Marcelo Fabián Vitarelli
Resumen.
El trabajo aborda el tratamiento preliminar de las relaciones entre la Economía
y la Educación en la enseñanza universitaria en el marco del paradigma de las
ciencias de la complejidad. Es decir que se atreve a pensar la naturaleza y
estructura del complejo “economía y educación” en el orden de la formación de
educadores en la universidad argentina del siglo XXI a partir de nociones
alternativas al paradigma que ha sido el oficial. Pensar dicha relación implica
superar el modelo positivo de la ciencia que instaló a la Economía de la
Educación como campo de saber hegemónico para hacer pie en un fundamento
epistemológico acorde a los desarrollos recientes de concepciones que desplazan
al pensamiento lineal, determinista y universalista.
Palabras clave.
Educación, economía, enseñanza, universidad, ciencias de la complejidad.
Este texto fue presentado como ponencia al
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El curso de “ECONOMIA Y EDUCACION” constituye una instancia pedagógica
obligatoria de enseñanza y aprendizaje para quien aspira al grado académico de
licenciado en Ciencias de la Educación que se forma en la Facultad de Ciencias
Humanas de la Universidad Nacional de San Luis. Dicho espacio previsto en la
currícula del Pedagogo se inscribe en el horizonte que amplía el espectro de los
posibles campos laborales y su debate en la sociedad actual. Asimismo tomando
como punto de partida una intensificación de las relaciones teoría-práctica
propone la necesidad de una mayor profundización de carácter transdisciplinario
a la luz de prácticas históricas contextualizadas en la realidad social en la
cual el futuro profesional deberá actuar.
El quehacer profesional del licenciado en Ciencias de la Educación tiene como
horizonte el conjunto de prácticas que acontecen en una sociedad en constante
transformación. La inmersión en el campo de lo social fundamenta la necesidad de
adquirir en este momento particular de la praxis, herramientas para intervenir
la realidad a partir de sus demandas y necesidades en marcos democráticos de
acción. La agitada vida de las democracias latinoamericanas nos exige el desafío
de dar respuestas alternativas a las necesidades reales y concretas que el
presente nos plantea, para lo cual los fundamentos de una economía en
interacción constante con la educación nos sirven convenientemente.
“Para algunos se estaría dando un cambio inevitable de modelo, de una economía
internacional industrial – cuyo principal recurso era el aparato productivo
transformador de la naturaleza, gran insumidor de fuentes de energía no
renovable, y cuyo monopolio constituía la base de una sociedad excluyente- al de
una economía global donde el principal recurso es el conocimiento, el cual
tendría la característica de no tener (ahora sí) límites, y de estar al alcance
de todos. De ahí la centralidad atribuida a la educación en estas nuevas
condiciones, como productora – reproductora y distribuidora del principal
recurso económico”
En el orden de ir construyendo una identidad profesional es que hoy nos
acercamos a modo de ejercicio a las posibles relaciones de “Economía y
Educación” como campo de saber con un grupo de incumbencias que el licenciado en
Ciencias de la Educación debe llevar adelante; asimismo, nos preocupa el espacio
que ocupa en la propuesta curricular este campo de saberes, y finalmente, nos
interrogamos acerca de su estatuto epistemológico en construcción y debate en el
plano de la reforma de la enseñanza en el sistema universitario.
2. Economía y Educación en el marco de la formación profesional de un educador
a) El plano de las Incumbencias profesionales
En el horizonte de análisis de las regulaciones sociales que atraviesan la
relación educación – sociedad en los 90 en América Latina y en particular en
Argentina, la economía juega un papel preponderante. Los vínculos entre
educación y desarrollo económico que vivieron durante el proceso de
industrialización los países desarrollados en las primeras décadas del siglo XX,
y Latinoamérica en particular desde 1930, comenzaron a ser cuestionados hacia
inicios de 1980. Dicho cuestionamiento tiene que ver con el creciente aumento de
las riquezas de las naciones y la pobreza que atraviesan sus poblaciones.
Discusiones encontradas en torno a las transformaciones sociales van a marcar
fundamentalmente un proceso de pauperización que se dirige marcadamente a las
condiciones de trabajo, como efecto propio de la globalización .
