Todas las teorías aportan conocimiento y ven los fenómenos que estudian desde ángulos diferentes, además son útiles porque describen, explican y predicen el fenómeno o hecho al que se refiere. Kerlinger, F.N considera que “una teoría es un conjunto de constructos (conceptos), definiciones y proposiciones relacionadas entre sí, que presentan un punto de vista sistemático de fenómenos especificando relaciones entre variables, con el objeto de explicar y predecir los fenómenos”. 1
El principio del acelerador, teoría que relaciona la conducta de la inversión con el nivel de producción generada por los factores internos, precisa en que la tasa de inversión depende o es susceptible ante la tasa de variación de la producción, o sea que ante un nivel alto de crecimiento de la producción, la inversión guarda una relación positiva ante este comportamiento, y por el contrario si se manifiesta una contracción en la producción, esta sensibilidad se manifiesta en el nivel de la inversión en sentido negativo. 2
Por lo tanto, se deben considerar las fluctuaciones de la inversión y analizar los elementos que intervienen en este hecho. Las consideraciones de Keynes sobre este planteamiento oscilan en la incertidumbre con que se toman las decisiones al invertir, por lo que consideraba que las decisiones de inversión dependen en gran medida de lo optimista o pesimista que se muestran los inversores.3
Keynes plantea el enfoque del principio del acelerador con la consideración que la inversión es determinada por el crecimiento de la producción, pero que esta relación no es reflejada a corto plazo, quiere decir, que la inversión adicional no aumentaría el ingreso total o la ocupación de la comunidad.
Sólo podría realizarse a expensas del consumo, cuya reducción se asegura por la tasa de interés más alta que los empresarios, evidentemente estarían listos a ofrecer, por lo tanto el volumen de la inversión no produce un efecto sobre el empleo total ni sobre el ingreso total en un futuro inmediato. 4
Las afirmaciones que abordó Keynes fueron retomadas posteriormente por J.R. Hicks (1950) en lo que la sitúa de su concepto estático de la inversión para emplazarlo en un medio dinámico. Hicks razona sobre un crecimiento de la renta determinado por dos tipos de inversión, la inducida y la autónoma, y que se desarrolla en función del juego del multiplicador y el acelerador.
La inversión inducida es la que se requiere para el desarrollo interno del sistema, es decir, equipamiento, puertos, infraestructura vial, edificación, construcción entre otras. Esto significa que la inversión inducida es de carácter endógeno. Mientras que la inversión autónoma es provocada por una decisión que está relacionada con las exigencias del crecimiento interno. Por ejemplo, la formación de capital necesario para la producción de una invención o de una innovación.
Es también la inversión dispuesta por la autoridad pública por una razón distinta a la extensión de una empresa pública que corresponde a un aumento de la demanda. La inversión autónoma es de tipo exógeno. 5
Hicks utiliza el juego del multiplicador para explicar el crecimiento de la economía, pero colocándose desde una perspectiva dinámica, considerando el siguiente supuesto: para que prosiga el crecimiento de la renta, debe haber un incremento de la inversión, teniendo en cuenta que debido a cada efecto del multiplicador de la inversión, la renta adicional se convierte en un múltiplo de la inversión adicional.
El proceso de crecimiento es explicado por medio de la acción ejercida sobre la renta por el efecto multiplicador de la inversión global adicional y por la aceleración que impone el crecimiento de la renta a la inversión inducida. No obstante, estos efectos deben tener un origen que se encontrará en el incremento de la inversión autónoma. En consecuencia, el incremento de la inversión autónoma ocasiona una inversión global adicional superior a la efectuada en el transcurso de los períodos precedentes.
También, la interacción multiplicador-acelerador fue expuesta por Harrod que consideraba que la inversión daba lugar al multiplicador siempre y cuando se generara un aumento en el ingreso total en una cantidad que dependía de la propensión al consumo. Y que tal aumento, en el ingreso total y en el gasto produce por medio de la relación, un aumento más que proporcional en la demanda de bienes de capital y en la demanda total de inventarios por los comerciantes6
Con la búsqueda de encontrar una explicación sobre el comportamiento en la variabilidad cíclica de la inversión, Stanley Bober (1971) presenta una función de inversión simple para respaldar una evaluación de los determinantes del cambio de la inversión. Esta manera de expresar el principio de aceleración mantiene la hipótesis de que una fluctuación en la variable independiente dará lugar a una fluctuación mayor en la variable dependiente. Usando un análisis para períodos o discreto, tiene la siguiente función:
Bober plantea que este tipo de relación puede aplicarse a situaciones diferentes; por ejemplo es posible utilizarlo en las siguientes explicaciones:
En todos estos casos, la variable dependiente indica una categoría que puede considerarse como un insumo en la producción de los bienes terminados. En cualquiera etapa de la producción, los bienes aparecen como terminados en relación con la etapa precedente. El principio de aceleración tiene vigencia no sólo para los bienes de consumo con respecto a la etapa anterior, sino también para todos los productos intermedios en relación con sus respectivas etapas de producción precedentes.7
La teoría del acelerador de la inversión explica la inversión neta en términos del crecimiento esperado en la producción agregada. Eugene Diulio (1991) analiza esta teoría bajo dos preceptos: La versión rígida de la teoría del acelerador y su versión flexible. En la versión rígida de la teoría del acelerador, las empresas mantienen una relación estable entre el "stock" de capital y la producción agregada. Esta relación se representa como:
K = u Ye,
Donde K es el "stock" de capital, u es la razón capital-producto (la razón del "stock" deseado de capital a la producción agregada esperada) y Ye es la producción esperada. Las adiciones al stock" de capital de la economía, es decir, la inversión neta In, se dan cuando se espera que la producción aumente. Por lo tanto,
In = uDY
Debido a que u es mayor que uno, la inversión neta fluctúa cuando el crecimiento de la producción esperada no es continuo a lo largo del tiempo. También existe la inversión de reposición, puesto que una parte del "stock" de capital de una economía se "desgasta" (deprecia) durante el tiempo que se efectúa la producción corriente. Por ende, la inversión bruta puede cambiar debido a la necesidad de reponer parte del "stock" de capital existente y/o la necesidad de incrementar el "stock" de capital de la economía.
