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Apéndice II.- Una microrregión llamada: El Achiote, Santa María Xadani, San Miguel del Puerto, Pochutla, Oaxaca


En esta parte del documento se escribe la información recopilada a través de una encuesta que se anexa al final. Se ha trascrito, evitando modificaciones mayores, la mayoría de las observaciones que los habitantes de la ranchería hicieron. Tal vez, al lector, le parecerá una gran lista de quejas, pero se les hizo saber que de alguna manera sus palabras figurarían dentro del documento final del trabajo de investigación que se estaba realizando. En este sentido, la que esto escribe, se convierte en una correa de trasmisión de los pensamientos y sentimientos de los habitantes de una ranchería: El Achiote. El estilo es a la usanza de los reportes oficiales, sin embargo, se trata de echar mano de relatos escuchados durante el proceso para que la lectura no sea tediosa y cansada.

La ranchería El Achiote – los lugareños le llaman L’Achote – se encuentra ubicada a tres kilómetros de Santa María Xadani, para llegar a esta última es necesario recorrer 70 kilómetros desde La Crucecita de Bahías de Huatulco. Es decir, El Achiote se encuentra a 73 kilómetros de distancia del Megaproyecto Bahías de Huatulco.

La recopilación de datos nos hizo transitar incontable número de veces el camino de terracería que lleva de Xadani a L’Achote. Cabe mencionar que al inicio el tiempo en que se recorrían los tres kilómetros era de una hora, hasta que se logró completarlos en media hora, ya sea en tiempos de secas o en tiempos de agua. No puede más que decirse que la experiencia estuvo siempre matizada por espectáculos espléndidos que los insectos, animales, pájaros o árboles regalaban, sin dejar de mencionar la magnifica hospitalidad que nunca escatimaron los lugareños.



Una pincelada del recorrido.-

El camino que siempre se escogió para ir a la ranchería es el que se encuentra en el entronque frente a la caseta de telefonía rural, a unos metros se encuentra el paso de un riachuelo que en tiempos de aguas crece, sin embargo, permite que la gente cruce quitándose los zapatos, para los lugareños la tarea es fácil porque ellos usan sandalias de plástico todo el tiempo. Los Achoteros – así se nombran ellos mismos – construyeron un vado que levantara el piso del nivel del agua en el año 2000. A través del camino se dejan ver algunas casas que aún pertenecen a Xadani, a medida que se continua en el camino las casa dejan de verse y empiezan lo que ellos llaman los potreros, son terrenos donde siembran el maíz. Algunos de esos terrenos de labranza pertenecen a los Xadaneros, pero también hay terrenos de los Achoteros. El camino de terracería se encuentra enmarcado entre caminos sinuosos y algunas pendientes de cerca de 350, difícil de transitar a medio día cuando el sol está “más bravo” como suelen decir los campesinos. Cuando el cansancio llega a entumecer las piernas, lo mejor es caminar mirando la punta de los pies y no voltear hacia arriba porque se siente que nunca se llegará a la cima de la pendiente que es el inicio de otra y otra, hasta que se llega a la parte plana donde la brisa corre, llevándose a los zopilotes entre las corrientes de aire, planeando placidamente entre los límites de las montañas y los árboles. En algunos de los tramos del camino no existen árboles que eviten que el sol pegue de lleno, han sido cortados para hacer de esos terrenos campos para cultivo de maíz.
Colgando de los árboles se puede observar la maravillosa ingeniería de las golondrinas: sus nidos suspendidos de alguna rama que para cualquier “fuerano” sería débil, pero las golondrinas desafían la gravedad, construyendo sus nidos en forma de gota de agua que se mecen con la brisa que de vez en cuando sopla. Sin embargo, el aire no los derrumba, ni la lluvia les causa daño, en realidad ese espectáculo es sorprendente. Aunque también es interesante ver como un desfile de gusanos logra cruzar de un lado a otro la carretera de terracería: van desafiando piedras – que deben ser montañas para ellos – bordeando los riachuelos; cuando uno de ellos se suelta de su compañero que va delante, todo el contingente lo espera hasta que logra encontrarlos, entonces los gusanos reanudan su recorrido hacia la otra orilla, encogiéndose y estirándose rítmicamente.

Se sabe que se está llegando a la ranchería cuando se empiezan a escuchar los ladridos de los perros y porque algunos niños van al encuentro del que llega. La plaza cívica está colocada cerca de un ciruelo, a la sombra del árbol se encuentra una gran piedra que sirve de asiento y punto de reunión de las asambleas. Enfrente se ve el aula de Conafe y un campo para jugar fútbol a la hora del recreo. Es muy raro ver la gente en ese lugar, regularmente se encuentran en sus casas, los hombres en las labores del campo y las mujeres haciendo la comida. El tiempo parece suspendido como los nidos de las golondrinas, las horas se hacen largas, a lo lejos, de vez en cuando se escucha un tronido, dicen los comuneros: está lloviendo en el mar.

Los resultados de la encuesta.-

En 1995, de acuerdo al sistema de control y consulta de la base de datos demográfica de la dirección general de población del estado de Oaxaca, el número de habitantes era de 93 personas distribuidas en 15 casas distribuidas a los lados de lo que es la ranchería. L’Achote cuenta con una ramificación del río que viene de Xadani, de ahí se abastece toda la comunidad, en 1995 de acuerdo a CONAPO, el 100% de la población no contaba con agua entubada, ni tampoco tenían acceso al servicio de energía eléctrica, en el 2000 lograron obtener el servicio, y ninguna contaba con drenaje. Debido a la lejanía de la población la posibilidad de cursar estudios primarios es muy difícil, así es que en ese mismo año la CONAPO en sus estadísticas dice que el 46.153 % de la población era analfabeta y de acuerdo a la falta de servicios la institución denomina que la comunidad se encuentra en el nivel cinco de marginación .

