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Juan Carlos Martínez Coll
2 ALGUNOS PROBLEMAS METODOLÓGICOS
2-d. Antropomorfismo.
Aunque el objeto de este estudio es la evolución de las relaciones económicas entre individuos de la especie "homo sapiens", en alguna ocasión dirigirá la atención sobre las relaciones económicas existentes entre individuos de otras especies. Eso puede atraerme acusaciones de antropomorfismo de las que me quiero defender. Utilicemos como ejemplo algunas observaciones realizadas recientemente sobre las abubillas africanas "phoeniculus purpúreos".
Las abubillas se reúnen en bandadas de hasta dieciséis miembros de los que tan sólo una pareja es reproductora. El resto de los miembros son sirvientes que proporcionan los siguientes bienes y servicios: búsqueda, captura y transporte de alimento, principalmente orugas e insectos, que ofrecen a los polluelos y a la hembra reproductora mientras incuba; limpieza y desparasitación del plumaje de los polluelos que en muchas ocasiones no son ni hermanos suyos; defensa del territorio. Al cabo de uno o dos años reciben el pago a sus servicios: emigran a otro territorio llevando como sirvientes a los miembros jóvenes de la bandada a cuya crianza contribuyeron. Otra forma de retribución del trabajo es el derecho de herencia: cuando el macho reproductor muere -y la mortalidad es muy alta- el sirviente de mayor edad, que no tiene por que ser pariente suyo, pasa a ocupar su puesta. La única forma en que una abubilla puede llegar a reproducirse y dejar descendencia es trabajar durante un par de años hasta que, vía herencia o vía emigración, recibe como pago a sus servicios territorio y sirvientes propios. (J.D.Ligon y S.H.Ligon, 1.982).
Cualquiera puede acusarme de antropomorfismo por haber realizado la anterior descripción y haber utilizado expresiones como sirvientes', 'herencia' y 'pago. Pero si la transmisión de bienes y derechos "mortis causa" recibe entre los humanos el nombre de 'herencia' ¿Porqué habríamos de inventar otra palabra para describir el mismo fenómeno entre otras especies? Se nos puede argumentar que el trabajo de las abubillas es cualitativamente distinto del humano por ser puramente instintivo, determinado genéticamente y realizado inconscientemente, sin saber que un día recibirán a cambio un pago, mientras que el trabajo humano es consciente y se realiza con la finalidad expresa de obtener un beneficio conocido. Pero para que yo admita esta critica deberá venir acompañada de una demostración de que el trabajo de criticar no es instintivo ni determinado genéticamente sino consciente y que el crítico lo realiza para obtener a cambio un beneficio conocido.
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