Así como en las diversas ciencias, en las políticas públicas también existieron algunos autores
que con su filosofía influyeron a darle a esta ciencia formalidad y dimensión, elementos centrales que han mostrado a través de los años relevancia para las toma de decisiones de los gobernantes.
De acuerdo a Parsons (2007:75), son varios grupos de filósofos o teóricos sociales que han influido en la formación de las políticas públicas y su análisis:
* Maquiavelo, astucia y engaño; y Bacon, acciones racionales basadas en el conocimiento
* Bentham y Mill, con su aportación al utilitarismo
* El pragmatismo de James y Dewey con el desarrollo de las ciencias políticas
* Rawls y Nozick con sus dos teorías de la justicia
* Kart Popper con el modelo de ingeniería gradual
* Hayek, argumento a favor de los mercados y la elección individual
* Etzioni y el comunitarismo, y
* Habermás y la racionalidad comunicativa
Los comentarios de cada una de esas filosofías se encuentran en el siguiente apartado.
Filosofía de Maquiavelo y Bacon
Maquiavelo (1466-1527) según relata Parsons (2007:76) concebía al gobierno como un arte y el estudio del gobierno como algo cercano a una ciencia, estaba interesado en el arte del Estado, creía que mediante el conocimiento de la realidad política y el poder, los tomadores de decisiones estarían mejor preparados para controlar y lidiar los asuntos del Estado.
Estaba fascinado por el poder y sus efectos para lograr cualquier objetivo de quienes lo detentaran, creía haber descubierto las fuerzas fundamentales que daban forma a las políticas públicas y a la política en un mundo sujeto al cambio constante, le preocupaba la relación entre los fines y los medios, y su contexto en procesos de cambio que rebasan el control racional de las personas: la fortuna.
Maquiavelo fue el primero en prever que el Estado-nación sería el futuro centro de poder y, por lo tanto gobernar el mundo secular del futuro seria muy problemático, pensaba que la tarea pública fundamental sería buscar técnicas que se adaptaran a la nueva forma de gobernar en circunstancias cambiantes, argumentaba que los medios que sostenían el poder eran dos: fuerza y astucia;
En su obra El Príncipe escribió un manual para los nuevos gobernantes, estaba impresionado con la naturaleza cambiante de la realidad política y con la manera en que un participante de ésta es pronto víctima de la fortuna cuando pierde el control de la situación. Sobre esto decía: Los seres humanos son tan simples de mente y están tan dominados por sus necesidades inmediatas que, quien desea engañar, siempre encontrará muchos que estén listos para ser engañados…las masas se dejan impresionar siempre por la apariencia superficial de las cosas y por los resultados de una empresa: Y el mundo consiste en otra cosa fuera de las masas; los pocos no tienen influencia cuando los muchos se sientan seguros (Gómez Castellanos,
2006:13-14).
Es precisamente a Maquiavelo a quien se recuerda con la moraleja: de que es mejor ganar la confianza de la gente que confiar en la fuerza, es señalado en muchas formas como de vital importancia para aquellos que quieran ostentar el poder.
Por otra parte Francis Bacon (1561-1626) fue el hombre del que podía decirse que analizó las políticas públicas en su sentido más moderno, y a quien se le atribuyen las obras de Shakeaspare, Bacon representa la génesis de la idea moderna de las políticas públicas como producto de la consideración racional y de la ciencia, para él, las políticas públicas eran el uso del conocimiento para cumplir los objetivos de la gobernanza y mantenerse en el poder con equilibrio y autoridad, es el padre fundador del análisis de las políticas públicas. (Parsons 2007:78).
Filosofía del utilitarismo
Durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando se institucionaliza la democratización del liberalismo y otros derechos para los trabajadores, entre ellos la formación de un partido político en Gran Bretaña, las obras de Jeremy Bentham (1748-1832) y de John Stuart Mill (1806-1873) los convierte en los principales representantes de la escuela filosófica denominada utilitarismo, según esta filosofía, los hombres se mueven fundamentalmente por dos pasiones: la búsqueda de la felicidad, identificada con el placer y el rechazo del mal, que coincide con el dolor y el sufrimiento, estos sentimientos deben constituir el centro de la investigación del moralista y del legislador: el principio de la utilidad subordina a ellos todas las cosas, útil será aquello que posibilite alcanzar la felicidad.
El principio de utilidad aplicado a la política se refiere: el fin del hombre individual es la felicidad, que consiste en la suma de las felicidades individuales; Bentham lo reseña en forma de axioma: la mayor felicidad del mayor número, en cuanto a medida de lo justo y lo injusto; el autor aclara que este axioma se debe poner en práctica después de una atenta consideración de las cambiantes circunstancias sociales. Si los hombres buscan la propia utilidad, la interdependencia que hay entre los individuos en la sociedad producirá la utilidad general. Buscando la utilidad particular, los individuos se dan cuenta que tienen necesidad de un gobierno, porque sin él no hay seguridad, ni propiedad, ni bienestar. Esta es la razón de ser de todo gobierno. La constitución política de toda sociedad deberá tener como finalidad la mayor felicidad para el mayor número (Fazio, 2007: 177-178).
