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Apéndice I.- Una aproximación etnográfica de tres comunidades de la Costa de OaxacaLa indumentaria
Los habitantes de las tres comunidades ya no utilizan indumentaria que pudiera denominarse indígena en su totalidad, el único vestigio de ella es el uso de huraches de dos correas con suela de llanta, estos pueden ser de tres colores: negro, café o beidge. Este tipo de calzado es utilizado para las labores del campo y también para asistir a las fiestas del pueblo. Las mujeres regularmente utilizan zapatos de plástico blanco o negro. Aunque también es acostumbrado utilizar las chanclas de pata de gallo o de meter de colores azul, negro o los más modernos de plástico transparente.
Para caminar con esta indumentaria entre los cerros, las brechas y los arroyos es necesario haber nacido aquí, sino la caída es casi irremediable. El camino de las calles tiene un sinnúmero de cárcavas hechas por las corrientes de agua en los meses de junio a agosto, lo que hace que se torne resbaloso el terreno lleno de piedras. Además, que uno debe estar atento a los perros, que de un momento a otro salen de las casas a protestar al transeúnte que pasa por sus territorios. Esto no es un problema para los niños que juegan en las calles, para ellos es mucho más fácil correr descalzos entre las piedras, como conejo, sorteando todo tipo de suelo accidentado para que no los alcancen sus compañeros de juego.
Debido a la migración de los jóvenes para buscar trabajo, la moda ha cambiado, se ha transformado, ahora estar “al día” se denota en el uso de tenis, imitación de marcas extranjeras. En las calles resplandecen las lucecitas en los tacones del tenis, cuando caminan los comuneros, especialmente en las tardes cuando van a reunirse para rezar el rosario o para ir a ver pasar a las muchachas frente a las canchas; después de haber terminado sus labores del campo. Durante sus actividades campesinas, los huaraches son la indumentaria que viste sus pies.
Quizá esto pudiera considerarse como un elemento de transculturación, pero mientras los campesinos tengan una relación estrecha con la tierra, los elementos culturales adicionados a su cotidianeidad serán usados en los momentos de esparcimiento, fiestas, en las tardes y a un acto al que ellos consideren trascendente; pero en lo cotidiano, mantendrán esos elementos que les facilitan su relación con su ecosistema y sobre todo, su incursión en el desarrollo de su sistema productivo, es decir, no abandonaran aquello que es útil para seguir reproduciendo su familia. Los ancianos cuentan que hace unos veinte años, todavía usaban calzón y camisa de manta, y huaraches de suela gruesa de llanta. La costumbre de usar tenis en las tardes, está institucionalizada en Xadani, Petatengo y El Achiote, podría decirse que es una costumbre dentro del territorio.
El vestido para los varones es, regularmente, para los más jóvenes, pantalones cortos de fútbol o básquetbol, camisas con botones al frente, desabrochadas casi, todo el tiempo o mayormente caminan por las calles con el torso desnudo. Pero, los más adultos usan pantalones normales. Los campesinos son de complexión delgada, atlética, ágiles y muy fuertes, pueden cargar sobre sus hombros, grandes cantidades de leña, no importa su edad. Los músculos de su cuerpo están resaltados, no por ir a un gimnasio, sino por los trabajos que realizan en lo cotidiano. Es todo un espectáculo grandioso, ver como realizan sus labores para la reforestación, cuando llevan en sus hombros las garrafas de 20 litros para regar las plántulas, parecen venados sorteando los árboles, veredas, piedras y ramas. Recorren los espacios con una rapidez inusitada, desaparecen y aparecen en puntos lejanos, ellos no son parte de la naturaleza, ellos son la naturaleza misma.
La indumentaria de las mujeres consiste en un vestido o en falda y blusa, y como se dijo anteriormente, utilizan zapatos de plástico, zapato de piel muy sencillo o chanclas, según la ocasión o la condición económica – el segundo tipo es muy inusual - sin embargo, algunas mujeres jóvenes empiezan a usar huaraches tipo playero comprado en La Crucecita o Pochutla. El calzado es uno de los factores que determina el grado de solvencia económica de la población, ya que solo la gente que tiene posibilidades de viajar tanto a Oaxaca, Pochutla y Puerto Escondido usa los que están de moda o más caros. Los que viajan constantemente a otras ciudades son los comerciantes. En los pueblos tienen tienda de abarrotes, donde se convierten en intermediarios, en la venta del café. Otros se dedican a la venta de cerveza o dan de comer a la gente que llega del exterior. Los comerciantes viajan más y traen la moda a los pueblos, son los voceros y los que ponen en una “vitrina” los elementos socioculturales que pueden ser apropiados por la población, siempre y cuando tenga los medios para comprarlos.