5-c. El Medio Ambiente y los Nichos Económicos.

La explicación de esos fenómenos se encuentra en que las variables que restringen la supervivencia, desarrollo y multiplicación de las tecnologías están determinadas por el medio ambiente. Y éste está formado entre otras cosas (know-how, cantidad de seres humanos existente, etc.) pero de forma determinante por las otras tecnologías contemporáneas. Como esas otras tecnologías están también evolucionando, el hecho de que una tecnología resulte eficaz hoy, no asegura que lo siga siendo en el futuro, con diferentes competidoras. Los biólogos suelen llamar robustez a la cualidad de un genotipo que le permite sobrevivir en ambientes muy diferentes. El martillo, como veíamos antes, podría ser considerado también una tecnología robusta mientras que las lámparas de vacío, desconocidas para nuestros abuelos y que nuestros p hijos ya no han llegado a tiempo de conocerlas, evidentemente no han mostrado una gran robustez. Lo que si ha sobrevivido de las lámparas de vacío es su función, lo que podríamos llamar nicho económico, en el que fueron substituidas en primer lugar por los transistores, después por los circuitos impresos y actualmente por ciertas partes de los "chips".

Los ecólogos definen un nicho biológico como "distribución de cada variable ambiental, como temperatura, humedad y objetivos alimentarlos, dentro de las cuales una especie puede vivir y reproducirse" (E. O. Wilson, 1975). De forma similar un nicho económico podría definirse por las variables ambientales en las que una tecnología puede cumplir su función reproductora de información. En el caso de las válvulas de vacío, transistores, etc, esas variables serían el tipo de energía utilizada (eléctrica), otros elementos tecnológicos a los que va unido (circuiteria eléctrica, tubos de rayos catódicos, etc.) y principalmente la función que cumplen (interrupción condicionada de la circulación eléctrica, etc.).

En cualquier caso es conveniente apuntar aquí que el concepto de nicho está fuertemente controvertido en biología por su ambigüedad. Si, por una parte, tratamos de precisar hasta en sus mínimos detalles un nicho ecológico, nos encontramos que estamos definiendo de hecho a la especie que lo ocupa y si alguna otra especie viniera a ocuparlo, se darían siempre algunas diferencias de comportamiento que, si las añadimos a la descripción, nos daría un nicho completamente diferente. Por tanto existe una relación biunívoca entre especies biológicas y nichos ecológicos definidos absolutamente. La misma denuncia podría hacerse respecto a los nichos económicos. Por otra parte podemos imaginar y definir cualquier nicho biológico o tecnológico inexistente. Así podríamos afirmar que en nuestros bosques permanece vacío el nicho de los mamíferos voladores carnívoros (una mezcla de murciélago y tigre) o que nuestros satélites meteorológicos carecen de concentradores de rayos iónicos para la creación de escudos de fuerza defensivos (nicho tecnológico que he visto descrito en un libro de Isaac Assimov).

Pero a pesar de su ambigüedad, el concepto puede sernos muy útil, como lo es en ecología, para destacar ciertos fenómenos.

Las principales competidoras de una tecnología determinada serán otras que puedan ocupar el mismo nicho. Otras factores indirectos que actuarán en la selección y variación de una tecnología determinada serán todos aquellos que actúen sobre las variables que forman el nicho.