Por el Doctor
D. Manuel Colmeiro
Catedrático de la Universidad de Madrid
Alojado en "Textos selectos de Economía"
http://www.eumed.net/cursecon/textos/
INTRODUCCIÓN
CAPITULO III. - La Economia politica es ciencia.
Desde el principio del mundo existen hechos económicos distintos de otros cualesquiera, como lo acreditan las palabras riqueza, trabajo, industria, cambio, etc. Estos hechos no han sido estudiados ni definidos hasta muy tarde. Los particulares practicaban la Economia politica sin conocer sus leyes, y los gobiernos presentian la existencia de un órden económico que turbaban a cada paso con multitud do privilegios y reglamentos.
El mundo moral, como el fisico, se compone de fuerzas que obedecen a leyes regulares y constantes, salva siempre la libertad del hombre. La industria es el empleo de nuestra actividad inteligente para utilizar la materia; de forma que hay un interés que nos excita al trabajo.
¿Cómo podremos conseguir a menos costa la satisfaccion de nuestras necesidades? Guardando las leyes económicas, es decir, las reglas abstractas que la observacion y la experiencia enseñan como favorables al movimiento de la riqueza. Si estas leyes se conciertan y se elevan a la unidad para despues formar un cuerpo de doctrina, habremos logrado constituir la ciencia económica, y demostrado que tiene derecho á existir por si sola y á ser respetada dentro do su jurisdiccion.
Oponen algunos escritores mal avenidos con la Economia politica, que no hay ciencia donde no hay ver dad fija y universal: que las ideas fundamentales de utilidad y valor son movibles por su esencia, y en fin, que los accidentes de tiempo y lugar truecan lo verdadero en falso y el bien en mal.
Cierto que el valor y la utilidad son movibles; pero su misma movilidad ¿no esta sujeta á las leyes do la Economia politica? La electricidad y el calórico son movibles, y nadie, sin embargo, se atrevera a negar la existencia de la fisica. La Economia politica posée principios do eterna ver dad derivados del estudio del hombre y de la naturaleza. El hombre es inteligente y libre: domina la materia por medio del trabajo: la libertad y la propiedad son las primeras fuentes de la riqueza: el interés general representa la suma de los intereses particulares: el cambio es reciprocamente útil, etc.; hé aqui varios ejemplos que lo comprueban.
La Economia politica elimina los hechos particulares y contingentes, para deducir del resto sus leyes generales y absolutas, ó sea la verdad fija y universal. En cuanto ciencia, enseña la verdad especulativa una y sola para todo el género humano; pero si la teoria es acogida por el gobierno con ánimo de aplicarla, pueden existir intereses y opiniones que opongan resistencia al rigor de los principios, y entónces empieza el arte.
Por eso la escuela alemana distingue la Economia pura de la aplicada, aquella para que sirva de norte y guia á los gobiernos y á los particulares, como el término á que deben llegar más tarde ó más temprano; y ésta para realizar los principios posibles dada una situacion económica con sus ideas y necesidades, leyes, usos y costumbres de los pueblos.
De ménos importancia es otra distincion tambien introducida por los economistas de Alemania, cuando llaman la Economia politica, ya racional, ya histórica; la primera dogmatica y la segunda experimental. Son dos métodos diferentes de investigar la verdad, el uno de induccion y el otro de deduccion, ambos aceptables. Todavia dudan personas do buena fé que la Economia politica sea verdadera ciencia, considerando que los economistas disputan sobre ciertas nociones ele mentales; como si una teoria nacida ayer debiese mostrarse hoy completa y uniforme. Estas ligeras nubes se van disipando poco á poco; y si tal vez se divide la opinion respecto al significado de las palabras riqueza, valor ú otras semejantes, no por eso deja do fortalecerse y progresar la Economia politica. Harto más antigua es la jurisprudencia, y sin embargo aun reina la discordia entre los doctores de la ley al definir la justicia y el derecho.
No formaremos empeño en refutar el argumento de las contradicciones económicas esforzado por los no vadores contemporáneos. Si aceptasen, como nosotros aceptamos, el principio de la libertad, fácilmente llegarian á convencerse de que todos los intereses legitimos son armonicos; y quien dice armonia dice unidad, y con la unidad viene la ciencia.