Los países latinoamericanos se encuentran con políticas sociales orientadas a
los más pobres y desfavorecidos, a las privatizaciones y a las
descentralizaciones entre otras características, de modo tal que las políticas
sociales liberales en su aspecto más nuevo de las políticas están centradas en
procesos de reestructuración de los Estados sobre la base del liberalismo
económico. El concepto de mercado se encuentra en mutación, las fuerzas sociales
se tornan complejas, nuevos escenarios hacen su entrada y la condición de
educación en los 90 necesita ser reconsiderada . El énfasis en la educación
forma parte de una revalorización social de los conocimientos y de la convicción
de que estamos en una era global en la cual los países con mayores perspectivas
económicas y de crecimiento de la ciudadanía serán aquellos con mejor acceso y
calidad de educación.
La gestión de la cartera educativa nacional en Argentina intentó ampliar su
legitimidad a través de reformas educativas que buscaron transformar el sistema
escolar mediante estrategias e instrumentos de un centro altamente modernizante
y profesionalista . En este marco nuevos marcos jurídicos – Ley Federal de
Educación y Ley de Educación Superior- van a plasmar concepciones de la época y
funcionar como el aparato visible de cambios en las formas de regulación social
que modificaran notablemente el panorama local. Desde allí aparece entonces,
entre otros, en el campo de la enseñanza universitaria, la necesidad de insertar
al educador en tanto profesional de lo social en el marco de problemáticas tales
como: la inserción laboral, las formas de relación vigentes entre la inserción y
la formación profesional, la educación en el marco del aparato productivo, etc.
todo lo cual nos interesa en tanto que demanda de nuestras instituciones
educativas jóvenes egresados profesionales con una formación sólida para
intervenir en la realidad y hacer frente a las mutaciones de la geopolítica del
sistema.
Pensamos que el complejo de saberes que dibuja « Economía y Educación » puede
contribuir a desarrollar campos en las siguientes incumbencias del Licenciado/a
en Ciencias de la Educación :
• « Elaborar y evaluar modelos y propuestas curriculares a niveles macro y micro
educativos, para la educación formal ; presencial ; a distancia y para los
procesos de formación de formadores o formación de extensionistas » ;
• « Diseñar, dirigir, ejecutar y evaluar planes, programas, proyectos educativos
y culturales, proyectos destinados a la capacitación de recursos humanos y
proyectos de investigación educativa » ;
• « Elaborar, ejecutar y evaluar modelos y diseños de organización y
administración educacional » ;
• « Elaborar, ejecutar y evaluar planes, programas y proyectos de información y
orientación educacional y ocupacional » ;
• « Administrar y organizar unidades y servicios educativos y pedagógicos » ;
• « Asesorar en la formulación de políticas educativas y culturales » ;
• « Participar, desde la perspectiva educativa, en la elaboración, ejecución y
evaluación de planes, programas y proyectos de acción sociocultural en
comunidades » ;
• « Asesorar para el diseño y planeamiento de los espacios y de la
infraestructura, destinados a actividades educativas, recreativas y culturales »
;
• « Diseñar y realizar acciones de análisis e intervención institucional ».
b) La currícula de formación del licenciado en Ciencias de la Educación :
Los saberes del complejo « Economía y Educación » pueden contribuir en la praxis
profesional del licenciado en Ciencias de la Educación en tanto que posibilitan
• Llevar adelante un compromiso ético – político, ya que desde el nivel de
fundamentos específicos el futuro profesional se encuentra en condiciones de
aportar a lo social y de intervenir con prácticas específicas;
• Desarrollar una actitud crítica – reflexiva, basada en un análisis e
interpretación de lo real, comprometida con las necesidades y demandas de un
tiempo y una geografía local en donde se encuentran acotadas las prácticas;
• Consolidar una formación teórico – práctica, en el sentido de la integración
de saberes disciplinarios que se han recibido previamente en la formación y la
potenciación de los mismos a la luz de una nueva lectura de la problemática
presente;
• Instrumentar una actitud abierta y cooperativa en diálogo permanente con la
realidad en el orden de la preservación de la condición humana y de una mejor
calidad de vida;
Para poder poner en marcha estas acciones se necesita entonces:
a) de un riguroso trabajo interdisciplinario que vincule los distintos campos de
saberes implicados en este “conjunto”;
b) de igual manera exige una profundización del campo de saber de las ciencias
de la educación como espacio de conocimiento que aporta a lo social y desde allí
recibe los nutrientes para su reflexión permanente;
c) una instancia de diálogo y retroalimentación entre las prácticas
profesionales, docentes e investigativas que desde este espacio se generen y que
puedan dar y recibir diferentes aportes; y finalmente
d) una “vigilancia epistemológica” en esta región del conocimiento pedagógico
que se inscriba en un auténtico “racionalismo aplicado”.
