LA DESILUSIÓN SEXENAL

Óscar Antonio Jiménez Morales

El caso de la elite del sector empresarial y bancario.
Los 10 principales conglomerados mexicanos

En el sexenio de Vicente Fox, el gobierno que se autodefinió “de empresarios y para empresarios”, los 100 corporativos del mercado mexicano de valores lograron una mejoría patrimonial por concepto de utilidades obtenidas en los últimos seis años que ascendieron a 884 mil 200 millones de pesos.1
De acuerdo con los informes financieros de las principales empresas del país, esas ganancias tuvieron crecimientos de hasta 530 por ciento; fueron similares al ingreso de divisas procedente de las remesas de dólares enviadas por los trabajadores mexicanos residentes en la Unión Americana que, según el Banco de México, sumaron 80 mil 178.6 millones de dólares en el mismo periodo.
Las ganancias alcanzadas por los 20 corporativos más influyentes del mercado bursátil local se elevó a más de 108 mil 230 millones de pesos en el primer semestre de 2006, lo que implicó un incremento de 18.3 por ciento respecto de las utilidades obtenidas en el mismo periodo en 2005.
Los 20 corporativos antes mencionados, todos controladores de otras empresas  con las que multiplican sus giros de influencia económica, concentran el 84.4 por ciento del valor del mercado de las más de 100 compañías que participan con sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), en la cual alcanzaron un monto de 3.3 billones de pesos al término de junio de 2006.
Los primeros diez: América Móvil (Telcel), Wal- Mart, Teléfonos de México (Telmex), América Telcom (Amtel), Cementos Mexicanos (Cemex), Grupo Modelo, Televisa, Fomento Económico Mexicano (FEMSA), Carso Global Telecom y Grupo México, concentraron 78.3 por ciento de los 108 mil 230 millones de pesos en ganancias netas alcanzadas por el grupo de los 20.2
A la cabeza de los cinco corporativos con mayores utilidades durante la primera mitad de 2006 figuran tres del conglomerado impulsado por Carlos Slim Helú, el hombre de mayor riqueza de América Latina y el tercero en el mundo3. A la cabeza se encuentra América Móvil con 20,771.78 millones de pesos en ganancias netas; en el tercer sitio se encuentra Telmex con 14 mil 222.06 millones, y en el cuarto se localiza Amtel con 8,162.7 millones de pesos (ver cuadro 18).

Cuadro 18
Los  diez consorcios más grandes de la bolsa 2005-2006
(Millones de pesos)

Fuente: Bolsa Mexicana de Valores.

Estos tres corporativos del conglomerado empresarial forjado por Slim Helú4 concentraron el 39.9 por ciento de las ganancias alcanzadas por las 20 compañías más influyentes del mercado bursátil que opera en el país. El crecimiento anual de sus utilidades fue de 68.1 por ciento para América Telcom, 62.3 por ciento para América Móvil y de 4.5 por ciento para Teléfonos de México.
Los empresarios mexicanos enviaron casi 5 mil 200 millones de dólares al exterior durante 2005 para adquirir o ampliar su participación en empresas ubicadas fuera del país, la mayor salida de divisas por este concepto registrada en los últimos cinco años.5 Ésta es parte de la gran vulnerabilidad financiera externa que tiene el país de la que ya hemos hablado en el apartado anterior.
De esta manera la inversión de mexicanos en el exterior, para crear o fortalecer el empleo en otros lugares, se elevó a casi 16 mil millones de dólares durante el sexenio de Fox.
Sin embargo, a pesar del incremento de sus fortunas en dicho sexenio; en 2004, Carlos Slim declaraba que el modelo de desarrollo no había sido benéfico, que “ya da muestra de fatiga social; no ha tenido resultados de crecimiento y empleo”. También, voceros de Canacintra y de los “barones” de Monterrey exigieron cambios al modelo económico, mientras que Federico Sada de Vitro urgía “revisar los esquemas económicos del país” En mayo de 2003, Dionisio Garza (de Alfa) dijo que el gobierno foxista “era incapaz…No es cierto que el país no crece sólo por la recesión de la economía internacional”. Mientras que Lorenzo Servitje (de Bimbo) demandó “la corrección del modelo económico, porque con el actual no podrá combatirse la pobreza”.6
Ya en el sexenio de Calderón, Ricardo González Sada (de Coparmex) indicó que “las medidas del gobierno ante la crisis son frías y no van en la línea con la magnitud de la problemática, situación que podría derivar conflictos muy complejos, incluidos los estallidos sociales, que serían muy comprensibles”.7
Ya en enero de 2009, diversos grupos financieros habían declarado que Calderón “va de error en error”.8

