Los préstamos de difícil recuperación se llegaron a reducir desde su tope de 43,2 millones de millones de yenes en marzo del 2002 a 23,8 millones de millones en septiembre del 2004, gracias a las medidas de saneamiento llevadas a cabo por el sistema bancario.
Los bancos nipones mejoraron su habilidad para controlar el riesgo del crédito, evaluando el valor justo de los recursos del préstamo y estableciendo sistemas de dirección de riesgo más sofisticados, así como el uso de innovaciones tecnológicas financieras para fortalecer sus lazos con las compañías de finanzas y empresas.
A finales del año 2005, la cantidad de préstamos no recuperables de los principales bancos se hallaba entre 1,2% y 3,0% del total de los préstamos frente al 8% que existía a principios del 2002 y la situación de los bancos regionales también dio ciertas muestras de mejoría. Al no tener tanta necesidad de constituir reservas para cubrir activos en riesgo o préstamos incobrables, los bancos recuperaron su rentabilidad, aunque seguía siendo baja a escala internacional.
En el año fiscal 2005, que comprende entre el 1ro de abril de 2005 y el 31 de marzo de 2006, los seis grandes grupos bancarios japoneses registraron beneficios récord y disminuyeron notablemente su lista de créditos incobrables, finalizando el año fiscal entre 0,9% y 2,6% de préstamos morosos.
Los bancos japoneses entre el 2003 y el 2006 eran menos vulnerables y estaban en mejores condiciones para apoyar la actividad económica. En esta mejoría influyeron principalmente dos aspectos: la reestructuración de las empresas que reactivaron la economia del país en sentido general, y los esfuerzos desplegados para intensificar la supervisión bancaria, esencial para sanear el sistema bancario.
En febrero del 2006, tras ocho años de disminución ininterrumpida, la tasa de crecimiento del crédito se tornó finalmente positiva. Es bueno señalar, que pese a la cantidad de medidas tomadas entre los años 2006 - 2010 el problema de los préstamos incobrables todavía no se ha solucionado completamente.
La banca comercial tuvo en el año 2006 ganancias no vistas en 17 años. Los seis principales grupos financieros (Mitsubishi-UFJ Financial Group, Sumitomo Mitsui Financial Group, Mizuho Holding, Resona Holding, Sumitomo Trust, Mitsui Trust) obtuvieron ganancias por encima de los 3 billones de yenes.
Esta favorable situación permitió una reducción de la tasa de interés, lo que posibilitó a las empresas acceder con mayor facilidad a líneas de crédito, dando por cerrada la etapa del difícil acceso al capital tras la crisis de la década de 1990. Además, los bancos japoneses se lanzaron a adquirir participaciones en bancos asiáticos.
Tras una evolución positiva en el segundo semestre de 2006 y una cierta recuperación continuada de los precios, se decidió en julio de ese año elevar la tasa oficial de descuento (denominada “tasa básica de descuento”) del 0% al 0,25%.
En el proceso de la crisis y de las reformas estructurales, las instituciones respondieron con una oleada de fusiones y alianzas que han dado lugar a algunos de los mayores bancos del mundo. El gran reto de la banca japonesa sería elevar su competitividad y solvencia a niveles internacionales.
La privatización de corporaciones públicas, permitió reducir los costos a través del mejoramiento de la dirección gerencial y pagar las grandes deudas que habían acumulado con anterioridad. Ese complejo mecanismo de privatización todavía estaba en proceso en el 2010.
El índice Tankan, que mide las condiciones del mercado y la confianza empresarial, señaló una recuperación en el resultado de diciembre de 2006 aunque se ha ido comportando de forma inestable durante los últimos años.
La evolución positiva, sobre todo de las grandes empresas, queda reflejada además en el comportamiento del índice Nikkei. Si en abril de 2001 cuando Koizumi tomó el poder, éste rondaba los 14 000 puntos, en septiembre de 2006 cerraba en 15 594.
La eficiencia de las empresas se podía resumir en cuatro puntos fundamentales:
Otro sector que sufrió trasformaciones positivas, fue el sector de la educación, en el cual se establecieron escuelas privadas de enseñanza primaria y secundaria permitiendo aumentar las posibilidades de empleo a personas sin antecedentes en la enseñanza y que querían trabajar en ese sector.
El sector del transporte también sufrió modificaciones. Desde el 2000, las compañías aéreas comenzaron a establecer los precios que creyeron más convenientes, lo que les permitió presentar varios planes con tarifas de descuento y una reducción general en los precios.
Las medidas desreguladoras puestas en práctica en 2002, permitieron que los taxistas introdujeran sistemas de precios flexibles, incluyendo descuentos para viajes de larga distancia y precios fijos para ciertos tipos de destinos como por ejemplo, aeropuertos.
En el Programa de Proyectos Nuevos, desde el lanzamiento de la estrategia se lograron notables avances. En el 2001 el 10,5 % de las empresas participaban del comercio electrónico ya sea a través de Internet o a través de una red de computadoras. El sector de finanzas y seguros era el que más uso hacía del comercio electrónico en ese año: el 13,7% de las empresas realizaban operaciones por esta vía. Los sectores de la minería y la construcción eran los de menor participación al contar, respectivamente, con un 1,4% y un 4,6% de sus empresas involucradas en este tipo de transacciones.