La comunidad ha ido obteniendo los servicios de manera paulatina, estuvo excluida de ellos por un largo periodo de tiempo. Sin embargo, los habitantes saben que una gran parte de la falta de esos servicios se debe porque desconocen la manera de como elaborar el proyecto correspondiente y debido a la falta de interés existente entre la población para realizar la gestión ante las autoridades adecuadas. Además, en el momento de definir el monto de una cuota de viáticos las opiniones se dividen al momento de tratar de llegar a algún acuerdo sobre el monto de la contribución económica para la realización de los trámites. Es decir, reconocen que les falta organización para gestionar ante las autoridades correspondientes, además, de la escasez de recursos económicos.

En el momento que se realizó el censo para esta investigación – abril de 2000 - la población está distribuida en 16 familias de donde 5 de ellas están formadas por familias extensas. Los hijos al casarse se queden en la casa de sus padres a vivir hasta que logran reunir suficiente dinero para la construcción de su casa ya sea dentro del solar paterno o en el espacio comunal disponible que les será asignado por las autoridades.

Santa María Xadani es la comunidad que más años tiene de estar habitada, a las rancherías y a las otras comunidades los “avecindados” han ido llegando en la búsqueda de oportunidades de bienestar para sus familias. Este es el caso de El Achiote y de Santa María Petatengo que son pueblos formados por emigrantes de diferentes partes de la región, la mayoría, indígenas; sin embargo, los habitantes de la comunidad no se consideran como tales, ya que ellos mismos dicen que desde que nacieron nunca han escuchado otro idioma que no sea “la castilla”. Solo dos de las familias reconocieron que sus abuelos provenían de etnias ubicadas dentro de la región: una de la zona chontal de los Altos – no pudieron precisar el lugar- y la otra reconocieron que sus abuelos hablaban el zapoteco. Declaran que la mayoría de la población empezó a llegar a El Achiote en los años 60 de diferentes lugares de la región en busca de tierras fértiles que les dieran la posibilidad de sembrar su alimento principal: el maíz. Esta situación ha hecho que los comuneros que provenían de diferentes etnias, hayan desechado muchas de sus costumbres como ha sido el idioma; manteniendo solo aquellas que les ayudaban a ser comunalidad entre ellos, es decir, aquello que les proporcionaba una nueva razón y una nueva forma de vida, sin que desecharan la esencia de las culturas mesoaméricanas: gobernarse por medio de los usos y las costumbres. Esto finalmente les proporcionó una nueva identidad, donde cada avecindado desechó la lengua materna, utilizando el castellano como lengua franca entre ellos. Esto se cree fue necesario para poder articularse entre ellos y tener acceso al factor más importante para un campesino: la tierra.

Indiscutiblemente hay que tomar en cuenta que los pueblos son entes dinámicos que van definiendo su razón y forma de vivir a lo largo de su historia, al ir recomponiendo sus valores según lo crean conveniente. Es decir, inventan, desechan, mantienen o introducen nuevos valores que les den tonalidades diferentes a sus expresiones, pero difícilmente no dejan de tener vínculos con su pasado al realizar ceremonias para que las cosechas no se malogren, quemar incienso. Uno de los entrevistados decía que la única manera de llegar a Dios era a través del humo que sale de la quema del incienso, ya que el cuerpo de los humanos es pesado, la plegaria llega más rápido con la ayuda del viento. Dios, seguramente escucha con mayor claridad porque ve y huele el mensaje.

La organización política del pueblo está compuesta por un representante que, acorde a la tradición indígena tiene que ser una persona respetada y de edad más avanzada que la mayoría. El representante del pueblo cuenta con 48 años de edad, dentro de una población donde 6 personas se encuentran entre los 40 y los 49 años, es decir que son el 7.40% de una población de 81 habitantes. De esa población 41 son hombres y 40 son mujeres; y del total 40 son menores de 16 años. Los habitantes de la localidad son gente joven, no se encuentran ancianos, esto se debe a que el pueblo es de reciente creación y los fundadores tienen aún las fuerzas suficientes para realizar las labores del campo. Sin embargo, en Santa María Xadani hay gente con edad de 70 a 80 años que aún siembra y cosecha el maíz, en la mente de los comuneros de la región la edad es relativa, mientras la persona pueda usar el machete y desmontar es una persona activa, eso sí, no se le requiere que realice “servicios comunales”, eso solo se da hasta los 60 años cuando la persona ya es relevada de esos compromisos.

a). Escolaridad

Es importante decir que, la comunidad utiliza como una estrategia para salir de la pobreza y para llevar el progreso al pueblo enviar a sus hijos a las escuelas, con el afán de que en un momento determinado ellos regresen al pueblo para ayudarlos. Sin embargo, se ha visto en el pueblo vecino que los muchachos no regresan ayudar a sus pueblos, sino contrariamente se quedan a vivir en la ciudad, olvidándose de regresar o algunos regresan y se convierten en los caciques del pueblo. Es decir, se convierten en los intermediarios de los diferentes programas que llevan las instituciones de gobierno; los promotores de las nuevas religiones, quienes aprovechan la oportunidad de solicitar diezmos para vivir sin tener que realizar las labores cotidianas de los demás campesinos; y en los coordinadores de los programas que ofrecen las instituciones sociales.

La comunidad cuenta con una aula abierta que fue construida en 1991, donde 16 niños que cursan instrucción primaria atendidos por un instructor comunitario de Conafe. La educación se proporciona a 16 niños y está dada por los niveles 1,2 y 3, debido a la limitación del espacio de tal manera que en la ranchería: 8 niños están en 1º y 2º grado; 4 están en 3º y 4º grado y 4 están en 5º y 6º grado. El instructor – un muchacho de solo 16 años- agrupa a los estudiantes en áreas definidas dentro del salón por niveles e imparte la clase a todos al mismo tiempo (¡!). Estos muchachos son contratados por un año, después de haber terminado su instrucción en la telesecundaria de su pueblo. Ellos guardan la esperanza de obtener una beca para seguir estudiando en alguna preparatoria de alguna de las ciudades cercanas a la región o en la capital del Estado de Oaxaca. Esto significa, dejar de correr el destino de sus padres: convertirse en comuneros.