Banca

En un entorno de escasa actividad económica productiva, el sistema bancario que opera en México encontró en el endeudamiento de las familias la fórmula para disparar sus utilidades a lo largo de la administración 2000–2006. En este sexenio, periodo en que por instancia del propio titular del Ejecutivo, el gobierno interpuso recursos legales a favor de los propietarios de la banca, el conjunto de las instituciones de crédito obtuvo utilidades por 170 mil millones de pesos.9
El principal renglón de ganancias de la banca es el cobro de intereses y comisiones que aportan un tercio de sus ingresos en promedio durante los últimos seis años, además de la transferencia de recursos públicos derivada de los programas de rescate bancario instrumentados hace una década. El crédito a las familias mantuvo un sostenido crecimiento a lo largo de dicho sexenio. A finales de 2000, el crédito de la banca a los hogares fue de 475 mil millones de pesos, cantidad que, en septiembre de 2006, se había elevado a un billón 170 mil millones de pesos. Esta variación representó un incremento de 695 mil millones de pesos en el periodo para una tasa de crecimiento de 146 por ciento.10
Una vez que 90 por ciento del capital social de la banca comercial que opera en México pasó a ser propiedad de inversionistas del exterior, los siete bancos de mayor relevancia del sistema, cinco extranjeros y dos de capital nacional, alcanzaron 168 mil 500 millones de pesos, unos 15 mil 200 millones de dólares en ganancias netas durante el gobierno de Vicente Fox. Esas utilidades 541 por ciento superiores a las obtenidas por las mismas instituciones en el sexenio anterior, provinieron principalmente del amplio margen diferencial entre las tasas de interés que cobran a sus deudores y las que pagan a sus depositantes. Pero los ingresos obtenidos por las comisiones y tarifas aplicadas casi a su arbitrio y por los respaldos fiscales, a través de la devolución de impuestos, apuntalan también la rentabilidad bancaria.
Por otra parte, las tasas de interés que en realidad cobran los bancos que operan en el país en algunos de sus productos, como son las tarjetas de crédito, son de casi el doble de las que informan a sus clientes. Scotiabank, HSBC, Bancomer y Banorte cobran las tasas más altas del sistema bancario (ver cuadro 19).
Guillermo Ortiz Martínez, entonces y aún gobernador del Banco de México estableció que el nivel de ganancias logrado por la banca que opera en el país, controlada casi en su totalidad por firmas extranjeras, impide que la economía alcance mayores tasas de crecimiento y es resultado de un ambiente de insuficiente competencia. El diferencial entre las tasas de interés que pagan las instituciones a sus ahorradores y las que cobran a sus deudores (tasa de interés pasiva y activa, respectivamente) se mantiene significativamente alto que en otros países de desarrollo económico similar, además que las comisiones por los servicios siguen siendo elevadas.11
La gestión de Vicente Fox no sólo tapó el asunto del Fobaproa a los banqueros, también cubrió puntualmente los pagarés y puso las instituciones financieras en una situación inmejorable,  en seis años de ejercicio les permitió acumular utilidades netas por cerca de 150 mil millones de pesos algo así como 80 millones diarios, o si se prefiere 55 mil 400 pesos por cada uno de los minutos transcurridos del sexenio.

Cuadro 19
Tarjetas de crédito con saldo promedio de cinco mil pesos

Fuente: Simulador de tarjetas de crédito: Condusef.