Lo hasta aquí esbozado nos sirve como marco interpretativo para operar una
“vigilancia epistemológica” de la currícula de formación del licenciado en
Ciencias de la Educación, en la cual hemos de distinguir:
a) los aportes que Economía y Educación recibe del campo de espacios
disciplinarios instalados en la ciencia contemporánea,
b) los aportes que Economía y Educación recibe de algunos campos aplicados que
hacen a la labor específica de las ciencias de la educación como espectro de
saber,
c) el trabajo de colaboración que Economía y Educación puede realizar con otros
campo del saber social entrando en diálogo permanente con ellos, y
d) los aportes que Economía y Educación realiza a campos de saber alternativos
que se estructuran en torno a problemáticas contemporáneas de la pedagogía.
Figura de síntesis
ECONOMIA Y EDUCACION
Recibe aportes
Espacios Campos
disciplinares aplicados
Trabaja en colaboración
Campos del saber de lo social
Aporta
Campos del saber alternativos
En primer lugar podemos afirmar que recibe aportes considerables del campo de
fundamentos generales que tienen que ver con las disciplinas tradicionales,
ellas aportan desde el espacio de las ciencias sociales las bases para pensar
una relación posible entre “Economía y Educación”. De este modo llegan hasta
aquí la filosofía, la sociología, la antropología, la teoría pedagógica y la
historia dando un contexto de referencia al pensar de nuestro campo. De igual
manera la Epistemología de las Ciencias Sociales brinda el punto de referencia
para comprender la “Alianza de los saberes” necesarios para abordar nuestro
estudio; la Política educacional nos introduce en el campo de las políticas
públicas, la relación entre el Estado, la sociedad civil y el poder, los cuales
entre otros aspectos nos aportan elementos de comprensión directa para el
comportamiento de la economía a distintas escalas de consideración.
En segundo lugar los fundamentos se refieren a campos de aplicación específicos
que designan una región de saberes introduciendo particularidades y definiciones
conceptuales directas a nuestro objeto de estudio. Problemáticas como las de la
Educación de adultos, la Educación no formal y la de la Marginalidad y la
exclusión nos sitúan en un universo próximo de la realidad de las necesidades
sociales de las cuales se ocupa la economía y la educación. Por último el
Gobierno y la gestión institucional nos colocan en el filo de temas que pueden y
deben entenderse en estrecha relación y debate con nuestro objeto de
conocimiento;
En tercer lugar pensamos que “Economía y Educación” puede realizar un trabajo en
colaboración con otros campos del saber social que recibe el alumno, tales como:
el Planeamiento educacional y el Análisis institucional. La Agenda de
planificación para América latina desde lo micro a lo macro, se encuentra
atravesada por relaciones económicas, por realidades que necesitan de las
múltiples lecturas posibles de la cultura institucional. De este modo nuestro
objeto de estudio puede trabajar con campos de saber en estrecha relación,
interactuando sistemáticamente y retroalimentándose; así se presenta al alumno
como un campo de saberes compartidos que no por ello no guarda su propia
especificidad;
Finalmente diremos que “Economía y Educación” puede realizar sustantivos aportes
a otros campos de saberes y prácticas con los cuales comparte el espacio de
formación y que hoy constituyen área de innovación dentro del saber pedagógico.
