Mohammed VI, hijo del Rey Hassan II que ha dejado a su sucesor el reto de modernizar la monarquía y todas las estructuras del país, hereda un país clasificado en el puesto número 125 (según el criterio de los indicadores de desarrollo económico y social). Un país en plena transición política y social que debe continuar la apertura y las reformas democráticas iniciadas por el Rey Hassan II.
A diferencia de Hassan II, Mohammed VI es un Rey discreto y abierto, su principal reto es llevar a cabo una serie de reformas, sobre todo los planos que permitan recuperar el tiempo perdido y situar el país en las vías del desarrollo y de la modernidad, sin tener que renunciar a los valores y a los principios tradicionales de una monarquía milenaria y un país Árabe y musulmán. Desde su entronización, emprendió un conjunto de importantes reformas sociales, políticas institucionales y económicas, que continúan en la actualidad.
Mohammed VI se ha rodeado de un selecto grupo de jóvenes tecnócratas, junto a antiguos servidores de su padre y militares, formando la versión remozada del Majzén. Así, parte del poder lo tienen las comisiones, consejeros reales y los gobernadores nombrados directamente por el monarca.
En el plano político y institucional, el monarca comenzó a realizar profundas reformas con el objetivo de hacer que el sistema sea transporte y plenamente democrático : instalar un nuevo esquema de relaciones y interacciones entre los diferentes actores sociales, políticos y económicos del país que rompa con la estructura autoritaria existente (relaciones- estado empresas –administración- ciudadanos), protección de las libertades individuales y colectivas, fundación de una democracia participativa a través de elecciones legislativas y municipales, darle continuidad al gobierno de alternancia impulsado por Hassan II al igual que numerosas reformas en este ámbito.
En política internacional, intentar resolver de manera definitiva el recurrente problema del Sahara occidental, las relaciones marroquíes se mueven en el cuadrado Magreb, Oriente medio, Europa y EEUU.
En el plano social, se emprendieron numerosas reformas que ayuden al desarrollo regional y las reformas del sistema sanitario y educativo (auténtico lastre para el desarrollo humano en Marruecos). En este sentido, dos de las reformas sociales más destacadas en esta primera etapa de su reinado fueron la reforma del código jurídico de la mujer, el código de la familia o Moudawama, y la apuesta decidida por tratar temas asociados a los derechos humanos (equidad y reconciliación) y la indemnización de las víctimas de las represiones de anteriores épocas, con tal de reconciliar a los afectados y al pueblo con la monarquía.
En el plano económico, se ha encontrado con numerosos problemas estructurales. Marruecos sigue siendo un país fundamentalmente agrícola, pero ha iniciado desde principios del siglo un amplio programa de privatizaciones y aperturas a las inversiones extranjeras. A pesar de la pesada herencia económica, Marruecos ha experimentado importantes progresos fundamentados en una serie de políticas reformistas ,con el objetivo de ayudar al despegue y fortalecimiento del desarrollo socioeconómico del país ; la política de privatizaciones, la ayuda a la entrada de inversiones extranjeras en Marruecos, la apertura al intercambio y financiero internacionales mediante firma de tratados con EEUU, UE y otros países, la modernización de la economía, la fuerte apuesta por reformas en sectores estratégicos (agrario, industrial, construcción, energía, offshoring etc.) y reformas estructurales con el objetivo de mejorar el marco jurídico y institucional de las actividades económicas y financieras.
En definitiva, la nueva era iniciada bajo el reinado de Mohammed VI se vislumbra como crucial en la historia reciente del país, pues ,el conjunto de medidas políticas y reformas iniciadas por el Rey y el gobierno, que están en pleno proceso de desarrollo, ponen de manifiesto la voluntad de Mohammed VI de conseguir el objetivo que se marco desde que accedió al trono : democratizar el país, integrando modernidad y tradición, abrirlo al exterior, construir una plataforma económica solida y moderna y superar el gran desafío al que se enfrenta .
Las políticas sociales y de desarrollo (educación, empleo, sanidad, regionalización…) se vislumbran como puntas de lanza de todas las reformas a las que se enfrenta el actual monarca y el gobierno de la nación.
Extracto del discurso de su Majestad el Rey Mohammed VI con motivo de la Fiesta del Trono, 30 de Julio del 2010. El desarrollo económico de Marruecos se basa en planes relevantes y estratégicos.
« (…) En el aspecto estratégico, tales equipamientos y planes permitieron modernizar nuestra economía e incrementar la productividad y competitividad en este dominio, además de ampliar la inversión pública y establecer polos de desarrollo regional integrado. Por otra parte, proporcionaron a nuestro país un marco de desarrollo económico estable y claro, permitiéndole hacer frente a las consecuencias de la crisis financiera mundial, además de consolidar la posición de Marruecos en tanto que destino alentador para la inversión productiva y eje básico de intercambios comerciales regionales y mundiales. (…)».
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