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Capítulo IV.- La Unidad Doméstica Campesina y sus estrategias de reproducción

Conclusiones


En este apartado se hizo un análisis sobre las estrategias que las familias campesinas construyen para seguir con sus proyectos de vida. Una de estas estrategias es la de formar alianzas que van conformando redes de Unidades Domésticas Campesinas. Estas alianzas se van construyendo a través de lazos de parentesco y lazos político-religiosos. En ellos, generalmente, los varones mayores llevan la voz cantante, definen las formas y la distribución de las manos existentes dentro de una unidad o en la red a la que ellos estén “adscritos”. Sin embargo, es importante comentar que estas distribuciones de la fuerza de trabajo no las hacen de manera autoritaria, sino se toman las decisiones a través de “consejos familiares”, dejando la última palabra al varón con más experiencia.

Cuando el monto de producción no es la suficiente para mantener la subsistencia de la familia, se incrementa la fuerza de trabajo. Esto significa que, niños y mujeres son incluidos en las jornadas, ya sea para cubrir contingencias debido a fenómenos naturales o porque la siembra está siendo devastada por alguna plaga. Entonces, los miembros de una unidad van al terreno a limpiarlo. En este sentido, la familia se convierte en los “obreros” no asalariados que deben rescatar el sistema productivo tradicional para poder mantener la cohesión y sobrevivir durante el año. La Unidad Doméstica Campesina es, entonces, unidad de producción, consumo y familia.

Si, el número de brazos no es el suficiente, la unidad recurre a alquilar brazos que les ayuden en la producción tradicional. Esta estrategia les permite contratar a gente de su propia comunidad; regularmente, el trabajo se lo dan a los avecindados – familiares recién llegados sin la posibilidad de trabajar un trozo de tierra – pero, también en un momento determinado, ellos se arriendan para obtener un insumo que les permita completar sus medios de consumo y producción. Esto no significa que las UDCs y sus integrantes estén cambiando su estructura sociocultural, sino es una reestructuración de su sistema productivo para que éste siga perviviendo. Este aspecto, no sólo ha impactado su sistema de producción sino que también a reconformado sus usos y costumbres, debido al déficit en la obtención de alimentos y elementos básicos para la continuación de su proyecto de vida. En otras palabras, las comunidades (re)inventan sus tradiciones o las abandonan porque tienen como objetivo principal mantener la sobrevivencia de su familia dentro de su territorio, donde se encuentran enterrados sus antepasados.