Lucrecia Soledad Wagner
Luego de las movilizaciones masivas en San Carlos, el 12 de octubre de 2005 los Vecinos Autoconvocados de San Carlos se movilizaron a la legislatura provincial, en la ciudad de Mendoza. “…Hicimos una movilización para el 12 de octubre porque era más simbólico. Feriado, sábado, nosotros más los que se sumaron allá seríamos 300, estaba todo cerrado, esas cosas no las preveíamos, pensamos ¨el 12 de octubre es lo más simbólico¨…” Allí comenzaron con las obras de teatro y la intervención de murgas, y fueron entrevistados por periodistas del programa televisivo “TN Ecología”. Se distribuyeron panfletos, y los sancarlinos que participaron de aquella acción recuerdan que la gente fue muy receptiva.
La propia experiencia fue constituyendo una historia común y un aprendizaje colectivo que fue fortaleciendo al grupo. Por ejemplo, ellos mismos establecen una diferencia entre sus reclamos iniciales y los posteriores. En un comienzo, “…pedíamos que no hubiera minería y no sabíamos ni siquiera como detenerla, pedíamos que hubiera garantías de que no iban a hacerla acá, que pararan ese proyecto (en Papagayos)...” recuerdan los autoconvocados. Una vez lograda la ampliación de la reserva, “…ya habíamos parado el proyecto Papagayos, pero los que teníamos experiencia, que habíamos andado con los mineros sabíamos que estaba lo de los Ninu que no les conocíamos el nombre, pero sí estaban los de las cabeceras del Tunuyán, estaba el Bajo de los Leones, que es otro proyecto que quedó defendido con la ampliación de la reserva, había prospecciones en la pampa entre el Maipo y la Laguna, nosotros sabíamos porque eran los lugares a donde iban mucho…” afirma uno de los autoconvocados que formaba parte de las actividades de montañismo.
Podemos decir que se continuó así con las movilizaciones a fin de proteger aquellos lugares de interés minero que quedaban fuera de la reserva, incluso el propio río Tunuyán. Como ya mencionamos, vecinos de Tunuyán también concurrían a las reuniones de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos. Se sumaron también concejales de Tunuyán, que aportaron la elaboración de las ordenanzas departamentales del Valle de Uco comentadas en el Capítulo 4.
Pero también, con el paso del tiempo se sumaron otros cuestionamientos a la megaminería, como la cuestión moral. En palabras de un sancarlino: “…Y por lo que pasa, por una cuestión moral, te das cuenta de que es un desastre, y bueno, defendamos Mendoza…”. En el mismo sentido, otro autoconvocado afirma: “…A medida que ibas avanzando te ibas dando cuenta de que las soluciones tenían que ser más macro, empezamos pidiendo la ampliación de la reserva…”.
Paralelamente a la multiplicación de los cuestionamientos, se fueron poniendo en práctica nuevas modalidades de acción. Luego de la ida a la Legislatura provincial, se adoptó la modalidad de corte informativo. “…Entendimos que solos no íbamos a hacer nada, y la información es tan indignante, que nosotros veíamos que cada vez que le decías a alguien se sumaba, quizás no desde ir a la ruta y sumarse a los cortes, pero te terminaba dando las gracias y felicitándote…” recuerda un autoconvocado. La mayoría de los cortes fueron informativos, se cortaba la ruta, se informaba y se dejaba pasar.
Tanto en los cortes como en otras manifestaciones, no se registran incidentes con gendarmería o policía, incluso se destaca la buena relación con estos sectores. Las manifestaciones pacíficas sumaron a esta buena relación. “…La policía entendió de que se trataba...” afirman los pobladores del Valle de Uco. Solo durante la semana previa a la sanción de la Ley provincial Nº 7.722 hubo cortes totales. La heterogeneidad permitió una “regulación” interna entre aquellos más reaccionarios y quienes apostaban a mantener la tranquilidad en las acciones. Como afirma un autoconvocado: “…Nosotros entendíamos que mostrar una cuota de violencia, molestar, infringir normativas, iba a ser contraproducente para la sociedad que no estuviera informada del tema…”.
Esta heterogeneidad también es destacada por los Autoconvocados de Tunuyán: “…hay una biodiversidad, un equilibrio que se da en estas luchas...”. Este grupo siempre consideró a la lucha contra la megaminería como una lucha contra el imperialismo y el capitalismo, aspectos que no fueron tan relevantes en el inicio del conflicto en San Carlos –aunque sí se mencionaba la defensa de la patria-. Sin embargo, esto no fue un impedimento para el accionar conjunto, e incluso, poco a poco, los sancarlinos empezaron a incorporar estas cuestiones, como el saqueo.
