La fracción de Weber
A medida que aumenta la magnitud que representa el número, va aumentando la imprecisión, es decir, se comporta como magnitud física continua. Todo estímulo requiere ser aumentado en una proporción constante de su magnitud, para que se perciba un cambio de sensación.
Tal fracción no es realmente constante ya que al acercarse los valores del estímulo a los umbrales de absoluto y terminal, la fracción cambia y la ley no se cumple, pues el incremento del estímulo crece en mayor proporción que el estímulo, y la fracción no es constante sino que consiguientemente aumenta.
La ley de Weber se formula de la siguiente manera K=∆E/(E+a). ∆E (Incremento de intensidad del estímulo), la discriminación sensorial relativa a de definirse como ∆E/E=Fracción de Weber y expresa la relación del incremento de la intensidad que tenía dicho estímulo antes de poder percibirse. Cuando el valor del estímulo es muy pequeño entonces “a” tiene peso suficiente como para reducir una modificación significativa en el valor de la fracción pero no a la intensidad media del estímulo (Fontes,1994).
La ley de Weber establece dos cosas:
En un estudio realizado por Gilmore y De Smedt (2010) para evaluar al módulo analógico en diferentes categorías de representación se utilizó el programa panamath. Las tareas a realizar eran operaciones a través de dos categorías: simbólicas y no simbólicas.
Este experimento se llevó a cabo con el objetivo de determinar en cuál de las dos formas de representación había más errores y también para ver la influencia de la fracción de Weber, el efecto Snarc y el efecto Soar. Se presentaron más errores en el módulo visual cuando lo que se les pregunta sobre cantidades mayores (80,100,70); lo mismo aplicaba para el módulo analógico en lo que concierne a los efectos y a la fracción de Weber. Se logró determinar que al ser mayor el estímulo o la comparación entre ellos, aumenta la fracción de Weber; y se pudo lograr una relación directa entre los dos efectos.
Una vez establecida la relación entre los efectos y la fracción de Weber se observó que ésta aumenta cuando el estímulo es mayor. De manera similar, en un estudio realizado por Dehaene (1995) ayuda a comprender a qué se debe ese incremento de la fracción y el papel de la representación numérica. Se evaluó el módulo analógico y la fracción de Weber como intensidad interna de representación a través del programa panamath. La tarea consistía en elegir si varios objetos eran iguales o diferentes. Resultó que para los sujetos era más sencillo decidir cuándo se presentaban diferencias, que determinar cuando eran iguales.
Esto tiene relación con la línea numérica y con la fracción de Weber al presentarse mayor diferencia en la representación interna del estímulo y por lo mismo, pudieron compararlos de manera más rápida y más sencilla. Lo contrario pasa cuando son iguales los estímulos y es más difícil de determinar, porque la representación interna no es tan alta como para comparar y poder localizarla en un segmento en específico de la línea numérica.