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Capítulo V.- El Centro de Soporte Ecológico y la participación de tres comunidades oaxaqueñas en su propuesta sustentable

La participación de la población local
Santa María Petatengo


En Santa María Petatengo, la participación local no sólo se ha mantenido, sino se consolidó a través de la formación de una triple S – Sociedad en Solidaridad Social . Esto les dio personalidad jurídica para establecer microempresas, situación que les permitió hacerse llegar de medios de consumo o producción de una manera más sencilla porque tenían una representación ante las instancias gubernamentales. La continuidad de Petatengo en el proyecto, se infiere que se debe a su lucha por convertirse en una comunidad con autonomía administrativa. Como se explica en el apéndice I, el pueblo fue fundado en 1973 por 30 ciudadanos , emigrantes de otras localidades cercanas, generalmente de las fincas. Algunos se “avecindaron ” en Petatengo por matrimonio o por haber sido expulsados de sus tierras por razones políticas o religiosas.

Ser un avecindado hace difícil obtener la suficiente tierra fértil para producir el maíz para sobrevivir durante el año. Como emigrante el avecindado tiene que buscar alternativas para lograr convertirse en ciudadano, para obtener los derechos sobre los bienes comunales deben cumplir con las obligaciones que todo ciudadano tiene que cumplir, como servir en las diferentes formas de gobierno que van desde, ser topil –policía comunal – pasando por la presidencia de la sociedad de padres de familia, mayordomo en la iglesia, hasta llegar a ser Agente Municipal y por supuesto dar tequio cada vez que la comunidad tenga un proyecto que desarrollar. Antes que el avecindado logre obtener la posibilidad de prestar un servicio, de acuerdo a las costumbres, debe unirse a una UDC y en consecuencia a una red de UDCs. Para ello tiene que ganarse la confianza a través del trabajo en la siembra del predio que, muchas veces le presta algún comunero. Ya establecido, afianza su pertenencia creando lazos familiares, es decir, casándose con alguna comunera.

La comunidad tiene una historia de cooperación. De manera general, todos apoyan a todos. Sin embargo, la llegada de los Pentecostales ha hecho una escisión que se va agrandando, pero que ha sido bien manejada por los Mayores o fundadores de la población. Por ejemplo, en el caso de la organización de la triple S, los campesinos miembros de ella pertenecen a diferentes afiliaciones religiosas. Las diferencias no importan porque todos tienen como fin, lograr consolidar su proyecto de vida. Sin embargo, si existen desavenencias, estas son disminuidas en las reuniones de asamblea. Los fundadores juegan un papel importante en esos momentos, intervienen solicitando a la comunidad que no se pierda el interés colectivo, recordándoles que es necesario “sacar adelante la comunidad” por el bien de los que vienen detrás – sus hijos y nietos. El pueblo guarda la premisa de cuidar sus intereses comunales, de esta manera lograron que se construyera el puente que les permite cruzar el río Hierbabuena en temporada de aguas, cuando el río baja con mucha fuerza. Otros ejemplos son la construcción de las escuelas primarias y Telesecundaria. Son estas necesidades de progreso comunal, las que hacen que el colectivo mantenga la llama viva de la cooperación. Esta fuerza es la que encontró y aprovechó el CSE para la propuesta que les ofrecía, redundando en el logro de mantenerse por más tiempo que en Xadani. En este caso, el Centro encontró en las alianzas una base para lograr implantar una propuesta que beneficio a las familias de los que contaban con un patrimonio menos extenso. En Petatengo, los ganaderos no veían con buenos ojos el que reforestaran las áreas comunales, pero se mantuvieron al margen dejando que la triple S siguiera adelante con el proyecto.

La incursión de los campesinos como miembros de la triple S fortaleció a la región y a la comunidad. Por ejemplo, con el apoyo del Centro de Soporte Ecológico los comuneros realizaron las gestiones para la reinstalación del comisariado de bienes comunales y el consejo de vigilancia. La ausencia de estas dos autoridades, permitió la tala inmoderada y la caza ilícita de especies en peligro de extinción durante muchos años. Al reaparecer las autoridades, se disminuyó la tala y la caza inmoderada, sin que desapareciera del todo. Con el apoyo del Centro los campesinos incursionaron en tramitar ante la Procuraduría Agraria la solicitud para que se definieran los linderos de las tierras comunales que colindan con la comunidad llamada San Miguel Chongos. Regularmente, los comuneros de la Costa de Oaxaca recurren a eventos violentos para hacer valer sus derechos, pero a instancias de la triple S y las sugerencias del Centro, tomaron la decisión, en reunión de asamblea llevar el asunto a través de las instancias de gobierno y no forzar la situación a través de acciones fuera de la justicia. Así, se iniciaron los trámites para resolver el problema por la vía legal y llegar aun consenso justo para ambas comunidades. Al término de esta investigación, la solicitud estaba en vías de resolverse. En general, la presencia del CSE en Petatengo fue aprovechada por la comunidad para que los asesorara en las negociaciones con instancias gubernamentales a diferentes niveles. Es decir, el Centro fungió como un intermediario que pudo articular dos culturas, aunque, cabe mencionar que el proceso no fue del todo fácil, ya que siempre existe un lenguaje diferente entre todos los actores involucrados. Esto hace que los consensos y las decisiones tomen un cierto periodo de tiempo para consolidarse. Para los que viven dentro en un contexto urbano, ese periodo de tiempo puede resultarles muy largo, pero no así para las comunidades porque están dilucidando sobre el futuro de su patrimonio más valioso: la tierra.

En el terreno de los hechos, los logros ecológicos de la triple S son: 4,000,000 de árboles nativos de la región plantados en 1,500 hectáreas, de las 34,000 existentes en los terrenos comunales de Xadani, durante el período comprendido entre 1998 al año 2000. Esta cifra puede causar desconcierto y escepticismo, pero es una realidad que puede constatarse visitando las comunidades enclavadas en la parte alta de la Costa de Oaxaca. El éxito del proyecto del CSE en Petatengo tuvo mucho que ver con su bagaje histórico y por ser una comunidad deseosa de opciones para reforzar su proyecto familiar y colectivo. Esta característica les permite tener un cierto grado de apertura al cambio. Lo que quiere decir que, si no en su totalidad los habitantes coordinan sus decisiones para que la comunidad sea la beneficiada.

El deseo de construir un proyecto de vida comunal, con una cierta libertad administrativa de Xadani, ha hecho que en Petatengo se forme un grupo de apoyo fuerte, dispuesto a incursionar en las alternativas que les solucionen su problemática cotidiana. La experiencia les ha formado una conciencia diferente sobre la apropiación de los recursos naturales: “adoptan” los arbolitos que nacen en el camino para después sembrarlos en las áreas que están siendo reforestadas. En sí, a su bosque lo están empezando a ver con otros ojos, saben que pueden vivir de él si diseñan un buen programa de aprovechamiento sostenible y reconocen que solos no podrían lograrlo. Es importante y necesario el apoyo externo que los acompañe en el diseño y construcción procesos alternativos.