LA CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR PRIVADAS EN ZACATECAS

Beatriz Herrera Guzmán

V.5. Estudio comparativo del Capítulo V

Para dar cumplimiento con su filosofía institucional, las cuatro IES privadas tienen proyectos distintos para la administración de sus ingresos. Sin embargo, el ITESM es la única institución que parece tener claros sus objetivos en esta área, pues así lo hace ver en sus metas para el 2015. De igual forma, esta institución de elite tiene prioridades semejantes al resto de las IES elegidas. No obstante, se percibe que, de acuerdo al nivel de consolidación académica, los establecimientos educativos planean una distinta canalización de sus recursos, por ejemplo, tan sólo la UAF y la UAD pretenden encauzar recursos a la investigación, tarea incipiente en los cuatro casos.
Para el ITESM, una de sus metas es el autofinanciamiento. Así como la inversión en las certificaciones y en el equipamiento de laboratorios, en programas de actualización tanto para alumnos como para profesores. Por su lado, la UAF, pretende alternar sus ingresos financieros en la acreditación de sus programas educativos, certificaciones, vinculación, personal docente, investigación y en la formación integral de sus estudiantes. Por otro lado, la UAD busca canalizar sus recursos económicos a investigación, difusión, tecnología informática, capacitación de personal (talleres y cursos para profesores). La UT desea mejorar el servicio académico, capacitación de los docentes, reformas académicas, atender el nivel de posgrado, así como el sistema semiescolarizado (aún inexistente).
En lo referente a las áreas en que destinan su presupuesto, con excepción de la UT, el resto sostiene que la mayor cantidad de dinero va a salarios. Salvo el ITESM, el resto de las IES privadas no tienen profesores de tiempo completo, lo que significa que no invierten en prestaciones. Por lo que, se duda si realmente estas universidades invierten tales porcentajes en beneficio de sus docentes. Cabe señalar que únicamente la UAD destina una parte importante de sus ingresos a la ampliación de las instalaciones.
Con el propósito de ejemplificar, el ITESM afirma que sus recursos se asignan 55% en sueldo y 30% en gastos operativos, más el remanente que comprende el 15%. La UAF asegura que los destina a dos áreas: docencia- investigación, vinculación y atención a alumnos en un 80%, y  a la administración canaliza el 20% restante. Para la UAD sus prioridades se contemplan en cuatro áreas específicas: infraestructura 40%, salarios 30%, equipamiento de aulas, laboratorios y becas el 15% y gasto remanente 15%. Por último, la UT busca que sus entradas económicas se designen a cuatro necesidades básicas: promoción y difusión 40%, capacitación de maestros 30%, biblioteca 20% y centro de cómputo 10%.
Como ya se ha dicho, los criterios que cada uno de los establecimientos toman en consideración obedecen a sus necesidades específicas. En general, los aspectos que estas instituciones educativas toman en cuenta para orientar sus recursos son: consolidar la calidad de su oferta educativa, mantener sus instalaciones, comprar material didáctico y atender los requerimientos de cada área.
Para el uso de sus bienes económicos, el ITESM toma en cuenta los aspectos siguientes: la búsqueda de la calidad académica y sus necesidades prioritarias, como el crecimiento, mantenimiento de sus instalaciones y las exigencias de cada departamento. Para una administración monetaria eficiente, la UAF considera los siguientes criterios: atención a estudiantes, docencia, salarios y las demandas de la maestría y el doctorado. Por último, la UAD para la asignación de sus recursos considera: la sensibilidad a las necesidades del servicio y la compra y actualización de equipos de laboratorio. La UT cree pertinente invertir su capital a partir de las siguientes necesidades: actualización de equipo de laboratorio, compra de volúmenes para la biblioteca, promoción y en cursos de actualización al personal docente.
En lo que tiene que ver con las diferentes fuentes de financiamiento, se constata que todas las IES privadas viven de las cuotas arancelarias y de la venta de servicios. La Universidad Autónoma de Fresnillo es la única institución que, recientemente, recibe donaciones, las cuales orienta principalmente a la infraestructura escolar.
La institución consolidada de elite (ITESM) es un plantel que vive a expensas de sus colegiaturas y de un mínimo porcentaje del área de extensión: colegiaturas 90%, becas crédito 5% y de extensión 5%. La institución en proceso de consolidación que responde a clases o grupos medios (UAF) asevera que  su financiamiento proviene de: 80% colegiaturas, 15% donaciones y 5% venta de servicios. El otro de los planteles que se encuentra en proceso de consolidación y de absorción de demanda (UAD) asegura que la única fuente de ingresos son las colegiaturas. Y el plantel de reciente creación y de atención a grupos medios (UT) afirma que vive primordialmente de: 95% colegiaturas y 5% prestación de servicios.
En suma, los cuatro planteles pretenden financiar el desarrollo académico e investigativo, pero al parecer el proyecto dista mucho de la realidad. A excepción de los otros establecimientos, el ITESM es el que canaliza parte de sus ganancias a mejorar el perfil docente, no así a la investigación, ya que, como en los otros casos, es una institución dedicada exclusivamente a la enseñanza. Mientras algunas planean resolver sus carencias inmediatas, otras se encuentran en la fase de acreditación, porque consideran que algunas necesidades, como las de infraestructura, equipo didáctico, etc., han sido resueltas. Por lo que la administración que hacen de sus recursos financieros, humanos y materiales no  es proporcional ni responde a las exigencias sociales: a menor grado de consolidación de su oferta, mayor cantidad a salarios y gasto corriente, dejando la investigación, el desarrollo académico y la extensión para un futuro distante. 

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