Por un lado se encuentra a la base de la Organización social del trabajo y la
educación y de las Condiciones estructurales del trabajo docente, otorgando
fundamento desde la evolución misma de las relaciones entre la economía y la
educación; la Formación y capacitación en distintos ámbitos laborales requiere
de un manejo claro del mercado de trabajo y del mercado económico en donde se
insertan las prácticas, allí nuestro espacio de conocimiento actúa directamente
dando sustento a la práctica. Para cerrar este apartado diremos que el campo de
la Praxis V, también llamado “práctica profesional” aparece como un espacio
propicio de integración de saberes en donde la economía, el trabajo, la
formación y capacitación en ámbitos laborales se relacionan directamente con la
educación comprendida fundamentalmente como práctica social, de la cual emanan
las prácticas: docentes, investigativas y profesionales ( Ver el cuadro
explicativo de Asignaturas y Ejes de contenidos colocado como anexo 1)
3. Hacia la construcción del estatuto epistemológico de “Economía y Educación”
a) “Economía y Educación” versus “Economía de la Educación”
Desde el punto de vista histórico la modernidad ha sido preparada a partir de
determinadas condiciones de posibilidad que sentaron una nueva imagen de la
realidad, entre ellas:
• El Renacimiento por un lado como proyecto civilizatorio en donde la
estabilidad y la medida de todas las cosas serán desplazadas por el movimiento y
el afán de romper los límites,
• La Reforma y Contrarreforma en el plano religioso que traerá aparejada la
fragmentación de la unidad cristiana junto a la introducción de la práctica de
la tolerancia, y finalmente
• La Revolución comercial operada a partir del 1400 con la declaración del
comercio como empresa mundial y el mercantilismo como filosofía de vida.
Es esta modernidad la que se caracteriza, según Mario Casalla, por una serie de
rupturas tales como:
a) ruptura del ritmo y del espacio del mundo,
b) ruptura de la unidad del proyecto europeo-occidental de existencia,
c) ruptura de los límites del poder que finalmente trae aparejado la aparición
del mercado, del tráfico y del dinero como símbolos de un nuevo tiempo
histórico.
“Esto permite explicar, además, que en el campo del conocimiento haga su
aparición una nueva ciencia encargada de reglar y estudiar el mercado en su
conjunto, tanto como de diagnosticar y predecir su comportamiento: la Economía”
. La economía ocupará entonces el lugar privilegiado dentro de esta nueva
maquinaria social, que a futuro gestaría la idea del “orden y progreso” trayendo
aparejado la instalación del mundo como mercado junto a la producción y el
universo de las mercancías. La economía, la política y la sociología, buscaron
encontrar su espacio en las nacientes ciencias sociales a partir de la adopción
de métodos cuantitativos apoyadas en el principio del determinismo del universo
de lo social, tratando entonces leyes de alcance universal afines a las ya
formuladas por la física.
La nueva disciplina se constituyó entonces como un tipo de saber moderno que
ocupó el amplio espectro de lo social rechazando los lazos de intercomunicación
con su medio, abstrayendo y construyendo entonces en su lugar un campo
conceptual compartimentado que desafió la multi-dimensionalidad a partir de la
modelización matemática cerrada en si misma. De este modo, la economía que
aparece en nuestros días como una ciencia social matemáticamente desarrollada es
la ciencia social que desde el punto de vista humano se encuentra más retrazada
.
La economía de corte cerrado fortaleció la idea y el papel de un especialista
descontextualizado, como así también la de una hiper-especialización abstrayendo
las características en que las condiciones económicas acontecen. En consecuencia
un saber fragmentado y parcial intentó ocupar el espacio de reflexión de la
condición humana, pero sus resultados al presente nos hablan más de su
inoperancia o ineficacia, que de logros sustantivos. La economía se inscribía
entonces en el horizonte de la ciencia clásica de carácter newtoniano apoyada en
el determinismo. Sin embargo, “no se puede considerar la economía como una
entidad cerrada: Es una instancia autónoma dependiente de otras instancias,
ellas también autónomas/dependientes unas de las otras” . Este modo de
pensamiento que simplificó la realidad y trató con ligereza la condición humana
lideró el movimiento en el cual surgió la Economía de la Educación como
disciplina.