El "stock" deseado de capital del sector de los negocios K* depende de la producción esperada Ye, del costo, de uso del capital u, y del salario real pagado al trabajador w, es decir,
K* = ¦(Ye, u, w)
Al determinar el "stock" de capital deseado del sector de los negocios, se acostumbra mantener constante la remuneración del trabajador. Cuando no se mantiene constante la producción real el "stock" de capital deseado es una función del costo de uso del capital y de la productividad marginal del capital. Al mantenerse constante la producción real, el "stock" de capital deseado depende del costo de uso del capital y del costo del ahorro relacionado con utilizar menos insumos de trabajo y más insumos de capital, para obtener un nivel de producción específico. Por lo tanto, la demanda de capital se puede presentar como una curva de la productividad marginal del capital o como una curva del beneficio del costo marginal proveniente del capital. En esta sección se usa la curva del beneficio del costo marginal.
El costo de uso del capital es el costo real de usar el capital por un período de tiempo especificado. El costo de uso del capital consiste en la tasa de interés real (el costo financiero real relacionado con la adquisición de capital real) y la tasa de depreciación (el capital real utilizado en obtener la producción). El costo de uso se puede especificar como:
u = r + d o como u = i - pe + d,
Donde r es la tasa de interés real, d es la tasa de depreciación del "stock" de capital, i es la tasa de interés nominal y p la tasa de inflación esperada. El costo de uso del capital se reduce aumentando la oferta real de dinero y/o mediante una acción fiscal tal como un crédito fiscal a la inversión o la aceleración de la tasa a la que se deprecia una máquina para fines fiscales.8
La teoría del acelerador flexible de la inversión enmienda el modelo del acelerador rígido: el "stock" de capital deseado resulta afectado por el costo de uso del capital; con el transcurso del tiempo puede haber adiciones al "stock" de capital deseado. Primero se considera el efecto sobre el "stock" de capital deseado de los cambios en la producción esperada y en el costo de uso. Un incremento en la producción esperada eleva la inversión neta en:
In = uDY,
Cuando no hay cambios en el costo de uso del capital. Sin embargo, el proceso de producción se convierte en uno de uso menos intensivo de capital cuando el ascenso en la producción esperada va acompañado por un costo de uso más alto y no hay cambios en el costo de los insumos del trabajo.
La menor razón capital-producto reduce el efecto que tiene sobre el "stock" de capital deseado un incremento esperado en la producción. Las limitantes de la producción y/o la disposición y la capacidad de la empresa de subir su "stock" de capital se puede distribuir a lo largo de un número de periodos. Así, la inversión neta en cualquier período quizá sólo sea una fracción del cambio en el " stock" de capital deseado. Se presenta un retraso distribuido para la inversión neta mediante la ecuación:
In= l(K* - K-1),
Donde l es la fracción del cambio en el "stock" de capital deseado que ocurre cada período. El valor de l depende de factores tales como las capacidades productivas de las industrias de bienes de capital, la confianza de la empresa en las proyecciones de una producción más alta y la capacidad de la empresa de obtener los recursos financieros necesarios para adquirir capital real.9
Bober analiza el efecto aceleración de los cambios en la producción sobre los gastos de capital señalando que bajo una relación insumo/producto dependería del uso que se le dé en cada uno de los niveles anteriores de producción. Se necesitaría una relación global que tome en cuenta la variabilidad del coeficiente, y que no requiera una respuesta constante ante los cambios en la producción. Esto es representado de forma:
It = bb(Yt – Yt-1),
Considerando b como una constante y b como el coeficiente de expectativas, donde los gastos de capital planeados al final del período son una función constante del cambio efectuado por un coeficiente de reacción. Bober considera este coeficiente de reacción como el elemento de la fórmula de inversión que refleja todos los otros factores que influyen sobre las decisiones de inversión, aparte de la razón técnica/ producción e introduce un nuevo elemento para señalar la diferencia entre la decisión de invertir y la nueva inversión real, planteada de la siguiente manera:
DKt+1 = Kt+1 – Kt = bb(Yt – Yt-1),
Donde K es el capital. Sin embargo, Bober supone que esta manera de expresar el principio de aceleración todavía tiene defecto, ya que presenta la reacción en términos de un coeficiente constante, aunque haya sido modificado.
