Lucrecia Soledad Wagner
El año 2005 fue un año electoral, por lo que esta movilización de vecinos comenzó a interactuar con los candidatos a concejales, diputados y senadores. También llegaron a los medios de comunicación, a través del diario local “Reportero XXI”, que reunió todas las publicaciones sobre el tema en un ejemplar llamado “H2O”. Este ejemplar fue auspiciado por muchas empresas de San Carlos y su distribución fue gratuita. Asimismo, como ya fue mencionado, con el correr de los meses, la lucha empezó a extenderse a otros departamentos cercanos, como Tunuyán y Tupungato, también a través de maestras que daban clases en San Carlos y que comienzan a informar lo sucedido en sus departamentos.
Paralelamente, comienzan a llegar noticias de las movilizaciones en Gualeguaychú y otras ciudades de la provincia de Entre Ríos, en oposición a la instalación de dos plantas de celulosa –más conocidas como papeleras o pasteras - en las márgenes del Río Uruguay, en la ciudad uruguaya de Fray Bentos. Estos hechos los animaron a convocar a una movilización masiva, un mes antes de las elecciones. Es así como el 4 de septiembre de 2005, aproximadamente 4.000 vecinos de todo el departamento de San Carlos se reunieron frente a la terminal de ómnibus de Eugenio Bustos para manifestar su rechazo a los proyectos mineros a gran escala.
Retomemos por un instante el contexto pre-electoral, en el que los sectores políticos partidarios sabían que cualquier acontecimiento podría afectar los resultados electorales de octubre. Por un lado, los Vecinos Autoconvocados reconocen que esta situación generó confusión, ya que muchas personas pensaron que ellos estaban en contra del gobierno del momento y que éste era el motivo de sus reclamos. Pero, por otro lado, abrió también la posibilidad de presionar a los partidos políticos y a sus candidatos en un momento estratégico. “…Una semana antes ya se veía que la gente iba a ir a la movilización (de septiembre), y evidentemente los punteros políticos de Cobos le estaban diciendo algo…”, reflexionan los sancarlinos.
Es así que desde el gobierno provincial convocaron a una reunión informativa para explicar que no existía peligro en la etapa de exploración que estaba llevando a cabo la empresa minera. Es importante destacar aquí cómo la población respondió a esta convocatoria oficial. “…Se hizo un día viernes o sábado a la noche, corría viento, nevaba, hacía frío, no se veía nada, hubo accidentes, fue una tormenta muy rara y fuerte, y en el club de La Consulta fue el momento clave. Con la tormenta que había, con la gente de Pareditas que llegó sin ver nada, nieve incluida, se juntaron más de 800 personas, se llenó el lugar, no entraba la gente, y la reunión se desarrolló con las puertas abiertas, se llovía debajo del alero y la gente no se iba, estábamos amontonados…” recuerdan los autoconvocados del Valle de Uco.
Los Vecinos Autoconvocados de San Carlos, consideran que esa reunión fue convocada por el gobierno con la finalidad de aplacar la situación y de que no se hiciera la movilización que habían organizado para septiembre. “…Ellos sabían que la movilización iba a ser grande, nosotros no teníamos ni idea. Cuando se estaba organizando la reunión, ellos (los funcionarios) llamaban preguntando si se iba a hacer, aparentemente ellos mismos querían suspenderla porque pensaban que no se iba a juntar gente (por el mal tiempo), y ellos necesitaban que se juntara gente para tratar de aplacar los ánimos...”, detallan los autoconvocados. Más allá de ello, los vecinos participaron de esta reunión convocada por el gobierno, colocaron una pantalla gigante, y antes de que hablaran los funcionarios, proyectaron un documental sobre minería del Programa Televisivo “La Liga”. Posteriormente, los representantes del gobierno explicaron que en la etapa de exploración no se utilizaban sustancias como el cianuro, y que no era una etapa peligrosa para el ambiente y la comunidad.
Los propios Vecinos Autoconvocados manifiestaron su asombro sobre la calidad de las preguntas que muchos de los que participaron en aquella reunión en La Consulta hicieron a los funcionarios. “…La gente levantaba la mano y hacía preguntas muy profundas, y nosotros nos mirábamos y pensábamos ¨hay gente que se ha informado por otro lado¨, levantaban la mano productores comunes y preguntaban sobre la lixiviación, los productos, que en tal lugar ha pasado tal cosa...” afirman los vecinos. Destacan también el respeto y el orden que reinó en la reunión: “…éramos 800 personas y el debate fue impecable, toda la gente pudo opinar, se escuchaban…Morgani quiso dar todas las garantías posibles y la gente dijo no, y no, pero muy respetuosamente, gente mayor, fue muy lindo desde lo asambleario. La gente respondió con mucha altura y ni Fidel ni Morgani pudieron contestar algunas preguntas, de la profundidad que tenían, y tuvieron que irse de la reunión, venían prometiendo un decreto para que en San Carlos no se hiciera (megaminería), prometieron un montón de cosas, y a lo que venían, a desarmar la movilización, fue al contrario, la gente esa semana se puso las pilas y decidió que tenía que estar acá (en la movilización)…”.
En el testimonio anterior vuelve a reflejarse cómo la falta de respuestas sólidas por parte de los funcionarios potenció la decisión de la población de sumarse a la movilización en rechazo a la actividad.
También sumó al conflicto la negativa del sector minero a reunirse con la población. Los autoconvocados relatan: “…Cuando vinieron acá quisimos hablar, pedimos estar en esa reunión y no quisieron atendernos. Cuando se hizo la reunión que convocó Fidel nosotros pedimos que vinieran también a explicar, y vino Medio Ambiente pero no vino ninguno de las empresas mineras…”.