Si bien las referencias sobre los preliminares para establecer la relación entre
el valor económico del ser humano y su productividad pueden remitirse a varios
siglos atrás, es aproximadamente 35 o 40 años atrás que la línea de Economía de
la Educación comenzó a formularse a partir de la teoría del capital humano .
Antes de 1960 nadie había utilizado el término “economía de la educación”, el
cual fuera pronunciado por Theodore Schultz ante la reunión anual de la American
Economic Association , dando inicio a un movimiento de aceleración en la
investigación en el terreno. La teoría del capital humano se constituyó
rápidamente como la respuesta válida para la comprensión “racional” de las
inversiones en educación y en el campo de la formación. En esta línea se
estudiaron las relaciones entre la inversión y el crecimiento económico, entre
la inversión y el rendimiento y los factores asociados y entre la inversión
educativa y la distribución de la renta “per cápita” y nacional (Becker, 1964 y
1983; Mincer, 1962; Schultz, 1961 y 1972).
Sin embargo la Economía de la Educación conservó todas las características de la
ciencia madre de donde provenía: parcializó la realidad, la representó
matemáticamente bajo un lenguaje propio y la hizo asunto de especialistas. A
partir de los años 70 en América latina la Economía de la Educación formó parte
del corpus científico de economistas y además del cuerpo de saberes de
planificadores de educación. Sin embargo, el predominio del lenguaje matemático
sobre el de la comprensión de los fenómenos sociales de una manera integral
logró que las cátedras de enseñanza universitaria fueran ocupadas por
economistas de formación que repentinamente imponían reglas de juego a la
educación como fenómeno social; y al no manejar los cientistas sociales este
lenguaje contribuyeron así a un mayor aislamiento y dominio de un grupo que paso
a formar parte de elites de intelectuales y de cuerpos político-técnico en los
ministerios de educación y planificación social en nuestros países. Algunas
líneas de pensamiento se desarrollaron en este marco y son aún objeto de su
enseñanza, tales como: la educación, el empleo y la renta de la mano de la
inversión en capital humano; la educación y el crecimiento debatida tanto por el
enfoque de la producción como del desarrollo humano y finalmente todo lo que
hace a la organización y financiamiento de la educación desde la escolarización
básica hasta la post-obligatoria. Se acuñaron conceptos clave, se estandarizó
rápidamente el gasto en educación y se comparó a nivel internacional,
componentes todos estos que llegan hasta nuestros días y que conservan plena
vigencia.
Ahora bien, esta empresa científica de la cual la economía formaba parte,
caracterizada por el determinismo, la linealidad, el equilibrio y la
reversibilidad que se posicionó desde los lugares de poder planificando los
espacios de transmisión del conocimiento y la acción misma en la vida cotidiana,
es la que en los últimos treinta años vemos como esta siendo criticada y se
desmorona desde el avance mismo de la física y de la matemática con postulados
de cambio. Una auténtica “metamorfosis de la ciencia” al decir de Ilya Prigogine
impulsa restaurar la relación del hombre con la naturaleza como práctica
cultural. “…en lugar de las certezas, aparecieron las probabilidades; en lugar
del determinismo, el caos determinista; en lugar de la linealidad, la tendencia
a alejarse del equilibrio y a la bifurcación; en lugar de las dimensiones de
enteros, los fractales; en lugar de la reversibilidad, la flecha del tiempo…”
Una auténtica revolución que conlleva a las ciencias naturales y a las sociales
a repensar el presente y los cánones con los cuales se vino validando el
conocimiento desde la modernidad a nuestros días, como asimismo a sus espacios
de enseñanza en los claustros universitarios.
Una propuesta posible de ser pensada en torno a la delimitación del campo de
conocimiento ya no de una Economía de la Educación de corte positivista, sino la
que dibuja ahora la “Economía y Educación”, es aquella cuya plataforma nos
brinda el pensamiento complejo de Edgar Morín desde donde la integración o
alianza de los saberes nos arroja una nueva mirada a la realidad bajo una
reflexión colmada de interesantes desafíos. Se trata entonces de impulsar, de
potenciar un pensamiento que distingue y une a la vez como instancias que se
complementan y que no son excluyentes. El conocimiento de cada una de las partes
nos lleva hacia el camino del conocimiento de la totalidad, de la globalidad y
viceversa, en donde el análisis y la síntesis juegan dialécticamente. Esto
responde al convencimiento que “la educación debe favorecer la aptitud natural
del espíritu a poseer y resolver los problemas esenciales y, correlativamente,
estimular el pleno empleo de la inteligencia general ” Es este pleno empleo el
que implica el uso sin límites de la curiosidad como facultad natural a la
condición humana. Sin embargo muy a menudo es la escolarización la que se
encarga de adormecer y hasta extinguir esta posibilidad para posibilitar un
pensar de otra manera.
