Antes de avanzar en los fundamentos macroeconómicos de la economía local, debemos destacar que la forma de contabilizar la economía privilegia la mensuración de los flujos en prejuicio de las existencias. Producto, renta, gastos, consumo, inversión, gastos del gobierno, tributos, exportaciones y importaciones son ejemplos de la valorización de los flujos.
Para facilitar el entender, podemos usar la metáfora del reservorio de agua. Las existencias se constituyen en la cantidad acumulada de líquido en el reservorio, mientras los flujos representan el volumen de ingreso y salida de esos líquidos. Cuando el agua fluye para el reservorio a una velocidad mayor de lo que sale, las existencias aumentan, mientras que de lo contrario las existencias disminuyen, determinando una relación directa, en esa lógica, entre flujos y existencias.
Raciocinando en términos económicos, si un agente tiene en determinado año una renta de $ 100.000,00, teóricamente tendría un incremento en suyas existencias de riqueza. En tanto esta relación no se da de forma directa. Si el agente consumió todo el valor ganado, suyas existencias de riqueza no se altero, o se consumió más que su renta, vía crédito, suyas existencias líquidas de riqueza, por deudas, diminuyó.
Ahora, otro agente, con renta anual de $ 80.000,00, consumió apenas $ 60.000,00 y ahorró el saldo, suyas existencias de riqueza aumentan en $ 20.000,00.
En la comparación entre los dos ejemplos, los flujos no se traducirán directamente en la dimensión de las existencias de riqueza, por lo contrario, el flujo menor implicó en existencias finales relativamente mayores.
La relación física del agua en el reservorio, no se refleja en la relación económica del flujo de renta con las existencias de riqueza. Esto porque en la primera la relación se da apenas por cantidades, enguanto en la segunda tenemos una dimensión cualitativa, indicando que el consumo y las existencias de riqueza son dimensiones totalmente distintas.
En esa misma dirección, podemos cuestionar ¿Qué es el PBI (Producto Bruto Interno), agregado más utilizado para medir el comportamiento de una economía? Analizando el PBI, podemos decir que este, se constituye en el volumen de bienes y servicios producidos por una determinada economía, en cierto período de tiempo, constituyéndose, por lo tanto, en un flujo de producción.
En la línea keynesiana, el PBI, en términos de demanda agregada, es destinado para atender el consumo, la inversión, los gastos del gobierno y de las exportaciones, descontando las respectivas importaciones, lo que indica, por consecuencia, que todas ésas variables sean también encuadradas como flujos.
De otra forma, en la óptica de la renta, es la remuneración de los factores de producción, los salarios, alquileres, intereses, ganancias y tributos, van en la misma dirección, así como el destino de esa renta para el consumo, ahorro, tributos y renta líquida con el exterior.
Todos estos agregados son variables de flujo. La mensura económica aun no se capacito para dimensionar con mayor relevancia las variables de existencias, que serian, la medición de la riqueza de la economía, ya sea en la financiera, o en la dimensión patrimonial, de su capacidad productiva.
Lógicamente que algunas variables de existencias son monitoreadas, como base monetaria, formas de pago, endeudamiento público y externo, entre otras. Ahora, existe un vacío en la dimensión y valorización de la capacidad productiva, sea cuantitativa o física, sea cualitativa, como por ejemplo, en el potencial de trabajo.
Los flujos indican variaciones cuantitativas entre dos puntos en el tiempo, mientras que las existencias indican los saldos en un determinado punto en el tiempo. Así como, mencionamos anteriormente, la cantidad de $ 100.000,00 representa el flujo anual de renta del agente, el PBI representa el flujo de producción/renta de una economía en un determinado período de tiempo. Ni uno, ni otro, simplemente por su volumen, permiten un análisis más cualitativo.
Lógicamente que, cuanto mayor es el flujo, mayor es el indicio de riqueza, de capacidad productiva, pues las existencias influencian los flujos. Lo que se está cuestionando, es que no basta simplemente analizar el flujo solamente, si tendríamos que analizar también las variaciones que esto produce en las existencias, en sentido de ampliar o reducir la riqueza o la capacidad productiva de la economía.
