TEXTOS SELECTOS

CURSO DE ECONOMÍA SOCIAL

 

R. P. Ch. Antoine

 


 

 

 

Economía de capitales.

La gran industria adapta con frecuencia el procedimiento de la asociación y especialmente el de sociedad por acciones. Así es, que ofrece al crédito una base amplia y sólida a causa de la concentración del capital y de los efectos de la personalidad civil y el dinero que necesita en forma de descuento o de préstamo le cuesta menos caro que en las pequeñas empresas.

Un comerciante que haga cien asuntos más que otro, no necesita cien veces más mercancías que éste de existencia en su almacén; basta que tenga diez veces más diez veces renovables; además, se provee por grandes masas, anticipadamente, en tiempo oportuno, y, en consecuencia, con rebajas considerables. En fin, la gran industria economiza también en los impuestos, que distan mucho de ser proporcionales a la cantidad de productos fabricados.

Grandes almacenes.

Los grandes almacenes son un tipo de la concentración industrial aplicado al comercio, realizando todas las ventajas que hemos enumerado más atrás. El principio fundamental del gran almacén es el que acabamos de exponer: repartir los gastos genera-les sobre una producción muy extensa, abaratar el precio de coste, y en consecuencia, hallarse en estado de disminuir el precio de venta; ganar poco en cada artículo, pero ganar mucho gracias a la amplitud de la venta (1).

De este principio, fecundado por la inteligencia y la habilidad, han salido esas casas colosales, cuyo renombre y surtido invitan a una especie de exposición perpetua a todo un pueblo de clientes, procedentes de todos los puntos de Francia, y hasta del extranjero.

Pero no tenemos que juzgar aquí la empresa comercial. Una palabra sobre el alcance social y económico de los grandes almacenes. Según los documentadísimos trabajos de M. del Maroussen (2): 1.°, el régimen de los grandes almacenes conduce lenta, pero seguramente, a la desaparición del pequeño comercio y al monopolio; 2.°, tiende a abaratar los salarios, desarrollando el sweating-system (3); 3.°, provoca una distribución defectuosa de las riquezas, acumulándose los enormes beneficios en un pequeño número de manos.—Quizá digáis: «Los grandes almacenes son ventajosos para sus empleados.»—De cada cien colaboradores, responde Maroussen, diez gobiernan, noventa obedecen; diez se encaminan al bienestar, y noventa se estacionan en la humildad primitiva (4)».


(1) Para el panegírico de los grandes almacenes, v. Mataja, Grossmagazine und Kleinhandel (Revue d'econ. polit., 1891, p. 451).—Böhm-Bawerk, en el Handwörterbuch, de Conrad., art. «Handel».—Jorge Michel, Revue des Deux Mondes, 1 de Enero de 1892, p. 135 y sig. ---D'Avenel, Ibid, 15 de Julio de, 1894, p. 329 y sig.

(2) L'Industrie du jouet á Paris et les grands magasins (Revue d'econ. polit., 1894, p. 912 y sig.)

(3) Du Maroussen, les Ebénistes.

(4) Rev. d'econ. polit., loc. cit., p. 961.


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