Ante la falta de llegada a los medios masivos de comunicación, la lógica fue utilizar la ruta como medio de comunicación. “…sabías que eso iba para Mendoza o para San Rafael, la idea era que la información se distribuyera y tratar de llegar a la mayor cantidad de personas posibles…” explican los autoconvocados. Por otra parte, también estaba la percepción de que, si acontecía algún problema, algún hecho negativo, en ese caso los medios masivos lo iban a tomar y a exagerar.
Las cartitas y afiches elaborados por los niños del departamento fueron un condimento característico de los cortes en San Carlos. “…Llegó la noticia de la gente de Abra Pampa, y el video de La Liga donde están los chicos contaminados con plomo, y nos pegó muy fuerte, y venía el día del niño. Y quisimos involucrar a las escuelas, largamos la idea y recolectamos como 500 cartas en la semana previa. El viernes cuando estábamos cortando, empezaron a llegar las maestras con más cartas…pusimos una piola para colgarlas, y no nos alcanzaban ni la piola ni los clips. Se las dábamos a los vehículos, muchos (niños) recibieron respuestas. La gente iba mirando y había afiches de chicos…” recuerdan los autoconvocados.
De esta forma, los niños del departamento tuvieron una participación fundamental en las acciones de los Vecinos Autoconvocados de San Carlos. Los niños redactaron en cartitas lo que estaba sucediendo en su departamento. Estas cartas fueron entregadas a los automovilistas que pasaban por la ruta, pidiéndoles que fueran entregadas a un niño de edad similar al que escribía la cartita recibida. Se recibieron muchas respuestas. En las escuelas también se hicieron carteles y afiches que luego se llevaron a los cortes, y el tema del agua y la megaminería ha estado siempre presente, tanto en las presentaciones en las fiestas de fin de año, como en los trabajos presentados para las ferias de ciencias, redacciones y concursos de murales. También fueron los niños quienes hicieron sus propios cartelitos para pegar en los autos y en las puertas de sus casas, manifestando la defensa del agua y el rechazo a la megaminería.
La creatividad, la participación de toda la población y las manifestaciones pacíficas caracterizaron el accionar de los autoconvocados del Valle de Uco. “…Por eso son comunes las marchas llenas de disfraces alusivos; detenciones explicativas y no cortes de ruta; la utilización de acciones simbólicas con el objetivo de sumar y no de separar. Un ejemplo es cuando instalaron unas piletitas en el medio de la ruta Nacional 40, y los niños de la zona se bañaban y jugaban en ella…” (Onofrio, 2009:9-10).
El corte en el que se armaron piletas en la ruta se realizó a principios de 2008, y fue impulsado esta vez por los Autoconvocados de Tunuyán, quienes se alertaron ante la detección de ciertas actividades mineras en la zona de los proyectos “Ninus y María Inés”. Participaron de este corte vecinos de San Carlos y Tupungato, así como también del Gran Mendoza. “…Escuchamos a San Carlos…en la 7.722 Tunuyán no estaba formado pero acompañamos, nos sentimos amenazados cuando asume Jaque…” , afirma un autoconvocado de Tunuyán. Ante la posible exploración en el departamento de Tunuyán, “…nos preocupamos más, ya no era sólo San Carlos…Esto empezó a movilizar al pueblo, fue una pueblada casi sin asambleas. Se hicieron 3 cortes. Carmona (Secretario de Medio Ambiente) contrató un helicóptero y voló sobre la zona mostrando que no estaban trabajando…”, detalla un autoconvocado de Tunuyán.
Los Autoconvocados de Tunuyán destacan el cambio producido desde aquel entonces en el departamento: “…en Tunuyán la gente empezó a tener otra consciencia. El Río Tunuyán iba a ser afectado y la gente se empezó a sentir afectada…antes era como que le pasaba al vecino de al lado (por San Carlos)…”.
Por otra parte, a lo largo de los 6 años que lleva el conflicto, los grupos de teatro, los grupos de folklore y otros estilos musicales, también han incorporado el tema del agua y la megaminería en sus obras y canciones. Llegar a los músicos que ofrecen recitales en Mendoza para que ellos transmitan su mensaje también ha sido otra de las acciones desarrolladas, entre los que se puede mencionar “Caramelo Santo”, “Bersuit Bergarabat”, Leon Gieco, entre otros.