Ahora bien, una propuesta que tome como punto de partida al pensamiento complejo
necesita abordar la realidad que estudia desde la luz que arroja la historia del
pensamiento económico conjuntamente con todas las otras teorías que han surgido
a lo largo del tiempo. El desafío podría radicar entonces en dar cuenta de la
tensión en la cual se inscriben las relaciones entre economía y educación. Una
tensión que da cuenta de la apertura que posibilita el campo de la educación
como práctica social, pero a su vez el otro polo de la tensión vendría dado por
una concepción de economía reductora de la condición humana, puesto que se trata
de analizar el comportamiento recurrente de fenómenos sociales y de intentar
resolver sus incógnitas a partir de unidades, de regularidades objetivables,
matematizables.
Sin embargo el pensar recortado y aislado de los especialistas puede operar
solamente al interior de su compartimiento, ya que la realidad es objeto de
análisis del pensamiento complejo; de un pensamiento cuya visión no quede
reducida al formalismo mecanicista sino que pueda dar lugar a los procesos de
subjetivación, al carácter onto-creador y a la libertad como condición
fundacional del pensar y del obrar. “Por lo tanto, tenemos que pensar el
problema de la enseñanza por una parte, a partir de la consideración de los
efectos cada vez más graves de la compartimentación de los saberes y de la
incapacidad de articularlos entre sí y, por otra parte, a partir de la
consideración que la aptitud para contextualizar e integrar es una cualidad
fundamental del pensamiento humano que hay que desarrollar antes que atrofiar” .
“Economía y Educación” puede ser visualizado entonces como un complejo “inter –
pluri – trans” disciplinario que necesita ser pensado desde lo “eco y
meta”-disciplinario . Aparece ante nosotros como un “complejo” inter.-pluri-trans
en el que las diferentes disciplinas se congregan. En esta propuesta
epistemológica que nos ocupa es en donde radica la vitalidad de los enunciados
sostenidos, ya que la misma no se encuentra acotada a un molde disciplinario; si
bien supone la existencia de una disciplina, se plantea su lugar integrándola y
sumándola a una perspectiva global, más abarcativa, que pueda explicar la
realidad. Así, los procesos de complejización de los cuales puede dar cuenta,
apelan a distintas disciplinas y, al mismo tiempo, a una “pluri-competencia” de
quien las investiga. El intercambio, la cooperación y la pluri-competencia
definirían entonces nuestro objeto de estudio.
El espacio inter-disciplinar significa entonces que diferentes disciplinas se
sientan en una misma mesa de diálogo, a la vez que puede significar también un
intercambio, una cooperación entre las mismas. Aquí la economía por una parte y
la educación por otra, aparecen entonces como componentes visibles de la
relación en una primera aproximación. Por otra parte, la pluri-disciplina,
implica la asociación de diferentes disciplinas en virtud de un proyecto, de un
objetivo común, en el cual operen ya sea como técnicas especializadas que
resuelven un problema, o bien, entran en interacción profunda para concebir un
objeto o un proyecto. Por último economía y educación puede ser mirado como un
complejo trans-disciplinar en el sentido de esquemas cognitivos que atraviesan
las disciplinas y juegan un papel fecundo en la historia del pensamiento humano.
Este espacio inter, pluri y trans -disciplinar afirma Edgar Morin, debe ser
pensado en el sentido eco-disciplinario, es decir, de las condiciones de
producción, de los múltiples contextos en los cuales emergen y se consolidan;
pero también es necesario que sea abordado desde la meta disciplina: es decir
desde una concepción de disciplina simultáneamente abierta y cerrada, que supera
y conserva a la vez.
b) Epistemología, historia de la ciencia y campo de saber.