Sugiere la necesidad de considerar dos elementos de costo: el primero es la elasticidad de la producción, es decir, la medida en que ésta puede modificarse con respecto al factor variable; el segundo es la manera de sustituir un proceso por otro, o sea , el cambio o duplicación de un factor capital. Por lo tanto se debe tener en cuenta que un proceso es determinado por la dimensión del equipo, el cual a su vez, determina el grado de capacidad que la firma puede disponer.
Suponiendo que no hay flexibilidad del proceso, de modo tal en que se está trabajando con un volumen dado de operaciones, por aumento, también ignora el elemento de la elasticidad de la producción, entonces el único camino para aumentar la capacidad es duplicar la escala del insumo fijo. En consecuencia el volumen inicial de este insumo determina la función costo a lo largo del tiempo.
Bajo el supuesto que se tenga una razón capital-producto determinada, partiendo de una producción de capacidad plena, la cantidad del stock de capital disponible para producir lo necesario es la cantidad que se desea tener. Dado un cambio previsto en la producción da lugar de considerar la inversión como proporcional al cambio, suponiendo que es proporcional a la desviación de la nueva producción con respecto a la normal. Ésta se define por:
Kt = bYt ,
Con una razón Kt /b normal, donde b es considerada como una constante. Bober sojuzga la diferencia entre esta razón y la que existe entre el nivel real de capital con respecto al nivel de producción previsto, vale decir, entre la reacción deseada y la efectiva.
Obviamente, las diferencias entre ellas no pueden originar dificultad alguna cuando se parte del valor deseado de dicha razón. Suponiendo que el nuevo nivel de producción es igual al previsto, se encuentra sobre una función de largo plazo con costos que crecen en proporción al coeficiente de capital, en tanto que las razones normal y real permanecen iguales.
El nuevo nivel de producción hace que el volumen anterior del capital esté debajo de la capacidad en la medida del cambio en la producción, y K aumenta en la proporción normal en realidad, las "expectativas pasadas no siempre se han cumplido, de tal forma que se debería comenzar con un grado de sobrecapacidad o subcapacidad; el cambio de capital se regirá por la reacción:
DKt+1 = b(bt – Kt)
Suponiendo que el incremento del capital no está relacionado con un cambio en el nivel de producción, sino con la relación entre el nuevo nivel de producción y el nivel existente de capital. Cuando b = 1, el capital que se tiene constituye el nivel deseado.
La razón es normal y la inversión aumentará en la proporción normal (se considera que se está en una posición de equilibrio con respecto a la capacidad deseada) Pero si b > 1, el nivel real del stock de capital poseído está por debajo del deseado.
En otras palabras, la razón real se halla por debajo de la deseada, y el cambio en la producción requerirá mayor capital que el que hubiera sido necesario con una razón normal, ya que la inversión aumenta para ajustar la capacidad a los niveles deseados. Si b < 1, el nivel efectivo de capacidad excede al deseado, de manera que un cambio que se espera en la producción puede, hasta cierto punto ser absorbido por el nivel existente de capital sin que "exceda su capacidad. Los aumentos del capital serían menores que los establecidos por la razón normal.10
La capacidad normal del stock de capital significa la inclusión de un cierto grado inherente de capacidad excedente. Si se parte de una posición de equilibrio o se desea alcanzarlo, se entiende por capacidad normal a la producción que se permite obtener un capital cuando se ha hecho uso pleno de la elasticidad del elemento/producción. En este sentido Hollis B. Chenery modifica la ecuación dando origen a la siguiente:
DKt+1 = b(bYt - lKt ),
en la que l es el factor de capacidad. Esta función no requiere que las empresas inviertan la suma necesaria para hacer frente a los cambios en la demanda período tras períodos, y tiene en cuenta la cantidad restante que faltó al predecir la inversión de los períodos futuros. 11
1 Hernández Sampieri, Roberto y otros. (2006) Metodología de la Investigación. México. Pág. 39
2 Samuelson, Paul. OP. Cit. Pág. 444
3 Dornbusch, Rudiger y Stanley Fischer. (1994) Macroeconomía. España. Pág. 393.
4 Estey, James Arthur. (1960) Tratado sobre los ciclos económicos. México. pág. 284.
5 Barrera, Alain. (1971) Teoría económica e impulso Keynesiano. Buenos Aires. Pág. 662.
6 Estey, James Arthur, Op. Cit., Pág.307.
7 Bober, Stanley. (1971) Los ciclos y el crecimiento económico. México. Pág. 147
8 Diulio, Eugene A. (1991) Macroeconomía. México. Págs. 318, 319.
9 Ibid. Págs. 322, 323.
10 Bober, Stanley. (1971) Los ciclos y el crecimiento económico. México. Pág. 157
11 Ibid. Pág. 158
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