El utilitarismo se interpreta como tal, cuando un político aprueba una norma legal porque hace el mayor bien para el mayor número de ciudadanos.
Filosofía del pragmatismo
Los llamados padres del pragmatismo moderno, William James (1842-1910) y John Dewey (1959-1952), aun cuando Charles Sanders Pierce es reconocido como el fundador del pragmatismo doctrina que nació hace más de cien años (1890), consideran a la democracia como la forma de vida mejor, la más rica y plena para el hombre.
Le proporciona al hombre las condiciones necesarias para que la naturaleza humana se realice al máximo, no solo supera las desigualdades sociales y económicas, sino que además transforma los intereses individuales antagónicos en una voluntad colectiva y constituye un instrumento que ayuda a mantener la paz en la sociedad, siempre está en proceso continuo de reconstrucción y en consecuencia estimula la inteligencia, la imaginación y la creatividad del individuo, la democracia es una actividad de investigación en la que se intercambian ideas y en la que la sociedad resolvía problemas mediante el aprendizaje y el ensayo (Espot, 2006:80-81).
El legado pragmático de Dewey y James fue un llamado a tomar medidas y a fomentar la participación activa de las ciencias sociales en los esfuerzos para crear gobiernos y sociedades; este llamado a concentrarse en la resolución de problemas se convertiría en una de las convicciones centrales del enfoque de políticas públicas durante la posguerra, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo (Parsons, 2007:81).
El pragmatismo fue la primera filosofía de Estados Unidos desarrollada de forma independiente. Se opone a la especulación sobre cuestiones que no tienen una aplicación práctica. Afirma que la verdad está relacionada con el tiempo, lugar y objeto de la investigación y que el valor es inherente tanto por sus medios como por sus fines.
Filosofía de la justicia e igualdad
John Rawls y Roben Nozick nutrieron la mayor parte del debate filosófico sobre las políticas públicas desde la década de los setentas;
La teoría de Rawls suscrita en su libro titulado A theory of justice (Una teoría de la justicia) en
1971, considera que los principios de justicia que son objeto de un acuerdo entre personas racionales, libres e iguales en una situación contractual justa, pueden contar con una validez
universal e incondicional, él mismo denominó a su teoría justicia como: imparcialidad. Rawls
demanda imparcialidad en los resultados y en la igualdad de oportunidades (Caballero, 2006:1).
Nozick, por su parte en su libro titulado Anarchy, State and Utopía (Anarquía, Estado y Utopía) en 1974 criticó la teoría de Rawls relacionada con la distribución de resultados de manera imparcial pues argumentó que la justicia distributiva no se sostiene ni en la teoría ni en el ejercicio de la realidad cotidiana, Nozick se basa en la idea del derecho a y de los derechos del individuo.
La justicia tiene que ver con aquello a lo que las personas tienen derecho, y no con la imparcialidad: la distribución puede ser justa, pues cada uno tiene derecho a aquello que posee, pero puede no ser imparcial en un sentido distributivo. Ambas teorías han contribuido al resurgimiento de una filosofía aplicable a las políticas públicas (Parsons 2007:82).
La aportación más importante de la teoría de Rawls y Nozick ha sido reinstalar la importancia de las teorías sobre la justicia en las modernas ciencias sociales.
Filosofía de ingeniería gradual
El filosofo austriaco Karl R. Popper (1902-1994) es uno de los teóricos del liberalismo más profundo del siglo XX, popularizó la ingeniería social en su obra: La sociedad abierta y sus enemigos (1994).
Hablaba del tema en dos formas: la ingeniería social utópica que propone la transformación total de la sociedad mediante una organización central de acuerdo con un plan ideal y comprehensivo que no está presionado por limitación alguna por parte de instituciones sociales competitivas y la otra forma era que la política debería practicar una ingeniería social gradual, (Figura por etapas más que emprender reformas a gran escala o recurrir a la revolución), puesto que toda política ha de tener consecuencias imprevistas y a menudo no queridas, deberíamos cambiar las instituciones paso a paso y vigilar cuidadosamente los efectos de este proceder, esto es: perseguir y abatir los más grandes y más urgentes males de la sociedad (Honderich,
2001:547).
Popper intentó mostrar cuál era el tipo de estructura política más adecuada para alcanzar una mejoría social una vez que hayamos aceptado los límites del conocimiento, aplicó el racionalismo crítico en la política auspiciando una ingeniería social gradual en una sociedad abierta.
Filosofía a favor de los mercados y la elección individual
F.A. Hayek (1899-1992), Premio Nobel de Economía en 1974, sus aportes a las políticas públicas aparecen después de la era keynesiana en 1977, aportó una de las principales fuente de ideas para el surgimiento de la nueva derecha, una contribución a las políticas públicas fue su apreciación de la política de las ideas y la importancia de promover ideas a través de las organizaciones por lo que fue fundador de los primeros e influyentes think tanks47.
