pero es ese
neoinstitucionalismo el que ya ha servido de guía en esta incursión por los
autores que en el pasado han discrepado de la corriente principal, que ve la
empresa como una función de producción, y han intentado construcciones teóricas
en las que la organización –para ellos, concretamente, el liderazgo económico
del empresario- ocupe un lugar que los hechos, día a día, muestran como
importante (Santos: 1997, 9-10).
Con el presente texto de Santos sobre la empresa y el empresario en la Historia
del Pensamiento Económico, tras un posicionamiento neoinstucionalista, propone
que sea la organización industrial y el liderazgo empresarial la clave de una
Historia económica de la organización industrial.
Subdivide el libro en cuatro partes atendiendo a la diferenciación existente
entre las distintas escuelas y tendencias de pensamiento económico: En la
primera, trata sobre “Los precursores y los clásicos...”, seguidamente de los
“marginalistas y neoclásicos...”; en la segunda parte, se refiere a la figura de
Schumpeter...; después lo hace sobre Knight y termina con los “Críticos del
capitalismo...”. III, “La teoría del empresario, hoy: psicólogos y sociólogos”,
y “la escuela austriaca...”, y por último, en la cuarta parte se centra sobre la
“Organización industrial neoclásica” y la “Jerarquía y organización en la
economía de mercado” .
1.16 McCloskey y Kramer
Casares Ripol en “Una guía de las corrientes de pensamiento económico actual”
completa el panorama del pensamiento económico de la segunda mitad del siglo XX,
propuesta por Santos Redondo en Los economistas y la empresa..., al presentar
las “principales corrientes de pensamiento en los tiempos actuales”, entre las
que destaca los fundamentos metodológicos de McCloskey, Kramer... que titula
“aspectos retóricos de la ciencia económica”, y en los que para la comprensión
del pensamiento económico entienden la economía en particular como una “ciencia
retórica” o “arte de hablar”, pues “los científicos económicos tratan de probar
lo que ellos deben creer, en lugar de probar que es cierto de acuerdo con
métodos de mayor o menor abstracción” (Casares: 2004, 498). La ciencia
económica, desde el punto de vista de la retórica, debe fundamentarse –como
indica Casarres- en los siguientes cinco aspectos:
1. Escribir mejor.
2. Enseñar mejor.
3. Relacionarse más ampliamente con otras disciplinas.
4. No limitarse exclusivamente a hechos objetivos.
5. Desarrollar un marcado espíritu crítico (Casares: 2004, 499).
1.17 Fernández Díaz
Fernández Díaz en Dinámica caótica en economía, propone la economía del caos
para analiza las series temporales y los modelos relativos al ciclo y al
crecimiento, que se basa en un conjunto de técnicas matemáticas que sirven para
estudiar el comportamiento de los procesos que se comportan aparentemente de
forma aleatoria, aperiódica y carente de cualquier tipo de regularidad, aunque
su desarrollo puede estar determinado por algunas leyes deterministas.
Considerando la economía como un sistema complejo se pueden emplear los
instrumentos de las matemáticas del caos ante el abandono de los supuestos del
equilibrio económico, la existencia de externalidades, los mercados
imperfectos... y las economía de escalas. Y, la teoría del caos en especial,
según Fernández Díaz, es aplicable al estudio de fenómenos complejos que son
esencialmente no lineales y en los que no es válido el principio de
superposición –en el que todo es más que la suma de las partes-.
