En base a lo expresado por el Centro de Estudios de Ciencias Pedagógicas de la Universidad Pedagógica “Félix Varela” de Villa Clara, Cuba, (CECIP) la palabra modelo proviene del latín modulus que significa medida, ritmo, magnitud y está relacionada con la palabra modus: copia, imagen. Una definición acabada del término modelo, como eslabón intermedio entre la realidad y el objeto que interesa, no resulta fácil debido a sus disimiles acepciones, según el ámbito en que se emplee y según la época histórica en que se use.
El modelo, como anota Bisquerra (1989: 15) se construye como un medio de ayuda para estudiar la realidad y contribuye a comprender y verificar las teorías. Por tanto, tiene un carácter instrumental.
Asimismo, el Diccionario de Filosofía Herder de España, asevera que una teoría científica es de por sí un modelo de la realidad natural que intenta explicar, pero a su vez, las teorías científicas recurren también a modelos. En este caso, modelo es una manera de interpretar o explicar la teoría o parte de la teoría científica.
Sierra (2002:311-317), asume al modelo como la idealización que hace el hombre del objeto de investigación para el esclarecimiento de la situación problémica, que tiene que resolver en el proceso de la investigación científica, se convierte en el instrumento para la optimización de su actividad científica, donde su expresión superior se encuentra en el modelo sistémico estructural.
Para el autor de la presente investigación, un modelo es la representación mental y/o gráfica de un determinado comportamiento individual o colectivo de la realidad con la finalidad de estudiarlo y ofrecer alternativas para su perfeccionamiento. Desde este enfoque, coincide plenamente, con el carácter instrumental, que tanto Bisquerra como Sierra, otorgan a los modelos.
Algunos autores afirman que existen diferentes criterios para clasificar modelos, entre ellos: icónicos, analógicos y teóricos, estos últimos se corresponden con los modelos científicos. Al respecto, Pérez y otros (1996:41), sostienen que el modelo científico es un instrumento de la investigación de carácter material o teórico, creado por los científicos para reproducir el fenómeno que se está estudiando; en ese sentido, cumple una función heurística, ya que permite descubrir y estudiar nuevas relaciones y cualidades del objeto de estudio.
Funciones que pueden asociarse al modelo
Existen funciones que en el conocimiento científico pueden asociarse al modelo, Según Marimón y Guelmes, ya citados, pudieran mencionarse las siguientes.
- Función ilustrativa: representación de las propiedades nuevas, desconocidas, en una forma conocida, sensorial y evidente (el modelo)
- Función traslativa: traslado de la información obtenida en una esfera de la realidad relativamente estudiada a otra aún desconocida
- Función sustitutivo-heurística: explicación primaria del fenómeno que se conoce y sirve para la elaboración de una teoría más completa y profunda sobre el objeto del conocimiento.
- Función aproximativa: evolución de los modelos hacia una teoría consecuente con dicho fenómeno.
- Función extrapolativo- pronosticadora: posibilita transferir la información obtenida con el modelo, para elaborar un pronóstico sobre su estructura y/o funcionamiento.
- Función transformadora: el modelo es un instrumento de perfeccionamiento de la actividad práctica del hombre.
Estas funciones entran en acción en cualquier campo del saber científico. En el campo de la educación, el resultado esperado, sea total o parcial, estará siempre en correspondencia con el problema científico, el objeto específico de estudio determinado y las vías previstas por el investigador para llegar al objetivo trazado. El modelo, entonces, es un medio auxiliar que posibilita la simplificación del fenómeno a ser estudiado, y posteriormente funciona como instrumento para la predicción de acontecimientos que no han sido observados aún.
Los modelos educativos, se ubican dentro de los modelos teóricos, y dependiendo de su objeto de estudio pueden ser: modelo didáctico, modelo educativo y modelo pedagógico.
