Milka Elena Escalera Chávez
3.1 Introducción
En este capítulo se realiza un reconocimiento de la conducta financiera de las personas que dirigen las PyMES, con el objeto de entender el comportamiento y las características que son capaces de frenar o facilitar las decisiones financieras para generar o no valor económico para la empresa.
Se procedió a explicar los argumentos siguientes: 1) percepción, 2) psicología económica, 3) locus de control, 4) teorías financieras y 5) Valor Económico Agregado (EVA) para incorporar los fundamentos teóricos y empíricos relacionados con el tema de estudio.
3.2. Percepción
Las definiciones de percepción son diversas y se desarrollan con base en las experiencias y procesos internos del individuo. En este estudio, se concibe la percepción como el significado que se le da a una situación en nuestra mente, una vez que se han organizado las impresiones que se reciben a través de nuestros sentidos.
Robins (1999) señala que la calidad de las percepciones influye en la calidad de las decisiones de los dirigentes. Sin embargo, las enseñanzas adquiridas en la práctica o con el diario vivir, no permiten que los objetos y eventos cerca de nosotros se alcancen a apreciar tal como se presentan, de manera que las decisiones que se toman, muchas veces son erróneas (Shiftman y Cols, 1997 citados por Salabert, 2000). Así, la naturaleza de las percepciones se convierte en un factor importante para el dueño y administrador de las pequeñas empresas que desea evitar cometer errores en su ambiente de trabajo.
3.2.1 La naturaleza de la percepción
La percepción de las personas ha sido considerada por diversos autores (Moscovici, 1984 citado por Descouvieres, Altschwager, Kreither, Canales, 1997) como uno de los fundamentos principales del comportamiento social, porque, como lo expresan Taylor (1992) y (Moscovici, 1984 citado por Descouvieres, Altschwager, Kreither, Canales, 1997), "Las personas actúan respecto de las cosas, incluso respecto de las otras personas sobre la base de los significados que estas cosas tienen para ellos.” De modo que las personas no responden simplemente a estímulos, sino también al significado que para ellas tiene una situación y que es lo que determina su comportamiento. La percepción, señalan, (Box, Dewar, Vargas y Watts, 1994) es biocultural, porque depende de los estímulos físicos y sensaciones involucradas y de la selección y organización de dichos estímulos y sensaciones.
Esto nos lleva a pensar que la percepción está condicionada a la ordenación, clasificación y elaboración de un conjunto de categorías, que constituidas entre sí, sirven de referente para comparar los estímulos que el sujeto recibe. Los estímulos recibidos se confrontan y se transforman en eventos reconocibles dentro de las ideas de una realidad común (Durkheim, 1975 citado por Palomar, 1999).
Este proceso de formación de estructuras perceptuales, se realiza por medio del aprendizaje y la socialización del individuo en la comunidad a la que forma parte, donde aprenden a observar no solo de las experiencias directas, sino también de las personas.
Ambas situaciones producen en la mente una imagen que se va formando a partir de estructuras ideológicas, culturales, religiosa y políticas que orientan a los individuos a adaptarse al entorno (Robbins, 1999).
Brevemente, se puede decir que la percepción comprende dos situaciones: a) el proceso que involucra todos los pasos para conducir a un resultado y b) el resultado que se expresa en un juicio referente al evento o situación.
3.2.2 Teoría de los atributos
La tendencia de los individuos es atribuir el fracaso a factores externos y el éxito a factores internos; cuando en realidad el éxito y el fracaso como menciona Bettman y Weitz (1983) son responsabilidad propia. Según esta teoría, la explicación de las causas de los acontecimientos -éxito o fracaso- se fundamenta en tres dimensiones principales: locus de control, estabilidad e intencionalidad (Weiner, 1990) (Tabla 3.1).
Según este autor, las diferentes causas percibidas se diferencian entre sí dependiendo de:
1. Si son internas o externas al sujeto (dimensión locus).
2. Si son estables o variables (dimensión estabilidad).
3. Si el individuo controla o no dicha causa (dimensión control).
Sin embargo, el individuo siempre trata de buscar una causa explicativa a un acontecimiento, especialmente cuando los resultados obtenidos no coinciden con las expectativas previstas, o bien, cuando el individuo se enfrenta a una situación no esperada (Weiner, 1990).
En el ámbito organizacional, las percepciones individuales de causalidad son importantes porque determinan el comportamiento de la persona que dirige la empresa y cobran especial relevancia en la toma de decisiones (Manassero y Vázquez, 1997).
3.2.3. Factores que influyen en la percepción
La percepción de un individuo se ve favorecida o restringida por la presencia de ciertos factores como las actitudes, expectativas, motivación, intereses y experiencias pasadas; pero también por los atributos físicos, la apariencia y el contexto en el cual se ven los objetos o eventos (Robbins, 1999).
Todos estos factores que interactúan en la percepción son llamados supuestos del mundo personal y llevan al individuo a actuar de una determinada manera (Leavitt, 2003).