“LA TEORÍA DEL ACELERADOR: ANÁLISIS PROSPECTIVO EN LOS FACTORES DETERMINANTES EN PANAMÁ. AÑOS: 1970-2008”

Israel Arcia Cáceres

Teorías de la inversión

La inversión constituye un tema fundamental en macroeconomía por las siguientes razones: En primer lugar las fluctuaciones de la inversión explican una gran parte de las oscilaciones del PIB en el ciclo económico y en segundo lugar, la inversión determina el ritmo al que la economía aumenta su stock de capital físico y, por lo tanto, contribuye a determinar la evolución a largo plazo del crecimiento y de la productividad de la economía.

La inversión es una variable de flujo; esto es, representa adiciones al capital en un período específico, por lo tanto, la decisión de una empresa acerca de cuánto invertir en cada período está determinada por muchos factores.  Una empresa puede no invertir siempre el monto exacto que planeaba, la razón de ello es que una empresa no ejerce pleno control sobre su decisión de inversión; algunas partes de esta decisión son tomadas por otros actores de la economía.

Las empresas tienen como opción invertir tanto en plantas y equipos como en inventarios, el aspecto básico en esta determinación está basado en dos grandes distinciones: la inversión deseada, o planeada que son todas aquellas adiciones a los bienes de capital e inventario que son planeados por las empresas, y la inversión realizada que es el monto real de la inversión que tiene lugar; incluye renglones como los cambios en inventarios no planeados. 1

La acción en invertir en planta y equipo por una empresa en un período determinado, usualmente se puede hacer sin ninguna dificultad, en donde se asume el control en esta decisión, sin embargo, en la inversión en inventario las empresas ejercen un escaso control, ya que es determinado parcialmente por cuánto deciden comprar las familias, lo cual no está bajo el pleno control de las empresas.  Si las familias no compran tanto como las empresas esperan que lo hagan, los inventarios serán mayores a lo esperado, y las empresas habrán realizado una inversión en inventario que no planeaban hacer.

Un factor importante que incurre en la decisión de invertir está ligado a la tasa de interés, que es determinada en el mercado de dinero, lo cual indica teóricamente que: cuando la tasa de interés baja, la inversión planeada sube; y cuando la tasa de interés sube, la inversión planeada baja. El motivo de que esto sea así es que las empresas emprenden proyectos de inversión esperando obtener de ellos utilidades en el futuro,  y muchas veces estas utilidades se ven reducidas por los costos involucrados en el proyecto, sobre todo en el costo de los intereses por el uso del capital, que viene a ser uno de los costos  importantes en la disposición de invertir.

El comportamiento de la inversión en general depende no sólo de las variaciones de la producción, sino también de otros factores exógenos, como: los movimientos, cambios estructurales de la economía, perturbaciones políticas, resultado de la producción, de perturbaciones en la oferta de dinero, confianza del público en el sistema financiero entre otras.

En el marco de la teoría, se divide la inversión global en dos categorías: la inversión inducida y la inversión autónoma.  Anteriormente se presentó la definición de estos conceptos desde el punto de vista de R. J. Hicks (Barrera, Alain. 1971) cuando se apuntaba específicamente a la teoría del acelerador, donde se recogía la aportación de Keynes que luego fueron retomadas por Hicks.

  De acuerdo con Antonio González y Domingo Felipe Maza Zavala  (1985), el concepto de inversión inducida se refiere al incremento sobre el nivel de inversión autónoma que tiene lugar como consecuencia del crecimiento del nivel de renta nacional, y señala que la distinción entre la inversión autónoma y la inversión inducida, es que la última es una función del nivel del ingreso nacional, mientras que la primera no lo es.

  El  principio económico comprendido en el concepto inversión inducida es que, para que las empresas puedan  mantener niveles de producción progresivamente más elevados, tienen que aumentar las inversiones según ocurran  aumentos en el nivel de ingreso.   Este tipo de inversión, estimulada por el crecimiento de la renta nacional, es lo que se llama inversión inducida, y en consecuencia de tal inversión, la expansión del nivel de renta nacional puede ser de mayor magnitud que cuando se trata sólo de inversión autónoma.   Ello se debe a otro fenómeno económico relacionado con la inversión inducida y que se ha denominado el efecto de aceleración.

El efecto de aceleración se refiere al hecho de que como consecuencia del aumento en el ingreso nacional, no sólo tienen las empresas que aumentar los gastos en la compra de bienes de capital (inversión inducida), sino que los incrementos en la inversión inducida tienen necesariamente que proceder a un ritmo más acelerado que el crecimiento de la renta nacional.2   El análisis que se asumía  al estudiar la inversión como uno de los determinantes del nivel de renta nacional, se partía del supuesto de que el nivel de inversiones se mantenía constante a todos los niveles de producción.

