Por el Doctor
D. Manuel Colmeiro
Catedrático de la Universidad de Madrid
Alojado en "Textos selectos de Economía"
http://www.eumed.net/cursecon/textos/
INTRODUCCIÓN
CAPITULO VII. - Útilidad é importancia de la Economía política.
El siglo presente no concibe la civilizacion sin el goce de la libertad politica y civil. La libertad descansa en instituciones sábias y duraderas por la doble fuerza de la ley y la costumbre. Sin libertad no es posible el desarrollo de la inteligencia y actividad de los pueblos, deseosos de disfrutar de los beneficios reservados á los que participan de la vida de la industria.
La Economia politica enseña que los gobiernos vio lentos y arbitrarios turban el órden económico, porque amenazan el trabajo, ó pasando á las vias de hecho, le despojan de sus frutos. La produccion desfallece, la distribucion se desconcierta y el consumo se precipita ó distrae de su curso regular. Los economistas, proclamando la estrecha alianza de la industria y la libertad, no sólo asientan un principio fecundo en riquezas, pero también condenan todos los excesos y abusos de la autoridad, y mueven la opinion favorable á útiles reformas.
¿Quien sino la Economia politica reprobó la adulteracion de la moneda, los privilegios exclusivos y prohibitivos, las ordenanzas gremiales, los tributos injustos ú onerosos, los vinculos y mayorazgos y tantos otros errores, vejámenes y torpezas que pasaron á los ojos de todo el mundo por actos de consumada habilidad ó derechos inherentes al soberano? '
Sin embargo, la Economia politica no pretende imponer ninguna forma determinada de gobierno, ni probablemente llegarian á entenderse y concertarse los economistas, si de ello se tratara. Recomiendan los que ofrecen seguridad á las personas, respeto á la propiedad y el libre ejercicio del pensamiento y del trabajo. Toca á los politicos resolver el problema. Los gobiernos representativos exigen por su natura leza mayor difusion de los conocimientos económicos, porque la libertad de imprenta convida á discutir las doctrinas y los negocios públicos; y ademas la parte que toman los ciudadanos en la formacion de las leyes y en la administracion local, requiere un criterio superior al del hombre nacido para la obediencia ciega y pasiva.
Cuando los particulares viven tranquilos á la sombra de un gobierno amigo de la justicia y celoso por el bien comun, se acostumbran á contar con sus propias fuerzas, esto es, con su habilidad y energia. Solicitan la fortuna por el camino de la libertad y aborrecen la tutela del estado; y desembarazado el goblerno de pormenores que le abruman, puede concebir pensamientos de grandeza y ejecutarlos con tal prudencia, que muden en poco tiempo la faz de la nacion.
Los individuos, responsables de sus actos, redoblan la actividad y economia, trabajan con ahinco, inventan y perfeccionan productos y procedimientos industriales, acumulan riqueza que engendra riqueza, y á favor de la abundancia la poblacion se multiplica; y penetrando la ciencia en todas las esferas, desde las elevadas regiones del poder hasta el seno de la familia, la vida pública y la privada concurren á la prosperidad general.