Así se llega a la movilización que convocó a alrededor de 4.000 personas en la Terminal de Eugenio Bustos. Los diversos testimonios recogidos destacan que fue la primera vez que tanta gente se movilizó conjuntamente por una razón común, sin distinciones de partidos políticos ni sectores sociales.
Ante esta acción –y ante la garantía por parte de los Vecinos Autoconvocados de que al mes siguiente volverían a movilizarse, ya en octubre, mes en el que se realizarían las elecciones-, el gobierno los convocó a una reunión, con la finalidad de encontrar juntos una salida al conflicto. Así fue como durante la semana siguiente a la movilización de septiembre, se resolvió la ampliación de la reserva “Laguna del Diamante”. Los sancarlinos recuerdan: “…Se rescató un proyecto que llevaba 9 años guardado en la Dirección de Minería y en la Comisión de Minería de la Legislatura (provincial), parado por 3 cateos que interesaban al sector minero. No avanzaba el proyecto de ampliación de la reserva con toda la fundamentación técnica de Recursos Naturales por la minería. En 3 días resolvieron ampliar la reserva y ampliarla mucho más que lo que proponía el proyecto original, que era nada más que un corredor para que los animales pudieran bajar y subir en invierno y verano (…). Y cuando se sientan el lunes a ver como hacían para darle la garantía al pueblo de que no se iba a hacer el proyecto de Papagayos, el camino que encontraron fue el de ampliar la reserva. Como en la reserva está prohibido (hacer minería), a nosotros nos implicaba que había una garantía…”.
Con esta ampliación, los cateos quedaron dentro de la reserva y por lo tanto la empresa minera quedó imposibilitada de continuar con sus actividades. Cateos de otras empresas también quedaron dentro del área de la reserva, por lo que algunas presentaron demandas de inconstitucionalidad.
En la respuesta del Gobierno a la empresa que demandó la inconstitucionalidad de la Ley Nº 7.422, en la que defiende dicha ley, se destaca: “…La zona del Valle de Uco es un área agrícola con excelentes productos derivados de la agricultura, tanto para consumo interno como para exportación, irrigados con un agua que hoy en día muestra una excelente aptitud para agricultura de regadío. La minería a cielo abierto, de metales preciosos como el oro, trae aparejado una serie de impactos negativos sobre los recursos del ambiente en virtud de la utilización, entre otros, de cianuro, una gran cantidad de residuos de material rocoso, también queda disperso en el área de explotación, así como también el potencial peligro de afectación con drenajes ácidos del agua subterránea subyacente…” (Asesoría de Gobierno, 2005:37).
La ampliación de la laguna del Diamante, y la justificación de la ampliación, dio a los sancarlinos la clave de su oposición a la megaminería: “…Se amplió como reserva hídrica, que incluía el arroyo Gateado, el Yaucha y el Papagayos, todas las nacientes, toda el agua que llega a esos tres arroyos quedaba protegida, y ya veníamos hablando de defender el agua, pero ahí creo que fue el momento en el que nos dimos cuenta de que esa era la clave, que como mendocinos en eso no nos podían refutar nunca, defender el agua…”, reflexionan los autoconvocados.
Los sancarlinos destacan este hecho como políticamente importante, y como otra acción que les permitió llegar a los medios de prensa provinciales, que hasta el momento, salvo algunas excepciones ya mencionadas, no habían tomado el tema. En este sentido, comentan: “…Ese día salimos en la tapa, antes no costaba meter una carta al lector...”.
La crítica a los medios de comunicación masivos, y la falta de espacios en ellos para manifestar la oposición a la actividad, aparecen en la mayor parte de los testimonios de los sancarlinos, entre ellos: “…los medios de comunicación son empresas de comunicación, y a partir de ahí es la información que van a difundir, y en eso, creo que también hay que hacer una revalorización y una jerarquización de los espacios de comunicación locales, regionales y chicos, la importancia y el compromiso que puede tener un medio con su lugar…”. Los medios masivos al inicio del conflicto mostraron indiferencia, luego, ante el inicio de las movilizaciones, cubrieron algunos hechos, y posteriormente, pasaron a tener, en palabras de los sancarlinos, una postura “ambivalente”. Ignorantes, vecinos pacíficos, fundamentalistas y otros términos utilizados para denominar a los autoconvocados, muestran las diferentes imágenes que los medios fueron transmitiendo de los sancarlinos movilizados.
Como positivo, los sancarlinos recuerdan que cuando ellos estaban iniciando las actividades de información, salió el primer programa de “La Liga” –donde se abordaba el caso de Esquel-, mucha gente lo vio y lo relacionó con lo que estaba sucediendo en San Carlos. Por ello destacan la capacidad que tienen los medios de otorgar status a un determinado tema, lo que en este caso contribuyó a su difusión en San Carlos.
También desde el ámbito gubernamental se desarrollaron algunas acciones, ante la repercusión que el tema había alcanzado. Por motivos ya comentados , renunció el Director de Minería Carlos Monjo y asumió en su lugar Alberto Rubio. A nivel local, el Concejo Deliberante de San Carlos aprobó la Ordenanza Nº 1123 (2006), que, como ya fue destacado, declaraba al Departamento de San Carlos municipio no tóxico y ambientalmente sustentable y prohíbía toda técnica minera con sustancias tóxicas y/o nocivas a la salud humana y al ambiente. Mucho tiempo antes de la sanción de esta ordenanza, los concejales también convocaron a una especie de “audiencia pública”, a fin de que la población opinara a favor o en contra de la minería, que tuvo como resultado una declaración donde se manifestó que San Carlos no quería actividad minera.