5.1.2 FUNDAMENTACIÓN CIENTÍFICA.
Desde la década de los noventa, la educación basada en competencias y los métodos de enseñanza por competencias han sido adoptados en gran parte de los proyectos educativos en todos los niveles de escolaridad, no sólo a nivel local, sino internacional. De esta manera, el discurso de las competencias ha entrado con fuerza en el campo de la educación en general y en el terreno de la formación de los profesionales. La introducción de los modelos educativos por competencias, aunado a otras propuestas (flexibilidad curricular, métodos de enseñanza centrado en el alumno, tutorías, contenidos transversales, introducción de las tecnologías informáticas, entre otros) han buscado la innovación de los procesos formativos en concordancia con las demandas actuales de la entrada en la sociedad del conocimiento.
No obstante hay que reconocer la carencia de una verdadera reflexión conceptual del término competencia, de un marco teórico sólido que los sustente, de un consenso respecto al significado mismo del término y de evidencia empírica que ofrezca suficiente soporte a las expectativas generadas respecto a lo que se logra cuanto se implanta el método de enseñanza por competencias. Por ello especialistas como Ángel Díaz Barriga cuestionan si realmente estamos frente a una propuesta innovadora o simplemente constituye “un disfraz de cambio”, sobre todo en un contexto educativo que hoy en día se caracteriza por una suerte de compulsión a dicho cambio, que con frecuencia no logra una transformación de fondo (Díaz Barriga 2006).
Resulta fundamental preguntarse si realmente la educación y el método de enseñanza basado en competencias han logrado la pretendida innovación, si han transformado las prácticas educativas en las aulas y si la formación de los profesionales han alcanzado los elevados estándares planteados.
Una importante crítica al método de enseñanza por competencias es que en muchos casos se adopta una visión pragmática, reduccionista y técnica, que al parecer es la que prevalece hoy en gran parte de los proyectos educativos y curriculares, donde la “competencia” queda reducida al dominio de un “saber hacer” procedimental muy puntual y de corte técnico, como una vía que sólo permite definir registro de tareas o comportamientos discretos y fragmentados. Un problema no menor consiste en la dificultad de los actores de la educación para entender el qué y el cómo del enfoque por competencias.
El Programa Académico de Contabilidad de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, no ha sido ajeno a la implementación de la educación basada en competencias, la misma que se ve reflejada en su Plan de Estudios de 2005, al establecer que la formación profesional del estudiante, debe estar orientado a lograr:
Sin embargo este programa académico, tiene ciertas limitaciones, como es el caso que de un total de 21 docentes, solamente 4 tienen formación pedagógica; si bien es cierto que la currícula y silabo de los cursos se pueden elaborar de acuerdo a las directivas expedidas por el Vice-rectorado Académico, los método de enseñanza son de responsabilidad del docente.