La investigación educativa se ha constituido en una disciplina angular del campo de las ciencias de la educación, cuyo aporte ha fortalecido el avance de su cuerpo de conocimientos. "Latorre, Rincón y Arnal (2003, pág. 36) siguiendo a Best (1972), Travers (1979), Ary y otros (1987) consideran que:
«... investigar en educación es el procedimiento más formal, sistemático e intensivo de llevar a cabo un análisis científico. Es decir, consiste en una actividad encaminada hacia la concreción de un cuerpo organizado de conocimientos científicos sobre todo aquello que resulta de interés para los educadores. En sentido amplio, por tanto, puede entenderse como la aplicación del método científico al estudio de los problemas educativos, ya sean de índole teórica o práctica» La investigación educativa hoy es considerada como disciplina transversal a todas las ciencias de la educación, aportando bases metodológicas para la creación de nuevos conocimientos en el ámbito educativo»:
Con gran capacidad de síntesis integradora (Bausela) resume todo el proceso de investigación acción, tal como se cita a continuación:
Finalidad de la investigación – acción
Gollete y Lesgard – Hervert (1988) identifican tres funciones y finalidades básicas;
Afirman que este tipo de investigación beneficia simultáneamente el desarrollo de destrezas, la expansión de la teoría y la resolución de problemas.
Características de la Investigación – Acción
La investigación – acción se presenta como una metodología de investigación orientada hacia el cambio educativo y se caracteriza entre otros aspectos por ser un proceso que se orienta como señalan Kemmis y MacTaggart (1988) citados por Bausela, E.
Entre los puntos clave de la investigación – acción, Kemmis y Mctaggart (1988) destaca: la mejora de la educación mediante su cambio, y aprender a partir de la consecuencias de los cambios y la planificación, acción, reflexión nos permite dar una justificación razonada de nuestra labor educativa ante otras persona porque podemos mostrar de qué modo las pruebas que hemos obtenido y la reflexión crítica que hemos llevado a cabo nos han ayudado a crear una argumentación desarrollada, comprobada y examinada críticamente a favor de lo que hacemos.
A estas características debemos unir las siguientes;
La investigación – acción no se limita a someter a prueba determinadas hipótesis o a utilizar dato para llegar a conclusiones. La investigación – acción es un proceso, que sigue una evolución sistemática, y cambia tanto al investigador como las situaciones en las que éste actúa. Pérez Serrano (1994) esquematiza los rasgos que definen la investigación acción en el siguiente esquema 2
Algunas ventajas de implicarse en procesos de investigación – acción se relacionan con un aumento de la autoestima, la disminución del aislamiento y el refuerzo de la motivación. Permite que los profesionales de la educación desarrollen sus competencias investigativas, y reflexivas.
Tipologías de la investigación – acción
Las propuestas que han proliferado para catalogar las distintas modalidades de la investigación – acción se basan en diversos criterios; principios ideológicos (Carr y Kemmis, 1988), objetos científicos y niveles de participación (Desroche, 1981). Nos detendremos en el propuesto por Grundy (1982, 1991) quien ha señalado tres modalidades básicas de investigación - acción: técnica, práctica y crítica.
No obstante, con objeto de clarificar la clasificación de Grundy citado por Bausela es necesario hacer algunas precisiones de sus características fundamentales:
Proceso de la Investigación – Acción
De forma genérica podemos decir que la investigación acción se desarrolla siguiendo un modelo en espiral en ciclos sucesivos que incluyen diagnóstico, planificación, acción, observación y reflexión – evaluación.
El proceso de investigación acción es descrito con matizaciones diferentes según varios autores y ha ido evolucionando en cuanto a su complejidad (Lewin, Kemmis, MacTaggart, Ander Egg, Elliot...). La figura 4 nos muestra las principales fases;
Como podemos observar, todo este proceso se resume en cuatro fases(Kemmis, 1988):
Según(Rincón, 2000) en general, el planteamiento de un proceso de mejora en el ámbito educativo suele basarse en la actuación de equipos docentes que se constituyen en grupos de revisión y mejora y revisiones sucesivas.
El proceso propuesto por Rincón y Rincón (2000) se puede esquematizar en la siguiente figura 5.
Instrumentos de recogida de datos en la Investigación – Acción
La recogida de información se efectuará utilizando diversos instrumentos, previstos en el diseño de investigación del propio plan de trabajo. Para la recogida de información se han utilizado tres instrumentos básicos: los estudios cuantitativos, las observaciones y los diarios. La utilización de estos tres instrumentos básicos de recogida de información no excluye el posible uso de otros complementarios y habituales en los procesos de investigación-acción: análisis de documentos, datos fotográficos, grabaciones en audio y vídeo (con sus correspondientes transcripciones), entrevistas, encuestas de opinión, etc. Así, por ejemplo, de una entrevista, más o menos estructurada, se pueden extraer datos cuantitativos, observaciones e impresiones para el diario(Kemmis, 1988).
(Rincón D. , 1997), propone recoger información de diferentes ámbitos con ayuda de; observación, entrevista y análisis de documentos (figura 6).
Principios éticos de la Investigación – Acción
Dado que la investigación – acción se lleva a cabo en medios humanos donde están implicadas otras personas (alumnado u otras) y que el tipo de datos que pretendemos obtener puede significar manejar información sobre las personas o sus contextos y circunstancias, cuyo uso inadecuado pudiera ser lesivo para las mismas, es necesario cuidar tanto los modos por los cuales tenemos acceso a la información, como la interpretación que de ella hacemos y el uso público que le damos. Esto justifica la defensa de unos principios éticos (véase figura 7) que deben defenderse siempre por encima de cualquier interés investigador.