LA DESILUSIÓN SEXENAL

Óscar Antonio Jiménez Morales

Complot político, Video escándalos y Desafuero.

Durante su arraigo en la Habana, entre marzo y abril de 2004, el empresario Carlos Ahumada Kurtz confirmó, en una serie de declaraciones1, que la campaña para sacar de la carrera presidencial a Andrés Manuel López Obrador  estuvo encabezada por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, el entonces Secretario de Gobernación, Santiago Creel; el otrora Procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha y el senador Diego Fernández de Cevallos, y es difícil que esto no lo supiera Vicente Fox, declaró también el empresario de origen argentino.
En su programa radiofónico Hoy por Hoy, la periodista Carmen Aristegui2, difundió en agosto de 2006 las grabaciones que el empresario denuncia, entre ellas el incumplimiento de Fernández de Cevallos a una serie de compromisos que incluían el pago de 30 millones de dólares, la compra de un terreno en León, Guanajuato para dárselo al propio Ahumada, y protección para su familia a cambio de que éste le entregara los videos que muestran a personajes cercanos a López Obrador en el gobierno del Distrito Federal como René Bejarano, en el momento de la difusión de los videos era su secretario particular, cuando recibía un portafolios con dinero y, a Gustavo Ponce Meléndez, secretario de Finanzas del gobierno capitalino, mientras apostaba en las Vegas en Estados Unidos, además de presentar ante la PGR una denuncia por extorsión contra el entonces gobernante capitalino. Dos años y medio después, Ahumada da la razón a López Obrador sobre el complot político orquestado en su contra encabezado por el ex presidente, Carlos Salinas de Gortari y ahora en el 2009 con el libro publicado por Carlos Ahumada Kurtz.
En este tenor, el complot comienza con aquellos videos difundidos por Televisa:

Videoescándalos mediáticos de 2004
En el mes de marzo de 2004, El Noticiario de Joaquín López-Dóriga, propiedad de la empresa Televisa difundió imágenes en las que Gustavo Ponce, secretario de Finanzas del GDF, apuesta en la zona VIP del casino del hotel Bellagio, en Las Vegas. El procurador capitalino, Bernardo Bátiz, habló al programa para informar que el gobierno de la ciudad investiga desde el 28 de enero un posible fraude, por 31 millones de pesos, contra el Gobierno del Distrito Federal, en el que habría participado Ponce.
Posteriormente en el programa El Mañanero, conducido entonces por Víctor Trujillo en su personaje del payaso “Brozo”, también de la empresa Televisa, el entonces diputado panista Federico Doring presentó un video en el que se ve a René Bejarano recibiendo dinero del empresario Carlos Ahumada Kurtz. Bejarano, quien era entrevistado por la periodista Adela Micha y Leonardo Kourchenko en un estudio contiguo en las instalaciones de Televisa, acude al foro de El Mañanero para responder a las imágenes difundidas, alegando que el dinero fue utilizado en la campaña electoral de la delegada de Álvaro Obregón, Rosario Robles.3
Andrés Manuel López Obrador, entonces  jefe de Gobierno del Distrito Federal, insistió en la hipótesis de un complot del gobierno federal, y esta vez menciona al ex presidente Carlos Salinas, para desestabilizar su gobierno.
En el mismo mes de marzo de 2004 se reveló una reunión entre el senador Diego Fernández de Cevallos, Ahumada; el delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en el DF, José Luis Valles López; el agente del Ministerio Público, José Carlos Villarreal y Juan Collado, abogado de Raúl Salinas de Gortari. Dicha reunión habría tenido lugar el 20 de febrero de ese año en el hotel Presidente Intercontinental. Fernández de Cevallos dice haber conocido los videos antes de que éstos fueran transmitidos por Televisa.
La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal cateó las instalaciones de Grupo Quart de Carlos Ahumada ubicadas en el sur de la ciudad. La PGR aseguró las instalaciones de El Independiente, diario de Carlos Ahumada, Imaz y el delegado de Gustavo A. Madero, Octavio Flores, solicitaron licencia para dejar el cargo. La PGJDF informó que durante el cateo de las propiedades de Ahumada se encontraron otros seis videos.
El empresario argentino fue detenido en Varadero, Cuba, por la policía de ese país, luego de casi tres semanas de permanecer prófugo de la justicia mexicana.
Se informó que la cancillería y la PGR integrarán el expediente para solicitar la extradición de Ahumada. Para el mes de abril de 2004, Bejarano mostró copias fotostáticas de una serie de transacciones bancarias, dentro y fuera del país, las cuales, según él, fueron parte de la "conspiración" contra el gobierno capitalino. Relaciona en ello a la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles, ex colaboradores de ésta, Ahumada y a Bernardo Gómez, vicepresidente de Televisa.
Cuba deportó a Ahumada a México, tras comprobar que no tiene delitos pendientes en la isla. Elementos de la AFI lo recibieron yaseguraron en el aeropuerto internacional del Distrito Federal. En el mes de octubre de ese mismo año Gustavo Ponce fue detenido por la PGR en Tepoztlán, Morelos, fue acusado de uso de recursos de procedencia ilícita por las procuradurías del DF y de la República. Bejarano fue despojado de su investidura como legislador local por la Cámara de Diputados en un juicio de procedencia.
Al ver que los videoescándalos no afectaron las intenciones de voto por López Obrador, Vicente Fox, Martha Sahagún, Salinas de Gortari, Fernández de Cevallos y Roberto Madrazo se deciden por el desafuero, como un intento más de descarrilar la entonces posible candidatura presidencial de López Obrador, acto que abonó en gran medida no sólo al desprestigio y deterioro de las instituciones: Cámara de Diputados, PGR y la propia institución presidencial, sino al gran retroceso democrático del sexenio 2000-2006, vamos pues a la exposición:

Desafuero
Sin argumentos, ni razón ni justificación alguna, los sumisos diputados del PRI y el PAN que en ese entonces integraron la sección instructora de la Cámara de Diputados, dictaminaron a favor del desafuero del entonces Jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
El interés principal de la oligarquía en el poder fue cerrar el paso a quien la mayoría de las encuestas de opinión colocaban como puntero para las elecciones presidenciales de 2006. En sus cálculos políticos consideraron que, desaforado López Obrador, el botín presidencial quedaría en manos de Roberto Madrazo Pintado o de Santiago Creel Miranda, personajes políticos que contaban con el beneplácito del entonces gobierno de Bush.
Se trató del ejercicio de una partidocracia cupular, parte o elemento de la oligarquía en el poder, la cual se confabuló para quitarle los derechos políticos al entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Para los poderosos intereses que estuvieron atrás de quienes impulsaron el desafuero del tabasqueño, poco importó asestar un golpe casi mortal a la entonces embrionaria democracia en México, con tal de asegurar que el criminal modelo de hambre y miseria, llamado neoliberalismo culminara su tarea en México, convirtiendo  de facto al país en una colonia del vecino del norte, como ya lo está haciendo Calderón. El desafuero de López Obrador mostró también que cuando les conviene al PRI y al PAN éstos son capaces de unirse atentando contra los derechos elementales de los mexicanos, de hecho, siguen actuando como un maridaje de conveniencia, pero cuando existen coyunturas electorales como la de 2009, los alegatos, declaraciones y comentarios negativos se avivan.4
La movilización pacífica de un millón o más de ciudadanos en el mes de abril de 2005 hacia el zócalo capitalino, corazón de la República, en defensa del sufragio efectivo, la legalidad y la institucionalidad, y en repudio al desafuero del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, no sólo fue la más grande movilización política en la historia del país, sino también un basto y rotundo desmentido popular a la supuesta transición democrática y al “cambio” pregonados desde julio del 2000. Los ciudadanos con caballos de Troya, víboras prietas y un gran despliegue de imaginación materializaron sus protestas.
Bajo la presión multitudinaria de las movilizaciones, ante los interminables enredos legales en los que derivó el desafuero del entonces gobernante capitalino, vistas las pifias y los ridículos protagonizados por los personeros de la PGR, convertida en agencia de persecución de adversarios políticos, y con el telón de fondo de la alarma de la comunidad internacional por la desestabilización política y económica que se veía venir en México, Vicente Fox “rectificó” el día 27 de abril de 2005, en cadena nacional, y anunció la remoción, apenas disfrazada de renuncia, de Rafael Macedo de la Concha, operador principal de las maquinaciones legaloides contra López Obrador; se comprometió a realizar una revisión exhaustiva del expediente penal inventado contra éste y ofreció enviar al Congreso una iniciativa de ley que garantizara los derechos políticos de los ciudadanos sujetos a juicio hasta en tanto no se dictara sentencia definitiva en sus casos. Fue una victoria contundente, en ese momento, para el político tabasqueño.
Como ya hemos comentado, en el afán de destruir al Jefe de Gobierno del DF se tejieron alianzas inconfesables entre los operadores del primer círculo del foxismo con los medios electrónicos, convertidos en caja de resonancia de un delito inexistente, y con individuos del priísmo como Carlos Salinas y Roberto Madrazo; se convirtió a la Secretaría de Gobernación, a la cabeza de Santiago Creel en aparato de propaganda oficial tan virulenta como inverosímil; se vulneró la autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela Güitrón, según confesión propia, fue citado en Los Pinos para analizar el asunto del desafuero, se obligó a la Cámara de Diputados a volver a los tiempos de los “levantadedos”5 (el ejercicio de la partidocracia copular, que antes habíamos referido), por línea y consigna, se impuso como tarea obsesiva y casi única de la PGR, de por sí desgastada en la ineptitud de sus mandos, el acoso judicial al mandatario capitalino; se desprestigió la institución presidencial; se permitió que sujetos del pasado oscuro (dentro del sexenio de López Portillo) y dudosas motivaciones actuales, como Carlos Javier Vega Memije, hablaran a nombre del gobierno federal y adquirieran grotesca y desmesurada presencia mediática; se permitió, o se alentó, que su colega, José Luis Santiago Vasconcelos, operara no con la mesura de un funcionario público, sino con la insolencia de un provocador profesional; se puso en peligro la paz social, la estabilidad de la República y el entonces futuro de la incipiente democracia que a final de cuentas quedó abortada con el fraude electoral de 2006 en contra del ex gobernante capitalino.
Por otra parte, la descomposición institucional se materializó también con el uso religioso, en gran medida,  de la política foxista y, que al hacerlo, abonó en contra del espíritu laico del Estado mexicano.

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