PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

Carlos Alberto Guido Masis
Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología

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2.4. El acceso a la tecnología y la exclusión social

La marginalidad es un fenómeno social propio de toda nación que no ha mostrado la capacidad suficiente para brindar a todos sus ciudadanos las oportunidades de incorporarse plenamente a la vida en sociedad. La marginalidad la viven no solo las naciones menos desarrolladas sino también los países del mundo económicamente desarrollados y es producto del desenvolvimiento dialéctico de las condiciones del surgimiento y evolución de la sociedad de la información.

Destacan dos fases en el desarrollo de la era de la información, a criterio de la investigadora española Oliver Pérez (2006). La primera surge en los albores de la década de los setentas del siglo pasado y es conocida como dualización social, donde con el inicio de la revolución de la información, los países y sectores con mejores condiciones aprovechan sus ventajas y sacan ventajas en el desarrollo tecnológico. Muchos países y sectores de población quedan rezagados con respecto al logro de las ventajas y oportunidades que la tecnología introduce en la productividad, dando lugar a la llamada brecha digital que conduce a la construcción de sociedades más polarizadas entre los que tienen mayores recursos y los que tienen menos para aplicarlos a la alta carga informacional de las actuales ocupaciones laborales y de las organizaciones competitivas. Esta brecha digital marca una significativa diferencia entre los más preparados y más competitivos en detrimento de los excluidos de la tecnología.

La segunda fase de la era de la información, surgida a mediados de los años noventas del siglo anterior,está marcada no tanto por la innovación tecnológica en los negocios, sino por la innovación para el acceso y uso de las tecnologías aplicadas. La competitividad de la época obliga a las organizaciones al uso irremediable de la tecnología de la información; y por ende, al uso generalizado por parte de la mayor cantidad de trabajadores. El uso de la Internet se convierte no solo en una necesidad vital de competitividad sino de supervivencia para los ciudadanos en situación laboral.

Para ilustración, a partir del año de 1994, Costa Rica hace esfuerzos significativos para ingresar a la era tecnológica, logrando avances que se reflejan en el Índice de Acceso Digital –DAI-1  que nos ubica ya al año 2005, en el puesto 58 con una puntuación de 0.52, muy por encima del resto de nuestros vecinos centroamericanos pero muy por debajo del mundo desarrollado, Suecia el número uno tiene una puntuación de 0.85. (ITU, 2005). En cuanto a la asimilación de la Internet en el país se pasó de 5.80 en el 2000, 23.54 en el 2004 a 33.57 en el 2007 usuarios de Internet por cada 100 habitantes. Sobre nuestros vecinos pero muy por debajo del promedio de 43.42 de las Américas. (ITU, 2007). Con ello, Costa Rica ingresa a la era tecnológica y se constituye en un “país de alta tecnología”, lo cual depara mejores condiciones de acceso e inserción a la economía mundial, situación que los países vecinos sufren pero como parte de la exclusión social y económica.

Sin embargo, el acceso a la tecnología de información al interior del país refleja grandes desigualdades que contrastan las zonas más deprimidas económicamente con las más favorecidas.  Por ejemplo, el promedio de la telefonía celular móvil por vivienda apenas pasó de 1.19  en el año 2000 a 1.70 en el año 2007. El porcentaje de personas que utilizaron la Internet en los últimos doce meses pasó de 22.07 en el año 2005 a 23.68 en el año 2007, siendo que el 29.61% de esa cifra, correspondió al área metropolitana, en tanto las zonas más atrasadas como la Chorotega reflejan apenas un 12.70%, la zona Brunca con un 12.46% y la zona Huetar Atlántica con un 12.08%. (INEC, 2009). Un reflejo de la manera como la marginación social es producida también por el acceso a la tecnología.

La dualización social producida por el modelo imperante de la era de la información ha dividido a las sociedades entre los preparados y los no preparados, con las consecuencias que de ella se derivan. Esto ha dado lugar al fenómeno conocido como “la sociedad de los tercios” expuesta por Görz (1986). Esta teoría describe la clasificación de las personas en tres clases según el acceso y dominio de la tecnología. Una primera clase formada por personas con validación de títulos y que en virtud de ellos, tienen acceso a trabajos de mayor manejo de información, por tanto mejor remunerados y más estables. En el segundo grupo entran las personas con muy bajas cualificaciones que desarrollan trabajos más sencillos, en términos del uso de la tecnología y la información. Finalmente,  se encuentran las personas de la tercera clase que no poseen cualificación alguna, ofrecen servicios en nada especializados y por ende, se encuentran al margen de la dinámica del mercado laboral.

Las dos primeras clases de personas son importantes para la actividad productiva nacional, en tanto, las personas que forman parte del tercer grupo se ven excluidos del mercado laboral y entran indefectiblemente al círculo de la pobreza.

De otro modo, el acceso y el desempeño exitoso en las ocupaciones actuales exigen del dominio de la tecnología de procesamiento de la información, y en ese sentido, la educación es la herramienta básica en la adquisición de dichas habilidades y competencias. El nivel educativo y la calidad de la misma marcan la diferencia entre exclusión e inclusión social. Por este motivo, las personas con escasa alfabetización entran al mercado laboral con opciones más limitadas y precarias de ingreso, debido a que tienen que competir con otros mejor calificados y muchos otros en igualdad de condiciones. Existen datos y estudios que relatan la relación creciente entre educación, empleo y paro (Adiego, Moneo, 2001). A mayor educación –mejor empleo y menos desocupación.

1 Índice de Acceso Digital –DAI- es un indicador de acceso a las tecnologías de información y constituye un indicador de desarrollo tecnológico, implementado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones de la ONU.  Considera la infraestructura, accesibilidad, conocimiento, usos y calidad de la banda ancha, telefonía fija y móvil, y la Internet.