En el 2001 el volumen de ventas efectuadas mediante el comercio electrónico relacionado con los bienes de consumo final, creció en un 96,0% con respecto al año 2000, mientras que el mercado para el comercio electrónico relacionado con los bienes intermedios, mostró un incremento del 41,5%.
En cuanto al desarrollo de un gobierno electrónico o virtual se puede señalar, que en el año 2001 existían 319 915 computadoras personales disponibles en los gobiernos de las prefecturas y 561 721 computadoras personales en los gobiernos municipales. Existían, además, 1 310 páginas Web de entidades públicas a todos los niveles del gobierno nacional. También había una computadora personal disponible por cada 1,2 empleados en todas las agencias del gobierno nacional, como resultado de los esfuerzos del gobierno para que existiera una computadora disponible para cada empleado público al finalizar el 2004.
En la educación también se observaron resultados muy positivos, pues el gobierno desarrolló la infraestructura en el sistema educativo japonés, para que Internet pudiera ser utilizada en las clases de todos los grados en el año fiscal 2005.
En marzo del 2001 se instalaron computadoras prácticamente en todas las escuelas públicas de educación media y media superior. Además, el 75,8% de todas las escuelas públicas tenían conexión a Internet en el 2001 y de éstas, el 33,9 % había creado sus propias páginas Web. (Ver Anexos del 8 al 11)
En el 2002 se lanza el Programa e-Japan 2002, que incorpora y da continuidad a la estrategia e-Japan precedente. La explosión de un sistema de telefonía móvil de Internet, mostró el potencial del país para producir innovaciones mundiales.
Esta irrupción tecnológica representó un buen avance para la economía japonesa. El i-mode significó para las compañías niponas una gran ventaja respecto a otras partes del mundo.
El empleo de teléfonos móviles se disparó espectacularmente entre los años 2003 y 2005. El crecimiento del uso de Internet en las comunicaciones de negocios y personales fue otro resultado de la desregulación de la industria de las comunicaciones.
Respecto al Programa del funcionamiento de la Seguridad Social, hay que tener en cuenta, que fue esencial controlar el gasto de la seguridad social ante un panorama de rápido envejecimiento de la población. El gobierno previó que este gasto crecerá a un ritmo del 3% anual hasta llegar a constituir el 18,4% del PIB en 2015.
Se obtuvieron algunos resultados positivos en cuanto al aporte de los jóvenes a la seguridad social, gracias a las nuevas ofertas de trabajo que planificó el gobierno. También se logró una eficiente gestión para el pago de los jubilados gracias a un mayor control sobre la contabilidad relacionado con la seguridad social.
La independencia de las regiones redujo la intervención nacional en los gobiernos locales. Uno de los puntos más importantes en el marco de este programa fue la revitalización de las regiones rurales, por medio de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), que actuaban en el cuidado de la población de la tercera edad y el cuidado del medio ambiente.
El proyecto de Ley de las zonas especiales1 fue aprobado en diciembre del 2002 y entró en vigor en abril del 2003. Para finales del 2003 el gobierno había aprobado un total de 236 zonas, entre las que se incluían zonas de educación especiales en las que las organizaciones privadas podían dirigir escuelas y universidades; zonas agrícolas especiales, en las que las corporaciones privadas trabajaban en la agricultura y zonas especiales del intercambio internacional en las que se reducían las exigencias para adquirir un visado a los investigadores extranjeros.
En cuanto a la Política Fiscal, se llevaron a cabo algunas acciones con determinados beneficios para el Estado desde el punto de vista financiero y económico, pues se redujo el déficit fiscal disminuyendo el gasto público. Sin embargo, desde el punto de vista social, el pueblo se vió afectado con estas medidas, pues estos logros han tenido un costo muy alto.
Japón hizo ciertos progresos en reducir su déficit fiscal del 8,2% del PIB en el 2002 a alrededor del 4% en el 2006, entre reducción de gasto público e incremento de los ingresos por concepto de impuestos. Por otra parte, la inversión pública bajó del 6% del PIB en 2002 al 4% en 2007, pero continuó siendo superior a la media de los países de la OCDE: en un 3% lo que significa, que todavía debería ser posible disminuir su peso en el PIB.
La reforma fiscal aprobada mientras Koizumi todavía estaba en el poder, en julio de 2006, preveía sanear las cuentas públicas en el año fiscal 2011, mediante la reducción de gasto público y el incremento de los impuestos.
En los Anexos del 12 al 16 se reflejan algunos indicadores positivos que demuestran la mejora de la economía en el período del 2001 al 2006 como resultado de las reformas.
1 Áreas geográficas especiales en las cuales, debido a la puesta en práctica de excepciones reguladoras consistente con las características locales, es posible realizar actividades prohibidas por leyes y ordenanzas en las otras zonas de la nación. Los planes para tales actividades serán ejecutados por iniciativa de los gobiernos locales y corporación del sector privado
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