Por ello un simple análisis de la evolución del PBI no basta para dimensionar una economía, tenemos que verificar la variación en las existencias productivas, o de riqueza, el flujo produjo. Las existencias son alteradas por eventos, por flujos de entrada y de salida, aún, en términos económicos, ni todo el flujo de producción/renta podrá alterar las existencias productivas o de riqueza de una economía. Se abre la escena para discutir las variables que pueden interferir en este proceso.
De acuerdo a lo que hicimos referencia, en el modelo keynesiano, el saldo del PBI más las importaciones son destinadas para atender el consumo de las familias, las inversiones, los gastos del gobierno y las exportaciones. Como las exportaciones tienen la función directa de agregar renta, sin profundizar en otras implicaciones en este momento, restan como demanda interna el consumo y la inversión, pública y privada.
Los manuales de economía más específicamente, los libros de contabilidad social, tratan al consumo como la monta de bienes y servicios destinados a atender las necesidades de las familias. Por lo tanto, se refiere a una producción destinada a su destrucción por los agentes económicos. El propio termino verbal “consumir”, que indica destruir, eliminar, marca esa dirección.
Sino veamos, en la didáctica indicada por la literatura, para producir un simple pan, se acciona toda una compleja cadena productiva, desde la panificadora, el molino, el productor rural, hasta las industrias de materia prima con sus desdoblamientos ex-ante. El pan, en pocas mordidas, es consumido en algunos instantes, encerrando todo un proceso productivo, en términos económicos.
Lógicamente, no todos los productos tienen esa eliminación rápida. Los bienes de consumo durable, como el automóvil, por ejemplo, son consumidos en un período mas largo, pero en la esencia, también son destruidos. La diferencia simplemente se da de forma temporal e indica que el consumo se constituye en el término del ciclo de un flujo.
Por este motivo, se encuadran todos los bienes y servicios adquiridos por las familias como consumo 1. Algunos son distinguidos como bienes de consumo inmediato, otros de consumo durable, asimismo todos son bienes y servicios destinados al consumo, o sea, a la destrucción, independientemente del tiempo que demore su eliminación total.
También, Keynes demostró que el consumo es una variable dependiente de la renta, de acuerdo con lo que apunta PAULANI:
“Segundo sua teoria, portanto, o consumo das famílias varia com o nível de renda: quanto maior é a renda, maior é o consumo e vice-versa. No entanto, dado um aumento de renda, o aumento do consumo é menos do que proporcional àquele, uma vez que existe aquilo que Keynes chamou de propensão a consumir, a qual deriva de algo que ele denominou lei psicológica fundamental. Em outras palavras, Keynes constatou algo mais ou menos evidente (e por isso chamou de “lei”): dado um determinado nível de renda, as famílias consomem boa parte dela, mas também poupam uma parte. Obviamente, a propensão a consumir é muito maior nas famílias de baixa renda (no limite, as famílias de renda extremamente baixa não poupam nada de sua renda, consumindo-a integralmente) e muito maior nas famílias de renda mais elevada. Na média da economia, portanto, existe uma propensão ao consumo que podemos chamar de c (0 < c < 1). Existe também uma parcela do consumo que não varia com o nível de renda (por constituir um mínimo de consumo sem o qual a sociedade pode perecer) e que podemos chamar de consumo autônomo, indicado por Ca.”2
Incorporando esos conocimientos, la función consumo se desdobla en dos parcelas: a do consumo autónomo, una constante que independiente de la renta y de la propensión a consumir, depende del comportamiento de la renta.
De otra forma, los bienes finales que son producidos y no destinados al consumo, son encuadrados como inversión, pues son bienes que amplían la capacidad productiva de una economía, o, de otro modo, son bienes destinados a la producción de otros bienes y servicios. Por la dificultad de mensura y evaluación, también por convención, se excluyen todos los servicios.