Afirmaba Hayek que la implicación más importante del marco del análisis de las políticas públicas no pueden resolver problemas ni mejorar los que espontáneamente resulte de la
interacción entre los individuos libres y el libre mercado, la función de las políticas públicas es limitada cuando se trata de asegurar que el orden espontáneo en la sociedad y la economía
deban permitirse sin ningún tipo de interferencia ni reducción de la libre competencia o libre mercado; pronosticó que, al trabajar desde la ilusión de que los individuos y los mercados son incapaces de regular y coordinar la toma de decisiones humanas, la democracia liberal
enfrentaría un prospecto de inestabilidad y posterior destrucción. Al parecer en la década de los setentas la inflación y el desempleo, la teoría de Hayek desempeñó un papel protagónico en la
definición de las nuevas políticas y en la redefinición de los viejos problemas (Parsons,
2007:84-85).
Filosofia del comunitarismo
Amitai Etzioni contribuyó al desarrollo del enfoque de las políticas públicas defendiendo el comunitarismo, influencia que ejerció en el pensamiento Estadounidense y el europeo en la década de los noventas; después del individualismo de Hayek que pierde el sentido de comunidad y solidaridad, la sociedad requiere entonces un nuevo énfasis en la responsabilidad individual y mutua para volver a un equilibrio.
El comunitarismo es una idea filosófica flexible ya que para la izquierda modernizada se trata de solidaridad, fraternidad y el resurgimiento de las tradiciones del movimiento laborista no estadista del siglo XIX de ayuda mutua, sociedades cordiales, cooperativas y socialismo utópico; para la derecha, tiene su atractivo como un credo moral, que subraya el orgullo cívico, el deber social y la tradición, educación moral, los valores de la familia tradicional y las medidas enérgicas contra el delito (Parsons, 2007:86).
De acuerdo a Etzioni citado por Parsons (2007:87) en la perspectiva de los comunitaristas debe mantenerse el Estado de Bienestar fuerte pero no dominante solo en el caso de que el individuo no pueda encontrar una solución a la responsabilidad, pasará a la familia.
Solo en el caso de que la familia no pueda resolver la situación, pasará a la comunidad. Solo en el caso de que el problema rebase a la comunidad, deberá participar el Estado. Las políticas públicas afirma Etzioni, deben apuntar a promover y revivir aquellas instituciones que intermedian entre el individuo y el Estado: la familia, organizaciones filantrópicas, escuelas, iglesias, vecindarios y las comunidades; son necesarias según Etzioni, políticas públicas que contrarresten la creciente fragmentación de la sociedad.
La idea de Etzioni es plantear que no somos individuos independientes que acuerdan convivir estableciendo pactos políticos y económicos basados en el interés. Antes de todo eso, estamos unidos por lazos de solidaridad, historia, cultura, valores, se trata de que volvamos a ser una comunidad.
Filosofía de la racionalidad comunicativa
Según Jürgen Habermas la racionalidad comunicativa se refiere a nuestra experiencia del discurso argumentativo irrestricto y su consenso unificador. Esta perspectiva se origina en la función del lenguaje como integrador social o como coordinador de los planos de diferentes actores en la interacción social.
La racionalidad comunicativa asegura que nuestros esfuerzos estén orientados hacia la comprensión y el acuerdo intersubjetivos sin el uso de la fuerza. Siempre que aumente la racionalidad comunicativa (que apunta al acuerdo consensuado) dentro de una comunidad comunicativa, observamos la acción de la coordinación irrestricta de acción y resolución consensuada de los conflictos (si no se encuentran más allá de los limites del enfoque cognitivo). La racionalidad de la práctica comunicativa cotidiana usa la argumentación como tribunal de apelación y continuamente excluye el uso de la fuerza. La hipótesis principal de su teoría social es que vivimos en un mundo de la vida en el cual coordinamos nuestras acciones a través de la comunicación, es un vínculo social objetivo como base de toda sociedad (Payne, Frith, Gates, Rasmussen y Todd, 2002:370)
La razón, en el sentido que le da Habermas, no es un proceso lógico que se ocupa de la prueba objetiva o la posibilidad de refutación, sino de alcanzar el entendimiento dentro de un contexto social, las ideas de Habermas encierran grandes implicaciones tanto para la teoría como para la práctica de las políticas públicas; En el nivel teórico, sugiere la necesidad de prestar más atención al lenguaje, al discurso, al argumento; en el nivel práctico la búsqueda de nuevos métodos de análisis y procesos institucionales en la formulación y ejecución de las políticas públicas (Parsons, 2007:88-89).
Habermas ofrece esta teoría como una categoría para poder emprender la tarea de un análisis empírico explicativo de todas las estructuras existentes en las sociedades actuales.
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