El pensamiento complejo y las denominadas ciencias de la complejidad que
irrumpen en el universo científico contemporáneo se inscriben pues en el
movimiento que toma como punto de partida a una epistemología de corte
instrumental. Arribar a las consideraciones que implica hablar de una
“epistemología instrumental o alternativa” ha significado un largo proceso de
producción de conocimiento que se ha venido desarrollando en el seno de Equipos
de Investigación de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional
de San Luis; desde el Proyecto de Investigación SECyT Nº 418903 “La producción
de conocimiento y la enseñanza de la filosofía” (1989 – 1994) y el Proyecto de
Investigación Consolidado SECyT Nº 419301 “Tendencias epistemológicas y teorías
de la subjetividad. Su impacto en las Ciencias Humanas” (1995 - 2004), ambos
proyectos dirigidos por la epistemóloga, Prof. Violeta Guyot desde 1989 hasta
nuestros días.
Desde una epistemología instrumental revalorizamos el papel que juega la
Epistemología, la Historia de la Ciencia y el Campo de saber o campo disciplinar
como componentes de un todo que requiere nuestra atención y cuyos desarrollos
nos vienen pre-ocupando al presente. De esta manera cobran interés para el
proceso de enseñanza y aprendizaje que iniciamos en nuestros espacios de
docencia el conocimiento de los fundamentos epistemológicos de la economía e
históricos ligados estrechamente con el campo de la Economía y sus
manifestaciones. Una lectura epistemológica complementada con la historia del
pensamiento económico y social nos permitirá comprender, modificar y transmitir
el campo de saber de la “Economía y Educación” de un modo no dogmático,
promoviendo así el desarrollo de la creatividad en los sujetos que intervienen
en esta práctica .
Reflexión epistemológica
Historia del Pensamiento Económico Economía y Educación
Nos preguntamos acerca de la relación que existe entre la educación y la
economía como espacios de saberes conformados históricamente al interior de las
ciencias humanas y sociales contemporáneas. Allí el “y” define la naturaleza de
la relación y nos remite a un campo de prácticas de conocimiento y de
investigación; todas ellas adquieren relevancia para nuestro análisis presente.
De esta manera el eje epistemológico – histórico atraviesa la comprensión de
este objeto de conocimiento del cual intentamos dar cuenta. Se hace necesario
comprender en profundidad cuáles han sido las condiciones de posibilidad que
hicieron emerger las teorías del siglo XVIII, XIX y XX en el campo de la
economía e interpretación del hecho social y educativo en particular. Esclarecer
dichas condiciones nos ayudará a comprender el sentido y posicionamiento de las
mismas a la luz de cada uno de sus componentes constitutivos. Condiciones de
emergencia, discursos acerca de y prácticas de un sistema nos permitirán abordar
situaciones específicas, como por ejemplo el financiamiento de la educación
latinoamericana y su debate en el eje equidad –eficiencia para los ’90 en
América latina. La economía será objeto de múltiples contextos, por ejemplo: el
de la economía política, el de las políticas sociales y el de las políticas
públicas, entre otros.
Para retomar el cometido inicial de estas palabras queremos traer a la reflexión
las palabras de Immanuel Wallerstein cuando nos dice que “Con referencia a las
ciencias sociales del siglo XXI, puede decirse que serán un campo intelectual
muy interesante, muy importante para la sociedad y, sin duda, muy controvertido.
Es conveniente que entremos en ese campo armados con una combinación de humildad
respecto de lo que sabemos, conciencia de los valores sociales que esperamos que
prevalezcan y equilibrio en nuestras opiniones sobre el papel que nos toca
desempeñar” . He aquí el desafío que nos ocupa en este nuevo milenio del
conocimiento.
Bibliografía.
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perspectiva latinoamericana. Editorial Fraterna, Buenos Aires.
• Castel, Robert (1999) As metamorfoses da questão social: uma crônica da
questão social. Petrópolis, Vozes
• Coraggio, José Luis (1992) Economía y Educación en América Latina (notas para
una agenda para los 90). Papeles del CEAAL. Nº4. Santiago de Chile
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Buenos Aires.