En esta dimensión, pasamos a definir la inversión3 como formación bruta de capital, ya que son bienes que se destinan a la ampliación de la capacidad de producción de la economía y de esa forma, amplían el capital/riqueza de la economía, por la mayor posibilidad de generación de flujos productivos.
Así, al contrario del consumo, son bienes con funciones específicas, para dar retorno productivo. Es la ampliación de la capacidad de creación de nuevos flujos, o de otra forma, es la posibilidad de inicio de un nuevo ciclo productivo.
Queremos una vez más, referenciar que, teóricamente, en esta lógica, es innegable que los flujos son delimitados por las existencias y que la recíproca no necesariamente es verdadera. De esa forma, se tuviésemos una producción destinada específicamente para el consumo, ese flujo no ampliará las existencias, ahora, las existencias, la capacidad productiva, delimitan el flujo de producción.
Está instalado el desafío de cuestionarnos que efectivamente es consumo y lo que es inversión, lo que es producción de fin de ciclo y lo que tiene capacidad de iniciar un nuevo ciclo de producción.
Como dijimos anteriormente, por convención, los servicios no son considerados como inversiones. ¿Será que los servicios no amplían la capacidad productiva de una economía?
Se analizamos el sector de informática, por ejemplo, ¿será que solamente la producción de hardware puede ser considerada inversión, aduciendo la producción de software para una rúbrica de consumo4 ? ¿Un nuevo software en un viejo hardware no puede alcanzar mayor productividad? ¿Será que un nuevo hardware en un viejo software siempre potencia la productividad?
En el área de la educación, ¿será que el conocimiento no amplia la capacidad productiva? ¿Como evolucionó la tecnología sin el progreso del conocimiento? No es necesario mucho esfuerzo intelectual para eliminar las dudas de que la educación, en especial, la técnica, tecnológica, amplia directamente la capacidad productiva de una economía.
Esa reflexión no es inédita en ese trabajo. Langoni5 , por ejemplo, en su estudio sobre los determinantes del crecimiento de la economía brasilera en el período 1960/70, identifico que el capital físico contribuyo en un 32%, el trabajo en un 47% (donde relaciona la contribución de la educación, que fue de 15,7%) y el progreso técnico en un 21%. Cita, en el estudio, el progreso técnico como derivado de las inversiones en capacitación tecnológica y en el capital intelectual.
Así es cuestionable la convención de que solamente los bienes puedan ser considerados inversión, así como, de que todo el consumo de las familias sea connotado como una distribución, un fin de ciclo. La producción de ciencia y tecnología, los gastos de las familias con educación, en lo mínimo, la profesional, no pueden ser desconsideradas en esa convención.
En esa amplitud, procuramos demostrar en este tópico que la relación entre flujos y existencias y la convención entre consumo e inversión carecen de una reflexión más profundada, sea en el ámbito de la macroeconomía nacional, sea en la dimensión de la macroeconomía local en especial.
1 Por convención, la excepción que se hace al consumo de las familias es la construcción civil.
2 PAULANI, L. M., BRAGA, M. B. A Nova Contabilidade Social. São Paulo: Saraiva, 2000, p. 56.
3 Para simplificar el analice en ese momento, dejamos de referenciar la formación de las existencias, cual sea el exceso de producción sobre la demanda realizada, también considerada en la contabilidad social como inversión, ya que se constituye en una reserva de producción.
4 El consumo hasta acá tratado es destinado a la reproducción de las familias, pero tenemos todavía el consumo intermediario que representa la producción consumida en el proceso productivo, como por ejemplo, la harina que es la materia-prima del pan y por lo tanto, al ser transformada en pan es consumida en el proceso productivo. El consumo intermediario hace parte de la cadena productiva, es considerado así para que no ocurra un doble conteo en la mensura de la producción.
5 PORTUGAL, M. S. & SOUZA, N. J. Fatores de crescimento da Região Sul, 1960/1995. Série Textos para Discussão nº 98/06, www.ufrgs.br/cpge/, 1998.
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