También se denomina patrimonio neto o pasivo no exigible representan la parte del capital de una compañía que verdaderamente pertenece a los propietarios. Su cálculo se obtiene de la diferencia entre el patrimonio total (activos) y las deudas.
Distinguiremos, dentro de los fondos propios, 2 cuentas:
Capital: recoge la aportación inicial de los socios a la sociedad, así como aportaciones posteriores que puedan realizar.
Reservas: recoge principalmente aquella parte del beneficio generado por la empresa y que los socios deciden dejar en ella.
Para medir la rentabilidad obtenida sobre los fondos propios se utiliza un ratio denominado ROE (Return on Equity).
ROE = Beneficio / Fondos propios
Ejemplo: una empresa tiene unos fondos propios de 100 millones de € y obtiene en el ejercicio un beneficio de 18 millones de €.
ROE = 18 / 100 = 18% Si esta empresa aumenta sus fondos propios a 200 millones € y el beneficio se mantiene inalterado, su ROE cae hasta el 9%.
No hay un nivel óptimo de fondos propios, sino que esto va a depender de:
a) El tipo de actividad que realice la empresa: en muchos sectores los fondos propios vienen a representar más del 50% del Pasivo, mientras que hay otros, como es el caso de la banca, donde los fondos propios no superaran el 5% del Pasivo.
b) Elección entre solvencia y rentabilidad