Desde el punto de vista social, las PYME cumplen diversas funciones que se enfocan hacia la igualdad de género y de oportunidades. Una característica importante es que fundamentan su formación en el seno familiar, dado que en su etapa inicial la idea de establecer un negocio se soporta con el apoyo de la familia, de donde además surgen los primeros empleados. Los estudios relacionados en este campo indican que las empresas familiares tienen las siguientes características (Holland y Boulton, 1984):
• El presidente o CEO de la empresa es el fundador de la misma o un miembro de
• Los empleados son miembros de la familia del fundador.
• Si así se resuelve, los miembros de la familia pueden decidir sobre actividades que corresponden a accionistas.
Al ser dirigidas por un miembro de la misma familia, estas empresas conservan la visión y estilo de liderazgo sus fundadores (Kelly, Athanassiou y Crittenden, 2000). Dichos autores indican que el liderazgo está concentrado en el fundador y lo identifican como la persona que centraliza la información, la comparte, mantiene contacto directo con los miembros de la empresa o del consejo de administración. Así, conserva su posición e influye en la toma de decisiones de los ejecutivos de la empresa.
Al respecto de la centralización en la toma de decisiones y liderazgo, en un estudio realizado sobre 675 empresas en Estados Unidos, se observó que existe una fuerte dependencia en la figura del dueño-director, aproximadamente un 75% de las empresas dependen de ellos (Feltham, T., Feltham, G. y Barnett, 2005), el 65% de los casos el dueño-director es quien toma las decisiones importantes de la empresa y en 62% de las empresas evaluadas no se tiene seleccionado un sucesor y no existe un plan de sucesión.
En el caso de México, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) realizó un estudio (Kajihara, 2006) en el cual se entrevistaron a 120 representantes de empresas familiares y se encontró que un 87% de las empresas no han tenido una sucesión desde su constitución y del restante 13%, el 78% ha realizado sólo un relevo, y el 22% ya ha pasado por dicho proceso dos o más veces. De igual manera, se cuestionó sobre la planeación de sucesión, a fin de conocer si las familias ven esta etapa como algo vital para su supervivencia y están preparadas para ello, pero el resultado fue que sólo un 21% sí ha considerado este aspecto, mientras que la mayoría (75%) de las empresas no tiene definido quién va a substituir al dueño-director.
Estos aspectos resaltan porque dejan ver que las empresas familiares, sobre todo las PYME, exponen las posibilidades de supervivencia y de éxito a las decisiones de una sola persona; pero por otro lado, son vulnerables ante la eventual ausencia del dueño o fundador de la empresa, dado que la falta de previsión para crear un plan de sucesión limita la posibilidad de la empresa a la vida misma de esa persona.
Un estudio llevado a cabo en Tijuana, B.C., en empresas dedicadas a la industria textil (Flores, Vega y Zarate, 2008) hace ver que los empresarios tienen temor en designar a su sucesor por evitar problemas familiares, a pesar de que la mayoría tiene más de 60 años de edad. En dicha investigación se indica que quienes están al frente del negocio tienen en mente dejar la dirección de la empresa al hijo mayor, con ello aseguran la continuidad y la unión familiar dado que es un valor entendido que el primogénito tome las riendas.
Desarrollar un protocolo familiar que permita poner en claro las condiciones bajo las cuales se va a preparar al posible heredero y a quienes son elegibles para la sucesión es importante para la continuidad de la empresa. Salgado, Perrusquia y Ahumada (2008) indican que:
[…] la falta de un adecuado seguimiento de un protocolo familiar y de políticas de mejores prácticas dentro de sus gobiernos corporativos, cuando éstos existen, corresponde de modo principal a la falta de visión y cultura empresarial, especialmente entre las más pequeñas.
La filosofía que se identifica en las empresas familiares opera en dos dimensiones (Chrisman, Chua y Parmodita, 2005):
1. Componentes de involucramiento. existe una fuerte participación de la familia en las decisiones, incluso la administración tiene miembros de la familia en posiciones clave. En la mayoría de las PYME que son empresas familiares cuentan con este tipo componente.
2. Componente de esencia: la familia se involucra sólo en aspectos relevantes que dictan el comportamiento de la empresa y dan una distinción.