1.18 Miguel-Héctor Fernández-Carrión
A la manera de un resumen, sin pretender ser obviamente exhaustivo, se expone
una amplia selección de las diferentes propuestas de pensamiento económico o
economistas que han tratado, teorizado y analizado la economía a lo largo de la
historia, destacando los trabajos publicados desde finales del siglo XIX en
adelante. Si se atiende a la clasificación cronológica que sobre los distintos
contenidos bibliográficos han establecidos Cossa, Schams, Margenstern y Popescu,
se puede aceptar la idea de que la amplia diferenciación conceptual existente
está motivada por el propio criterio personal de los respectivos autores que han
trabajado sobre temas similares, denominándolo de forma distinta a sus escritos:
historia, análisis, opinión, doctrinas... económicas . Lo que en un principio
parece ser correcto, atendiendo a la propia distinción existente en el
tratamiento de su contenido, Perdices de Blas (en “Los historiadores y sus
aproximaciones a la historia del pensamiento económico”) nos demuestra que esto
no es totalmente cierto, pues en ocasiones un libro comprende dos o más enfoques
o aproximaciones distintas como sucede, por ejemplo, con la Historia del
análisis económico de Schumpeter, pero en otras, por el contrario, el autor
tiende a suscribir su trabajo de una determinada tendencia, cuando realmente lo
debería hacer de otra distinta, como la Historia de la economía política en
España de Manuel Colmeiro, que según Perdices se correspondería con la Historia
de las opiniones económicas, y esta posibilidad puede haber sido considerada
conscientemente por parte del autor, dando lugar a lo que denomino doble
enfoque, como sucede a la Historia de las doctrinas económicas de Roll, donde
prosigue un proceso tendente a la historia de las ideas económicas, y por
último, puede igualmente darse el caso de Lajuguer en Las doctrinas económicas
de interrelacionar o une la “Historia de la teoría, doctrinas o sistemas
económicas” con la “Historia de la teoría, doctrinas o sistemas económicas”.
Todo esto puede crear una cierta confusión en el estudio de las ciencias
económicas, y para su clarificación proponemos acogernos, en primer lugar, a los
criterios establecidos por Schumpeter, Hollander, Schwartz y Perdices de Blas.
Y, seguidamente se realiza una nueva clasificación en la que de alguna manera se
conjunta a todos ellos, completándose a continuación con los enfoques propuestos
por Hollander, Roll y Ekelun y Hébert:
1. Historia del pensamiento económica (propuesto por Schumpeter o –Pensamiento
económico- para Hollander), y que según Hutchison puede dar paso en un doble
enfoque de un Sistema de pensamiento a un Sistema de principios económicos
2. Historia del análisis económico (Schumpeter, Hollander, Schwartz, Perdices)
3. Historia de los sistemas de economía política (Schumpeter, -Sistemas de
economía política- Hollander),
4. Historia de las doctrinas económicas (Schwartz, Perdices), mientras que Roll
propone el paso de la Historia de la doctrina económica a la Historia de las
ideas económicas.
5. Historia de las ideas económicas (Roll, como consecuencia del doble enfoque
propuesto por el autor en el punto 4, y tal como se muestra en el punto 7, por
Ekelun y Hébert).
6. Historia de las opiniones económicas (Schwartz, Perdices).
7. Historia de la teoría económica (Perdices). Mientras que Ekelun y Hébert
propone pasar de la Historia de la teoría económica a la Historia de las ideas
económicas.
A partir de esta clasificación elaborada por diferentes economistas, y que
denomino conjunta, me propongo establecer una nueva clasificación de síntesis,
en la que se atienda a las definiciones realizadas por los diferentes autores, y
a la que se añadirá una serie de aclaraciones o complementariedades que se
consideren oportunas para su mejor comprensión:
1 La Historia del pensamiento económica en su conjunto, o en su mayor extensión,
se considera como una disciplina de las ciencias económicas, que puede dar lugar
a diferentes enfoques (o “aproximaciones”, según Perdices...), tales como los
que se recogen en los restantes siete puntos.