En este sentido, se destaca a los pobladores del Valle de Uco, tanto desde los medios de comunicación como en declaraciones de diferentes funcionarios del gobierno, como un pueblo tranquilo y respetado. Las movilizaciones generadas, sorprendieron a muchos, generaron simpatía, apoyo de algunos sectores, desacuerdos en otros, pero, salvo algunas excepciones, se ha mantenido esta percepción de los vecinos del Valle de Uco. Las principales críticas de los sectores que apoyan la actividad minera en la provincia, no han estado dirigidas directamente a los pueblos del Valle de Uco, sino al gobierno, que tomó sus decisiones presionado en los años de elecciones, y, que, por otra parte, promovió la inversión minera en Mendoza en reuniones internacionales, y luego, ante la reacción popular, limitó el accionar de las empresas mineras que estaban realizando actividades en la provincia.
La movilización de San Carlos, fue el inicio de una lucha provincial en defensa del agua y en oposición a la megaminería contaminante, que ha tenido epicentros posteriores en otros departamentos, se ha organizado y se ha articulado en el interior de la provincia, y también ha establecido relaciones con otras luchas por problemas ambientales del resto del país.
Es en los cortes realizados por los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, donde muchas personas de otros departamentos de Mendoza, tomaron conocimiento del conflicto en torno a la existencia de proyectos mineros en la provincia. Algunas de estas personas, organizaron posteriormente nuevos grupos, en otros departamentos, que se sumaron al rechazo de la megaminería en la provincia. “…Ahí se enteró la gente de Punta de Agua, en uno de los cortes (…), los de Alvear dicen que en San Carlos también descubrieron como venía la mano y allá también estaban empezando la exploración, y empiezan a moverse en Alvear, en el 2006...” recuerdan los autoconvocados del Valle de Uco. Los sancarlinos también recuerdan que pasó gente de Mendoza, que actualmente integra la Asamblea Popular por el Agua del Gran Mendoza.
Asimismo, y como ya fue comentado, pobladores de Tupungato también se sumaron a las acciones de rechazo a la megaminería. Organizados en bibliotecas y radios populares, y en la Asambleas por los Derechos Cívicos y Ambientales de Tupungato (ADECAT), se sumaron a las acciones de los Autoconvocados de Tunuyán y de San Carlos.
Ante las acciones, continuaron las respuestas desde el gobierno, que intentó regular la actividad. Cuando desde San Carlos se pidió que no hubiese megaminería en toda la provincia, el gobierno elaboró el Decreto Nº 820 (2006), que, como fue detallado en el Capítulo 4, regula la evaluación de impacto ambiental de la actividad minera.
A nivel local, se sancionó la ordenanza 1123 (2006), en cuya elaboración participaron, como fue mencionado previamente, los Vecinos Autoconvocados del Valle de Uco y el Frente Diamante. Asimismo, se consensuó que todos los departamentos de Valle de Uco tuvieran ordenanzas similares.
El devenir del conflicto confirmó que éste no estaría acotado a San Carlos, ni al Valle de Uco. Más allá de las respuestas desde el Gobierno, igualmente se sumaron a la lucha organizaciones de otros departamentos de la provincia. Como abordaremos más adelante, ya a fines del año 2006 vecinos de General Alvear, San Rafael y Valle de Uco, se dieron cita en la ciudad de Mendoza, donde llevaron adelante una Jornada Cultural y de Ayuno. Estas Jornadas fueron fundamentales para que la organización contra la megaminería tomara forma también en el Gran Mendoza, y para que los diversos grupos existentes en la provincia se articularan en un espacio provincial: la Asamblea Mendocina por Agua Pura (AMPAP).
La articulación no sólo se fortaleció a nivel provincial, sino que también se inició la relación con organizaciones del resto del país. Los sancarlinos tomaron conocimiento de que existían otras asambleas -además de Esquel-, y concurrieron en julio de 2006 a una reunión en Córdoba, de la que surge la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), abordada en el Capítulo 5. Posteriormente, miembros de diferentes organizaciones ya existentes en Mendoza viajaron a la segunda reunión de la UAC, en la provincia de San Juan, donde conocieron personalmente a algunos referentes del movimiento de Esquel. También iniciaron contacto con personas de otros países.
El uso de internet no fue relevante en los primeros años del conflicto, a diferencia de lo sucedido en otras organizaciones de la provincia, que luego detallaremos. Posteriormente incorporaron esta herramienta, que les facilitó la obtención y actualización de información, y el contacto con el resto de las organizaciones. “…Muchos aprendieron a usar internet para contactarse con otras comunidades, se apropiaron de la herramienta tecnológica, aprendieron a usarla, y a la vez internet suministró información y comunicación con regiones que jamás habríamos tenido conocimiento si no fuera a través de ese medio…”, explican los autoconvocados de San Carlos.