Existen otras aportaciones relacionadas con la forma de operar en las empresas familiares (Carlock, 2001); el tamaño de la familia, el tamaño de la empresa, el número de familias y la naturaleza del negocio son elementos que determinan la filosofía del negocio. Carlock identifica que la filosofía está influenciada de la siguiente manera:
En esencia, las estructuras orgánicas parecen ser las más adecuadas para ser implementadas en las pequeñas empresas familiares (Goffee y Scase, 1985). Estas estructuras se identifican porque permiten a la administración ser más flexibles, no existe una precisa y detallada descripción de las funciones de cada puesto, los procesos están dados más por la interacción entre las personas, la administración es menos jerárquica. La estructura orgánica tiende a adaptarse de acuerdo a las fluctuaciones del mercado.
En la literatura de la PYME se resalta el aspecto relativo a la función que realizan como paliativo para disminuir los índices de pobreza mediante la generación de empleos y de riqueza económica (Bannock, 1981). El Banco Mundial destaca en su publicación Finance for Growth (Caprio y Honohan, 2001) la necesidad que existe de que las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) sean apoyadas para que contribuyan a distribuir la riqueza, disminuir la pobreza y permitir a la población menos favorecida el acceso a mejores oportunidades de vida (Caprio y Honohan, 2001). Uno de los casos más reconocidos es el mostrado en India por Muhammad Yunus, Premio Nobel de Economía en 2006, quien mediante el apoyo financiero a microempresas a través del Grameen Bank y programas sociales, fomentó la apertura y consolidación de microempresas.
México es reconocido como una economía emergente, cuyo nivel de competitividad lo ubica en la posición 47 de acuerdo al World Competitiveness Yearbook 2007, mientras que India se mantiene en el lugar 27. La importancia de esto radica en que la competitividad de una nación influye a nivel macroeconómico (PIB, inflación, tipo de cambio, tasa de interés, etc.), en el bienestar social (nivel educativo de la población, accesos a servicios médicos y servicios básicos, como electricidad, agua potable, infraestructura, etc.) y en aspectos propios de las empresas y los sectores industriales (Mc Fetridge, 1995).
Los datos recabados en el Censo de Población y Vivienda, 2000 publicado por INEGI, presentan que la pobreza y la desigualdad en la distribución de la riqueza son determinantes para observar el nivel de bienestar de la población. Un estudio realizado por el Centro de Investigaciones y Docencias Económicas (CIDE) muestra los siguientes datos de pobreza en México:
El estudio al cual se hace referencia, presenta el total de los 32 estados de la República Mexicana dividiéndolos en tres estratos: nivel de pobreza alto, nivel de pobreza medio y nivel de pobreza bajo. Para fines de esta presentación, se toma el grupo completo de estados con pobreza alta y sólo los tres con menor nivel de pobreza. Considerar sólo estos tres tiene el simple propósito de hacer notar la fuerte diferencia que existe en el porcentaje de pobres que tienen los estados del primer estrato y los del segundo, al tiempo que se puntualiza que Baja California es considerado el que tiene menor pobreza de toda la nación.
El análisis de la información preparada llegó hasta el nivel municipal y se observa que dentro de los 20 municipios con mayor grado de pobreza, hay 15 del estado de Puebla, tres de Oaxaca, uno de Yucatán y uno de Veracruz. Por otro lado, de los municipios con menor porcentaje de pobreza 14 corresponden al estado de Nuevo León, tres al Distrito Federal, uno a Coahuila, uno a Baja California Sur y uno a Baja California, siendo éste último la ciudad de Mexicali que ocupa el lugar 17: Cabe señalar que Tijuana, que está considerada como la ciudad más industrializada del estado de Baja California, se encuentra en la posición 21.
En la siguiente tabla se presenta la información que resultó de cruzar los datos de la tabla 8 y la del número de MIPYME y empleos generados de acuerdo al Censo Económico 2004 en cada uno de los estados que se consideran de pobreza alta y pobreza baja.
Se observa que en los estados con mayores índices de pobreza, se han establecido más microempresas, lo que implica que son entidades empresariales que generan como máximo 10 empleos cada una. Los porcentajes que representan las microempresas están calculados sobre la base del total nacional; es por eso que el estado de Chiapas, que está considerado como el que tiene mayor porcentaje de pobreza, sólo cuenta con el 3% de las microempresas que estaban registradas en el país y con el 1% de las empresas pequeñas y medianas. Estas cifras comparadas con el estado de Baja California, que tiene el menor índice de pobreza, se muestra inverso, es decir, las microempresas sólo representan el 1% del total nacional mientras que las PYME constituyen el 3%.