Schumpeter considera como Historia del pensamiento económico como “la suma total
de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas económicos, sobre
todo a la política pública que afecta a las cuestiones que en un determinado
tiempo y un determinado lugar ocupan la atención del público”. (Schumpeter:
1982, 75). Pero, también, puede tenerse en consideración como un simple enfoque,
particular, sobre la economía, como realiza en cierta forma Hollander al
entender que engloba las opiniones referentes a la política pública relativa a
asuntos económicos, y que se originan con criterios públicos, y es precisamente
por esto Perdices denomina a este criterio una “Historia de las opiniones” (no
alude a historia del pensamiento económico). En cambio, que Lajugie destaca “El
encadenamiento del pensamiento económico”que
Permite no sólo destacar mejor el sentido y alcance de las tesis de los diversos
autores, sino también poner más de relieve el desarrollo y el enriquecimiento
progresivo del pensamiento económico, la filiación de las diversas escuelas que,
por influencia o por reacción, se entrelazan y presentan un carácter de
continuidad más profundo que sus aparentes antagonismos (Lajugie: 1972, 6-7).
Mientras, Hutchison establece un criterio de transformación (doble enfoque) por
el que los Sistema de pensamiento económico que darán lugar a un Sistema de
principios económicos, en general.
2 Sistema de principios económicos. Hutchison considera que los Sistemas de
pensamiento “con sus orígenes y subsiguientes desarrollos (....), la mayoría y
los más destacados de estos economistas [individualmente o en escuelas]
construyeron, con criterio unitario, extensos sistemas de principios económicos”
(Hutchison: 1967, 7).
3 La Historia del análisis económico, es tomada en consideración por Schumpeter,
como posteriormente lo hará también Hollander, Schwartz y Perdices. En
particular, Schumpeter la define como “la historia de los esfuerzos
intelectuales realizados por los hombres para entender los fenómenos económicos,
o bien –redundando en lo mismo- la historia de los aspectos analíticos o
científicos del pensamiento económico” (Schumpeter: 1982, 37). “De ahí –que
Perdices dirá siguiendo el criterio establecido por Schumpeter- que más que la
personalidad de los economistas, y más que el contexto en que se desarrollan su
actividad, nos interesen las aportaciones que realizaron al perfeccionamiento
del análisis” (Perdices: 1999, 592), y todo ello ha configurado el proceso
científico de los economistas. Aunque, al final Schumpeter propone que “sería
posible escribir paralelamente una historia del análisis económico y otra de las
opiniones populares acerca de temas económicos” (Schumpeter: 1982, 37).
4 La Historia de las doctrinas económicas, la cuestionadan Schwartz y Lajugie ,
aunque Perdices señala que
5
Los historiadores de las doctrinas económicas consideran todas las teorías
formuladas en el pasado como un reflejo más o menos fiel de las condiciones en
que surgieron. No obstante, la connotación de esta aproximación es la importante
carga ideológica que conlleva, así como las referencias históricas a puntos
particulares de doctrina (Perdices: 1999, 581).
Y, que Schumpeter califica como “las referencias históricas a puntos
particulares de doctrina” (Schumpeter: 1982, 435, n. 4). Mientras, Roll con un
criterio de transformación (o doble enfoque) la Historia de las doctrinas
económicas la ultima en la Historia de las ideas económicas.
6 La Historia de la teoría económica, es considerada por Perdices, a partir del
criterio establecido a este respecto por Blaug, y que centra en el estudio
crítico de las teorías del pasado bajo el criterio de la teoría económica
actual. Aunque atendiendo a la consideración de la existencia de un criterio
evolutivo y progresivo de las ideas, estas transformaciones no tiene un valor
absoluto, pues obviamente será tenido en consideración y criticado en un futuro,
como ha venido sucediendo a lo largo de la historia. Y, que Ekelun y Hébert
tenderán a considerar la Historia de la teoría económica en última instancia
como una Historia de las ideas económicas.