• Guyot; Fiezzi; Vitarelli (1995) La práctica docente y la realidad del aula: un
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pensamiento. Nueva Visión editorial. Buenos Aires,
----------------- (1999) Les sept savoirs nécessaires á l’éducation du futur.
Seuil, Paris.
• Prigogine, I y Stengers. I (1983) La nueva alianza. Metamorfosis de la
ciencia. Alianza editorial, Madrid.
• Schultz, Theodore (1961) Investment in human capital. En American Economic
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• Senen Gonzalez, Silvia y Filmus, Daniel (1995) comps. La concertación de
políticas educativas en América latina. FLACSO. Miño y Dávila editores, Buenos
Aires.
• Wallerstein, Immanuel (2004) Las incertidumbres del saber. Gedisa editorial,
Barcelona.
Anexo 1. Cuadro explicativo de Asignaturas y Ejes de contenidos sobre ECONOMIA Y
EDUCACION.
Recibe aportes de Trabaja en colaboración con Aporta a
Espacios disciplinares
Campos aplicados
Campos del saber social
Campos de saber alternativos
Filosofía y Ética
La racionalidad filosófica y la racionalidad ética en el mundo medieval,
renacentista, moderno y contemporáneo; Crisis de la racionalidad filosófica y de
la racionalidad ética en los discursos de la post modernidad.
Sociología de la Educación
Relación educación – sociedad; La relación pedagógica y sus sujetos; Los
paradigmas clásicos aplicados a la problemática educativa.
Filosofía de la Educación
Filosofías de la educación del siglo XX; Filosofías de la educación
latinoamericana; Valores, cultura y sujeto.
Antropología de la Educación
Teorías clásicas de la antropología y el impacto en el concepto de cultura;
Transformación y cambio cultural; Relativismo y diversidad cultural.
Historia General de la Educación
Proyectos y prácticas de renovación educativa en el renacimiento ; Discursos y
practicas de la ilustración ;Ideología del progreso y revolución industrial
Hist. Educ. Latinoam. y Argentina
La ilustración española ; El proyecto independentista americano ;
Transformaciones políticas y sociales en la América contemporánea
Epistemología de las Cs. Sociales
Criticas al inductivismo; Falsacionismo y racionalismo aplicado; Las
epistemologías alternativas; La Escuela de Frankfurt; Estructuralismo y
post-estructuralismo; Interdisciplinariedad y Alianza de los saberes.
Política Educacional
Políticas públicas. Teorías del Estado y educación; Relación Educación –Estado-
Sociedad civil y poder; Los instrumentos de construcción de políticas
educativas; Del Estado Nacional hasta la coyuntura actual.
Educación de Adultos
Contextos sociales de la educación de las personas adultas; Concepto de adultez.
Marginalidad y Exclusión
Problemática de la marginalidad; Condiciones estructurales. Papel del Estado
;Origen social y rendimiento escolar ;Fracaso escolar; exclusión y
heterogeneidad cultural
Gobierno, Organización y Gestión Institucional
Gobierno y organización escolar a fines del siglo XX; Componentes de la
organización; Estructura y sistema de regulación; Modelos de organización y
estilos de gestión.
Educación no formal
Racionalidades teóricas: modernización – capital; pedagogía del oprimido;
educación popular; idealismo pragmática; ingeniería social ; Programa, espacios
y practicas relacionadas con :el mundo trabajo y las instituciones sociales;
Características de los circuitos educativos no formales.
Planeamiento educacional.
La planificación educativa en América Latina; El paradigma actual de
planificación en escenarios de transformación; La agenda de planificación
estrategia en el nuevo siglo ;
Análisis institucional.
La intervención como acción ; Condiciones institucionales de la intervención ;
Condiciones estructurales del trabajo docente.
Organización social del trabajo y educación ;
Formación y capacitación en distintos ámbitos laborales ;
Praxis V :
Práctica profesional.
El campo de saber de “Economía y Educación”
Problemas del financiamiento y equidad de la educación en América Latina ;
Propuestas y discursos de los Organismos internacionales en materia educativa.
Pulsando aquí puede solicitar que
le enviemos el
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