El número de niños en la comunidad entre 0 y 15 años son 40 de los cuales 26 están en edad escolar es decir el 32.09 % de la población. Además de los 16 niños que cursan el nivel primaria 4 estudian en la telesecundaria que se encuentra ubicada en Santa María Xadani. El grado de atención de los niños en edad escolar a una institución educativa es alto para una población marginada ya que de 26. 20 se encuentran cursando algún grado esto arroja un 76.92 % de la población infantil. A través de la encuesta se encontró que el 14.63 % de 41 adultos no sabía leer y escribir un recado, es decir sólo 6 de ellos, del restante de la población adulta sólo dos estudiaron la secundaria completa es decir, el 5.71% de 35 habitantes adultos y con respecto a los 41 el 4.87%.

El Achiote empezó a ser habitado en los años 60 y es hasta 1994 que el camino de terracería fue construido a través de trabajos de tequio y con apoyo económico del municipio. Como es propio de las comunidades el trabajo colectivo es parte de su costumbre así que, cada vez que los tres kilómetros de “brecha” se descomponen por la precipitación de las lluvias, el pueblo realiza trabajos por casi quince días, turnándose la población masculina durante este tiempo para componerlo; ya que se abren grietas enormes en la tierra, literalmente hablando, por grandes tramos antes de la entrada al pueblo.

b). Centro de salud

El centro de salud IMSS-SOLIDARIDAD se encuentra ubicado también en Xadani y de acuerdo a los lugareños el servicio que se les brinda es bastante malo porque se les atiende de mala manera. El comentario común es que los doctores muestran asco al curarlos de las heridas que se hacen en las labores del campo. En algunos casos la negligencia por atenderlos es continua, los residentes deciden que la curación la deben hacer ellos mismos porque ellos se las provocaron. Además, existe carencia de medicinas, lo que para la comunidad es un problema porque deben adquirirlas a precios altos en las tiendas de abarrotes que se encuentran en Xadani o en casos muy específicos tienen que trasladarse a La Crucecita o a Pochutla en su búsqueda.

Dentro de las Unidades Medicas Familiares (UMF), las medicinas están separadas en “las buenas” – marcas de laboratorios conocidos - estas son para los participantes de Progresa y genéricas para los usuarios comunes. Los campesinos consideran a las medicinas genéricas como medicinas de muy mala clase, sin embargo, las consumen porque su economía no les permite adquirir medicinas a precios elevados. El servicio médico tiene una connotación de negligencia extrema, ya que los médicos que están siempre ausentes tratando de buscar su cambio a una ciudad o pueblo urbanizado. De tal manera que la atención a las mujeres parturientas es muy precaria. Muchas de las veces deben de ser trasladadas a los hospitales de Pochutla o La Crucecita. Cuando logran ser atendidas en las UMF y terminan la labor de parto, las mujeres son ligadas sin su consentimiento, dándose cuenta de la situación después de varios intentos por embarazarse de nuevo. Los médicos residentes siguen las políticas de gobierno: disminuir a de manera certera el índice de la natalidad en los pueblos indígenas, atropellando de manera prepotente los derechos humanos de los habitantes de las zonas rurales.

La comunidad no cuenta con ningún otro tipo de infraestructura a parte del aula de Conafe, la mayoría de los servicios se encuentran ubicadas en la Agencia Municipal de Santa María Xadani. Ahí es donde los habitantes van a realizar sus compras cada vez que necesitan algún producto en lo que era la tienda rural Conasupo y en tres de los comercios ahí existentes. Hasta el año 2000, época en la que se realizó el trabajo de campo de esta investigación – Santa María Xadani y Santa María Petatengo - existe teléfono rural. Es a Xadani donde acuden a comunicarse con sus familiares o usan el medio para establecer las gestiones con las autoridades correspondientes ya sea de Pochutla, de San Miguel del Puerto, La Crucecita o Oaxaca. La asistencia a la celebración de misas la realizan en Xadani, lo mismo que la participación en las asambleas generales o para tomar las camionetas pick up que les llevan al entronque del río Zimatán.

c). Características de la vivienda

El 71.43 % de las viviendas es propia y se encuentra en terreno comunal, el 21.43% es propia y se encuentra en terreno propio y el 7.14% declaró vivir en casa prestada. El 85.71% de 14 viviendas cuentan solo con un cuarto para dormir y el 64.28% cuenta con un cuarto especial para cocinar. El material de que están hechas las paredes de viviendas es en su mayoría de adobe (92.85%) y sólo una está hecha con carrizo, bambú y palma. Los techos están regularmente construidos con lámina de cartón y lámina metálica (92.85%), sólo una familia tiene techo de asbesto. El 78.57% cuenta con una letrina como cuarto de baño conectado a una fosa séptica, construida a partir del condicionamiento que les puso el programa gubernamental Progresa.

Sólo el 35.71% de las familias cuentan con una bicicleta como transporte y el 28.57% tiene como medio de transporte un burrito. El 92.85% escucha su radio grabadora que trabaja con pilas debido a la falta de energía eléctrica. El 92.85% utiliza como medio para cocinar sus alimentos estufa de leña por lo tanto el bosque es impactado negativamente de manera constante ya sea por el uso de la leña como combustible o para la construcción de sus habitaciones. Una sola familia no tiene donde cocinar porque se encuentra en estado de total pobreza, aunándole a esto que la ama de casa no está bien de sus facultades mentales pero son socorridos por la comunidad, sorteándose cada familia para compartir sus alimentos. Este hecho es una prueba de la solidaridad existente entre los pobres que no dejan que el compañero en desgracia sufra solo sino se acompañan compartiendo sus magros alimentos.
d). División del trabajo

