La región económica ideal de Lösch[1].

 

Lösch elabora un modelo de economía espacial en condiciones de competencia imperfecta en el que el espacio resulta una variable fundamental. Desarrolla el concepto de región económica, a través de la delimitación del área de mercado según una serie de postulados.

 

Considera este autor, como punto de partida, un espacio continuo y homogéneo, con costes uniformes, y con población distribuida también uniformemente, compuesta por individuos idénticos en renta y gustos. Los productores y los consumidores maximizan respectivamente beneficios y utilidad.

 

Si existiera un único productor y decidiera vender a un precio “p” a los consumidores radicados justo a su lado, tendría que ir subiendo ese precio, en función de los costes de transporte en que vaya incurriendo, a la hora de vender en localizaciones más alejadas geográficamente.

 

Si la curva de demanda de ese productor es

al precio p’, que corresponde a unos costes de transporte (p’-p), su cantidad demandada sería cero. De ese modo, abastecería un área de mercado circular, de radio igual a la distancia que corresponde al coste de transporte igual a (p’-p).

 

Si se considera la existencia de más productores, el área circular descrita se convierte en hexagonal, ya que las áreas circulares suponen la existencia de pequeños espacios geográficos no abastecidos por ningún productor. La red de hexágonos resulta eficiente, ya que agota la totalidad del área servida[2].

 

Otros bienes generarán otras redes hexagonales, superpuestas a la inicial, cuyas áreas de mercado serán de distinto tamaño en función de la variación de las economías de escala en la producción y los costes de transporte de los diferentes bienes.

 

La “región económica ideal”, según Lösch, corresponde al resultado de una concentración espacial según la cual todas las redes tengan un centro de producción común[3]. La concentración espacial de las actividades es la conclusión a la que llega este autor, aun cuando su supuesto de partida era, recordemos, el reparto homogéneo de los factores productivos y de la población a lo largo de todo el espacio.


 


[1] Lösch, A., The Economics of Location, (Jena: Fischer), 1940. Traducción al inglés (New Haven, Conn: Yale University Press), 1954.

 

[2] La determinación del hexágono como figura geográfica concreta no tiene justificación alguna desde el punto de vista de las decisiones de los agentes económicos individuales, por lo que se trata de una aproximación descriptiva a nivel macroeconómico, sin una fundamentación microeconómica, como se encarga de poner de manifiesto Paul Krugman en Krugman, P. La organización espontánea de la economía (Barcelona: Antoni Bosch), 1996, p. 23.

 

[3] Richardson, H.W., op.cit., 1986,  p. 56-58.

 

 

Este texto forma parte de la tesis doctoral "El factor espacial en la convergencia de las regiones de la Unión Europea", de Mª Amparo Toral Arto, cuyos datos y texto completo son accesibles desde la
FICHA DE LA TESIS

 

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