7 Historia de las opiniones económicas. Aunque es Schumpeter en su Historia del
análisis económico quien alude a las “opiniones” económicas al referirse a la
necesaria comprensión del pensamiento económico en general, como “la suma total
de todas las opiniones y todos los deseos referentes a temas económicos”
(Schumpeter: 1982, 75), y por extensión se puede considerar que una parte de
este conjunto de opiniones, la constituye exclusivamente las opiniones
económicas, en el sentido que lo toma Perdices al señalar como tales a “aquella
aproximación que recoge la colección de ideas con algún contenido económico
compartidas por no profesionales, y que, utilizando las palabras de Schumpeter,
‘flotan en la mente pública’” (Perdices: 1999, 580). Pero con la mayor anuencia
de profesional puede dar lugar a lo que también define Schumpeter como
“opiniones populares acerca de temas económicos”. Y, a pesar de una posible
desconsideración académica, Schumpeter insiste en señalar, que “sería posible
escribir[la] paralelamente [a] una historia del análisis económico” (Schumpeter:
1982, 75).
8 A la Historia de las ideas económicas ha llegado Roll a partir del desarrollo
de doble enfoque sobre la Historia de las doctrinas económicas. Mientras que
Ekelund y Hébert, por el contrario, lo han hecho desde la consideración última
de la Historia de las teorías económicas. En este sentido, Roll considera que
9
En la historia de las ideas económicas, una multitud de otros factores causales
ha estado operando para producir una teoría o una actitud determinada en una
época dada; muchos de ellos de una influencia más directa que el económico, al
cual están eslabonados finalmente (…). [Aunque] tampoco puede negarse que las
ideas, a su vez, influyen en el desarrollo de la práctica económica (…) [y por
último] la falta de una secuencia cronológica clara en la evolución de la
doctrina económica es más perceptible cuando se comparan países diferentes
(Roll: 1974, 11-16).
Mientras que Ekelun y Hébert, entiende que los historiadores del pensamiento
económico han estado
Trabajando en el descubrimiento de nuevas contribuciones y anticipaciones,
reinterpretando aportaciones pasadas y evaluando las nuevas ideas que informan y
amplían el flujo de la literatura económica contemporánea (...) [y en particular
el libro] presenta, en forma inteligible y amena, las principales ideas teóricas
y metodológicas que han formado y continúan formando la economía contemporánea
(...) [atendiendo a] las contribuciones analíticas del pasado, tanto las que han
conseguido incorporarse a la corriente principal de la economía como las que no
lo han hecho, han configurado la teoría económica contemporánea (...) (Ekelund,
Hébert: 1997, XVII-XIX).
8 La Historia de los sistemas de economía política, es tenida en consideración
por Schumpeter y Hollander. Schumpeter, la define como una
Exposición de un amplio conjunto de procedimientos económicos que su autor
propone sobre la base de ciertos principios (normativos) unificadores, tales
como los principios del liberalismo económico, el socialismo, etc. [Y] esos
sistemas entran en nuestra consideración en la medida en que contienen trabajo
genuinamente analítico” (Schumpeter: 1982, 74).
Y, en cambio, Perdices la entiende como una “Historia de las doctrinas
económicas”, aunque Schumpeter considera la Historia de las doctrinas como “las
referencias históricas a puntos particulares de doctrina”. Mientras, Hollander
presenta a los Sistemas de economía política (o “Historia de las doctrinas
económicas” –Perdices de Blas-), la presenta como un “conjunto completo de
políticas económicas basadas en algún principio unificador de carácter
normativo, tales como el socialismo o el marxismo” (Hollander: 1987, 7-8), por
lo que Perdices, al igual que hiciera con la historia de los sistemas de
economía política de Schumpeter, denomina también historia de las doctrinas
económicas a los sistemas de economía política propuesto por Hollander. Pero si
pensamos en la Historia de los sistema de economía política en su mayor
extensión se podría denominar Historia de los sistemas económicos, aunque con
ello pasaría a un segundo lugar la economía política, a pesar de la importante
aportación que ha hecho desde sus orígenes a las ciencias económicas.
