Contraste empírico y conclusiones

 

Contraste empírico. Baumol[1] inició la larga serie de regresiones destinadas a medir el impacto del nivel inicial de renta per cápita de un conjunto de economías sobre el crecimiento económico experimentado a lo largo de un periodo determinado, concluyendo a favor de la convergencia entre países ricos, respaldando así las conclusiones del modelo neoclásico.

 

Sin embargo, a partir de la elaboración de las series de datos homogéneos para más de 130 países[2] por Summers y Heston, surgieron estudios[3] que mostraban clara evidencia en contra de la existencia de convergencia b entre países, lo que fue tomado como una refutación del modelo neoclásico, origen del auge de las teorías de crecimiento endógeno, que será presentado en el epígrafe 1.2.2 de este capítulo.

 

Los autores seguidores de la corriente neoclásica respondieron a tales críticas argumentando que la convergencia, según el modelo teórico, habría de producirse para un conjunto de economías con rasgos comunes característicos de un mismo estado estacionario[4]. Surgía así el concepto de convergencia condicional, o de diferentes clubs de convergencia: Barro[5], Mankiw et al.[6], Durlauf y Johnson[7], Barro y Sala-i-Martin[8], Shioji[9], Neven y Gouyette[10].

 

Barro y Sala-i-Martin presentan estudios sobre datos de EE.UU. (48 estados) y sobre regiones europeas (73) que arrojan resultados similares: convergencia en torno al 2% anual. Estos resultados resultan corroborados (convergencia de un 2% anual) en la aportación de Shioji, para las 47 prefecturas japonesas. El resto de autores citados llega a resultados similares, si bien Neven y Gouyette, de un lado, y Fagerberg y Verspagen[11], de otro, en el estudio de las regiones de la Unión Europea durante los años 80, que es el caso que nos ocupa en esta tesis doctoral, hallan una velocidad de convergencia inferior. El cuadro resumen de estas aportaciones se presenta a continuación:

 

Cuadro II.1: Convergencia regional

 

 

Países

 

b

(e.e.)

 

 

R2

(e.e. regresión)

 

(Panel) b

(e.e. regresión)

 

EE.UU.                (48 estados)

(1880-1990)

 

0,017

(0,002)

 

0,89

(0,0015)

 

0,022

(0,002)

 

Japón

(47 prefecturas)

(1955-1990)

 

0,019

(0,004)

 

0,59

(0,0027)

 

0,031

(0,004)

 

Total Europa

(90 regiones)

(1950-1990)

 

0,015

(0,002)

 

 

0,018

(0,003)

 

Alemania

(11 regiones)

 

0,014

(0,005)

 

0,55

(0,0027)

 

0,016

(0,006)

 

Reino Unido

(11 regiones)

 

0,030

(0,007)

 

0,61

(0,0021)

 

0,029

(0,009)

 

Francia

(21 regiones)

 

0,016

(0,004)

 

0,55

(0,0022)

 

0,015

(0,003)

 

Italia

(20 regiones)

 

0,010

(0,003)

 

0,46

(0,0031)

 

0,016

(0,003)

 

España

(17 regiones)

(1955-1987)

 

0,023

(0,007)

 

0,63

(0,004)

 

0,019

(0,005)

 

Canadá

(10 provincias)

 

0,024

(0,008)

 

0,29

(0,0025)

 

 

Fuente: adaptado de: Sala-i-Martín, X., Apuntes de crecimiento económico, Madrid: Antoni Bosch, 1994, p. 141, y De la Fuente, A., “Crecimiento y convergencia: un panorama selectivo de la evidencia empírica”, Cuadernos Económicos, ICE, 58,  1994.

 

 

Los datos presentados en el cuadro corresponden a una estimaciones no lineales que arrojan coeficientes b correspondientes a la velocidad de convergencia, de forma que puedan compararse directamente los resultados hallados para estudios realizados con diferentes horizontes temporales. Cabe destacar, por último, y en atención al análisis preliminar de los datos que sobre 102 regiones de la Unión Europea se realiza en esta tesis doctoral, que la velocidad de convergencia b puesta de manifiesto para 90 regiones europeas, entre los años 1950 y 1990, es tan sólo del 1,5%, frente a la cifra generalmente observada del 2% para los estudios de otros grupos de regiones (en EE.UU. o Japón), y ello, a pesar de incluir las décadas de los 50 a los 70, de gran crecimiento y convergencia a nivel europeo.