En el pueblo, el empleo que ocupa al 24.69% de la población es el de campesino, es decir 20 varones se dedican a las labores del campo. El día de ellos inicia a las 4.30 de la mañana, a esa hora toman café, comen alguna tortilla y salen rumbo a su sembradío que se encuentra aproximadamente a 5 kilómetros de la localidad. Salen a esa hora porque el recorrido tarda entre 30 a 50 minutos, dependiendo si llevan burro o no, el campesino llega al lugar a las cinco de la mañana, a partir de ese momento él utiliza cerca de dos horas para preparar sus utensilios de trabajo, de tal manera que con los primeros rayos del sol inicia su trabajo ya sea arar, sembrar, cosechar o componer el terreno, finalmente regresa cerca de las cinco de la tarde descansa el resto del día para volver al otro día levantarse a la misma hora. El 24.69% son jefas de familia, es decir 20 mujeres se dedican a las labores del hogar durante el día que es traer agua de los arroyos, hacer tortillas, lavar, acarrear leña y cuidar a los “críos”, verificar que estos asistan a la escuela, dar de comer a los pocos animales de corral que tienen y finalmente en la tarde realizar la limpieza del pueblo como parte del trabajo condicionado por ser acreedoras del apoyo del programa Progresa. Las mujeres declaran que no tienen tiempo libre desde la hora que despiden a sus esposos hasta las tres de la tarde. Mucho de ese tiempo se les va en acarrear agua, cortar leña, moler el nixtamal para las tortillas, hacerlas y servir de comer, sin embargo, ellas buscan la manera de participar en la pintura de alebrijes; programa de artesanías que está promoviendo el Centro de Soporte Ecológico. La finalidad es relacionar la importancia de los recursos naturales y el uso sustentable que se les pueda dar, lo que finalmente les hará llegar un ingreso más a través de la participación en un proceso productivo diferente que no busca la erradicación de los sistemas productivos tradicionales.

e). Tenencia de la tierra

Las condiciones que enfrenta el campesino para la reproducción de su unidad de producción son las mismas que podrían encontrarse en cualquier comunidad campesina aislada: producción insuficiente, endeudamiento continuo, venta de su cosecha por adelantado, cosecha comprometida vía préstamos, entre otras opciones que ellos encuentran para poder subsistir durante el año. Estas estrategias están condicionadas a medios de producción y a las relaciones que el campesino puede mantener con caciques y coyotes quienes acaparan de manera golosa la producción de la región para luego venderla en Pochutla, específicamente la cosecha del café.

La tenencia de la tierra está divida en propiedad comunal y propiedad privada, el primer caso abarca el 57.14% y el segundo está dado en un 42.85%, de las 14 familias el 21.42% declara tener propiedad mixta y sólo un 7.14% trabaja en tierra prestada. El dueño de la tierra es regularmente el jefe de la familia, el porcentaje de campesinos que posee 4 hectáreas es del 28.57%, sólo una persona posee 20 hectáreas (7.14%), una más tiene 11 has. (7.14%), otra tiene 10 has. (7.14%), otra 10 has. (7.14%), otra 7 has. (7.14%) y el resto fluctúa entre 1.5 y 3 has. (35.71%) y una última no posee hectáreas – la familia que vive dependiendo del pueblo. Como puede observarse también entre los pobres existe desigualdad.

El 100% de la tierra es de uso agrícola, así como el 92.85% está ubicada en la comunidad. El 42.85% se encuentran en terreno plano y el 57.14% esta en ladera. El régimen del agua es temporal y el 85.71% es superficie agrícola sembrada, sólo el 14.28% se encuentran en el bosque. El tiempo de uso del suelo de año y vez es de un 28.57 %, el 35.71% es de año con año, un 7.14% es de berbecho de dos años, un 7.14 es de berbecho de tres años y finalmente de las 14 familias dejan descansar su tierra entre tres y cinco años es un 7.14%. Existe poca diversidad y producción en los predios, sembrándose sólo maíz y de vez en cuando fríjol y calabaza.

f). Energía y autosuficiencia

El 28.57% declaró usar fertilizante inorgánico en sus hectáreas aplicándolo de 750 a un kilogramo por hectárea, el fertilizante más utilizado es el gramoxone, gastando anualmente $200.00 anuales. El herbicida utilizado es el Tordón, aplicando 250 ml. por hectárea con un costo anual de $160.00. El resto de la población negó usar fertilizante de algún tipo. Las semillas de maíz utilizadas son el tablita, ocotillo y el híbrido enano – según versión de los campesinos no es del híbrido comercia -, sólo una persona dijo sembrar el híbrido 507 que parte de un paquete que venden en las tiendas. Generalmente dijeron no querer sembrar semilla híbrida porque no es resistente para almacenarlo, además que no rinde la misma cantidad de nixtamal que la semilla criolla.

La energía doméstica es la leña y el petróleo. Este último es consumido a la razón de $500.00 anuales. La energía mecánica productiva utilizada es la humana en un 100%, solo el 35.71% dijo utilizar la energía animal para transportar su cosecha y finalmente la energía de transformación es el metate.

g). Preparación del terreno, siembra y cosecha

Las familias de El Achiote empiezan a preparar el terreno para la siembra en los meses de enero a marzo, muy pocos utilizan peones para hacerlo, sólo el 28.57% contrataron mozo para la preparación, de estos el 50% utilizaron 6 por ocho horas al día pagándoles $50.00 diarios. El 71.43% dijo ser ayudado durante ocho horas diarias por sus hijos varones a quienes no les pagaron nada por hacerlo.

La siembra se lleva acabo al mismo tiempo por la comunidad y esta inicia en la temporada de lluvias entre el 30 de junio al 1º de agosto. Sólo el 35.71% contrató un peón por 8 horas pagándoles a $60.00 el día. Al igual que en la preparación del terreno los hijos varones ayudaron en la siembra pero esta vez fue el 21.14% quien apoyó en la labor. Todos utilizaron semilla de la siembra anterior, el 7.14% utilizó 20 kilos, el 14.28% utilizó 16 kilos, el 14.28% utilizó 12 kilos y el resto el 57.16% utilizó 8 kilos de maíz anterior.