 Esta noción de un nivel autónomo de inversiones, o independiente del nivel de renta nacional, no impedía la posibilidad de que ante las perspectivas de buenos negocios, las empresas puedan modificar sus planes de inversión, o que ante las perspectivas de una posible recesión económica, se produjera una reducción en la inversión total autónoma.  Los cambios en los niveles de inversión necesariamente han de provocar cambios en el nivel de renta nacional, siendo el gasto de inversión, como se ha  visto, uno de los componentes en la demanda total agregada.

Se supone que la inversión autónoma debe ser independiente del volumen ordinario de ventas o de demanda, por lo tanto es de carácter exógeno que surge del cambio tecnológico, del aumento en la población, o de la inversión pública, y viene a constituirse el impulso generador que origina una expansión de la ocupación y de la producción y su fuerza se expresa en el multiplicador.

La inversión inducida se produce por cambios basados en el nivel de ingreso o de consumo y es una reacción al aumento o a la disminución en la demanda total o en el consumo total.  Depende de la tasa de cambio de estos totales y encuentra expresión en el principio de aceleración que Harrod llamó “relación”.   Por otro lado, es un factor endógeno, una reacción a los cambios iniciados por la inversión autónoma. 3

Un  exponente que presenta una teoría a la dinámica de la inversión es James Tobin en la que relaciona la inversión neta con una razón “q” que se refiere a la razón del valor de mercado de los activos financieros corporativos con el costo de reposición de los activos reales corporativos.   Tobin plantea que las empresas aumentan su stock de capital cuando q > 1, puesto que incrementan su rentabilidad cuando el costo de adquisición de los activos reales es inferior al costo financiero para adquirirlos, es decir, el costo de uso del capital es menor que el beneficio en costos proveniente de las adiciones de capital.4

El modelo q de Tobin  definida en términos marginales como:


Cuadro de texto: q=      Valor de mercado de la empresa          Coste de reposición del stock de capital

 

 

Según este ratio, es óptimo para la empresa acometer nuevos proyectos de inversión siempre que la variable q tenga un valor superior a la unidad; en caso contrario, la inversión afectará negativamente a la riqueza de los accionistas.

Por lo tanto, para determinar la tasa de inversión óptima, este modelo hace explícita la respuesta dinámica de la inversión a cambios permanentes o temporales en el medio en el que se desenvuelve la empresa: precios y variables fiscales, entre otras; de manera que todo ello se refleja razonablemente en su valor de mercado. Se trata de resolver un problema de maximización inter temporal de beneficios, en el que los costes de ajuste forman parte de la función objetivo.

Los costes de ajuste están relacionados con la pérdida de ingresos que tiene la empresa por el tiempo que media desde que hace un pedido de bienes de capital hasta que entran efectivamente en funcionamiento. Estos se pueden definir como:


 

Siendo:
q1(t) : precio de mercado de los bienes de inversión en el período t
h : crédito fiscal a la inversión
u : tipo impositivo del Impuesto de Sociedades
uz : valor actual del ahorro fiscal por amortizaciones
Qt : q de Tobin ajustada por impuestos en el período t

La tasa de inversión empresarial se define como:

Siendo:
: Tasa de inversión
 Perturbación en los costes de ajuste
Por tanto, el uso de la Qde Tobin ofrece un nexo entre la valoración de mercado de la empresa y su política de inversiones. La idea que subyace es que toda la información relevante está recogida en el valor de cotización, y por lo tanto, otras variables como el cash flow, el beneficio o la producción, no tendrían la misma capacidad para predecir la inversión.

No obstante, este modelo está sujeto a importantes restricciones:

  • La variable Q está expresada en términos marginales; sin embargo esta variable es inobservable, por ello, en las estimaciones econométricas se utiliza en términos medios.
  • Cuando el valor de las acciones es excesivamente volátil, el numerador del ratio tiene una alta probabilidad de estar sesgado.
  • En el modelo se supone que las empresas no obtienen rentas diferentes de las propias que genera la inversión, como por ejemplo, las que se derivan de la existencia de poder de mercado.

Un enfoque alternativo consiste en cuantificar la sensibilidad de la inversión respecto de los parámetros fiscales  W.
           

Siendo:
: Elasticidad de la inversión respecto de Q
            : Elasticidad de Q respecto de cambios en el crédito fiscal
            : Elasticidad de Q respecto de cambios en la amortización


b :  Valor del parámetro asociado a la variable Q

La Qde Tobin, en síntesis, es una estimación del valor que concede el mercado de valores a los activos de una empresa en relación con el coste de producirlos.  Cuando el cociente es alto, las empresas quieren producir más activos, por lo que la inversión es rápida.


1 Case, Karl E. Y Ray C. Fair. (1997)  Principios de macroeconomía.  México.  Pág. 198

2 González, Antonio y Domingo F. Maza Zavala. (1985)  Tratado Moderno de Economía General.  Estados Unidos de América.  Pág.  319.

3 Estey, James Arthur.  (1960) Tratado sobre los ciclos económicos.  México.  Pág. 310.

4 Diulio, Eugene A. (1991)  Macroeconomía.  México.  Pág.  324

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