 

 

Conclusiones. Del modelo neoclásico de crecimiento, concretado para el análisis regional, basado en un mercado de libre competencia, donde la función de producción presenta rendimientos constantes de escala en trabajo y capital y rendimientos marginales decrecientes del capital, se obtiene una senda de evolución de las regiones hacia su estado estacionario. A largo plazo, cada región tendrá un crecimiento constante, sostenido. A corto plazo, aquellas regiones más alejadas del nivel de renta per cápita que corresponde a su estado estacionario tendrán un mayor crecimiento que aquéllas, más ricas, que se encuentren más próximas a dicho estado.

 

Esto implica un proceso de lo que se ha convenido en denominar convergencia b, esto es, un fenómeno de alcance de las regiones más ricas por parte de las más pobres, fruto de ese diferencial de crecimiento a favor de las menos capitalizadas.

 

La evidencia empírica muestra, sin embargo, fenómenos de crecimiento divergente más o menos transitorios, que han puesto en cuestión la validez del modelo neoclásico. ¿Cabe alguna explicación de estos fenómenos en el marco de la modelización neoclásica de la economía?

 

Dos son las explicaciones que la literatura del crecimiento convergente ha sido capaz de dar, y como tales han sido incluidas en las páginas anteriores,  para justificar las divergencias obtenidas por el análisis empírico: la consideración de la actuación de los shocks espacialmente asimétricos y la distinción entre diferentes “clubes de convergencia”.

 

¿Resultan estas explicaciones suficientes, o resulta necesario acudir a fundamentaciones de la desigualdad arraigadas en el seno mismo del mecanismo de crecimiento?

 

No puede dejar de tenerse en consideración que la excesiva rigidez de los supuestos de partida del modelo neoclásico no considera una serie de elementos esenciales para la comprensión de la evolución del sistema de regiones, como, entre otras:

 

-             la no existencia de competencia perfecta;

-             la posibilidad de rendimientos de escala crecientes de los factores productivos;

-             la posibilidad de que las decisiones de localización de las inversiones no vengan determinadas exclusivamente por la maximización del beneficio[12];

-             las economías de aglomeración, relacionadas con la interdependencia de las decisiones de localización, los costes de transporte, los costes y difusión de la información y las expectativas de rendimientos.

 

En respuesta a estas carencias, se presenta a continuación una serie de modelos explicativos del crecimiento cuyas predicciones apuntan a la divergencia regional.


 


[1] Baumol, W.J., “Productivity growth, convergence and welfare: what the long-run data show”, American Economic Review 76, 1986, pp.1072-1085.

 

[2] Entre los años 1950 y 1988.

 

[3] DeLong, J.B., “Productivity Growth, Convergence, and Welfare: Comments”, American Economic Review 78, 5, 1988, pp. 1138-1154.

 

[4] Nivel tecnológico, características institucionales, preferencias, tasas de ahorro,  de depreciación, o de crecimiento de la población…

 

[5] Barro, R.J., “Economic growth in a cross section of countries”, Quarterly Journal of Economics 106, 1991, pp. 407-443.

 

[6] Mankiw, G.N., D. Romer y D.N. Weil, “The empirics of economic growth”, Quarterly Journal of Economics, 107, 1992, pp. 407-437.

 

[7] Durlauf, S.N. y P.A. Johnson, Local versus global convergence across national economies, NBER WP 3996, Cambridge, 1992.

 

[8] Barro, R.J. y X. Sala-i-Martin, “Convergence across states and regions”, Brookings Papers on Economic Activity, 1991, pp.107-82.

 

Barro, R.J. y X. Sala-i-Martin, “Convergence”, Journal of Political Economy, 100, 1992, pp. 223-251.

 

Sala-i-Martin, X., Regional cohesion: evidence and theories of regional growth and convergence, CEPR DP 1075, Londres, 1994.

 

[9] Shioji, E., Regional growth in Japan, University of Yale, 1993.

 

[10] Neven, D.J. y C. Gouyette, “Regional convergence in the European Community”, Journal of Common Market Studies, 33, 1995, pp. 47-65.

 

[11] Fagerberg, J. y B. Verspagen, “Heading for divergence? Regional growth in Europe reconsidered”, Journal of Common Market Studies 34, 1996, pp. 431-448

 

[12] Relajando este supuesto, se está debilitando la relación directa entre baja dotación de capital por trabajador y la afluencia de capital impulsada por su mayor rentabilidad comparativa.

 

 

Este texto forma parte de la tesis doctoral "El factor espacial en la convergencia de las regiones de la Unión Europea", de Mª Amparo Toral Arto, cuyos datos y texto completo son accesibles desde la
FICHA DE LA TESIS

 

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