Una vez realizada esta clasificación metodológica de síntesis de la Historia del
pensamiento económico, se puede terminar indicando, que se puede atender a las
corrientes relativista y absolutista propuesta por Blaug, a las reconstrucciones
históricas (relativistas) y reconstrucciones racionales (absolutistas), de Rorty
y aplicadas por Blaug, o la propuesta de establecer una diferenciación
específica entre la metodología implícita cuando el objeto, el tema... de
análisis se toma como centro de debate o si por el contrario el autor (con
criterios metodológicos, referencias históricas...) se propone como punto de
referencia, dando lugar de esta forma a dos posicionamientos distintos y
antagónicos: receptivo (“positioning receptive”) o directo e interpretativo
(“interpretative”) o indirecto, respectivamente.
2 Aportaciones teóricas de economistas españoles al pensamiento económico
Después de cotejar una amplia bibliografía sobre el tema se ha tenido constancia
de la ausencia de una aportación significativa española en el Pensamiento
Económico internacional, antes del siglo XVII y después del siglo XVIII, pues
ninguno de los autores citados sean pensadores económicos como economistas en
general no son referenciados normalmente en la bibliografía internacional sobre
la materia, a excepción de lo que hace, de forma minoritaria en España, Fuentes
Quintana et al en Economía y economistas españoles (VII vol.) y Cristina
Quintana García en su tesis doctoral Capacidad emprendedora y racionalización
organizativa: estudio teórico-empírico de su papel en la creación y desarrollo
de las empresas andaluzas (Málaga, 1999) . Los autores españoles incluso
economistas prestigiosos como Juan Velarde cuando trata de establecer una
Introducción a la historia del pensamiento económico español en el siglo XX, no
presenta ningún criterio personal sobre la materia, como lo hace en parte Manuel
de Torres a aludir al pensamiento expresado por Knight o Marcial Campos a
Drucker, sino que pocos versan en general sobre algunos aspectos generales de la
teoría del empresario (como lo hace Fernández Pirla, Marcos de Fuente... y
Manuel Jesús González), a excepción, de Amando de Miguel y Juan J. Linz, que a
partir de un análisis empírico de “psicología social” sobre los empresarios,
muestran unas conclusiones personales bajo el título de “Tipos humanos y
conducta empresarial” (1963). Tampoco es posible obviar la pretensión de
desarrollo del pensamiento económico realizado por varios economistas españoles,
durante el siglo XX, como lo realiza Flores de Lemus, Bernis... y Bermúdez
Cañete, según la opinión de Juan Velarde (1974), y es proseguido de forma
analítica por el “Seminario sobre pensamiento económico” en la Facultad de
Ciencias Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, dirigido por Pedro
Schwartz... (como indica Luis Perdices –2004-).
Apéndice
Cuadro 1: Clasificación de los enfoques de análisis y metodologías implícitas en
la comprensión economía
Autores Enfoques de análisis Metodología implícita Contenido y cronología
Cossa, Schams, Morgenstern 1768-1837 (Ensayos bibliográficos)
1837-1871 (Obras sistemáticas)
+1871 (Obras críticas)
Popescu 1768-1824 (Ensayos bibliográficos)
1824-1837 (E. sistemáticos)
1837-1860 (Obras rudimentarias)
1860-1871 (O. Documentales)
1871-1914 (O. Doctrinales)
+1914 (O. Técnicas)
Hutchison Sistema de pensamiento a Sistema de principios económicos
Schumpeter Historia del análisis económico
Hª de los sistemas de economía política
Hª del pensamiento económico Orígenes-1790
1790-1870
1870-1947
Hollander Hª del análisis económico
Pensamiento económico
Sistema de economía política
Heiman Método ecléctico
M. [evolutivo]
M. de aproximación [política]
[Método conjunto]
Roll Hª de la doctrina económica a Hª de las ideas económicas [Actitud moderna]
[A. Apologética]
[A. Conclusiva]
Blaug
Blaug (Rorty) Corriente absolutista
relativista
Geistesgeschicht
(Hª del espíritu)
Reconstrucciones históricas
R. racionales
Apología doctrinal
Spiegel Hª del pensamiento de economía política a
Hª cultural
(o humanista) del pensamiento económica
Oser y Blanchfield Historia del pensamiento económico (ideas económicas)
Escuelas Escuela mercantilista
Escuela fisiocrática
Escuela clásica (precursores: Adam Smith, David Ricardo, Malthus, Bentham, Say,
Senior y Mill)
Escuela histórica alemana
Escuela marginalista: (Jevons, los austriacos y Clark, Marshall...)