La cosecha se inicia regularmente en el mes de octubre y se termina en enero, el dueño de la hectárea y su familia realizan la actividad poco a poco por lo que no contratan peones para esta actividad. La selección del maíz es realizada por la familia y aproximadamente tienen un gasto de $50.00 en costales para trasladarla. Los apoyos técnicos o los créditos bancarios no llegan a esta comunidad, ellos opinan que las instancias gubernamentales no confían en que se les devuelva el crédito por las cantidades de maíz que cosechan. Cuando llegó la propuesta de proporcionarles un apoyo bancario promovido a través de Procampo, fueron estafados porque les pidieron dinero para viáticos y gastos administrativos, finalmente el crédito no llegó, perdiéndose lo aportado, este dinero les fue descontado del monto que les da Procampo.

h). Producción en el solar

El solar donde viven las familias es regularmente de 30 a 40 m2 donde tienen árboles de coco, naranja, mandarina, granada, almendra, guayaba, mango, aguacate, limón, lima y piña. El uso de estos recursos es para consumo familiar y no lo comercializan. Dentro del solar mantienen marranos, gallinas, guajolotes y patos. Tampoco los crían para la comercialización y sí los llegan a vender – cuestión casi nula porque los mantienen para usarlos en tiempo de escasez - el precio de una gallina es de $50.00, el guajolote es de $100.00 y el marrano puede venderse hasta en $500.00.

i). Migración

Otra de las formas de hacerse llegar un ingreso más es la migración de los jóvenes, durante este trabajo de caracterización 7 familias - el 50%-, declararon que 12 de sus miembros - el 14.81%-, emigraron hacia La Crucecita en busca de mayores ingresos, de estos miembros 10 son hijos y dos de ellos son esposos de sus hijas. Estos últimos radican semanalmente en Bahías de Huatulco trabajando en el ramo de la construcción o como ayudantes de electricidad. Los montos de dinero que ingresan al gasto familiar fluctúan entre $200.00 y $700.00 semanales. No toda la gente del pueblo está dispuesta a salir y dejar sus tierras porque como ellos mismos dicen “si nos vamos a otro lugar tendríamos que pagar por vivir en un lugar más pequeño sin la misma posibilidad de esta libertad y tranquilidad”. Regularmente las edades de los migrantes se encuentran entre los 20 y 35 años, los comuneros mandan a la gente más joven porque son más fuertes y pueden soportar más hambres y malos modos “aunque sea” por $350.00 semanales. Esto, es un caso recurrente en casi toda la región debido a que las tierras ya no producen la cantidad de maíz suficiente para alimentar al número de personas que conforman cada familia .

j). Participación en los programas gubernamentales

Progresa
El 92.85% de la población se encuentra participando en Progresa, el programa es decir 13 mujeres. La coordinación del programa se lleva separada de la coordinación del pueblo más cercano que es Xadani. Las mujeres tienen que ir a “cobrar la ayuda” que les llega bimestralmente, hasta la cabecera municipal San Miguel del Puerto que queda a 17 kilómetros a pie del pueblo, aproximadamente cinco horas de distancia porque es de subida. Las personas deciden caminar porque el pasaje es muy caro ($10.00 de ida y $10.00 de regreso), así que la peregrinación de 13 mujeres empieza muy temprano para poder llegar a las 8 de la mañana para recibir $230.00 cuando no se tienen hijos en la escuela. Las señoras se encuentran suficientemente agradecidas por este dinero que les llega del cielo, sin embargo, el pago de diciembre no les fue hecho por una mala coordinación de la unidad central en Oaxaca y la promotora del programa. La sugerencia que ellas tiene es que el pago se les haga en Santa María Xadani al igual que a las señoras de ese lugar y de Petatengo, porque es un lugar más cercano y así no tienen que perder tiempo en tanto trámite administrativo que, sin lugar a dudas, les quita una parte importante del importe económico que Progresa les brinda.

Procampo
Los beneficios de este programa se destinan principalmente a la producción agrícola de sus hectáreas. El programa paga un monto de $700.00 por hectárea que para los comuneros no es suficiente pero que les ayuda a solventar los gastos de la siembra y la cosecha del maíz. Al igual que en muchas comunidades los campesinos no se sintieron muy confiados en anotarse al programa porque pensaron que el gobierno les iba a quitar las tierras como había sucedido en Huatulco por tal razón sólo el 50% de las familias están inscritas en el programa.

La queja que los beneficiados tienen es que el dinero les llega fuera de tiempo y a ellos les gustaría recibir el dinero en abril, mayo o ya muy tardado en junio, la otra queja que tienen es que la supervisión es muy mala por parte de los que lo dirigen – la gente de la ciudad- ya que escuchan solo las palabras del coordinador en el pueblo y no se lleva a cabo físicamente el recorrido. Los campesinos piden que la supervisión por parte de la gente de la ciudad sea pareja y que sobre todo entiendan que muchas veces la siembra no viene buena o las lluvias son escasas o son demasiado abundantes. Debido a esta supervisión poco seria se ha sacado del programa a 3 comuneros que se les perdió la cosecha por la plaga, mientras que ha otros que declararon sembrar 2 o 3 hectáreas y no es así, aún los mantienen.

La actitud de sorpresa no se deja esperar entre las personas que les llegan a ofrecer un beneficio. Los campesinos comentan que en la temporada de cosecha (2000) llegó una persona que dijo pertenecer la Banco Bital a ofrecerles un crédito para la mejora de sus tierras. La persona les pidió $40.00 por hectárea para sus viáticos y $80.00 para los trámites administrativos, finalmente no se les otorgó el crédito porque no reunieron los requisitos, sin embargo, ellos saben que fue “un ataque en despoblado” lo que les hicieron porque el dinero que dieron a Banco Bital les fue quitado de su presupuesto de Procampo de 1999, de tal manera que una persona que tiene dos hectáreas declaradas sólo recibió $1240.00 en lugar de $1400.00. Una de las deficiencias grande que tienen estos programas es que la presencia de los promotores es esporádica circunscribiéndose solo a las épocas en que se hace repartición del dinero o para hacer recorridos rápidos y escogidos de las hectáreas declaradas en Procampo. El caso de Progresa, los promotores llegan a la cabecera municipal cada dos meses, como se comentó anteriormente.

