INFLUENCIA DEL CAPITAL HUMANO  PARA LA COMPETITIVIDAD DE LAS PYMES EN EL SECTOR MANUFACTURERO DE CELAYA, GUANAJUATO

INFLUENCIA DEL CAPITAL HUMANO PARA LA COMPETITIVIDAD DE LAS PYMES EN EL SECTOR MANUFACTURERO DE CELAYA, GUANAJUATO

José Enrique Luna Correa (CV)

1.4.1.   Crecimiento elevado de la productividad.

El nivel de adopción y desarrollo de tecnología depende, entre otros factores, de la rentabilidad de los proyectos de inversión y del nivel educativo de las personas. Sólo tiene sentido adquirir la maquinaria y equipo más avanzados si puede recuperarse la inversión y ésta puede ser utilizada por individuos suficientemente capacitados y flexibles (Sagi-Vela,  2005).

Asimismo, para desarrollar nuevas tecnologías es necesario contar con científicos e ingenieros capaces de descubrir lo nunca antes imaginado. La adquisición y desarrollo de la tecnología de punta permite a las empresas mantener su competitividad tanto a nivel nacional como internacional (Smith, 2005). Además de las acciones necesarias para lograr una mayor rentabilidad de la inversión e incrementar el nivel de educación, es necesario seguir estrategias y líneas de política específicas para promover el avance tecnológico. Las estrategias orientadas a alcanzar un mayor nivel de desarrollo científico y tecnológico se instrumentarán con base en los siguientes lineamientos:

• Continuar con el proceso de apertura comercial y atracción de inversión extranjera directa. Aranceles más bajos permiten adquirir maquinaria y equipo avanzados a menores costos, mientras que la inversión extranjera directa transfiere al país aquellas tecnologías que no están a la venta. Dado que tomará tiempo alcanzar niveles de innovación propia comparables con los de los países más industrializados, la adopción de tecnologías avanzadas es un primer paso para cerrar esta brecha.

• Proveer de un mayor apoyo directo a la investigación en ciencia y tecnología para el descubrimiento de nuevas ideas, así como garantizar una adecuada propiedad intelectual, dado el valor elevado de las ideas nuevas en un entorno propicio.

• Crear un vínculo estrecho entre el sector público, la academia y el sector empresarial. Sólo así podrán plasmarse exitosamente los nuevos conocimientos en procesos productivos. Cabe notar que, en muchos países, el sector privado juega un papel tanto o más importante que el sector público en el desarrollo y aplicación de nuevas ideas.

• Facilitar el financiamiento de las actividades de ciencia, innovación y tecnología. Para ello no basta el financiamiento público. Un elemento clave es el desarrollo de nuevas opciones de financiamiento con recursos privados que permitan la creación de nuevas empresas, así como permitir la adquisición, adaptación y desarrollo de nuevas tecnologías.  (PND, 2012).

La apuesta de la familia es orientar sus ahorros hacia una forma de mantenimiento y prosperidad, buscando el éxito (Contreras y López, 2009). Bajo esta perspectiva hay que diferenciar los objetivos entre la gran empresa y la pequeña empresa, es la diferencia de objetivos de la organización racional a la organización familiar. La organización racional tiene una serie de objetivos específicos: a) económico: crecer y expandirse en el mercado, es no sólo incrementar sus ventas sino diversificar su demanda en el mercado; b) administrativo: obtener la eficiencia en el manejo de sus recursos financieros, en estos términos, es minimizar costos y maximizar la ganancia; c) social: dar una imagen positiva hacia la comunidad, es ser reconocida como benefactora de la misma comunidad Megginson, Mosley y  Pietri (1988).  El mecanismo de operación es muy claro bajo estos términos: La organización racional tiene por naturaleza a ser eficientista en el manejo de sus recursos, y a ser eficaz buscando crecer y expandirse en el mercado, es un método racional de operar, se obtiene la eficiencia, la liquidez y se invierte ese dinero en expandirse en el mercado.

La organización familiar tiene una serie de objetivos transparentes de acuerdo a su naturaleza: a) económico: sostenerse en el mercado, buscando mantener su nicho de mercado, sacrificando beneficios si es necesario; b) administrativo: generar ingresos arriba de los costos, lo que generara beneficios para la familia; c) social: mantener o sostener a la familia, como una fuente de ingreso perdurable o sostenida para la misma. A partir de estos objetivos observamos una dinámica de operación distinta: la organización familiar tiende a generar ingresos arriba de sus costos, para orientar los beneficios al sostenimiento de la familia (Contreras y López, 2009).

Es pertinente en términos organizacionales, definir el perfil de las Pymes mexicanas, para explorar su funcionamiento interno y explicarnos que sucede adentro de ese sistema cerrado: es una organización administrativa marcada por comportamientos familiares, y mecanismos informales de gestión.

La organización administrada familiarmente debe ser entendida como una integración de funciones, o dicho de otra manera, como la ausencia de separación entre la planeación y operatividad en la organización familiar, esto quiere decir, que el dueño de la organización, puede o está al mismo tiempo, desempeñando el rol de tomador de decisiones, supervisor de los operarios, o ser en un momento dado, operador el mismo.