Escuela institucionalita: (Veblen, Commons, Mitchell...)
Escuela Keynesiana
Ekelun, Hébert Hª de la teoría económica a Hª de la ideas económicas
Lajugie Hª de la teoría, doctrinas o sistemas económicas
Hª de la doctrina e Hª de los hechos económicos
Encadenamiento del pensamiento económico Análisis teórico
Punto de vista doctrinal
Plan institucional
Schwartz Hª del análisis
Hª de la doctrinas
Hª de las opiniones
Stinglitz Ciencia económicas: teoría y modelo Descubrimiento e interpretación de
relaciones
Causación frente a correlación
Experimentos en economía
Castells Revolución de la tecnología de la información sobre economía y sociedad
Teoría transcultural y exploratoria sobre economía y sociedad en la era de la
información, en una referencia específica de una nueva estructura social y nueva
economía
Perdices
(9-4) Hª de las opiniones económicas
Hª de las doctrinas económicas (9-4)
Hª del análisis económico (9-4)
Hª de la teoría económica (9-4)
Hª nacional de la doctrina económica (9-4)
Paradigmas alternativos y distintos programas de investigación (9-4)
Historias de las doctrinas económicas desde la perspectiva de una escuela de
pensamiento (4)
Historias de las ideologías económicas (4) Defensa explícita
Defensa recopiladora
Castejón Empresarios en el pensamiento económico
Santos Empresarios y empresas en la historia del pensamiento económico a Hª
económica de la organización industrial
Casares (McCloskey, Kramer) Hª Pensamiento económico Retórica de la ciencia
económica
M-H Fernández-Carrión Hª del pensamiento económico
Sistema de principios económicos
Hª del análisis económicos
Hª de las doctrinas económicas
Hª de la teoría económica
Hª de las opiniones económicas
Hª de las ideas económicas
Hª de los sistemas económicos Posicionamiento receptivo
P. interpretativo
Fuente: Elaboración propia
Nota.- Se expresa en negrita el texto de los respectivos autores, y en normal el
texto aducido
De Luis Perdices se alude a dos textos con contenidos distintos a “Los
historiadores y sus aproximaciones a la historia del pensamiento económico”, de
1999 (al que me refiero como 9) y al “Breve ensayo bibliográfico sobre manuales
de Historia del Pensamiento Económico”, de 2004 (4)
Cuadro 2: Clasificación de las aproximaciones y dobles enfoques de análisis
comparativo para la comprensión económica
Hª del pensamiento económica (Schumpeter, Hollander) Sistema de principios
económicos (Hutchison)
Hª del pensamiento económico (Oser y Blanchfield) Ideas económicas (Roll,
Ekelun, Hébert)
Historia del análisis económico (Schumpeter, Hollander, Schwartz, Perdices)
Historia de las doctrinas económicas (Schwartz y perdices) Historia de las ideas
económicas (Roll)
Historia de la teoría económica (Perdices) Historia de las ideas económicas
(Ekelun y Hébert)
Historia de las opiniones económicas (Schwartz y Perdices)
Historia de los sistemas de economía política (Schumpeter, Hollander)
Fuente: Elaboración propia
Cuadro 3: Clasificación de los enfoques de análisis comparativos para la
comprensión economía
Autores Enfoques de análisis Doble enfoque de análisis Autores
Schumpeter
Hollander
Schwartz
Perdices (9)
F-Carrión Historia del análisis económico
Schumpeter
Hollander
Propuesta Hª de los sistemas de economía política
(Sistemas de economía política)
Hª de los sistema económicos
Schumpeter
F-Carrión
Oser y Blanchfield
Hollander
Lajugie Hª del pensamiento económico
Hª pensamiento económico