Es importante resaltar que las microempresas, si bien requieren de menos recursos para iniciar actividades, generan menos empleos, mientras que las PYME, por ser de mayor tamaño, ayudan a crear más empleos, claro que ello conlleva que se requieran más recursos para establecerlas y mantenerlas en operación. De esta forma se espera que la distribución del ingreso dentro del estado de Baja California llegue a un número mayor de ciudadanos, y con ello el bienestar pueda alcanzar más estratos de la sociedad, aspecto que permite disminuir la pobreza, como ya se está constatando.
Con la finalidad de apoyar a la economía de la región y evitar el incremento en los niveles de pobreza y desempleo, el gobierno del estado de Baja California implementó en 2009 un programa denominado PROTEGE (Programa de Protección a la Economía Familiar y de Generación de Empleo), instrumento que se rige con un enfoque especial en 10 acciones dedicadas a impulsar la creación de oportunidades de empleo y generación de empresas para soportar la crisis que se ha resentido a partir de octubre del 2008 en todo el país y en particular en los cinco municipios de dicha entidad.
Las 10 acciones son:
1. impulso y sostenimiento del empleo
2. soporte a la economía familiar
3. impulso a las empresas y la competitividad
4. adelanto del programa de construcción de infraestructura
5. ampliación a la cobertura educativa
6. impulso y promoción de las actividades turísticas
7. fortalecimiento del sector agropecuario
8. ordenamiento e impulso de la actividad pesquera y agrícola
9. mejor atención a la salud
10. transparencia y eficiencia en el gasto público
Este programa ha dado muy buenos resultados, lo que indica un saldo positivo en Baja California, mismo que fue dado a conocer por el gobernador en su informe del 2010. Dentro de los logros que impactan directamente al segmento de MIPYME se tiene que:
• El gobierno del estado adquirió el 92% de las compras a MIPYME, lo cual ha significado un importe de 42 millones de dólares.
• Dentro de las actividades de Centro de Apoyo Empresarial destaca la asesoría brindada para crear 229 PYME, lo que generó 256 empleos.
• El programa de extensionistas financieros brindó apoyo a 3,180 microempresas que en total mantienen una planta de 629 empleados.
• El programa de Financiamiento al Emprendedor Tradicional respaldó a 226 MIPYME, lo que ha significado 473 nuevos empleos.
• Se instalaron en el estado seis nuevas incubadoras de negocio, con una inversión de 525 mil pesos, con lo que ahora se tiene un total de 22 incubadoras en toda la entidad.
• El programa Emprendedor orientó la creación de 91 empresas que se proyectó en la creación de un total de 459 nuevos empleos.
• Dentro del plan de Capital Semilla se otorgaron 200 mil dólares para 20 microempresas y se generaron 80 nuevos empleos.
• El Fondo Emprende Empresarial otorgó recursos por 1.8 millones de dólares, lo cual permitió crear 691 empleos en 454 MIPYME.
• Dentro del Programa de Proyectos Productivos se otorgaron 2 millones de dólares a 42 empresas.
En general, los estados con mayor pobreza tienen mayor número de microempresas, mientras que los estados con menor pobreza tienen mayor cantidad de PYME, lo que demuestra que hay una relación inversa entre el porcentaje de pobreza y la cantidad de PYME. Cabe resaltar que en el Censo Económico 2004 se presentan las cifras de empresas por tamaño de acuerdo a la clasificación de micro, pequeña, mediana y grande, que también se agrupan por regiones del país y se puede observar que la llamada zona regional del sur-sureste congrega a los estados con mayor porcentaje de pobreza excepto por Tabasco y Quintana Roo, lo cuales tienen una particularidad: el primero cuenta con instalaciones de Petróleos Mexicanos que generan una fuerte derrama de recursos y el segundo recibe dividendos de la actividad turística, ya que ahí se ubican las zonas de Cancún, Playa del Carmen, Riviera Maya, Isla Mujeres y Cozumel.
Ahora bien, esta misma situación se puede ver en los empleos que han generado las microempresas y las PYME. Al igual que el fenómeno del número de empresas, en los estados con mayor pobreza se registran más posiciones en la microempresa, mientras que en los estados de menor pobreza las PYME representan un porcentaje superior que el reportado en las microempresas.
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