Los mecanismos informales de gestión se definen en términos organizacionales como: la discrecionalidad individual para comportarse inversamente a un comportamiento pre-programado (Hall, 1987), hay una discrecionalidad para que un miembro de la organización pueda realizar distintas funciones, de acuerdo a las necesidades de trabajo que se presenten, se habla entonces, de un trabajador flexible, polivalente, dispuesto a realizar diferentes funciones.

Podemos ahora sí, hacer un análisis estratégico de la organización familiar de: debilidades y fortalezas (Shrader, Taylor y Dalton, 1984). Sus debilidades son indudablemente identificadas en su perfil productivo: escaso acceso al crédito, equipamiento mínimo, productos con bajo valor agregado, y mercados casi estancados, poco dinámicos. Sus fortalezas se encuentran en su perfil organizacional: flexibilidad para asumir el rol tanto en la planeación como en la operatividad, y flexibilidad del trabajo, al asumir un trabajador, funciones o roles distintos.

La política industrial debe ser dirigida entonces, hacia la sostenibilidad y mantenimiento de la organización informal, atacando las debilidades de las Pymes proporcionando créditos blandos por parte del gobierno federal, algo que no se ha dado en el mismo, una causa posible es la disciplina en las finanzas públicas, dominadas, por la restricción del gasto público y la oferta monetaria. Una posible respuesta es el modelo italiano, donde se otorgan créditos blandos, a través de la banca comercial a largo plazo, y los intereses los cubre el gobierno italiano (Smith, 1997).

La política industrial debe ser dirigida también, a darle a la organización familiar cierto grado de formalidad, específicamente en la separación de funciones de planeación y ejecución, sobre todo para darle a la planeación su papel de tomador de decisiones, y manejo con control de los recursos financieros. Esto puede ser solucionado por el gobierno con: asesoría de gestión, propia a la organización familiar (Tello, 1976).

Finalmente es prioritario mencionar, la importancia de dirigir la política industrial hacia el desarrollo regional, basando esta política en tres ejes: 1) integración de organizaciones bajo principios sociales: participación comunitaria, solidaridad y extensión de la familia; 2) enlazar las tradiciones y oficios propias de la comunidad dentro de las organizaciones; 3) regular las organizaciones bajo principios de autogestión o cogestión (Chauca, 2003).

          La economía global está conformada ahora por dos elementos: el mercado global y la producción global.  En ella se están incrementado las relaciones entre las economías domésticas y entre las unidades que las conforman (mercado, industrias y empresas).  El proceso de globalización de la economía mundial convierte al mundo en un solo mercado, fuente de insumos y espacio de acción tanto para la producción  como para la adquisición, distribución y comercialización de los productos (TLCAN, 2010).

Los procesos económicos y políticos has llevado a replantear el concepto de la competitividad. En una economía abierta una actividad competitiva en el ámbito nacional también lo es en escala internacional.  La exigencia que impone a las divisas, el incremento de la competitividad no exige que todas las actividades productivas sean exportadoras.  Se puede contribuir con insumos de productos exportables, y por lo tanto generar divisas de manera indirecta, o bien sustituir importaciones y ahorrar divisas.

Hay que reconocer que las ventajas competitivas sector-regionales pueden determinarse por factores independientes de las condiciones actuales y de su revolución histórica.  Estas ventajas pueden realizarse en función de las estrategias de inversión de las transnacionales o de las grandes empresas nacionales, de las estrategias de desarrollo de gobierno o incluso de negociaciones establecidas entre el gobierno federal o estatal con una empresa (SECOFI, 2008).

Tiene sentido plantearse la pregunta ¿cuáles son las condiciones competitivas de un estado del país en el marco de una economía abierta como lo es ahora la de México? Esas condiciones competitivas se expresan en proyectos de inversión, que tienen que asociarse a los agentes con capacidad para realizarlos.

Una de las expresiones más evidentes de la especialidad del proceso económico en la era de la globalización es la que se vincula con la competitividad.  El asunto es el de la competitividad económica en el marco del desarrollo y especialmente en su enfoque regional.  Lo primero que resalta en este sentido en que ello no sólo reside en el precio, sino que abarca una serie de consideraciones de localización y acceso a recursos y mercados que entran en la planificación de los gobiernos.  Las nociones de las ventajas comparativas y competitivas (las que están bajo el control de las empresas) no resuelven la limitación operativa de los conceptos de productivos y competitividad con los que se presenta la economía mundial.

 En México, la actividad económico general se compone de la realizada en cada uno de los sectores y cada una de las entidades federativas, a partir de las cuales se contabiliza la producción.  Sin embargo, esta escala de regionalización puede no ser pertinente para identificar actividades potenciales competitivas y las acciones necesarias para promoverlas. El desarrollo económico regional puede sustentarse en una estrategia productiva enfocada no sólo en las ventajas competitivas derivadas de los precios, sino esencialmente de las ventajas asociadas con la  diferenciación de los productos y la ubicación de segmentos (PND, 2012). Esta estrategia puede guiar el crecimiento productivo de la región abriendo espacios para la inversión local y extra regional, especialmente en el marco del proceso de apertura económica en curso.