El modelo Pedagógico a criterio de Sierra (2002:319) es una construcción teórico- formal que fundamentada científica e ideológicamente interpreta, diseña y ajusta la realidad pedagógica que responde a una necesidad histórica concreta. Como construcción teórico-formal que es, el modelo pedagógico se materializa como un sistema ideal de reglas, proposiciones y alternativas, que armonizadas entre sí, conforman una estructura teórica. Lo formal se refiere a su organización lógica que posibilita su acción adecuada y su puesta en práctica. Se refleja su propia dialéctica interna en los elementos que lo componen.
Otros autores, como Ortiz (2004:5), explica que la definición anterior revela las funciones del modelo, anteriormente señaladas:
- Interpretar significa explicar, representar los aspectos más significativos del objeto de forma simplificada. Acá se aprecia la función ilustrativa, traslativa y sustitutiva-heurística
- Diseñar significa proyectar, delinear los rasgos más importantes. Se evidencian la función aproximativa y extrapolativa- pronosticadora
- Ajustar significa adaptar, acomodar conformar para optimizar en la actividad práctica. Revela la función transformadora.
Flores (1994:157-161) expresa que los modelos pedagógicos no son más que categorías descriptivas, auxiliares para la estructuración teórica de la pedagogía, pero que sólo adquieren sentido contextualizados históricamente. Son construcciones mentales, pues casi la actividad esencial del pensamiento humano a través de su historia ha sido la modelación; y en ese sentido, construir, desde esas visiones estructuradas procedimientos para la enseñanza. Para él, el propósito de los modelos pedagógicos, es reglamentar y normativizar el proceso educativo, definiendo ante todo lo que se debería enseñar, a quienes, con que procedimientos, a que horas, bajo que reglamentos disciplinarios, para moldear ciertas cualidades y virtudes en los alumnos.
Para Ortiz (2004:6) la educación es una función social caracterizada, en primer lugar, por su esencia clasista. Cada sociedad impone la formación de un “modelo de hombre” que asimila y reproduce al nivel individual las normas y patrones socialmente válidos, que vienen dispuestos por la clase dominante en un momento histórico concreto, pero que tienen su origen en las condiciones del desarrollo económico- social alcanzado. Como es natural, la institución escolar, el sistema de instrucción socialmente organizado refleja este modelo y lo traduce, de manera concreta, en el proceso pedagógico, en el trabajo de la escuela.
Lo anterior lleva a Tamayo(2009:51) a afirmar que en el modelo pedagógico existe correspondencia con la realidad objetiva, al erigirse sobre la base de determinada necesidad social concreta de formar hombres capaces de asumir las nuevas exigencias que impone el nivel de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas de determinada sociedad y época. Un elemento importante a analizar de la definición asumida lo constituye su fundamento científico que se refiere específicamente a los presupuestos teóricos que le sirven de partida.
El investigador asume esta interpretación. En el modelo propuesto se parte de una realidad objetiva: un conjunto de debilidades referidas a los modos de actuación pedagógicos profesionales, por parte de los estudiantes del PNFE, en el plano de contraste. En base a los principios filosóficos que definen los propósitos educativos del PNFE, se procede a construir un modelo que responda a tales principios, tomando en consideración ¿Cuál es el tipo de educación que se pretende implantar?, ¿Cuál es el docente que se requiere para tal fin? ¿Cuales son los postulados teóricos que soportan el modelo? ¿Cuáles son los referentes en cuanto a su fundamentación?
Todo ello, se materializa a través de una interrelación sistémica y secuencial, y ello es así, porque la sistematización se presenta de acuerdo a Leal (2004:9), “como propuesta para ir rompiendo con la experiencia y fórmulas cortoplacistas, así como de romper con la improvisación, para ir ascendiendo a otras formas de ver e intervenir en el mundo”. Recuérdese que esta herramienta tiene su origen en una metodología de reflexión y al hacerlo se está entrando al plano de contraste. El modelo propuesto responde, entonces, a una necesidad histórica concreta, cual es la de formar al estudiante del PNFE, en agente de cambio de la sociedad, en un docente comprometido en la transformación de su patria, partiendo desde la suya misma.
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