(Pensamiento económico)
Encadenamiento del pensamiento económico Hª del pensamiento de economía política
a Hª cultural (o humanista) del pensamiento económico
Sistema de pensamiento a sistema de principios económicos
Hª pensamiento económico (en escuelas y corrientes) a partir de las ideas
económicas (individuales o de grupo)
Empresarios y empresas en la historia del pensamiento económico a Hª económica
de la organización industrial
Empresarios en el pensamiento económico Spiegel
Hutchison
F-Carrión
(Roll, Ekelun, Hébert)
Santos
Castejón
Schwartz
Perdices (9)
F-Carrión
Lajugie Hª de las doctrinas económicas
Hª de la doctrina e Hª de los hechos económicos Hª de la doctrina económica a Hº
de las ideas económicas Roll
Schwartz
Perdices (9)
F-Carrión Hª de las opiniones económicas
Perdices (9)
F-Carrión
Lajugie Hª de la teoría económica
Hª de la teoría, doctrinas o sistemas económicas Hª de la teoría económica a Hª
de la ideas económicas Ekelun y Hébert
F-Carrión
(Roll, Ekelun, Hébert) Hª de las ideas económicas
F-Carrión
(Hutchison) Sistema de principios económicos
Perdices (9)
Perdices (4) Hª nacional de la doctrina económica
Hª de las doctrinas económicas desde la perspectiva de una escuela de
pensamiento
Hª de las ideologías económicas
McCloskey, Kramer Retórica de la ciencia económica
Fdez. Díaz Teoría del caos (economía dinámica caótica)
Fuente: Elaboración propia
Nota.- De Luis Perdices se alude a dos textos con contenidos distintos a “Los
historiadores y sus aproximaciones a la historia del pensamiento económico”, de
1999 (al que me refiero como 9) y al “Breve ensayo bibliográfico sobre manuales
de Historia del Pensamiento Económico”, de 2004 (4)
Cuadro 4: Propuesta de enfoques teóricos y metodologías implícitas en el
Pensamiento Económico
Ciencias Económicas
Autores Metodología implícita Autores
F-Carrión Posicionamiento representativo Posicionamiento interpretativo
F-Carrión
Blaug Corriente relativista Corriente absolutista Blaug
Blaug (Rorty) Geistesgeschicht (Hª del espíritu) Reconstrucciones racionales
Rorty (Blaug)
Blaug (Rorty) Reconstrucciones históricas Apología doctrinal
(-Falsa interpret.-) Rorty (Blaug)
Heiman Método [evolutivo] Método ecléctico Heiman
Heiman Método [conjunto] Método de aproximación [política] Heiman
[Actitud moderna]
[Actitud Apologética]
(–Falsa interpret.-)
[Actitud Conclusiva] Roll
Análisis teórico
Punto de vista doctrinal
Plan institucional Lajugie
Stinglitz Descubrimiento Interpretación de relaciones
Causación frente a correlación
Experimentos en economía Stinglitz
Castells Teoría transcultural y exploratoria sobre economía y sociedad en la era
de la información, en una referencia específica de una nueva estructura social y
nueva economía
Perdices Defensa recopiladora Defensa explícita Perdices
McCloskey, Kramer Retórica de la ciencia económica
Fdez. Díaz Teoría del caos (economía dinámica caótica)
Historia del pensamiento económica
Posicionamiento receptivo Posicionamiento interpretativo
Sistema de principios económicos Historia del análisis económico
Historia de las doctrinas económicas Historia de las ideas económicas
Historia de la teoría económica Historia de las opiniones económicas
Historia de los sistemas económicos
Fuente: Elaboración propia
Nota.- Se expresa en negrita el texto de los respectivos autores, y en normal el
texto aducido
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