La supervisión está supeditada a una persona del mismo pueblos, quien verifica que los trabajos de tequio se lleven a cabo y determina junto con el médico del centro de salud cuáles son éstos. En el mes de marzo, se decidió que las beneficiarías del programa aportaran una cantidad de $80.00 para la compra de un sonido que sería puesto en el centro de salud. Las señoras se opusieron pero al parecer fueron amenazadas de ser eliminadas del programa. Indudablemente los programas gubernamentales se prestan para hacer manipuleos y crear cotos de poder porque la designación de los coordinadores de los programas son generalmente personas que tienen las mejores condiciones económicas y al mismo tiempo tienen al menos terminada la primaria – lo cuál está bien porque tiene la posibilidad de entender mejor el proceso pero no lo entienden a partir de la comunidad sino a partir del aspecto individual. Estas situaciones le dan más ventaja a un sector específico de la población porque reciben prioritariamente un mayor número de beneficios.

Los comentarios de los promotores o de los más versados del pueblo son que, la mayoría de la gente no tiene una visión para invertir el dinero ya que todo lo gastan en comida en lugar de hacerle mejoras a las habitaciones o construir los mínimos servicios sanitarios. Por ejemplo: cuando les dan un apoyo para tener animales como gallinas en un corral, el dinero no es utilizado para ello sino es consumido en alimentos o bebidas alcohólicas por tal razón el gobierno ya no les manda ayudas de manera constante porque no cumplen con lo estipulado. Los promotores definen que existe una gran apatía en la población y un desgano por superarse. Sin embargo, poco puede pensarse en hacer planes a largo plazo cuando el estómago está vacío, aunque los vicios siempre tienen una gran prioridad entre los campesinos como es el tomar mezcal cada fin de semana.


k) Participación en los programas del Centro de Soporte Ecológico

Esta ONG ha venido promoviendo desde 1998 un programa de reforestación en Santa María Xadani, Santa María Petatengo y El Achiote con el objetivo de recuperar las áreas impactadas por el uso agrícola de la tierra y por la tala inmoderada en parte por el uso comunal y principalmente por el tráfico de madera.

En la comunidad de El Achiote participan 10 personas en la actividad de reforestar, es decir que de los 40 hombres adultos sólo el 25% está involucrado en el proceso. Sin embargo, no sólo participan sembrando, sino que también lo hacen prestando sus hectáreas para que se reforesten, regularmente cada familia tiene de una a dos dentro de este proceso. Dentro del programa del CSE a estas personas se les llama socios de la triple S (socios en solidaridad social). Los socios trabajadores reciben un apoyo de $30.00 diarios ya sea por regar las plantitas, sembrar, hacer almacigos y cuidarlos; o por recoger semilla si es la temporada – cabe mencionar que en esta labor participan entusiastamente los niños de la comunidad. El apoyo económico que brinda el Centro a una persona involucrada gana quincenalmente $450.00, mientras que el coordinador - un nativo del lugar- del programa gana $460.00.

Una de las solicitudes que los campesinos hacen es que el apoyo pudiera incrementarse a $40.00 diarios porque consideran que es mucho el trabajo y que por él bien vale recibir un poco más. Solicitan esto quizá porque aún no han visualizado el hecho de que lo sembrado en sus terrenos les redituará económicamente en el futuro, pero el futuro a veces poco importa cuando el estómago está vacío. La falta de incremento de la ayuda que proporciona el Centro es quizá una de las razones por la que los participantes entran y salen continuamente del programa, principalmente ocurre cuando se encuentran que deben hacer un gasto imprevisto o cuando algún otro agente externo les ofrece una mejor opción económica aunque esta sea temporal. Una de las fuentes más consumidoras de dinero es la Telesecundaria porque continuamente los maestros les piden aportaciones económicas para trabajos manuales o en el caso de llegar tarde a una reunión de padres de familia los multan con $10.00.

La comunidad aún duda del programa porque les gustaría ver los resultados al corto plazo y no tener que esperar el crecimiento de los arbolitos, mientras tanto las necesidades por un ingreso mayor se intensifican debido a que desean que sus hijos estudien mínimamente la secundaria, pero eso significa un incremento en los gastos que difícilmente pueden sostener. Independientemente, ellos consideran en lo general al programa de reforestación como una buena opción porque les evita salir de sus pueblos y dejar a sus familiares por largas temporadas y a sus tierras desatendidas.

Cuando el programa inició la comunidad se entusiasmó porque eso significaba una entrada más al presupuesto familiar, pero no todos estuvieron conformes, al igual que con el programa de Procampo se pensó en que la ONG les quitaría las tierras porque finalmente declararía como suyos todos los árboles sembrados, de tal manera que ellos sólo serían unos empleados de la reforestación que verían en un futuro la salida de camiones llenos de madera producida en sus tierras. Con respecto a esto y para sentirse más seguros, ellos solicitan un comprobante que certifique que están prestando sus tierras para la reforestación, así de esta forma sentirán la seguridad de tener participación económica cuando se inicien los trabajos con los rollizos de madera. De igual manera consideran que la persona que está prestando la hectárea debería recibir también un apoyo porque está dejando de sembrar maíz en ese lugar porque este hecho merma el ingreso de granos para alimentar a la familia.

El pueblo no tiene acceso a otros programas, ni de gobierno ni de otra ONG, es decir que sus ingresos económicos están supeditados a Procampo, Progresa y el CSE. Si se hacen sumas, suponiendo que una persona recibe el beneficio de todos estos programas, su percepción anual sería de $1400.00 de Procampo por dos hectáreas – es el número declarado generalmente-, $1380.00 de Progresa – sin contar con el dinero por cada hijo que estudia entre el tercero de primaria y la secundaria- y $10,080.00 por reforestar sus terrenos comunales, que daría un total de $12,860.00 anuales; dinero aún insuficiente para vivir pero la cifra puede servir potencialmente como referencia para diseñar más integralmente y con mayor amplitud económica los programas que promuevan la reinvención de las sociedades comunales, con el pensamiento de fortalecer a la comunidad para que busquen su autonomía económica.