El sistema crediticio privado, dominado por extranjeros, genera más ganancias que la actividad petrolera. Es un esquema que aún está soportado por los beneficios derivados de los apoyos recibidos del gobierno, con cargo a los contribuyentes durante la última década. Los créditos productivos son escasos, abundan los destinados al consumo y ahora a las hipotecas y son muy elevadas las comisiones por los servicios.13 En manos de los actuales dueños, los bancos incrementaron rápidamente sus ganancias, convirtiéndose en el segundo sector más rentable del país, después de las telecomunicaciones y dejando de lado al petróleo.14
Los dos bancos más grandes que operan en México: BBVA Bancomer y Banamex, representan 46 por ciento de los activos totales del sistema, 42.7 por ciento de la cartera de crédito y 44.7 por ciento de las utilidades netas acumuladas (ver cuadro 20). Si se agregan HSBC y Santander Serfín, se llega a un nivel de más del 70 por ciento de la operación bancaria. Esto indica que aunque existen diversas instituciones en el sector, su estructura está muy concentrada y eso marca la naturaleza de “la competencia” en el mercado.

Cuadro 20
Participación en el mercado del sector bancario, México, 2005.

Fuente: Comisión Nacional Bancaria y de Valores, 2005.
Como hemos establecido, buena parte de los ingresos que obtienen los bancos se originan en las comisiones que cobran a sus clientes por las operaciones que realizan. Este rasgo del funcionamiento de la banca también ha sido expuesto como un aspecto negativo por las autoridades del banco central (Banco de México), y aún persiste como factor que distorsiona el mercado.
Con un perfil orientado primordialmente a la banca del menudeo, BBVA Bancomer, la filial mexicana del consorcio español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, es el banco más grande del sistema (cifras de 2005),15 cuenta con el número más grande de sucursales en el país así como el número más grande de cuentas de captación (ver cuadro 21).
Mientras los bancos que operan en México refuerzan estrategias para colocar préstamos entre los sectores de menor ingreso, la cartera vencida derivada del uso de tarjetas de crédito llegó a 12 mil 131.8 millones de pesos, un incremento anual de 172 por ciento en el 2006. Se trata de la cifra más alta desde el desastre financiero de 1994–1995 que derivó en el rescate bancario con cursos públicos. Incluso, la tasa de crecimiento supera en nueve veces la reportada en los años de crisis bancaria.16
Ya en el sexenio de Calderón, Alfonso Ramírez Cuellar, dirigente del movimiento social El Barzón, advirtió que autoridades y bancos y otros intermediarios financieros esconden o maquillan las cifras sobre el incremento en la cartera vencida que padecen distintos sectores productivos, misma que por monto y número de afectados es mayor y más grave que la correspondiente a los deudores de tarjetas de crédito.17 

Cuadro 21
Sucursales y personal del sistema bancario mexicano, 2005.

Fuente: Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Sin embargo, cada día caen en cartera vencida unos 3 mil 305 préstamos al consumo en  México.18 La llamada “bancarización” del país ha consistido en la colocación desmedida e irresponsable de tarjetas de crédito (se estima que en México hay más de 25 millones de plásticos, prácticamente uno por cuatro habitantes) con pagos mínimos mensuales bajos, sí, pero con tasas de interés leoninas que insertan a los consumidores en una dinámica que, a decir de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, “puede ser muy perversa”. La Comisión Nacional de Protección para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros ha informado que seis de cada diez tarjetahabientes  en el país acostumbran liquidará sólo el mínimo requerido por sus estados de cuenta, lo que implica que, a la larga, sus deudas se vuelvan impagables y que ese instrumento se convierta en una “auténtica tienda de raya”.19
Por su parte, el ex candidato presidencial por la CPBT, Andrés Manuel López Obrador se pronunció en Ciudad del Maíz, San Luis Potosí, por una reforma profunda al sistema bancario porque, aseveró, “la banca es la paraestatal más onerosa y parasitaria de México”, la cual no impulsa el desarrollo nacional, ya que está en manos de extranjeros, quienes viven de cobrar comisiones elevadísimas y de beneficiarse con el Fobaproa.20

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