Lindblom cuestionó el énfasis en el racionalismo de Laswell y de Simon, y utiliza en su análisis de la acción pública un modelo propio que denomina de la decisión incremental.
Se basa en la creencia de que las políticas públicas de tipo perfectamente racional y planificado son el ideal que tiene que perseguirse en cualquier tipo de acción política, a pesar de que se reconozcan las limitaciones que la realidad impone en la toma racional de decisiones, consideraba la incorporación de otras variables en la formulación y el análisis de las políticas públicas, tales como las relaciones de poder, y de la integración entre las diversas fases del proceso decisorio, qué no tendrían necesariamente un fin o un principio (Ruiz Viñals, 2004:54).
De allí el porqué las políticas públicas precisan incorporar otros elementos a su formulación y a su análisis, más allá de las cuestiones de la racionalidad, tal como el papel de las elecciones, de las burocracias, de los partidos y de los grupos de interés.
La tesis de Lindblom en el texto The Science of Muddling Trough (Ciencia de Ingeniárselas o Salir del paso) en 1959 tiene similitud con la de Simon, sin embargo, un contraste clave entre ambos surge a través de la postura antitecnocrática de Lindblom.
Farr et al ( 1999:313) mencionan que si hay una ciencia para las políticas públicas, hay para Lindblom una para la estrategia para salir del paso -tanto en la resolución individual de problemas como en los modelos de ajuste mutuo partidista que dan lugar a una inteligencia de la democracia-. Lindblom se inspira explícitamente en el tratamiento de la resolución de problemas de John Dewey y su obra How We Think para sostener que es inconcebible en el análisis de las políticas públicas una estrategia de gran alcance, ya que el proceso de resolución de problemas es desigual e indirecto, se orienta en diversas direcciones, realiza giros inesperados, cambia el centro de atención radicalmente confiando tanto en la casualidad como en el sistema.
Lidblom se centra en la resolución de problemas mediante la interacción, en lugar de pensar en
el problema para plantear la solución, la solución es consecuencia de actos…
como el votar, decisiones personales, la gente sustituye el análisis por los actos, ya que las personas actúan sobre otras para resolver los complejos problemas sociales, la acción se convierte en interacción, al actuar entre si las personas ejercen control unas sobre otras, a menudo sin pretenderlo y sin ser conscientes, como en el caso de manifestantes en las calles que influyen en los legisladores, de manera inadvertida crean una reacción negativa en los demás ciudadanos. La interacción reemplaza al análisis en la solución de los problemas, soluciona, resuelve o disminuye los problemas, las interacciones establecen o hacen las políticas, es un proceso de solución de problemas y elaboración de políticas, lo que constituye una alternativa al análisis (Lindblom, 1991:39-40).
En la elaboración de políticas gubernamentales, la interacción política puede siempre reemplazar el análisis y de hecho puede a menudo alcanzar soluciones que el análisis no puede…
…el método particular de interacción llamado voto puede alcanzar y facilitar decisiones, la
negociación o interacción entre los representantes del gobierno, los trabajadores y del público en forma tripartita pueden llegar a solucionar problemas de inflación, otra forma de interacción sería la de delegar la toma de decisiones a algún cargo público, que posiblemente resuelva o no el problema pero el acto de delegación en él no produce que la decisión dependa del análisis. (Lindblom, 1991:40).
Lindblom no se opone al análisis como tal, aunque se muestra hostil a la idea de que las técnicas analíticas racionales podrían, de alguna manera, suplantar la necesidad de alcanzar el acuerdo y el consenso políticos.
Salir del paso afirma es un método o ciencia ignorada por los defensores de las políticas públicas. Para los partidarios de la racionalidad, la toma de decisiones debe comprender una serie impecable de pasos en la que las mejorías son posibles en virtud de la expansión del conocimiento y la tecnología para alcanzar los objetivos, (definición de metas, selección de alternativas, comparación entre diversas opciones) esta idea la aportó Simon, el objetivo de Lindblom era retar al esquema racional a crear una nueva política desafiante señalando la existencia de método en la aparente irracionalidad de salir del paso; asimismo quería mostrar como la idea de un proceso más racional de toma de decisiones mediante el uso de nuevas técnicas y herramientas simple y sencillamente no era factible cuando se trataba de cuestiones complejas de políticas públicas (Parsons, 2007:312-313).
El modelo de racionalidad de Lindblom asume que los procesos de las políticas suceden en fases (formulación de la política, decisión e implementación), basado en una visión en la que el tomador de decisiones primero analiza el problema y las alternativas y luego toma una decisión racional acerca de cuál opción deberá escoger.
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