Por otra parte, el programa que inició el CSE sobre la elaboración de alebrijes ha tenido mucha aceptación especialmente en esta comunidad. Casi todas las familias participan en el trabajo artesanal que es elaborado en las horas de descanso. El labrado es realizado por los hombres mientras que las mujeres – niñas y señoras- se dedican a lijarlas y pintarlas. Las familias se están coordinando de tal manera que el ingreso se queda dentro de una familia específica en lugar de que el dinero sea repartido. No obstante si en una familia no existe esta coordinación por falta de la habilidad para el trabajo la comunidad hace “entregos” a las personas que son aptas para las diferentes partes del proceso así nadie queda fuera y todos participan. No es extraño ver a una persona labrando a la orilla del camino o cuando descansa en su hamaca. A través de este trabajo ellos han empezado a ver de otra manera su bosque y su fauna porque en la madera reproducen los animales con los que ellos conviven en su trabajo campesino.

Inicialmente la comunidad no obtuvo el permiso para cortar ramas de copal por parte de bienes comunales porque no confían en que los cortes sean sólo de ramas sino creen que se empezará a talar el bosque y a comercializar la madera de manera indiscriminada. Para no entablar una lucha por el corte de ramas uno de los comuneros, que es propietario de terrenos donde se reproduce el copal, permitió que se tomaran las cantidades mientras no fueran árboles completos con el afán de generar una fuente de ingreso permanente para la comunidad.

Una de las diferencias que tienen los programas del Centro es la presencia de los coordinadores en la localidad como residentes permanentes. De tal manera que los comuneros son atendidos constantemente en sus dudas técnicas o muchas veces para resolverles problemas económicos urgentes. El residente hace recorridos constantes de las áreas reforestadas, verificando la condición y mostrándoles como podar los árboles para que los más pequeños crezcan sin ser socavados por los más grandes.

Desde el año pasado, la responsabilidad de entregar el apoyo a los comuneros es el coordinador - un habitante de la localidad -, muchas veces él mismo se traslada a La Crucecita donde se encuentran ubicadas las oficinas del Centro, él mismo hace las nóminas y procura que todos los participantes firmen de recibido. Este hecho es un paso inicial hacia la autonomía que debe ser reforzado con capacitación sobre otros aspectos administrativos para que la comunidad vaya conociendo más a fondo como realizar los intercambios con el resto de la sociedad. Este nombramiento, al igual que los hechos por los programas gubernamentales, se han tomado dentro de la jerarquización del prestigio en la comunidad.

Al igual que en el programa de reforestación, el de alebrijes cuenta con la permanencia constante de los capacitadores de este proceso. Las capacitaciones se realizan por temporadas de quince días en cada localidad. Se les enseña a realizar dibujos sencillos y se identifican las habilidades de cada persona, buscando la manera de fortalecerlas. Puede decirse que cada comunidad tiene su fuerte y como se mencionó anteriormente en El Achiote, el programa de artesanías a sido bienvenido por toda la comunidad porque les sirve para volcar su creatividad en el labrado y en el pintado de las figuras. Además que sólo les consume el tiempo que disponen como libre siendo ésta una labor de relajamiento que un trabajo. Además las personas tienen una habilidad increíble para la elaboración, el único inconveniente es que, como no es tomado como una fuente real de ingreso la producción no es muy grande.

Este programa ya fue tomado por la Telesecundaria como taller, de tal manera que los niños que asisten a esta escuela están haciendo de las artesanías de alebrijes parte de educación y por ende empezarán a ver en sus recursos naturales una posibilidad de mejorar su calidad de vida. Al mismo tiempo se les habla de no hacer un uso inadecuado de ellos, enseñándoles a trabajar solo con las ramas de los árboles.

También se inició un programa de recuperación de fauna para esto ya han determinado áreas específicas donde se inducirá la cría de venado, iguana y de otras especies que se encuentran en extinción. Se les está dando el énfasis en mantener un número de fauna determinado para su reproducción, esto no significa que la comunidad no podrá cazar para consumo sino que se les enseña que deben hacerlo de una manera racional para que puedan ser autosuficientes en su alimentación. Este proceso también a sido bien visto por la comunidad, algunos habitantes han decidido cercar algunas de sus hectáreas para la cría de fauna, haciendo de esta actividad independientemente de la estipulada por el área comunal.

Los programas del CSE tienen un gran potencial para ser la base de la autonomía de los pueblos, sin embargo, es necesario llevar acabo programas de recuperación de los espacios socioculturales para dar a la comunidad una identidad sólida que las lleve a diseñar un proyecto de vida comunal y que incida de manera sustantiva en cada una de las familias. Además también es necesario ir fortaleciendo a los comuneros en la adquisición del conocimiento sobre diferentes áreas con las que ellos tengan que ver en la gestión de sus proyectos. Es decir, sería necesario integrar a la técnica un buen programa de desarrollo humano que los fortalezca para que dejen de ser seres dependientes de los diferentes programas que llegan a su territorio. Es fundamental, para que se induzca una verdadera autonomía comunitaria, el manejo de la información por parte de los que están siendo acreedores del proceso. Indiscutiblemente, las condiciones de la comunidad con respecto a la educación occidentalizada son muy pobres, pero esto no debe ser una objeción porque se podrían ir formando técnicos con información específica ya sea sobre los sistemas productivos o sobre aspectos administrativos y de gestión. Trasmitir la información de manera sistemática y vivencial es uno de los principales soportes para una autonomía que tenga el objetivo de hacer de la sustentabilidad una forma de vida en una región.

l). Los partidos políticos

El Achiote al ser una ranchería de Santa María Xadani tiende a tomar las corrientes existentes en ese lugar. Por ejemplo, en Xadani existen dos corrientes políticas: el PRI y el PRD, esto ha provocado en la Agencia Municipal una división de tintes muchas veces violenta de tal forma que dentro de una familia se generan fricciones irreconciliables por la diferencia de filiación a un partido específico.

En la comunidad que se está describiendo la situación aparentemente no es tan grave a pesar de la cercanía, sin embargo si ha sido acreedora de donaciones por parte del PRD. A partir de este hecho se observó que cuando a una comunidad se les otorga un regalo se puede causar un daño más que un bien.

