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Capítulo V.- El Centro de Soporte Ecológico y la participación de tres comunidades oaxaqueñas en su propuesta sustentable
Cada pueblo construye su propia sustentabilidad
Estos tres ejemplos contrastantes llevan a concluir, que aunque las comunidades estén cercanas, cada una avanza a su propio ritmo y construye su propia estructura productiva y se apropia de las propuestas paulatinamente, coordinándolas poco a poco con su cierta autonomía. Por lo tanto, no hay una receta para diseñar un proyecto de desarrollo rural sustentable. Aunque los individuos compartan el mismo territorio y el mismo ecosistema cada uno decide cuándo, dónde y con quién formar una sociedad sustentable. Todo depende de que el agente externo sepa negociar con la complejidad social de la región. Por otra parte, para que un pueblo o comunidad pueda apropiarse de los proyectos sustentables, primero debe de subsanar sus necesidades prioritarias para después abocarse a cuidar sus ecosistemas. Es decir, que entre las comunidades rurales la sustentabilidad entra a través del estómago; si este está vacío, el proceso de recuperación y conservación de los ecosistemas tendrá una duración muy corta porque ellos preferirán buscar medios para sobrevivir, que trabajar como guardianes de su bosque.
Sin embargo, aunque no existe una línea precisa que defina cómo llevar a cabo un proyecto de esta índole, existen guías para las operaciones básicas que soporten un proyecto sustentable – una de ellas es la AIRN, ver capítulo 1. El éxito del proyecto depende, principalmente en: a) informar de manera sencilla y detallada los propósitos del mismo; b) hacerles una reseña de dónde viene el financiamiento y para qué está utilizado. Es decir, cuentas claras; c) invitarlos a participar activamente en el diseño del mismo, así como en la ejecución; y d) contemplar la intervención de todos los habitantes para que no existan grupos que se den a la tarea de devaluarlo. La información sobre qué es y qué no es el proyecto incluye la capacitación en las diferentes herramientas que habiliten a los campesinos en el intercambio justo con el resto de la sociedad, sin dejar que pierdan su conocimiento tradicional.
El intercambio justo o comercio justo es un elemento adicional que les asegura términos equitativos para la venta de sus productos locales en el mercado externo. Para los pequeños productores de artículos sustentables, las redes de comercio justo ofrecen un primer paso para mejorar su relación entre los consumidores y sus comunidades que tienen el deseo de fortalecer sus estructuras sociales y proteger sus ecosistemas.