El PRD les regaló un molino de nixtamal para que las mujeres tuvieran que hacer el trabajo de manera más rápida y sencilla. La definición de donde sería colocado causó una serie de discusiones entre los habitantes. El representante comunal pedía que el molino estuviera en un punto intermedio del pueblo para que aquellos que vivieran a las orillas no tuvieran que caminar tanto, sin embargo el pueblo se opuso porque la casa elegida tenía perros bravos que podrían morder a las personas que fueran a usarlo. Finalmente el molino se quedó en una de las casas que se encuentran al inicio del pueblo, - viniendo de Xadani – por esta ubicación los que viven en la otra orilla no acuden a utilizarlo. Existe en este momento una fractura que se espera superarla cuando se construya una casa para el molino. La casa se tiene pensada construirla cerca del aula abierta que está aproximadamente a la mitad del pueblo.

La manera en que sería administrado el molino sería a través de un grupo de personas quienes se encargarían de cobrar .50 centavos por cada kilo de nixtamal que se muela para que los gastos de reparación, la compra de gasolina y aceite se hagan a partir de ese “guardadito”. Los hombres en quienes recae el prestigio por ser los mayores buscan la reconciliación entre los habitantes y son los que están apresurando la construcción de la “casa del molino”.

m). Productos para el consumo familiar

Cada familia de El Achiote adquiere en la Conasupo o en las tiendas de Xadani anualmente entre 600 kilos y 4000 kilos de maíz anualmente, dependiendo del número de miembros, debido a que la tierra no produce el alimento suficiente.

La producción de la tierra fluctúa entre los 600 y 3000 kilos sujeto a las condiciones de fertilidad y los fenómenos naturales durante ese año. Ellos aseguran que una persona se come 4 kilos diarios de tortillas, es decir que anualmente una persona consume cerca de 1500 kilos de maíz para sentirse satisfecho, por lo tanto existe una deficiencia de granos en cada familia. Por ejemplo, la familia de Don Arceo García Pacheco consta de 4 residentes. A esta familia, las tierras les otorgaron en 1998, 1000 kilos de maíz y teniendo en cuenta que guardaron 8 kilos para la siembra de 1999, les quedaron 992 kilos para consumo, de esa cantidad alimentaron a sus animales: 20 gallinas, un guajolote y un marrano, mismos que consumen 5 kilos diarios de maíz; durante un año la cantidad de maíz es de 1825 kilos, una cantidad mayor de lo que consume una sola persona - afortunadamente la vida de estos animalitos es corta porque pueden ser consumidos para sufragar esa compre de maíz o para ser alimentar a la familia una o dos veces al año, dependiendo si existe un evento que así lo amerite. Lo increíble es que tienen una deficiencia de granos aproximadamente de 6833 kilos anuales, los que tienen que comprar durante el año. Cabe la importancia señalar de la existencia de la tienda rural Conasupo por la administración y el precio del grano que es vendido a $2.00 el kilo para la comunidad, quien muchas veces tiene que pedir fiado y pagar con mano de obra o a cuenta del grano.

La cantidad de frijol comprado al año por familia es aproximadamente de 96 a 144 kilos anuales, mientras que las cantidades de huevo adquiridas no pasa de los 30 kilos anuales. El azúcar es un producto de primera necesidad para las familias y llegan a consumir hasta 200 kilos anuales. El arroz, la sal y el aceite son otros de los productos más consumidos por los comuneros y las cantidades anuales son: 48 kilos, 24 kilos y hasta 50 litros de aceite.

n). Percepciones del hogar sobre la calidad de vida

Con respecto a la percepción de la situación económica del hogar, las familias en un 92.85% dijeron estar contentos porque la tierra les da suficiente para comer, aunque ellos quisieran poder acceder a otros alimentos pero cuando el maíz no alcanza se van a “campear” y tienen algún animalito que les ayuda a pasarla durante una semana o más según sea el tamaño. Aseguran que su alimentación no ha cambiado, ni la situación general del hogar desde hace cinco años, los servicios de salud si mejoraron con la llegada de Progresa pero que los servicios de la educación si han bajado de nivel especialmente el que brinda la telesecundaria debido a la suspensión de clases continua porque los maestros tienen que ir a Pochutla a cobrar su quincena y por las huelgas.

Sobre la vivienda están contentos pero si pudieran construirían otro cuarto para dormir y mejorarían el lugar donde cocinan para que en tiempos de lluvias no se mojen. En general la comunidad se siente contenta con la vida que tienen y no se sienten muy presionados por adquirir las formas de vida del exterior, más bien parece que los que están muy interesados en mejorar su calidad de vida somos nosotros. La preocupación que ellos manifestaron fue la posibilidad de hacerles llegar el agua hasta sus casas porque para las mujeres es muy cansado cargarla desde el arroyo. Este servicio lo creen mucho más importante que el tener energía eléctrica.

Uno de los aspectos importantes que deben tomarse en cuenta es el indicio, tal vez promisorio, de la pérdida de la cosmovisión, el porqué se hace este comentario es porque la comunidad no toma el tiempo para realizar alguna celebración familiar al inicio o termino de la siembra o cosecha. Al parecer, el hecho de ser gente que proviene de diferentes lugares de la región les hizo perder en el camino ese ritual ancestral. Esta es un área de oportunidad, ya que aquí pudieran introducirse rituales pequeños que le den significado a los nuevos procesos productivos. No es necesario volver al pasado, pero las ceremonias pueden consistir en convivios antes y después del periodo de siembra.

La comunidad es una ranchería acorde a las definiciones institucionales, sin embargo, el sentir de todos ellos es considerarse una comunidad que tiene el firme deseo de acceder a todos los beneficios que brinda la “modernidad” , agua entubada, energía eléctrica y el camino que va de Xadani a L’achote pavimentado. Es un pueblo que realiza sus labores a través de alianzas familiares, esos vínculos tienen una gran solidez que permite que los comuneros con menos recursos depender directamente de la “gran familia” que es la comunidad.

Se puede decir que todos los faltantes que este trabajo cuantitativo arrojó no es representativo de la riqueza solidaria que existe entre ellos, misma que podría ser base para la construcción de un proceso de desarrollo endógeno.